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Listín Diario 17-12-2023

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Lecturas de domingo<br />

SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>17</strong> DE DICIEMBRE DE <strong>2023</strong><br />

La República<br />

9<br />

El dedo en el gatillo<br />

Un brindis con un<br />

vaso de agua<br />

LUIS BEIRO<br />

EDITOR<br />

LECTURAS DE DOMINGO<br />

En la Rusia de los zares,<br />

había una forma<br />

de detectar<br />

cuándo se caía en<br />

desgracia. Solo había<br />

que observar al zar, ya bien<br />

sentado en su mesa o trono, levantar<br />

su copa y dedicar un brindis<br />

a los presentes. Estas reverencias<br />

significan remansos para<br />

algunos y remociones para otros.<br />

Cuando el zar alzaba su copa<br />

con vino o champán, significaba<br />

un buen augurio. Sin embargo,<br />

cuando pedía que llenaran el<br />

envase con agua, significaba la<br />

desgracia y la suerte de su acompañante<br />

rodaba por suelos empolvados,<br />

igual que los campesinos<br />

a quien no les quedaba otro<br />

remedio que sembrar la tierra, de<br />

sol a sol, en busca de un tesoro de<br />

jamás harían suyo.<br />

Con el paso del tiempo, aquella<br />

costumbre se marchó igual<br />

que los animales de la prehistoria<br />

que todavía nadie ha podido descubrir,<br />

a ciencia cierta, el ángulo<br />

del tiempo donde permanecen<br />

escondidos.<br />

Hoy día, cuando se brinda<br />

con agua, no se descubre el mal,<br />

sino la bienaventuranza, el talento,<br />

y una vocación en favor al<br />

rechazo al consumo de bebidas<br />

alcohólicas.<br />

En mi juventud cubana, si alguien<br />

caía en desgracia, el hecho<br />

de cruzar frente a cualquier alto<br />

funcionario del gobierno, la reacción<br />

de esa persona era un retrato<br />

hablado. Si era inadvertido, no<br />

servían ascuas ni rebuznos: era<br />

mejor marcharse del país porque<br />

el caminante jamás retomaría el<br />

perdón, aunque fuera el vencedor<br />

de un juego de parchís.<br />

Llegar a la madurez es complicado,<br />

igual que la manera de<br />

acercarse a los demás en busca<br />

de un protagonismo oculto para<br />

usarlo solamente en su propio beneficio.<br />

Conocí a una persona peculiar.<br />

De esos especímenes que<br />

piensan o sueñan con demonios.<br />

Y todavía creen que el<br />

mundo debe abrirse ante sus<br />

pies porque “el mar es el cielo y la<br />

noche, la mañana”. Lo cierto fue<br />

que un día, esa persona se acercó<br />

a alguien con la esperanza de pescar<br />

en río revuelto. Al final, procuró<br />

sacar las uñas, sin saber que no<br />

todos los rumbos terminan en lugares<br />

donde el sacrificio es exigente.<br />

Tampoco tuvo en cuenta el valor<br />

de un instante cuando el artista<br />

se encarga de incluir su mirada<br />

dentro de un computador gracias a<br />

una pequeña memoria.<br />

Italia es cuna mundial de la cultura.<br />

En la patria de Petrarca, las artes<br />

confluyeron de norte a sur, desde<br />

el glorioso Renacimiento hasta los<br />

cantos de Luciano Pavarotti. Pero a<br />

partir de la segunda década del siglo<br />

XXI, los titulares de prensa azurros<br />

son devastadores. Han cerrado 500<br />

teatros ante un desbalance entre el<br />

género de Shakespeare y la forma<br />

de vestir.<br />

Hoy reina en Italia un desasociego.<br />

A muchos no le importa la sentarse<br />

dentro de una sala en busca<br />

de un significado para los años por<br />

venir. Se rebusca entretenimiento<br />

con la piel tatuada, grilletes engarzados<br />

en la nariz y adornados<br />

con perlas brillosas, y llevando<br />

un peinado poco arquitectónico.<br />

Algunos se besan y tienen sexo a<br />

plena luz del día, sobre el césped,<br />

en plazas públicas.<br />

Las salas de teatro de aquella<br />

península sabia, han comprendido<br />

que el arte debe ser distinto<br />

por el santo capricho de mirar la<br />

salida del sol por el lado donde el<br />

hielo se derrite, sin saber que por<br />

mucho alumbramiento, cuando<br />

los icebergs perecen, el mundo<br />

pierde redondez y escapa hacia el<br />

vacío.<br />

En uno de mis viajes a Roma<br />

para la boda de mi hija Roxana,<br />

asistí a varias funciones teatrales,<br />

repletas de cabelleras de ambos<br />

sexos, en las que ondulaban especímenes<br />

en gris, como la nieve<br />

cuando va perdiendo su blancor.<br />

Musicales como Mamma mía<br />

abarrotaban escenarios gracias<br />

al fervor de una juventud que<br />

Sergio Pitol.<br />

desconocía que Franco Zeffirelli,<br />

mucho antes, llevó a varios auditorios,<br />

durante meses, el monólogo<br />

de Hamlet, de William Shakespeare,<br />

con gran éxito de público.<br />

Su fama fue tal que Italia saltó al<br />

Reino Unido a proyectar la vida<br />

del personaje.<br />

La Roma de hoy clausura teatros<br />

donde otrora sucedieron funciones<br />

casi legendarias, como el<br />

Eliseo, donde nació la compañía<br />

de Luchino Visconti, o el histórico<br />

teatro Cometa.<br />

La crisis actual no se debe a la<br />

sobrepoblación. Ni a una juventud<br />

apartada de las mismas por<br />

moda o modos. Ya no se invierte<br />

en cultura, el teatro no se ve como<br />

una industria, el dinero de nuestros<br />

impuestos anda mal repartido.<br />

Hace poco se clausuró en la República<br />

Dominicana el Festival Internacional<br />

de Teatro (FITE), organizado<br />

por el Ministerio de<br />

Cultura, con éxito de público.<br />

La sede del evento funcionó en<br />

la ciudad de Santiago, donde todavía<br />

existe el respeto hacia ese<br />

arte. Me imagino los esfuerzos<br />

presupuestarios para invitar a ese<br />

evento a lo mejor de la escena nacional<br />

y de otros países.<br />

A pesar de que los actores dominicanos<br />

se codean entre los<br />

mejores del globo, el evento solo<br />

sale a la luz una vez al año. Y gracias.<br />

En Santo Domingo existen muchas<br />

salas clausuradas, otras convertidas<br />

en bares o restaurantes<br />

o cerradas, empolvadas, con sus<br />

puertas encadenadas como para<br />

que el público sepa el desaliento<br />

que las arropa. Existe un sentimiento<br />

poco convencional al desarrollo<br />

de las artes.<br />

Los actores, directores y guionistas<br />

deben ejercer otras funciones<br />

para sobrevivir con sus familias.<br />

Un mundo sin teatro no es mundo.<br />

Es similar a una isla donde la<br />

cultura es un grano de arena en el<br />

desierto.<br />

No sé cuando vuelva la reapertura<br />

de las 500 salas romanas clausuradas.<br />

Mientras llega ese momento,<br />

mi familia italiana tiene<br />

que revivir los recuerdos del ayer<br />

para entender que el camino a las<br />

estrellas no solo es dentro de una<br />

nave espacial, sino también dentro<br />

de sueños que valen la pena revivir.<br />

Hay algo cierto en todo esto:<br />

Nosotros en Santo Domingo no<br />

somos Roma. Pero dice el refrán<br />

que cuando veas las barbas de tu<br />

vecino arder, pon las tuyas en remojo.

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