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22 SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>17</strong> DE DICIEMBRE DE <strong>2023</strong><br />
Lecturas de domingo<br />
Estar sentado<br />
puede ser riesgo<br />
de demencia<br />
Los efectos negativos del sedentarismo no solo afectan a nuestro cuerpo, sino que pueden<br />
llegar a deteriorar también nuestra mente. Según científicos de la Universidad del Sur de<br />
California, ni siquiera el ejercicio es capaz de protegernos si permanecemos demasiado tiempo<br />
sin levantarnos de la silla<br />
HISTORIA<br />
RAQUEL PELÁEZ<br />
Madrid, España<br />
Tomado de ABC<br />
Obesidad, aumento<br />
de la<br />
presión arterial,<br />
niveles<br />
altos de glucosa<br />
en sangre, exceso de<br />
grasa corporal alrededor de<br />
la cintura, niveles no saludables<br />
de colesterol, dolor<br />
de espalda... Permanecer<br />
sentado durante largos períodos<br />
puede tener enormes<br />
consecuencias físicas,<br />
pero la silla (léase también<br />
‘sillón’) podría ser uno delos<br />
mayores enemigos de<br />
nuestro cerebro.<br />
Lo dicen los científicos<br />
de la Universidad del Sur<br />
de California, en Estados<br />
Unidos, tras analizar los<br />
registros de casi 50.000<br />
hombres y mujeres de más<br />
de 60 años que no padecían<br />
deterioro de la capacidad<br />
mental cuando se incorporaron<br />
al estudio. Las<br />
conclusiones son tajantes:<br />
si permanecían sentados<br />
más de diez horas al<br />
día, el riesgo de desarrollar<br />
demencia en los siete<br />
años siguientes era un<br />
ocho por ciento mayor que<br />
si estaban sentados menos<br />
de ese tiempo. Y es más:<br />
a partir de ahí, los riesgos<br />
suben hasta alcanzan<br />
un 63 por ciento de riesgo<br />
de demencia para las personas<br />
que pasan al menos<br />
doce horas en la silla.<br />
El problema es que, según<br />
los científicos, ni siquiera<br />
el ejercicio podía<br />
rebajar este deterioro. Lo<br />
mismo ocurría con los paseos<br />
u otras pausas breves.<br />
Los investigadores observaban<br />
pocas mejoras entre<br />
las personas que interrumpían<br />
el tiempo que pasaban<br />
sentadas para des-<br />
cansos. Si se levantaban<br />
o paseaban pero seguían<br />
sentándose durante más<br />
de diez horas al día, el riesgo<br />
no cambiaba mucho.<br />
«Muchos de nosotros est<br />
a m o s<br />
familiarizados<br />
con<br />
el consejo<br />
común de<br />
interrumpir largos<br />
períodos de estar sentado<br />
levantándonos aproximadamente<br />
cada treinta minutos<br />
para ponernos de<br />
pie o caminar», explica David<br />
Raichlen, profesor de<br />
ciencias biológicas y antropología<br />
de la Universidad<br />
del Sur de California, que<br />
dirigió este estudio. «Queríamos<br />
ver si ese tipo de<br />
patrones están asociados<br />
con el riesgo de demencia.<br />
Descubrimos que, una<br />
vez que se tiene en cuenta<br />
el tiempo total de sedentarismo,<br />
la duración de los<br />
períodos sedentarios individuales<br />
realmente no im-<br />
portaba».<br />
«Se ha sugerido que el<br />
flujo sanguíneo cerebral<br />
se ve afectado por el hecho<br />
de estar sentado, lo que reduce<br />
el suministro de oxígeno<br />
del cerebro. También<br />
es posible que piquemos<br />
entre horas y comamos<br />
mal cuando estamos sentados,<br />
sobre todo delante<br />
del televisor, lo que podría<br />
influir en la salud cerebral<br />
a largo plazo», argumenta<br />
el científico.<br />
La única noticia alentadora<br />
es que el exceso de<br />
sedentarismo puede deshacerse,<br />
según afirma Raichlen:<br />
«Hay<br />
que sentarse<br />
menos<br />
y moverse más. Ese es el<br />
mensaje y probablemente<br />
no podamos repetirlo lo<br />
suficiente.<br />
Y si la silla<br />
es el demonio<br />
en el<br />
plano del deterioro mental,<br />
tampoco se queda corta<br />
como enemigo de nuestra<br />
salud física. El primero<br />
en avisarnos fue el paleontólogo<br />
Juan Luis Arsuaga:<br />
«No me hables de la<br />
sillas. Las sillas son, junto<br />
con el azúcar refinada, el<br />
peor invento de la humanidad»,<br />
explica en su libro<br />
La muerte contada por un<br />
sapiens a un neandertal<br />
(Alfaguara). «Lo normal<br />
en el ser humano, cuando<br />
se reúne con los otros para<br />
charlar o para comer,<br />
es permanecer en cuclillas<br />
sin que las nalgas lleguen<br />
a tocar el suelo». ‘Descanso<br />
activo’, lo llama, «porque<br />
hay una tensión muscular<br />
muy saludable».<br />
Y pone como ejemplo<br />
Arsuaga a los miembros de<br />
la tribu de cazadores-recolectores<br />
hadza en Tanzania<br />
que, según los últimos<br />
estudios, tienen una salud<br />
cardiovascular y metabólica<br />
envidiable: «Ahora<br />
están de moda, pero yo<br />
los visité hace veinte años.<br />
Practican el descanso activo<br />
porque no han inventado<br />
la silla, que es una peste.<br />
En la silla, todo el peso<br />
del tronco y los brazos van<br />
a parar al culo. Toda tu columna<br />
vertebral transmite<br />
el peso hasta abajo. Esa<br />
forma de descanso pasivo<br />
es fatal. Los hadza están<br />
la mayor parte del tiempo<br />
en cuclillas, con la mano<br />
apoyada en el hombro de<br />
alguien o algo. O sin apoyo.<br />
Así se activan un montón<br />
de músculos. Y no porque<br />
lo diga yo, sino porque<br />
se ha medido con aparatos<br />
que registrar las corrientes<br />
eléctricas, la actividad<br />
muscular».