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El Asegurador 15 Nov 23

El huracán OTIS, categoría 5 que impactó y devastó Acapulco y municipios colindantes, aún carece de cifras oficiales del monto de los daños asegurados. Peritos, ajustadores y personal de las compañías de seguros permanecen en el lugar tratando de darle una respuesta ágil a lo que se perfila será el huracán más devastador y costoso en la historia del seguro. Asimismo, algunos afianzadores de reconocida trayectoria destacan aspectos que reflejan la importancia que para el país tiene este instrumento financiero.

El huracán OTIS, categoría 5 que impactó y devastó Acapulco y municipios colindantes, aún carece de cifras oficiales del monto de los daños asegurados. Peritos, ajustadores y personal de las compañías de seguros permanecen en el lugar tratando de darle una respuesta ágil a lo que se perfila será el huracán más devastador y costoso en la historia del seguro.

Asimismo, algunos afianzadores de reconocida trayectoria destacan aspectos que reflejan la importancia que para el país tiene este instrumento financiero.

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18<br />

Los números<br />

Cuentan<br />

Antonio Contreras<br />

acontrerasberumen@hotmail.com<br />

Cambio<br />

Existe un principio en seguros:<br />

<strong>El</strong> asegurado debe<br />

actuar como si no tuviera<br />

seguro y una compañía debe actuar<br />

como si no tuviera reaseguro.<br />

Después de OTIS, el violento<br />

huracán que azotó Acapulco<br />

hace unos días, ya no será necesario<br />

observar dicho principio<br />

¿Por qué? Porque es muy probable<br />

que la cobertura de huracán<br />

ya no esté disponible en su forma<br />

actual en los puertos turísticos<br />

del Pacífico: Huatulco, Acapulco,<br />

Ixtapa-Zihuatanejo, Manzanillo,<br />

Puerto Vallarta y Los Cabos. En<br />

Mazatlán y San Carlos, ubicados<br />

en el Norte del país, es posible<br />

que las aseguradoras continúen<br />

otorgando la cobertura.<br />

Desde el punto de vista de un suscriptor<br />

de riesgos, un huracán tiene algunas<br />

ventajas sobre el terremoto: <strong>El</strong> huracán<br />

avisa, y las estructuras no son afectadas<br />

cuando el viento y la lluvia azotan los<br />

edificios ¿Por qué, entonces, la cobertura<br />

de huracán está en peligro? Porque<br />

las pérdidas son altas. Vidrios, canceles,<br />

paredes de material ligero, techos, palapas,<br />

jardines y albercas, que se suponen<br />

están excluidas a no ser que algún interés<br />

comercial los haya incluido, pueden<br />

llegar a representar un monto cercano<br />

al 50 por ciento de la suma asegurada<br />

del edificio, de acuerdo a la experiencia<br />

del sector asegurador con los huracanes<br />

Gilberto, en 1988, y Wilma, en 2005,<br />

que alcanzaron la categoría 5.<br />

Las imágenes de Acapulco después<br />

del paso de OTIS muestran edificios<br />

desnudos, pero con la estructura intacta,<br />

pese a los sensacionalistas mensajes<br />

de la prensa, la televisión y las redes sociales,<br />

anunciando el fin del puerto, destrozado<br />

por el huracán. Lo malo es que,<br />

a juzgar por las imágenes, los hoteleros<br />

y los propietarios de condominios ubicados<br />

frente al mar, además de muchos<br />

otros empresarios y personas que habitan<br />

en el puerto, no tomaron medidas<br />

para proteger las construcciones. “Fue<br />

culpa del Peje”, se lee en varios medios,<br />

achacando a las autoridades la falta de<br />

previsión ¿Es en serio? ¿Continuaremos<br />

culpando al presidente y a su incompetente<br />

gabinete de todos los males que<br />

nos aquejan?<br />

Los números cuentan que la naturaleza<br />

y distribución de las pérdidas corresponden,<br />

casi exactamente, al mapa<br />

de distribución de la riqueza del país. En<br />

otras palabras, al perro más flaco se le<br />

cargan las pulgas.<br />

IMAGEN: EFE<br />

Un ejemplo claro es el empresario<br />

Juan Hernández, dueño de los hoteles<br />

Princess, Pierre Marqués y Mundo Imperial.<br />

<strong>El</strong> director del grupo hotelero,<br />

Seyed Rezvani, acaba de declarar que<br />

Acapulco se volverá a poner de pie. <strong>El</strong><br />

grupo no se va de Acapulco, lo cual es<br />

muy buena noticia, ya que los hoteles<br />

emplean a 2,000 personas, mismas que<br />

ya están en un programa de apoyo laboral.<br />

¿Por qué consideraría irse del puerto?<br />

Los hoteles y la Arena GNP (imagínense<br />

si no con ese patrocinador) están asegurados.<br />

Claro que el empresario<br />

pagará deducible y<br />

coaseguro, algo así como<br />

quitarle un pelo a un gato,<br />

pero el grueso del dinero<br />

necesario para comprar y<br />

colocar canceles, cristales<br />

y muros ligeros correrá a<br />

cargo de la aseguradora<br />

de confianza del grupo,<br />

presumo que es GNP,<br />

bella oportunidad para<br />

el tradicional asegurador<br />

para hacerse presente en<br />

el momento de la verdad.<br />

<strong>El</strong> edificio del hotel<br />

Princess muestra daños<br />

considerables. <strong>El</strong> sistema de ventilación<br />

natural del edificio propicia la entrada<br />

del viento, en un efecto chimenea, de la<br />

planta baja a las alturas. Con un huracán<br />

categoría 5, la benevolente brisa que<br />

llena de frescura el edificio en un día<br />

de verano, se transformó en una fuerza<br />

destructora. Pero a la estructura del<br />

edificio no le pasó nada. En 2024, del 26<br />

de febrero al 2 de marzo, se celebrará el<br />

Abierto de Tenis de Acapulco. No tengo<br />

duda de que los tres hoteles y el estadio<br />

estarán listos para esa fecha.<br />

-“Señor Hernández”, le dirá algún<br />

funcionario de primer nivel de GNP al<br />

autofinanciador convertido en hotelero.<br />

“Para renovar su póliza de seguro necesitará<br />

modificar algunas características<br />

de la construcción del Princess y del<br />

Mundo Imperial. Por el viejito, el Pierre<br />

Marqués, no se preocupe. Sólo tiene tres<br />

pisos de altura y es de puro concreto con<br />

ventanas pequeñas que no dan al mar”.<br />

-“Mira, Florencio”,<br />

contestará el empresario.<br />

“Dile a Eduardo<br />

que me llame hoy a las<br />

ocho de la noche”.<br />

-“Está en una convención<br />

en Italia, Señor<br />

Hernández. Allá serán<br />

las tres de la mañana”.<br />

-“¿Eso es un problema?<br />

No te preocupes<br />

entonces, Florencio. Le<br />

voy a pedir a mi secretaria<br />

que me comunique<br />

con Alejandro”.<br />

-“Una disculpa, Señor<br />

Hernández. Yo le<br />

pido a Eduardo que se comunique hoy<br />

en la noche con usted”.<br />

-“Te lo voy a agradecer”.<br />

La llamada concluye abruptamente.<br />

Lo más probable es que el edificio del<br />

Princess se reconstruya con los mismos<br />

materiales y ojalá el calentamiento global<br />

no provoque otro Otis en la temporada<br />

siguiente. La aseguradora intentará<br />

Es muy probable<br />

que la cobertura<br />

de huracán ya no<br />

esté disponible en<br />

su forma actual<br />

en los puertos<br />

turísticos del<br />

Pacífico<br />

Ciudad de México / <strong>Nov</strong>iembre <strong>15</strong>, 20<strong>23</strong>.<br />

#Opinión<br />

subir las primas, hasta que le llegue la<br />

amenaza de cambio de aseguradora.<br />

-“No quisiera cambiarle el nombre al<br />

estadio, Alejandro”.<br />

Instrucción precisa de la Presidencia<br />

de GNP: Mismos términos y condiciones.<br />

Las soluciones para aquellos privilegiados<br />

con seguro son<br />

dos. La primera, depende<br />

de la voluntad de las autoridades<br />

y de la negociación<br />

de los propietarios de edificios<br />

de hotel, comercio,<br />

servicios o casa habitación<br />

con dichas autoridades:<br />

un nuevo reglamento para<br />

exigir construcciones con<br />

orientación y materiales<br />

que disminuyan el impacto<br />

de un huracán. Se ve<br />

difícil, pues la reconstrucción<br />

ya dio inicio y los empresarios<br />

necesitan volver<br />

a la arena de la prestación<br />

de servicios cuanto antes.<br />

Los que tengan seguro recibirán<br />

la indemnización<br />

y procederán a reemplazar<br />

lo destruido con materiales<br />

idénticos.<br />

La segunda solución, es<br />

dejar que el mercado reaccione<br />

al impacto de las indemnizaciones<br />

erogadas<br />

por la industria aseguradora<br />

global. Los números<br />

cuentan que una cuota de<br />

huracán en la zona del Pacífico mexicano<br />

puede ser lo suficientemente alta<br />

como para condicionar la continuidad<br />

del negocio.<br />

Imaginemos un hotel con 100 habitaciones<br />

y un porcentaje de ocupación<br />

promedio del 60 por ciento. Entonces<br />

hablamos de 60 habitaciones, multiplicadas<br />

por 2,000 pesos diarios nos da<br />

120,000 pesos, multiplicado por 365<br />

días nos da 44 millones de pesos, una<br />

fortuna. Si el edificio tiene 6,000 metros<br />

cuadrados, a un costo por metro cuadrado<br />

de 20,000 pesos, eso nos arroja<br />

un valor de 120 millones. Si la cuota de<br />

huracán anda alrededor de 5 al millar,<br />

los 600,000 pesos de prima no parecen<br />

un gasto excesivo. Sin embargo, considerando<br />

un terremoto, un fenómeno<br />

cotidiano en la zona, así como las otras<br />

coberturas, la prima podría llegar cerca<br />

de los 2 millones de pesos. Y eso no es<br />

todo, el deducible de 5 por ciento y el<br />

coaseguro de 20 por ciento son gastos<br />

que es necesario contemplar y provisionar.<br />

En el caso de nuestro hotel, los números<br />

cuentan que las cifras pueden ser<br />

de 6 millones de deducible y de arriba<br />

de 5 millones de coaseguro, si la pérdida<br />

está alrededor de las cifras históricas de<br />

huracanes categoría 5.<br />

Además del costo creciente, otro factor<br />

es la disponibilidad de cobertura de<br />

huracán. Puede llegar el día en que el<br />

asegurador no acepte el riesgo o condicione<br />

su aceptación a la modificación<br />

del tipo de construcción o materiales<br />

empleados. Si no entienden por la buena,<br />

será por la mala.

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