18 Semana Como cada D o m i n go José Rafael Sosa Israel y Hamás: c r í m e n es de guerra SOLUCIÓN NACIOGRAMA ANTERIOR Tanto Israel como Hamas son acusados de violar Ley del Derecho Internacional Humanitario. Naciones Unidas ha anunciado que está recolectando evidencia de crímenes cometidos por ambos bandos. El Derecho Internacional Humanitario, conocido como la Ley de Guerra es una legislación internacional para proteger a los civiles de ser convertidos en blancos por los ejércitos en lucha. Esta idea moderna surgió tras la mortal batalla de Solferino (1859), Lobardía en lo que hoy es Italia. Estas regulaciones establecen que infringir estas normas constituyen “crímenes de guerra”. Estas son algunas de las acciones que se pueden considerar como tales: dirigir ataques o atacar, con cualquier medio, ciudades, viviendas o edificios que no sean objetivos militares; Cometer actos de violencia contra la vida de personas y en particular asesinatos de todo tipo, violaciones, tratos crueles o torturas; Dirigir ataques contra misiones de asistencia humanitaria, como ONU, la Cruz Roja, la Media Luna Roja o personal médico. Por ejemplo: atacar una ambulancia intencionalmente es un atentado contra el Derecho Internacional Humanitario (DIH); impedir que los civiles recibir la ayuda necesaria, es un atentado contra este Derecho y un crimen de guerra y la retención de rehenes. Además, el DIH determina que las partes involucradas en el conflicto usar armas que no distingan entre combatientes y civiles (como el caso de las armas químicas, están prohibidas. Desde el sábado 7 de octubre, el grupo Hamás ha disparado miles de cohetes contra poblaciones civiles israelíes y matados cientos de civiles, entre cuyas víctimas hay niños. Tras la incursión de los guerrilleros de Hamas a Israel, los forenses dijeron haber detectado signos de tratos crueles de algunos ciudadanos israelíes y que Hamás llevó a cabo ejecuciones en esa población civil no combatiente, además de que secuestro a más de 200 personas. Tras el ataque de Israel, muchos observadores han defendido el derecho del país hebreo a responder militarmente, un derecho contemplado en la Carta de Naciones Unidas. Pero en medio del derecho a defenderse, se responsabiliza a Israel de cometer crímenes de guerra por Amnistía Internacional o el Consejo Noruego de Refugiados. El ejército israelí ha bombardeado Gaza arrasando barrios enteros, ha matado a miles de civiles, la mayoría menores de edad. Uno de los factor que imposibilita o dificulta juzgar crímenes de guerra es que se debe probar que los ataques contra civiles, fueron intencionales y el Derecho Internacional Humanitario, gran falla, no obliga los estados a ofrecer explicaciones de sus acciones militares”. Los convenios internacionales actuales establecidos para proteger a los civiles de la barbarie de la guerra, tienen muchos vacíos y las decisiones finales siguen en poder de quienes empuñan las armas. (Fuente; Radio Francia Internacional, sección En 5 minutos, emisión 06 de <strong>noviembre</strong>, <strong>2023</strong>). O RTO - E S C R I T U R A El Nacional DOMINGO <strong>12</strong> DE N OV I E M B R E DE <strong>2023</strong> Yerno, mejor que nuero; nuera, mejor que yerna RAFAEL PERALTA ROMERO ra fa e l p e ra l ta r @ ga m i l . co m Lo primero que debe expresarse en este artículo es el interés por introducir una precisión en torno a las palabras /nuera/ y /yerno/ y los viciosos cambios de género que en ocasiones las afectan. Pero no deja de provocar una reflexión el tratamiento que le da el Diccionario de la lengua española al definir los referidos vocablos. Ya veremos. Para expresar el femenino de un ente vivo o de los elementos referidos a ellos (artículo, adjetivo), lo ordinario en el español es el cambio de terminación. Así, tenemos de perro, perra; niño, niña; chivo, chiva, bello, bella, pequeño, pequeña. No podemos ignorar, sin embargo, que en algunos seres el masculino y el femenino presentan notable diferencia morfológica, fenómeno denominado heteronimia. De tal modo que la hembra del caballo se denomina yegua y no como el procedimiento habitual de nuestra lengua de mantener la base de la palabra y sólo variar el final. Lo mismo ocurre con hombre, mujer; toro, vaca; carnero, oveja; padre, madre; compadre, comadre; rey, reina. El Diccionario académico define lacónicamente el término heteronimia: “Re- lación que se establece entre dos heterónimos, p. ej., t o ro / va c a”. Al consultar el adjetivo /heterónimo, ma/, encontramos que procede del griego (hetero, diferente; onomo, nombre) y se define así:1. adj. Ling. Dicho de un vocablo: Que se opone a otro de distinta raíz en algún rasgo morfológico, normalmente el género. Caballo es heterónimo de yegua. Nuera y yerno son términos heterónimos, pues parten de raíces diferentes. Todos creemos que nuera es, con respecto a una persona, la esposa o pareja de un hijo de esa persona. Por igual, aceptamos que yerno es el esposo o marido de nuestra hija. Sin embargo, el Diccionario oficial de nuestra lengua nos guarda estas sorpresas: nuera, (del lat. nurus, con cruce de suegra en las vocales).1. f. “Có- nyuge femenino del hijo o de la hija de una persona”. O sea, que la nuera (mujer) puede llegar a nuestra casa tanto de la mano del hijo (hombre) como de la hija (mujer). Como para no dejarnos gachos, la publicación académica define el vocablo yerno de este modo: “m. Cónyuge masculino de la hija o del hijo de una p e r s o n a”. Esto dice que el yerno (hombre) no es solo el marido de tu hija (mujer), sino que de este modo se ha de llamar también al “mar ido” detu hijo (hombre). La reflexión que se origina aquí se centra en la pregunta siguiente: ¿Hasta dónde tenemos que aceptar todo lo que diga el Diccionario? Es evidente que las definiciones de nuera y yerno arrastran pesada carga ideológica, identificadas con las corrientes que pregonan la exaltación de la homosexualidad. Pero ese es otro asunto. Por hoy nos limitamos a recordar que la mujer relacionada maritalmente con el hijo de una persona es /nuera/ y que el hombre relacionado con la hija de esa u otra persona es /yerno/. Bejuco y vejiga Para completar el espacio, les recuerdo a quienes aún dudan que se escribe y pronuncia /bejuco/ la palabra con la que se denomina a la planta sarmentosa y trepadora, propia de regiones tropicales. Nunca “b u j u c o” ni “b u h u c o” ni “b o j u c o”, sino /bejuco/. Parecida deformación ocurre con el vocablo /vejiga/ con el que se nombra un órgano interior que tienen los seres humanos y muchos otros animales vertebrados. Es una bolsa en la cual se deposita la orina producida en los riñones. Algunos hablantes parecen temer a la pronunciación de la jota y buscan formas que creen más “f i n a s”, tales como “ve i g a” o “ve h i g a”, dejando de lado la forma correcta, que es vejiga.
El Nacional D o m i n go <strong>12</strong> de N ov i e m b re de <strong>2023</strong> Semana 19 N AC I O G R A M A SABÍAS QUÉ... Si quieres que tu secreto sea bien guardado debes guardarlo tú mismo. Wa l te r Summerford fue alcanzado por cuatro rayos en su vida. E n a m o ra rs e cambia el modo de pensar y potencia la c re a t i v i d a d .