En Línea LIVING 1ª Edición
Explora Tarragona: un recorrido por sus comercios destacados y publireportajes exclusivos
Explora Tarragona: un recorrido por sus comercios destacados y publireportajes exclusivos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
réplicas en tarragona
El santuario de Montferri, una pequeña ‘Sagrada Familia
Para conocer los orígenes del santuario de Montferri
hay que remontarse a finales del siglo XIX, cuando los
vecinos de la población y de otras localidades
cercanas, tras acabar los trabajos de la vendimia,
peregrinaban al santuario barcelonés de Montserrat.
Todos los años, cuando llegaba el mes de octubre,
emprendían el camino hasta el monasterio de Santa
María de Montserrat de Barcelona para dar gracias a
la virgen, la apreciada “Moreneta”, por haberles
proporcionado una buena cosecha.
A
Esta costumbre seguía su curso, como suelen hacer las tradiciones,
hasta que a Daniel Vives, un jesuita que había nacido en Montferri, se
le ocurrió que ¿por qué no facilitar a los aldeanos un lugar más
cercano (se desplazaban 75 kilómetros) para rendir ese
agradecimiento? Uno de los montículos de la villa pertenecía a su
familia, así que esa colina sería una buena ubicación para el
santuario de la virgen.
Además, casualmente este jesuita tenía un primo, Josep Maria Jujol,
que era arquitecto, un gran devoto de la virgen, y que, por suerte, era
discípulo de Gaudí. Debieron de pensar que con tantas facilidades
¡para qué esperar! La primera piedra se puso el 15 de noviembre de
1925, y las obras marcharon a buen ritmo con la colaboración
desinteresada de todo el pueblo. El único problema es que, antes de
que terminase, la obra se detuvo por falta de financiación y después
llegó la Guerra Civil. Finalmente, se retomaron los trabajos en 1989 y
el santuario de Montferri pudo ser inaugurado 10 años después. En
total, se necesitaron 74 años para ver terminada esta genial obra
arquitectónica.
arcos catenarios (o parabólicos), 42 pilares y 33 cúpulas. Desde el
exterior es muy evidente su similitud con el perfil de las rocas de las
montañas de Montserrat.
En el interior se puede visitar el camarín de la virgen, con dos
escaleras para poder acercarse a venerar la imagen, igual que en la
abadía de Montserrat. Las puertas de hierro forjado, y las barandillas
también tienen el sello personal de Jujol. Los detalles ornamentales
de las naves son simplemente maravillosos. Cuando se admira el
interior siempre hay algo que recuerda a otras construcciones
modernistas como la Casa Batlló, la Casa Milà, el Park Güell o la
Sagrada Familia, grandes obras donde el arquitecto colaboró
estrechamente con Antoni Gaudí.
Si nos centramos en el proyecto del santuario de la Mare de Déu de
Montserrat hay que señalar que Josep Maria Jujol pertenecía a la
corriente modernista y se inspiró en las montañas de Montserrat. Por
estas razones, no debe sorprender que el arquitecto tratase de
encontrar un vínculo entre el templo y la naturaleza, con sus
montañas redondeadas, las texturas terrosas del conjunto, la
profusión de cúpulas, o las coloridas vidrieras que bañan de luz el
interior.
Sin detenernos en muchos detalles técnicos, te podemos decir que
este santuario de Montferri muestra una planta en forma de barco
(que mira a Montserrat) y que su estructura está compuesta por 120
LIVING 64