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réplicas en tarragona

Pero evidentemente esta historia, llena de romanticismo y

nostalgia, es falsa. El verdadero origen de porqué hay una

réplica de la Giralda de Sevilla en la provincia de Tarragona, es

el siguiente:

Este llamativo monumento de algo más de un siglo de

antigüedad, fue un homenaje que le quisieron rendir a su viaje

por Andalucía en su primer aniversario de boda, Joan Roquer

i Marí y Candelaria Negravernis.

El joven matrimonio recibió en 1886 una importante herencia

por parte de un tío indiano de la muchacha que había hecho

fortuna en América. Esto les llevó a invertir en varios

proyectos culturales, entre ellos la construcción del Teatro

Romea de Barcelona o el Teatro Arbosense, población de la

que era originario Joan, aunque residían en Barcelona.

Su buena posición económica los llevó a viajar por Andalucía

y disfrutar de las construcciones que dejaron los

musulmanes durante el tiempo en el que estuvieron en

Al-Andalus.

Tras varios años de viajes y negocios, en 1898 decidieron

adquirir un terreno de considerables dimensiones en el que

mandarían construir una réplica de todos aquellos lugares

que les había fascinado durante sus viajes por el sur.

Un año después comenzaron las obras, que se prolongaron

hasta 1907 e inaugurada un año después (la torre de la

Giralda fue acabada en 1902).

Pero no solo el minarete se construyó allí. En su interior se

puede encontrar una réplica del patio de los leones de la

Alhambra de Granada y un salón cubierto por una cúpula

bizantina forrada con 30 kg de láminas de papel de oro,

construida a semejanza del Salón de Embajadores de los

Reales Alcázares de Sevilla.

Gracias al espíritu inquieto de sus propietarios, en los

siguientes años la Giralda de L’Arboç se convirtió en un ugar

de encuentro de personajes vincularos estrechamente con la

cultura, donde se realizaban tertulias y festivales de música.

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