Listín Diario 26-09-2023

18 SANTO DOMINGO, RD. MARTES, 26 DE SEPTIEMBRE DE 202310 cm
5 cm
MENUDO
Publica todos los martes
CARMENCHU
BRUSÍLOFF
4 cm
Investigación académica
Creación de conocimiento de
impacto en beneficio de la sociedad
3,5 cm
3 cm
El día que volé con
un astronauta
Nunca lo imaginé: volar en un
avión piloteado por un astronauta.
En enero de 1990, el astronauta
Franklin Chang Díaz, quien en
dos oportunidades había sido parte
de la tripulación de transbordadores de la NASA,
vino al país invitado por la Academia Dominicana
de Ciencias. Aparte de sus actividades oficiales
pasaría un día en Portillo. Franklyn Polanco, del
entonces United States Information Service, de la
Embajada Americana, me invitó (por el Listín) a ir
con fotógrafo, pero no para entrevistar al astronauta,
sino para escribir sobre la actividad.
‘Lo que bien se aprende,
nunca se olvida’
Terminando de comer Polanco me hace señas de
que le sigamos con disimulo. Va con Chang ‘paseando’
hasta que, de pronto, corren hacia la pista.
Nazario y yo los alcanzamos. Montamos con
rapidez en un avión Cessna modelo 1963 (modernamente
equipado por su dueño, Pepe Bonilla).
Chang, entusiasmado, toma el mando del avión,
pero aclara. “Volar en el espacio no es lo mismo
que volar en la atmósfera”. Además, dice, está
acostumbrado a pilotear los T-38, pero éste es
un Cessna… ¿Estaré en buenas manos? Tras unos
10 minutos sobrevolando Portillo y Las Terrenas,
Chang aterriza y, sonriente, afirma: ‘Lo que bien
se aprende, nunca se olvida’. Polanco acota: ‘Es
la primera vez que un astronauta es quien conduce
un avión con dominicanos a bordo’, Y yo, pienso,
¡soy una de ellos! Lo que no imaginábamos era
que en la pista esperaban, con cara de pocos amigos,
el anfitrión, doctor Arnaldo Espaillat Cabral y
los edecanes militares, un tanto sobresaltados. Es
que eran responsables de la seguridad del astronauta
y ese vuelo ¡no estaba en el programa!
En un avión ‘sin techo’
con Nuria Piera
En abril de 1995 celebraban en Lakeland, Florida,
E.U., “Sun’n Fun”, dentro del programa de la
XXI Convención Anual de la Experimental Aviation
(EAA). Franklyn Polanco me invitó por el Listín.
Llegué con él y otros dos pilotos a bordo de
un monomotor (pronto contaré esa historia). En
Lakeland estaban, entre otros, Nuria Piera, Ramón
Marcelino Then y Richard Polanco. Con ellos
monté en un biplano abierto, o sea, sin capote
(¡sin techo!). Construido en 1930 tenía algunas
piezas ¡de tela! En esa fecha era el único del tipo
New Standard D-25 volando en todo el mundo.
Su piloto, Joe W. Kittinger, había roto muchos
récords en paracaídas y en globo. Al ser descapotable,
el viento chocaba de tal forma contra nosotros
que ni siquiera podíamos llevar espejuelos.
Yo, de afrentosa, echo la cabeza hacia fuera para
sentir con más fuerza el aire cuando, de sopetón,
el giro de la hélice lanza grasa negra del motor sobre
mi cara. ¡Qué susto! Gracias a Nuria pude limpiarla.
Aun así, ¡qué experiencia inigualable es volar
en un avión sin techo!
:
En la web
menudocb@yahoo.com
listindiario.com
Clave. Inculcar en las nuevas generaciones
el compromiso de contribuir al avance de la
ciencia, la tecnología y a la solución de los
desafíos que enfrentan las comunidades es
vital para la consecución de los ODS.
EDUCACIÓN
Santo Domingo
Poner la ciencia al servicio
de la ciudadanía
es una de las vías más
poderosas de impulsar
las transformaciones
que necesitan nuestras sociedades.
Las universidades juegan un rol preponderante
en este sentido, ya que
son espacios de generación de conocimiento,
desarrollo de habilidades
para la investigación y promoción
de valores como el compromiso ciudadano,
la innovación y la ética.
Inculcar en las nuevas generaciones
el compromiso de contribuir
al avance de la ciencia, la tecnología
y a la solución de los desafíos que
enfrentan las comunidades es vital
para la consecución de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS),
que buscan el progreso para todas
las personas.
En este sentido, la correcta transferencia
y aplicación de los conocimientos
adquiridos a través de la
investigación es clave para tener
un impacto en el desarrollo social
y sostenible. El doctor Leandro Féliz-Matos,
decano de Innovación de
Unibe, explica que en la universidad
este es un eje transversal y se fomenta
en toda la comunidad. La institución
cuenta con un Hub de Investigación
e Innovación, creado con la
finalidad de analizar y proponer soluciones
efectivas a los desafíos que
enfrenta nuestra sociedad en salud,
educación, medioambiente, competitividad,
sostenibilidad, justicia y democracia.
Investigación e innovación
más allá de las aulas
A través de su plataforma de investigación,
desarrollo e innovación, Unibe
ha obtenido dos patentes de invención
y ha desarrollado varios proyectos de
gran relevancia e impacto social, como
resultado de la implementación de estrategias
alineadas a los objetivos de
desarrollo sostenible (ODS) y la Estrategia
Nacional de Desarrollo. Entre estos
destacan:
USAID – Leer. Ejecutado para mejorar
las habilidades de lectoescritura
en los estudiantes del nivel primario
de la República Dominicana.
Entre los años 2015 y 2023, impactó
374,557 niños, a través de sus intervenciones
en aula y el desarrollo
innovador de recursos para lectores.
Sistema de Medición de Desarrollo
Infantil Dominicano (SIMEDID).
Creado en colaboración con Unicef y
el Instituto Nacional de Atención Integral
a la Primera Infancia (INAIPI).
Ha impactado 3,199 niños y guía las
intervenciones que realiza el INAIPI.
CREEV/FRESH. Creado con el objetivo
de eliminar el estigma contra
el VIH y poblaciones vulnerabilizadas
en entornos de salud, ha impactado
más de 50 proveedores de
salud y más de 5,000 personas viviendo
con VIH.
Programa de profilaxis pre-exposición
(PrEP) al VIH. Unibe generó
la guía nacional de implementación
de este recurso de prevención
de infección por VIH, bajo el liderazgo
del Ministerio de Salud
Pública. Desde 2018 a la fecha,
más de 3,000 personas han utilizado
PrEP y no se han infectado
con VIH.
App Diabetes Azul. Una aplicación
para personas con diabetes tipo 1 y
los facultativos de dicha área, con el
objetivo de ayudar a calcular la cantidad
de insulina requerida en las comidas
y para alcanzar las glicemias
adecuadas.
Registro Electrónico Médico-Dental
GICO. Software para la estandarización
de diagnósticos y tratamientos,
funciona en las clínicas
odontológicas de la universidad,
impactando a estudiantes de grado
y postgrado y más de 4,000 pacientes
al mes.