Rúa Salón 11
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Un activo y humeante volcán, un caudaloso
río de cristalinas aguas, un lago inspirador y
majestuosos bosques centenarios son parte
de lo que rodea a la diseñadora, artista y
ceramista, Francisca Sepúlveda. Esos maravillosos
paisajes de la hermosa Villarrica
son la inspiración que utiliza para sus delicadas piezas de
cerámica gres, disciplina de la que se enamoró casi desde
un primer momento.
Luego de terminar su carrera de diseño industrial en Santiago
abandonó la capital para instalarse en la cordillera
del sur de la Araucanía y desde ahí ha emprendido en diversas
áreas, incluyendo arte, interiorismo, decoración,
diseño y confección de muebles, pero en el último tiempo
ha sido la cerámica la que ocupa buena parte de sus días.
“Terminé la universidad y por cosas de la vida me vine
a vivir al sur. Nunca trabajé para una empresa, siempre
he sido súper emprendedora a lo largo de mi carrera. Me
vine a vivir a Villarrica, aquí nació mi segundo hijo y en la
desesperación de empezar a trabajar en lo mío, cree la
marca DecoArteFran”, recuerda Francisca.
“Partí diseñando muebles a medida y haciendo
pequeños proyectos de decoración. A la par del diseño
de mobiliario estudié cerámica gres, durante cinco
años en un importante taller en Temuco, con una ceramista
muy reconocida y justo llegó la pandemia y tuve
que encerrarme en la casa. Quedé, como muchos, de
manos cruzadas y pensando en qué poder hacer para
poder generar ingresos. Gracias a DecoArteFran que ya
existía y a Instagram, empecé a hacer asesorías online
de diseño y al mismo tiempo seguía haciendo cerámica”,
agrega.
Esa etapa, complicada en un inicio,
la llevó a dar el siguiente
paso en su trayectoria como ceramista.
“Quería hacer más piezas, pero
no tenía horno, así que, en la
desesperación, nuevamente, decidí
crear y construir mi taller de
cerámica en casa. Terminé de
construirlo en pandemia que fue
una locura, fue algo que costó
mucho, no había materiales en
ninguna parte, la logística fue
algo difícil. Entonces ahora observo
mi taller y me llena de orgullo
lo lindo y cómodo que es.
Es tan importante estar en un espacio
lindo e iluminado”, relata
la artista.
Y aunque para muchos esta
técnica parece sencilla lo cierto
es que es un proceso que requiere mucho conocimiento,
destreza y paciencia.
“Uno ve la cerámica gres con si fuera greda, pero el
Proceso creativo de la cerámica es muy interesante,
desde amasar la arcilla hasta dar forma a la pieza, es un
proceso que requiere mucha paciencia e inspiración.
Luego viene el secado que significa esperar días según
tamaño de la pieza para avanzar en la primera quema
biscocho a 980 grados por 8hrs. En la segunda y última
quema logramos el color y volvemos a horno por 12
horas a 1260 grados. Requiere de mucho tiempo para
lograr el resultado de una pieza y lo cierto es que abrir
el horno siempre es una sorpresa”.