Rúa Salón 11
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¿Cómo recibiste el reconocimiento de ser uno de los 100
interioristas más destacados de Latinoamérica?
Fue algo increíble, y la historia detrás también es curiosa.
Recibí un correo que decía: “Hola Vincent, queremos incluirte
en la versión latam de AD100. Por favor, envía algunas
fotos para la revista”. Quedé impactado. Durante unos
meses pensé que era una broma. Finalmente, en mayo de
este año, durante un viaje a Buenos Aires (la revista ni siquiera
llega a Chile), pude ver la publicación por mí mismo.
Fue un momento de gran felicidad.
¿Qué crees que te llevó a este punto? ¿Cuál es tu estilo y
tu sello distintivo?
A lo largo del tiempo, he ido desarrollando mi estilo, que se
adapta a todo tipo de encargos. Como mencioné anteriormente,
he creado una serie de estrategias que son aplicables
a diversos proyectos (como el arte, la iluminación y el
uso de mobiliario antiguo), de maneras muy diversas. Esto
me ha permitido individualizar cada encargo y conferirle
un carácter único.
Mis proyectos son únicos, en parte porque diseño y fabrico
la mayoría de los elementos en ellos. Evito caer en
tendencias pasajeras o en enfoques comerciales. Creo que
he descubierto elementos que permiten que un proyecto
perdure en el tiempo, sin parecer obsoleto tras unos pocos
años.
Además, trato de involucrarme en múltiples aspectos de
un proyecto, en general ajenos a la solicitud original. Por
ejemplo, estoy finalizando la etapa de diseño arquitectónico
e interiorismo para un restaurante en Nueva Costanera,
Santiago, donde también participo en la propuesta gastronómica
y hasta en la selección musical. Creo que nuestro
trabajo busca que la experiencia de los clientes sea lo
más completa posible, involucrando todos los sentidos
idealmente.
¿Te consideras uno de los interioristas nacionales con
mayor proyección?
Creo que esa es una pregunta que deberían responder
otros. Sin embargo, puedo decir que me ha ido muy bien
y que siento que estoy en camino hacia una consolidación
en mi carrera. Aunque soy relativamente joven, con 34
años, la consagración se logra a través de la trayectoria y
la experiencia. Espero estar tomando los pasos adecuados
en esa dirección, y todo lo que ha sucedido hasta ahora
indica que estoy en el camino correcto: AD100, ser parte
de la directiva de la AdDI, recibir elogios de colegas destacados
y los tipos de clientes con los que trabajo. Ojalá
sea así (risas).