NWAGS-julio_agosto2023
Son posibles las ciudades felices, con espacios verdes, proyectos innovadores, sostenibles y una experiencia turística corresponsable. Se deben construir urbes Inteligentes y rediseñar las ciudades a favor del bienestar. ¿Sabes si tu perro te quiere de verdad? La ciencia responde a esta interrogante humana. #Ciudadesinteligentes #Aguascalientes #perros
Son posibles las ciudades felices, con espacios verdes, proyectos innovadores, sostenibles y una experiencia turística corresponsable. Se deben construir urbes Inteligentes y rediseñar las ciudades a favor del bienestar.
¿Sabes si tu perro te quiere de verdad? La ciencia responde a esta interrogante humana.
#Ciudadesinteligentes #Aguascalientes #perros
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
¿MI PERRO ME QUIERE?
“El reto, ahora, es averiguar
cómo piensan los perros y cómo
perciben el mundo, porque han
evolucionado para hacernos creer
que son como nosotros”.
FOTOS: SENSORSPOT / GETTY
ticipando la gratificación de comida;
topando con un intruso; y en muchas
otras situaciones. Cuando reprodujo
el video a un grupo de voluntarios y
les pidió que adivinaran las circunstancias,
tanto los propietarios como
los no propietarios de perros identificaron
correctamente la situación
en la tercera parte de los casos: casi el
doble de la tasa de probabilidad.
“Cuando los perros vocalizan, lo
que en realidad expresan son distintos
estados interinos”, explicó Miklósi.
“Es decir, intentan comunicar algo sobre
sus emociones”.
Al parecer, los perros tienen una
gran capacidad para aprender nuevos
métodos de expresión. Por ejemplo,
Miklósi ha demostrado que, con
apenas un poco de adiestramiento,
los perros pueden imitar, espontáneamente,
una amplia variedad de
acciones humanas, como inclinarse,
saltar, levantar una extremidad, dar
vuelta en círculo... e incluso operar
una máquina que arroja pelotas.
Los límites de
los perros “genio”
DEBIDO A SU APARENTE DOMINIO DEL
lenguaje, la sheepadoodle Bunny ha
captado 8 millones de seguidores en
TikTok. Bunny manifiesta sus necesidades
y deseos pisando los botones
de un tapete diseñado para niños con
dificultades de comunicación, en el
que cada botón está vinculado con
palabras específicas como “paseo”.
Es verdad que el caso de la sheepadoodle
parece uno de los tantos
absurdos de TikTok. Sin embargo, la
interrogante de cuánto pueden entender
los perros —y por qué algunos
entienden más que otros— es uno de
los campos de investigación más activos
en estos momentos.
Todo se inició hace más o menos
una década, con el descubrimiento de
Chaser: un border collie de inteligencia
extraordinaria. El Dr. John Pilley
—psicólogo conductual de la Universidad
Wofford College, en Carolina
del Sur— adiestró a Chaser para identificar
y recoger 1,022 juguetes por
su nombre (el investigador describió
toda la experiencia en 2013, en un
exitoso libro titulado Chaser, Unlocking
the Genius of the Dog Who Knows
a Thousand Words). Por otra parte,
Chaser era capaz de discriminar entre
los verbos utilizados para describir
una acción (por ejemplo, “jala” o
“busca”). Y más aún: al pedirle que buscara
un juguete específico con el que
nunca había tenido contacto, el perro
podía inferir de cuál se trataba a condición
de que conociera los nombres
de los otros juguetes presentados.
Chaser hizo que los investigadores
emprendieran la búsqueda de más
casos de “perros genio”. En 2021, en
plena pandemia, Miklósi creó un sitio
web para registrar perros inteligentes
y convocó a una competencia
muy publicitada de “perros genio”,
la cual recibió amplia cobertura mediática
en CNN y otros medios de
comunicación, con la finalidad de
enfrentar animales capaces de reconocer
vocabularios extensos (hasta el
momento, Miklósi ha identificado 40
ejemplares en todo el mundo).
Si bien la mascota promedio puede
aprender a identificar uno o dos
objetos, un perro genio tiene la capacidad
de distinguir entre cuatro
y seis nombres y, con un poco de
adiestramiento, puede aprender hasta
80 o 100 nombres. En promedio, el
tiempo requerido para que un perro
aprenda el nombre de un objeto es de
10 a 15 minutos, y la palabra permanece
en su memoria durante un mes,
aproximadamente. El “truco cognitivo”
mediante el cual los animales
“aprenden” sigue siendo un campo de
investigación muy activo; pero para
llegar a una conclusión, Miklósi necesita
reclutar más perros.
Algunos expertos aún cuestionan
las afirmaciones anecdóticas sobre
las habilidades de los perros. La Dra.
Amritha Mallikarjun, investigadora
postdoctoral de Penn Vet Working
Dog Center, en la Universidad de Pensilvania
(centro especializado en el
adiestramiento y estudio de perros de
búsqueda y rescate, detectores de explosivos
y otros animales de servicio),
JULIO.AGOSTO.2023 NEWSWEEK_AGS
31