NWAGS-julio_agosto2023
Son posibles las ciudades felices, con espacios verdes, proyectos innovadores, sostenibles y una experiencia turística corresponsable. Se deben construir urbes Inteligentes y rediseñar las ciudades a favor del bienestar. ¿Sabes si tu perro te quiere de verdad? La ciencia responde a esta interrogante humana. #Ciudadesinteligentes #Aguascalientes #perros
Son posibles las ciudades felices, con espacios verdes, proyectos innovadores, sostenibles y una experiencia turística corresponsable. Se deben construir urbes Inteligentes y rediseñar las ciudades a favor del bienestar.
¿Sabes si tu perro te quiere de verdad? La ciencia responde a esta interrogante humana.
#Ciudadesinteligentes #Aguascalientes #perros
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Horizontes
“Señalar es un comportamiento
esencialmente cooperativo”, añadió
MacLean. “Si, como humano, te señalo
algo mientras tratas de averiguar
qué significa, inmediatamente
concluirás que mi motivación es
cooperar. Pensarás que sé algo que tú
desconoces, y que si señalo es porque
quiero ayudarte. Tal es la esencia de
la conducta cooperativa. Otros animales
no pueden hacer lo mismo”.
Los perros prestan mucha atención
no solo a los ademanes humanos,
sino también a nuestras expresiones
faciales. Las investigaciones
más recientes demuestran que son
capaces de diferenciar entre expresiones
de alegría, ira o repulsión.
Saben si una persona está triste o
contenta. Sus corazones laten más
rápido que cuando ven imágenes de
caras expresivas.
Eso explicaría por qué los perros
guía son tan eficaces para ayudar a
los ciegos a navegar por el mundo y
a evitar el tránsito; y también por qué
los perros de terapia brindan consuelo
a niños traumatizados, reos de
crímenes violentos, adultos mayores
que empiezan a desarrollar demencia,
y estudiantes universitarios estresados
que están preparándose para un
examen. La razón es, simplemente,
que leen las emociones humanas y
responden en consecuencia.
Buenos jueces de carácter
LOS PERROS PUEDEN HACER JUICIOS
rápidos y simultáneos acerca de la
bondad o la utilidad potencial de
los humanos con los que tienen contacto.
Más aún, parece que tienen
la capacidad de acumular archivos
mentales muy sofisticados sobre
cada persona con la que entran en
contacto, y utilizan esa información
para adecuar su comportamiento.
La capacidad para evaluar el carácter
es una cualidad humana fundamental
que aparece desde los cinco
meses de edad. Zachary Silver —investigador
recién doctorado de Yale y
quien, en breve, comenzará a operar
un laboratorio en la universidad Occidental
College de Los Ángeles, California—
reclutó parejas de actores
con objeto de probar la capacidad de
los perros para emitir juicios de carácter.
Para el experimento, uno de los
participantes debía fingir que robaba
un portapapeles o dañaba deliberadamente
a otra persona, mientras que el
segundo actor se mostraba amistoso y
entregaba el portapapeles a un individuo
que parecía estar buscándolo.
A continuación, los dos actores
ofrecían al perro, simultáneamente,
una recompensa de comida. De las
37 mascotas que participaron en el
estudio, dos terceras partes prefirieron
la recompensa que ofrecía el
actor amistoso. Es más, otros experimentos
han demostrado que, a la
larga, los perros dejan de responder
a las “pistas” de los humanos que los
engañan a menudo.
“En términos de inteligencia social,
la capacidad de los perros para evaluar
el mundo social es muy semejante
a la de los humanos”, afirmó Silver.
Por supuesto, las personas que
tienen mascotas siempre han sabido
esto. Por ejemplo, la mayoría de los
dueños de perros tímidos sabe que
su compañero peludo observa atentamente
las interacciones con extraños,
y que suele mostrarse amigable
con los humanos que tienen interacciones
positivas con su amo. Aun
así, los perros parecen entender que
esa relación es diferente porque, sin
importar cuánto conozcan o acepten
GALERÍA: Dóberman,
arriba, bulldog inglés.
a la otra persona, ningún perro se
separa de su dueño para seguir a un
humano amistoso, a menos que viva
con su cuidador.
La comunicación con los perros
es bidireccional. En una adaptación
del experimento de señalamiento, se
pidió a los propietarios que salieran
de la habitación mientras los investigadores
ocultaban comida a plena
vista de los animales. Una vez que el
amo regresaba al cuarto y se le pedía
que buscara el alimento, el perro casi
siempre hacía alguna señal, como caminar
entre el escondite y su humano,
o indicarle la ubicación con la mirada.
El ladrido es un medio de comunicación
muy eficaz. Durante un
experimento con perros de la raza
húngara mudi (animal de faena parecido
al pastor alemán y al border
collie), Miklósi grabó a sus sujetos de
estudio jugando con otros perros; an-
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