07.08.2023 Views

Ruina y ascenso - Leigh Bardugo

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

e puse en pie rápidamente.

—¿Qué ha pasado?

—A Sergei se le escapó su nombre real. Parece que las alturas le sientan tan bien

como las cuevas.

Lancé un gruñido de frustración. Genya había jugado un papel clave en el plan

del Oscuro para derrocar al Rey. Había tratado de ser paciente con Sergei, pero ahora

había puesto a Genya en peligro, y también nuestra posición con Nikolai.

Baghra estiró el brazo y agarró el tejido de mis pantalones, señalando a Mal.

—¿Quién es ese?

—El capitán de mi guardia.

—¿Es Grisha?

Fruncí el ceño.

—No, otkazat’sya.

—Parece…

—Alina —dijo Mal—. Están yendo a llevársela en este momento.

Aparté los dedos de Baghra de mí.

—Tengo que irme. Le diré a Misha que vuelva contigo.

Me apresuré a salir de la habitación, cerré la puerta detrás de mí, y Mal y yo

corrimos hacia las escaleras, subiéndolas de dos en dos.

El sol se había puesto hacía mucho, y las lámparas de la Rueca estaban

encendidas. En el exterior, vislumbré estrellas que emergían por encima del banco de

nubes. Un grupo de soldados con brazaletes azules se encontraba junto a la zona de

entrenamiento y parecían estar a un par de segundos de disparar a Tolya y Tamar.

Sentí una oleada de orgullo al ver a mis Etherealki en formación tras los mellizos,

protegiendo a Genya y a David. Sergei no se encontraba por ninguna parte. Eso

probablemente era bueno, porque no tenía tiempo para darle la paliza que se merecía.

www.lectulandia.com - Página 96

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!