07.08.2023 Views

Ruina y ascenso - Leigh Bardugo

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lo miré fijamente.

—¿Cuánto kvas has bebido?

—Nada. Quédatelo. Por favor.

—Nikolai, no puedo.

—Te lo debo, Alina. Ravka te lo debe. Esto y más. Haz buenas obras, o encarga

que te construyan una ópera, o simplemente sácala y mírala con anhelo cada vez que

recuerdes al apuesto príncipe que podría haber sido tuyo. Que conste que prefiero la

última opción, preferentemente unida a lágrimas copiosas y poesías melodramáticas.

—Me reí. El me tomó la mano y me puso el anillo en la palma—. Quédatelo y

construye algo nuevo.

Le di vueltas en la mano.

—Me lo pensaré.

Puso los ojos en blanco.

—¿A qué se debe tu aversión a la palabra sí?

Noté las lágrimas que se acumulaban en mis ojos y tuve que pestañear para

hacerlas desaparecer.

—Gracias.

Se reclinó en su asiento.

—Éramos amigos, ¿verdad? No solo aliados.

—No seas idiota, Nikolai. Somos amigos. —Le di un fuerte golpe en la rodilla—.

Ahora, tú y yo vamos a decidir unas cuantas cosas sobre el Segundo Ejército. Y

después vamos a verme arder.

De camino a los puertos secos, me escabullí para buscar a Genya. Ella y David

estaban enclaustrados en una tienda de Hacedores en el lado este del campamento.

Cuando le entregué la carta sellada marcada con el águila doble de Ravka, la

chica hizo una pausa y la sostuvo con cautela, como si tocar el pesado papel fuera

peligroso.

Recorrió el sello de cera con el pulgar, con los dedos temblándole ligeramente.

—Es una absolución.

La abrió de golpe y la apretó contra su pecho.

David no levantó la mirada de su mesa de trabajo cuando habló.

—¿Vamos a ir a prisión?

—Todavía no —replicó ella, y se secó una lágrima—. Gracias. —A continuación

frunció el ceño cuando le entregué la segunda carta—. ¿Qué es esto?

—Una oferta de trabajo. —Había necesitado convencerlo, pero al final Nikolai

había visto lógicas mis sugerencias. Me aclaré la garganta—. Ravka todavía necesita

a sus Grisha, y los Grisha todavía necesitan un puerto seguro en el mundo. Quiero

que lideres el Segundo Ejército, junto a David. Y a Zoya.

—¿Zoya? ¿Me estás castigando?

—Es poderosa, y creo que tiene madera para ser una buena líder. O quizá

convierta tu vida en una pesadilla. Posiblemente las dos cosas.

www.lectulandia.com - Página 245

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!