Edicion 3 | 2023
Fe inquebrantable en circunstancias inimaginables
Fe inquebrantable en circunstancias inimaginables
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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />
DIOS REPARA LO ROTO<br />
FLIP OVER<br />
TO READ IN<br />
ENGLISH<br />
TODAVÍA HAY MILAGROS<br />
Fe inquebrantable<br />
en circunstancias<br />
inimaginables<br />
Una revista en<br />
una misión:<br />
vea página 2<br />
Número 3 / <strong>2023</strong><br />
1s Número 03 / <strong>2023</strong>
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VICTORIOUS LIVING<br />
Testimonios de la vida real del poder transformador<br />
de Jesucristo desde nuestra revista<br />
bilingüe, disponible en cárceles y penitenciarías<br />
en versión impresa y formato digital.<br />
¿ESTÁ PRESO Y<br />
NECESITA MOTIVACIÓN?<br />
Discipulado cristiano para los reclusos<br />
mediante correspondencia personal y<br />
recursos digitales.<br />
Contacto con organizaciones nacionales que<br />
proporcionan recursos útiles para presidiarios,<br />
ex presidiarios y sus familias.<br />
Herramientas para programas carcelarios,<br />
para que las iglesias locales puedan cumplir el<br />
mandamiento de Dios, respecto de acordarnos<br />
de quienes están privados de la libertad.<br />
Estímulo a través de la prisión y<br />
eventos de la cárcel.<br />
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O por email desde su<br />
tableta de la cárcel:<br />
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Disponible en Securus, ViaPath,<br />
y Pay Tel tabletas<br />
FOTO DE EDOVO
NÚMERO 3, JULIO DE <strong>2023</strong><br />
CONTENIDO<br />
9s<br />
13s<br />
UN PASO ADELANTE<br />
Busque el amor verdadero<br />
POR DANNY R. COX<br />
Hay algo podrido<br />
POR CHRISTINA KIMBREL<br />
24s<br />
Salga de su escondite<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
Dios usa a los débiles, los aterrorizados y<br />
los oprimidos para llevar a cabo Su obra,<br />
porque en nuestra debilidad, mostramos<br />
Su poder.<br />
14s<br />
haya hecho. Cuando entregamos nuestra<br />
vida a Dios, Él hace que nuestro camino se<br />
renueve y que valga la pena vivirlo.<br />
HISTORIA DE TAPA<br />
Fe inquebrantable en<br />
circunstancias inimaginables<br />
FOTO DE ANDY GLOGOWER PHOTOGRAPHY<br />
23s<br />
19s<br />
Dios repara lo roto<br />
POR AMBER LEASON<br />
VIDAS<br />
TRANSFORMADAS<br />
Página en blanco<br />
POR SHERIDAN CORREA<br />
¿Arrastra un pasado vergonzoso, un<br />
largo historial de malas acciones?<br />
Déselo a Dios. La página en blanco que<br />
Él ofrece a cambio abre nuevas puertas,<br />
trae nuevas esperanzas y garantiza una<br />
nueva vida.<br />
6s<br />
10s<br />
DESTACADOS<br />
Únase al movimiento<br />
LA HISTORIA DE JOHN ALARID<br />
El mundo puede parecer sombrío<br />
actualmente, pero Dios está levantando<br />
a los marginados, pródigos, exconvictos y<br />
exdrogadictos cuyas vidas ha restaurado.<br />
Les proporciona nuevas vidas llenas<br />
de significado y propósito, y usa sus<br />
testimonios contra el enemigo.<br />
No hay límites para Dios<br />
LA HISTORIA DE DALE WHITE<br />
No importa la edad que uno tenga o lo que<br />
EN LA TAPA<br />
Cuando su hijo recibió<br />
una sentencia de<br />
cadena perpetua por<br />
asesinato agravado,<br />
Carol Kent, una<br />
escritora y oradora<br />
cristiana, tuvo que<br />
confiar en Dios de<br />
un modo totalmente<br />
nuevo. También debió<br />
enfrentar el duro juicio<br />
de los demás. Pero esa<br />
situación dio a Carol y<br />
sus seres queridos una<br />
nueva posibilidad de<br />
ministerio para brindar<br />
consuelo a las familias<br />
afectadas por la cárcel.<br />
20s<br />
26s<br />
4s<br />
LA HISTORIA DE CAROL KENT<br />
Tras el arresto de su hijo por asesinato<br />
agravado, todo lo que era cómodo y<br />
familiar en la vida de Carol y Gene Kent<br />
se vino abajo. Ya líderes ministeriales,<br />
pronto descubrieron que, aunque el<br />
proceso de Dios de “hacer las cosas<br />
para nuestro bien” puede ser doloroso,<br />
Él siempre es fiel a Su promesa.<br />
Convertirse en una persona<br />
de victoria<br />
LA HISTORIA DE NICOLE DYSON<br />
Nicole era una niña mimada que<br />
quería las cosas y ya sin importarle los<br />
demás. Imagínese su sorpresa cuando<br />
ese egoísmo la llevó directamente a<br />
la cárcel, donde todo lo que tenía no<br />
significaba nada en absoluto, hasta que<br />
conoció al Dios que convierte la derrota<br />
en victoria.<br />
Todavía hay milagros<br />
LA HISTORIA DE JOSH ROGISTER<br />
Al comenzar a ser creyente, a Josh, de 15<br />
años, le diagnosticaron una enfermedad<br />
rara y resistente a los tratamientos. Al<br />
enterarse de que su mal podría causarle<br />
un coma o incluso a la muerte, Josh buscó<br />
esperanza y liberación en el Dios milagroso<br />
de la Biblia. No quedó decepcionado.<br />
EN CADA EDICIÓN<br />
Nota de la Editora<br />
Suelte el mando y deje que Dios guíe<br />
29s<br />
¿Quiere conocer a Jesús?<br />
Él me salvó …Y ahora ¿qué?<br />
30s<br />
Novedades del ministerio /<br />
Recursos<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
3s
NOTA DE LA EDITORA<br />
Suelte el mando y deje<br />
que Dios guíe<br />
La editora Kristi Overton Johnson<br />
recibió este hermoso retrato de<br />
un recluso miembro de la familia<br />
Victorious Living. Lo creó en<br />
agradecimiento por el efecto que<br />
Victorious Living tiene en las vidas<br />
de los hombres y mujeres reclusos, y<br />
sus familias.<br />
Si quiere apoyar nuestra revista<br />
y llevar la esperanza de Dios e<br />
influir en la vida de mujeres y<br />
hombres encarcelados, visite<br />
victoriouslivingmagazine.com.<br />
Cada dólar que dona envía una<br />
copia de la revista a una cárcel.<br />
Cada copia influye en muchas<br />
vidas durante años.<br />
Antes de 2013, nunca hubiera imaginado<br />
que estaría hablando en prisiones y<br />
cárceles o publicando una revista que<br />
brinda esperanza a los reclusos. Ir a prisiones<br />
no estaba en mi radar.<br />
En cambio, estaba compartiendo mi fe con<br />
los niños. A principios de la década de 2000,<br />
fundé In His Wakes, un ministerio de deportes<br />
acuáticos sin fines de lucro para mostrar a las<br />
personas el poder que tiene Jesucristo para<br />
transformar sus vidas. Había sido esquiadora<br />
acuática profesional durante décadas, por lo que<br />
este proyecto me iba a la perfección.<br />
Encabezar In His Wakes y compartir mi amor<br />
por los deportes acuáticos y Jesús con jóvenes<br />
en situación de riesgo era muy satisfactorio.<br />
También dirigí servicios religiosos en eventos<br />
de esquí acuático profesional a los que asistían<br />
tanto competidores como autoridades y fanáticos.<br />
Muchas personas se acercaron al Señor a<br />
través de este ministerio, y todavía lo hacen.<br />
Comprometida con la causa de Dios, trabajaba<br />
incontables horas organizando eventos y<br />
asegurando patrocinios. Pero no dependí tanto<br />
de Dios para el éxito como de mis propios esfuerzos<br />
y las conexiones que había desarrollado<br />
durante mi carrera de 35 años.<br />
En mi afán de hacer por Dios, puse en riesgo mi<br />
salud física y mental, sin mencionar relaciones<br />
muy preciadas. Mi manera de hacer ministerio<br />
no era la de Dios, e hizo falta Él para sacarme de<br />
In His Wakes y salvarme de mí misma.<br />
Eso sucedió en 2013, cuando fui a visitar en<br />
prisión a mi amigo Bill, un antiguo conductor<br />
de lanchas profesional. Mientras estuve allí,<br />
Dios me indicó que quería que entregara In His<br />
Wakes a un líder de confianza y me convirtiera<br />
en vehículo de esperanza para los reclusos. ¿Yo?<br />
¿Ir a una prisión? ¿Es en serio, Dios?<br />
No era que tuviera miedo; simplemente<br />
no tenía sentido. Desconocía por completo el<br />
mundo de las correccionales. Ningún familiar<br />
mío había estado en la cárcel o trabajado en el<br />
sistema penitenciario. No podía saber menos.<br />
La única manera cierta que se me ocurrió<br />
de entrar en prisión fue cometiendo un delito,<br />
y estaba seguro de que eso no era lo que Dios<br />
quería que hiciera.<br />
Entonces, sin experiencia, contactos, conocimiento<br />
u oportunidades ante mí, hice lo único<br />
que sabía hacer: oré y confié en Dios con los<br />
resultados. Y luego, cuando abrió la primera<br />
puerta de la cárcel, entré obedientemente.<br />
Resulta que orar, tener fe y no cuestionar era<br />
lo único que Dios siempre esperó de mí. El Señor<br />
nunca me ha necesitado para impresionar o<br />
dirigir un ministerio a un destino en particular.<br />
Esas fueron cargas que me impuse a mí misma.<br />
Solo he necesitado tener el corazón dispuesto<br />
y seguir a Dios adondequiera que Él me guíe.<br />
Qué alivio ha sido quitar mis manos de los<br />
controles y dejar que Dios conduzca. Puedo<br />
respirar sabiendo que la victoria viene de Él.<br />
No dependo de mis conocidos o mi prestigio<br />
en un deporte para realizar las cosas. Dios lo<br />
hace todo. Él es el único contacto y nombre que<br />
cualquiera de nosotros pueda necesitar. Jesús<br />
es el nombre que está por encima de todos los<br />
demás nombres (Filipenses 2:9).<br />
¿Está usted cansado de intentar que se materialicen<br />
las cosas? Voy a orar para que las historias<br />
de este número lo animen a darle a Dios el<br />
mando de su vida. Entréguele sus relaciones.<br />
Entréguele su corazón roto. Entréguele su temor<br />
y expectativas. Y luego suba a bordo, siga Su<br />
ejemplo y obsérvelo hacer lo que solo Él puede.<br />
En el proceso, hallará libertad y sosiego. O mejor<br />
aún, logrará más de lo que haya imaginado.<br />
Kristi Overton Johnson<br />
Editora y Directora Ejecutiva<br />
Nuestros corazones están entristecidos por el sensible fallecimiento de nuestra traductora de español,<br />
Mónica Colangelo, el 29 de mayo de <strong>2023</strong>. Mónica empezó con nuestro equipo en 2020, trayendo mucho<br />
valor y autenticidad a nuestras publicaciones en español. Todos nosotros en VL estaremos siempre<br />
agradecidos por conocerla y trabajar con ella a la gloria de Dios.<br />
4s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Con las historias de Victorious Living,<br />
mujeres y hombres que están entre rejas<br />
conocen al Dios que da otra oportunidad.<br />
Testimonio del efecto que causa<br />
Victorious Living: Roy A. Borges<br />
FOTO DE DOUGLAS BOYD<br />
Nunca olvidaré la alegría de quedar en libertad<br />
luego de cumplir la mayor parte de mi condena<br />
de 45 años en el Departamento de Correccionales<br />
de Florida. Dado que mi año de salida sería 2035,<br />
no pensé que viviría lo suficiente para ver el<br />
exterior, ¡pero con Dios todo es posible!<br />
Mientras estuve en prisión, Proverbios 3:5–6<br />
eran mis versículos favoritos. Nos dicen así:<br />
“Confía en el Señor con todo tu corazón; no<br />
dependas de tu propio entendimiento. Busca su<br />
voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará<br />
cuál camino tomar” (NTV).<br />
En la cárcel aprendí a confiar en Dios y a<br />
buscar Su voluntad. Mi reclusión no fue fácil,<br />
pero Dios nunca me abandonó. Me guiaba a<br />
diario y me bendijo con el don de la escritura.<br />
Hice más de 300 relatos breves en prisión.<br />
Muchos están publicados en mi libro, 101 Stories<br />
from a Prison Cell.<br />
También tengo el honor de ser colaborador<br />
de Victorious Living con mis narraciones.<br />
Personalmente he visto el efecto que tiene sobre<br />
la gente las historias sobre la bondad de Dios. El<br />
amor, la gracia y la bondad del Señor son para<br />
todo el que confíe en Él, y en un futuro próximo<br />
espero acompañar al equipo de VL a la cárcel<br />
para compartir mi testimonio de esa manera.<br />
Hoy en día, trabajo en la Iglesia Bautista<br />
Landmark de Tampa, Florida, donde Dios me<br />
hizo el mayor obsequio que me haya dado: mi<br />
esposa, Patricia. Es posible que la recuerden de<br />
la edición de VL de abril de <strong>2023</strong>. Tenemos la<br />
dicha de servir a Dios juntos.<br />
PATROCINE UNA CÁRCEL<br />
DE SU ESTADO Y CAMBIE<br />
VIDAS HOY.<br />
Visite victoriouslivingmagazine.com.
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movimiento<br />
LA HISTORIA DE JOHN ALARID<br />
Conocí a Dios en Disneyland. Es una locura, lo sé.<br />
Recorría las atracciones con mis padres<br />
cuando un antiguo juego de tiro de salón del<br />
lejano oeste llamó mi atención. Tenía cuatro<br />
años y me encantaba fingir que era un forajido,<br />
que disparaba rifles de juguete y tiraba botellas,<br />
sillas y platos.<br />
Tras algunas rondas, mis padres ya querían<br />
continuar, pero yo no. “Te vas a quedar atrás”,<br />
dijeron, pero yo era terco y no les creí. Me quedé<br />
pegado al juego mientras se alejaban. Pero no<br />
tenía dinero, y cuando ese turno terminó, se<br />
acabó, no podía jugar. Así que allí estaba yo, algo<br />
asustado, esperando que mis padres volvieran<br />
por mí.<br />
Y fue entonces cuando Lo conocí. Yo era solo<br />
un niño pequeño e ignoraba que la poderosa<br />
sensación que experimentaba era la presencia<br />
de Dios. Aun así, me ordenaba orar y pedirle<br />
a Jesús que entrara en mi corazón.<br />
Mi padre era misionero, así que había escuchado<br />
a otros decir oraciones similares. Pero<br />
esta era personal para mí. No podía esperar<br />
para decirles a mis padres que le había pedido<br />
a Jesús que entrara en mi corazón. Lo intenté,<br />
pero ya los había cansado la jornada y su respuesta<br />
carecía de entusiasmo. Me dijeron que<br />
me fuera a la cama. Me quedé allí llorando.<br />
“Pero es verdad, papá”, gritaba. “Le pedí a<br />
Jesús entrar en mi corazón”. Al percatarse de<br />
lo que había dicho, mi padre me pidió acercarme<br />
y hablamos de mi experiencia. Durante<br />
la siguiente década, seguí aprendiendo acerca<br />
de Dios y viajando con mis padres misioneros.<br />
Sin embargo, en la adolescencia, comencé a<br />
adentrarme en las aguas de la rebeldía.<br />
Y luego, cuando mis padres se divorciaron<br />
repentinamente, todo lo que había<br />
aprendido de niño quedó en entredicho.<br />
Empecé a preguntarme incluso si Dios era<br />
real. Satanás aprovechó para afianzarse<br />
en mi vida ya contestaria. Pronto me salí<br />
del carril.<br />
Cuando no me llevaba bien con papá,<br />
vivía con mamá...y viceversa. No prefería a<br />
uno o el otro; simplemente me quedaba con<br />
quien más me dejara salirme con la mía.<br />
Ya cuando estaba en la secundaria, faltar<br />
a clase, fumar marihuana y beber era lo<br />
único que me interesaba. Mi identificación<br />
falsificada indicaba que tenía más de 21<br />
años, así que era popular entre mis amigos.<br />
Mis padres estaban preocupados por mi<br />
conducta, pero era en vano. Me expulsaron<br />
de la secundaria por irrespetar a un<br />
profesor y luego me arrestaron por robar en la<br />
tienda donde trabajaba mi madre. En ese momento,<br />
se decidió que necesitaba un cambio de<br />
atmósfera y me enviaron al Instituto Militar de<br />
Nuevo México (NMMI, por sus siglas en inglés),<br />
una reconocida academia y preparatoria de<br />
la que muchos miembros de la familia ya se<br />
habían graduado.<br />
La vida de cadete en el NMMI era estricta y<br />
estructurada. El ambiente me hizo bien por un<br />
tiempo. Aprendí a estudiar y mantuve un promedio<br />
de calificaciones alto. Ya terminando la<br />
preparatoria, consideré ingresar a la Academia<br />
de la Fuerza Aérea en Colorado Springs, pero<br />
me metí en problemas antes de que me diera<br />
tiempo. En mi último año, nos suspendieron a<br />
dos amigos y a mí cuando la policía encontró<br />
armas en nuestro auto después de una pelea<br />
con algunos muchachos de la secundaria local.<br />
FOTO DE TATYANA ZADORIN PHOTOGRAPHY<br />
6s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
La peor parte fue llamar a mi papá para darle<br />
la noticia. Podía oírlo llorar por el teléfono. “¿Por<br />
qué sigues comportándote así?”, preguntó. No<br />
tenía respuesta. Solo pude disculparme.<br />
Papá tenía grandes sueños y quería lo mejor<br />
para mí. Me molestaba haberlo decepcionado<br />
de nuevo, pero no lo suficiente como para<br />
cambiar mis hábitos. La expulsión del NMMI<br />
fue el primero de muchos fracasos para mí.<br />
Terminé la secundaria y me aceptaron en<br />
la Universidad de Nuevo México (UNM). Incluso,<br />
recibía una beca completa, pero la tiré a<br />
la basura al juntarme con la gente equivocada.<br />
Buscaba aceptación y respeto, y me encantaba<br />
salir de fiesta. Mantenía mi estilo de<br />
vida con un flujo de efectivo constante proveniente<br />
del tráfico de drogas en el campus. En<br />
poco tiempo dejé de ser un excelente alumno<br />
para convertirme en un drogadicto sin<br />
esperanza.<br />
Una noche, al final de una salida, le di un<br />
ultimátum a Dios. “Si te manifiestas ahora mismo,<br />
creeré en Ti. Si no, seguiré por mi camino.<br />
Depende de ti”.<br />
Una parte de mí tenía miedo de que Él se<br />
presentara y yo tuviera que renunciar a toda<br />
la diversión que tenía, pero el resto de mi ser<br />
hablaba en serio. Esperé una respuesta por<br />
varios minutos, pero solo hubo silencio.<br />
Dios no se había aparecido, así que llegué a<br />
la conclusión de que no le interesaba. Golpeé la<br />
pared repetidamente hasta que me sangraron<br />
los nudillos. Me sentí completamente solo, y<br />
en ese momento, me alejé de mi fe.<br />
Al igual que los israelitas del Antiguo Testamento,<br />
deambulé en la incredulidad y la<br />
desobediencia (Josué 5:6). Hacía lo que me<br />
parecía correcto según mi propio criterio, y<br />
también pagué un alto precio por ello. (Ver<br />
Jueces 17:6; Proverbios 12:15; 26:16.)<br />
En la locura inducida por las drogas en la<br />
que se convirtió mi vida, ocasionalmente había<br />
momentos de lucidez en los que me preguntaba<br />
adónde se había ido Dios. ¿Por qué había<br />
decidido no estar presente en mi vida?<br />
Por supuesto, la verdad era que yo había<br />
huido de Él. Para 1993, iba por ahí siendo un<br />
despojo de lo que había sido. Y entonces intervino<br />
Dios.<br />
Estando bajo los efectos de psicodélicos, me<br />
arrestaron en una venta de drogas. Me habría<br />
dado cuenta de la trampa si hubiera estado en<br />
mi sano juicio, pero creo que el Señor quiso<br />
que las cosas sucedieran así.<br />
Tuve que llamar a mi papá de nuevo, esta<br />
vez desde una cárcel donde estaba detenido<br />
por tráfico de cocaína. Él me apoyó en<br />
el tribunal y su presencia hizo que el juez<br />
me liberara con fianza de garante. Papá me<br />
pidió volver a casa, pero yo tenía asuntos<br />
que atender en mi barrio.<br />
Cuando se negó a llevarme allí, le pedí<br />
que se detuviera. Le agradecí su ayuda, salí<br />
del auto y regresé caminando al caos.<br />
Terminé recibiendo libertad condicional<br />
en lugar de prisión por el cargo de tráfico,<br />
pero para ese momento, era adicto a la<br />
heroína. Mi oficial de libertad condicional<br />
me envió a rehabilitación, pero no la<br />
hice por mucho tiempo. La heroína ejercía<br />
un control letal sobre mí y las calles me<br />
llamaban.<br />
Después de recibir un nuevo cargo por<br />
robo y apuñalar a un hombre en el pecho<br />
en una pelea frente a una tienda de paso,<br />
era un prófugo. Me fui en auto a Phoenix<br />
con la intención de dirigirme a la frontera<br />
con México, pero algo sucedió en el camino.<br />
La gracia de Dios entró en mi locura y<br />
me llevó a Victory Outreach, un centro de<br />
rehabilitación cristiano ubicado en Phoenix.<br />
Me registré con un alias. No pensaba<br />
quedarme mucho tiempo, pero Dios tenía<br />
otros planes. Tras unos meses internado,<br />
le entregué mi vida a Jesucristo.<br />
Todo cambió dentro de mí. Mis adicciones<br />
se suavizaron. Ya no quería cometer<br />
crímenes ni consumir drogas. Tenía paz<br />
interior. Me sentía bien y quería más.<br />
Cuanto más me acercaba al Señor, más<br />
intenso se volvía mi deseo de servirle a Él y<br />
a los demás. Comencé a asistir<br />
a la Victory Outreach School of<br />
Ministry en Los Ángeles. Una<br />
noche, mientras compartía<br />
el evangelio en el muelle de<br />
Santa Mónica, vi un pequeño<br />
Estando en prisión, John<br />
entregó su vida a Jesús y<br />
juró servirle. Al poco tiempo,<br />
se ordenó como pastor de<br />
reclusos y dirigía reuniones de<br />
oración en el correccional.<br />
¿Cómo podría<br />
dedicar mi vida a<br />
Dios si vivía una<br />
mentira?<br />
juego de tiro como el que había encontrado<br />
en Disneyland a los cuatro años. El Señor le<br />
habló a mi corazón. ¿Recuerdas cuando nos<br />
conocimos? Me sentí conmovido.<br />
Dios se había acordado de mí a pesar de<br />
que yo lo había abandonado. Había seguido<br />
los momentos más oscuros de mi vida y yo<br />
ansiaba servirle. Pero había un problema:<br />
yo aún estaba fugitivo.<br />
¿Cómo podría dedicar mi vida a Dios si vivía<br />
una mentira?<br />
La solución a mi dilema apareció rápidamente.<br />
En 2007, cuando volví a los Estados<br />
Unidos tras un viaje misionero a Filipinas, las<br />
autoridades de migración me esperaban para<br />
arrestarme por todos los cargos pendientes.<br />
Mi rostro apareció en todos los noticieros. Me<br />
sentenciaron a ocho años de prisión. Y con esa<br />
caída, otra vez me sentí lejos de Dios.<br />
Estuve en confinamiento solitario durante<br />
cinco meses, en los que solo se me permitió<br />
tener una Biblia y cartas. Mi papá me enviaba<br />
líneas alentadoras sobre un joven, un exadicto,<br />
que se había vuelto una poderosa herramienta<br />
de Dios. Sentía la presencia del Señor en la<br />
correspondencia de mi padre. Mamá también<br />
luchaba por mí como una guerrera con sus<br />
oraciones y a menudo me recordaba que era<br />
un hijo elegido de Dios.<br />
Un día, en mi solitaria celda, caí de rodillas y<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
7s
Dios se había acordado<br />
de mí a pesar de que yo<br />
lo había abandonado.<br />
FOTOS DE TATYANA ZADORIN PHOTOGRAPHY<br />
Ult. izq.: John y Hannah<br />
se casaron en 2013. Hoy,<br />
junto con sus hijos, sirven<br />
a su congregación y<br />
comunidad.<br />
Izq.: John es el pastor<br />
principal de Freedom City<br />
Church, una comunidad<br />
que acoge a todo el que<br />
se sienta ignorado por la<br />
sociedad.<br />
grité: “Jesús, te necesito. Si aún estás allí, ¿podrías<br />
regresar a mi vida y perdonarme?” No<br />
quería que hiciera nada por mí. Únicamente<br />
deseaba la paz y el gozo que había experimentado<br />
cuando Él guiaba mi vida (Salmo 51:12).<br />
Dios me envolvió con Su presencia. Estoy<br />
muy agradecido por Su rápida respuesta. Tras<br />
arrepentirme de mis dudas, volví a Él con<br />
todo mi corazón, mente, alma y fuerza (Mateo<br />
22:37). Prometí servir al Señor no solo por el<br />
resto de mi condena en prisión, sino por lo que<br />
me quedara de vida. Desde ese día, sentí que<br />
mi cárcel era un palacio.<br />
Cuando salí del aislamiento, me convertí<br />
en pastor de reclusos y encabecé reuniones<br />
de oración. Tomé cursos de pregrado por<br />
correspondencia en la Global University of<br />
the Assemblies of God y dirigí el programa<br />
Scared Straight para jóvenes que iban por el<br />
mal camino.<br />
En mayo de 2010, salí de prisión siendo<br />
hombre resucitado, incorporado a la vida por<br />
el poder redentor de Jesucristo. Desde entonces,<br />
no me he puesto una sola aguja en el brazo<br />
ni he tenido antojo de ninguna droga. Dios<br />
me sanó, mental, emocional y físicamente.<br />
Además, perdonó mis pecados y me cubrió<br />
con un manto de justicia. (Ver Isaías 61.)<br />
Me gradué del seminario y ahora soy<br />
pastor. Dios me bendijo con el regalo de mi<br />
hermosa esposa y amiga más íntima, Hannah.<br />
También tengo el orgullo de ser padre.<br />
En 2015, fundamos Freedom City Church<br />
en Springfield, Missouri, así como el programa<br />
Hope Homes para hombres y mujeres.<br />
Estos hogares de residencia y discipulado<br />
brindan libertad y esperanza a aquellos que<br />
luchan con problemas que dominan sus<br />
vidas, como la adicción, la falta de vivienda<br />
y la reincorporación a la sociedad libre.<br />
Al principio, la comunidad circundante<br />
de Springfield estaba escéptica ante nuestra<br />
misión, pero ha visto los frutos de nuestro<br />
trabajo en las vidas cambiadas de los<br />
que han experimentado el toque sanador<br />
de Jesús. Hemos recibido el apoyo y aporte<br />
de la mano de Dios a través de nuestra localidad.<br />
Gracias a donaciones, hemos logrado<br />
adquirir el edificio donde llevamos todos los<br />
aspectos de nuestro ministerio.<br />
A diario, se produce un renacer a nuestro<br />
alrededor. Tiene lugar un movimiento en el<br />
que Dios levanta un ejército de parias, despilfarradores,<br />
exconvictos y exdrogadictos cuyas<br />
vidas ha restaurado.<br />
Él les da nuevas vidas llenas de significado y<br />
propósito al ponerlos en primera fila. Emplea<br />
sus testimonios como armas contra el enemigo.<br />
Redime sus vidas, tal como hizo por mí. Puede<br />
ver nuestros servicios por la aplicación Pando,<br />
sección “Freedom City Church”.<br />
Usted también puede ser parte de este movimiento.<br />
Entréguele a Dios el control de su vida.<br />
Suéltelo y deje que Él lo transforme desde el<br />
interior.<br />
JOHN ALARID venció sus batallas personales<br />
contra la adicción y la prisión por la gracia de<br />
Dios. Ha fundado hogares de recuperación y<br />
reinserción (Straight Street y Hope Homes of the<br />
Ozarks) para ayudar a las personas a reintegrarse<br />
a la sociedad como ciudadanos con éxito. Visite<br />
freedomcitychurch.org si desea más información.<br />
8s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Busque el amor verdadero<br />
POR DANNY R. COX<br />
mencé a buscar el amor en el alcohol y las<br />
drogas. Seguramente esas sustancias no me<br />
rechazarían. Bajo su influencia, me sentía<br />
confiado. Pero el subidón que brindaban<br />
siempre me hundía.<br />
Me acuerdo de un viaje misionero que<br />
realicé a China no hace mucho. Antes de volver<br />
a casa, tuve tiempo de visitar un centro<br />
comercial en Pekín. Encontré todo tipo de<br />
ofertas increíbles en artículos de diseñador,<br />
cosas que se vendían a una fracción de lo<br />
que pagaría en mi país. Emocionado, compré<br />
cuatro chaquetas de marcas famosas<br />
a 15 dólares cada una. ¡Qué oportunidad!<br />
En realidad no era así. Esos abrigos resultaron<br />
ser imitaciones. Cada objeto de ese<br />
centro era una copia barata de lo auténtico,<br />
al igual que las relaciones que yo había<br />
basado en las posesiones, y la aceptación<br />
que había buscado en el alcohol y las drogas.<br />
Eran falsificaciones burdas del amor<br />
verdadero. Y lo poco que me dieron solo me<br />
causó más dolor y hasta me llevó a la cárcel.<br />
Así que déjeme decirle algo: las drogas y el<br />
alcohol no aman. Al igual que una empresa<br />
CUANDO TENÍA DIEZ AÑOS, mi madre nos<br />
llamó a mis hermanos y a mí a una habitación<br />
y nos dijo que nuestro padre había muerto en<br />
un accidente automovilístico. Fue una noticia<br />
traumática, pero fue peor aun porque nunca<br />
había escuchado a mi padre decirme que me<br />
amaba, ni una sola vez. Y ahora nunca lo haría.<br />
La ausencia de esas palabras me hizo creer<br />
que no era digno de amor. Me sentí despreciado<br />
por mi padre de una manera eterna.<br />
¿Alguna vez se ha sentido imposible de amar<br />
o rechazado? Es doloroso, ¿no?<br />
Para aliviar el sufrimiento, me propuse encontrar<br />
el afecto a través de las personas y las<br />
posesiones. Trabajé duro y me convertí en un<br />
exitoso hombre de negocios. Acumulé muchas<br />
cosas y me rodeé de mucha gente.<br />
Hay una canción de Mickey Gilley titulada<br />
“Looking for Love in All the Wrong Places”<br />
(Buscando el amor en todos los lugares equivocados).<br />
Pues, así estaba yo.<br />
Llegué a la conclusión de que la gente me<br />
amaría si tenía muchas cosas que ofrecerle.<br />
Estaba equivocado.<br />
Cuando los otros no llenaron el vacío, coexitosa<br />
no puede amarnos. Tampoco pueden<br />
hacerlo las personas que nos “aprecian” únicamente<br />
por lo que les damos. Esas cosas y esos<br />
seres solo nos dejan vacíos.<br />
La Biblia nos dice que el amor verdadero e<br />
imperecedero se encuentra solo en Cristo. Su<br />
amor es incondicional. No podemos ganarlo ni<br />
perderlo. El amor de Dios es eterno (Jeremías<br />
31:3; Juan 3:16), y es todo nuestro solo con<br />
pedirlo.<br />
Esas son buenas noticias porque incluso el<br />
amor del mejor padre, cónyuge, hijo o amigo<br />
inevitablemente nos decepcionará. Pero el de<br />
Dios nunca lo hará (Romanos 10:11). Eso es<br />
imposible porque Dios es amor (1 Juan 4:8).<br />
Y podemos ir más allá, cuando aceptamos<br />
Su amor, Dios nos hace Sus hijos para siempre.<br />
“Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre<br />
que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos!”<br />
(1 Juan 3:1 NTV).<br />
Con tristeza digo que me tomó 42 años<br />
aceptar el amor verdadero e incondicional<br />
de mi Padre celestial. Y pensar que me gasté<br />
una fortuna intentando que otros me dieran<br />
algo que Dios estaba dispuesto a entregarme<br />
de gratis.<br />
¿Y usted? ¿Se esmera por demostrar su valor<br />
a través del éxito? ¿Trata de ganarse el amor<br />
de los demás mediante cosas? ¿Se rodea de<br />
personas que no se interesan en usted solo para<br />
no estar solo? Ese es un callejón extenuante<br />
y vacío.<br />
No tiene que buscar más. El verdadero amor<br />
puede ser suyo hoy mismo. Ore conmigo: Señor,<br />
quiero Tu amor. Estoy cansado de buscar el amor en<br />
todos los lugares equivocados. Esas cosas y personas<br />
solo me han decepcionado. Hoy, recibo Tu regalo<br />
de amor al aceptar a Tu Hijo, Jesús, en mi vida.<br />
Gracias por darme la bienvenida a Tu familia para<br />
siempre. Amén.<br />
DANNY R. COX recibió el llamado de Dios para ser<br />
evangelista cuando cumplía condena en prisión. Ahora<br />
es evangelista acreditado y capellán de correccional.<br />
Danny comparte su historia en iglesias y prisiones<br />
del mundo entero. Su libro, Adicto a una mentira,<br />
está disponible en inglés y español por Amazon. Es el<br />
fundador de Prison2Preacher Ministries.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
9s
NO HAY LÍMITES<br />
PARA DIOS<br />
LA HISTORIA DE<br />
DALE WHITE<br />
N<br />
o hay límite<br />
ni fecha de vencimiento para lo<br />
que Dios puede hacer por la vida<br />
de una persona.<br />
Para cuando tenía 57 años, mi<br />
amor por el alcohol y por mí mismo<br />
me había costado muy caro.<br />
Pero eso no impidió que Dios me<br />
amara, me eligiera y me pusiera<br />
en lugares donde pudiera incidir<br />
en la vida de la gente.<br />
Durante 40 años, viví en las<br />
garras del alcoholismo y el abuso<br />
de las drogas. Los programas<br />
me decían que necesitaba un<br />
poder superior, algo que pudiera<br />
ayudarme a canalizar mis pensamientos<br />
y mantenerme desintoxicado.<br />
Así que me dispuse a<br />
encontrar uno. Pero todos los que<br />
probé me llevaron a niveles más<br />
profundos de vergüenza.<br />
A los 38 años, alcancé un punto<br />
bajo sin precedente después de<br />
que mis malas decisiones me costaran<br />
tanto mi matrimonio como<br />
un exitoso restaurante. Devastado,<br />
tomé a mi perro, el único<br />
amigo que me quedaba, y viajé a<br />
un lugar remoto para esconderme<br />
de la vida.<br />
Causaba pesar verme sentado<br />
sin esperanzas, junto a mi leal<br />
amigo, Bailey, mientras comía<br />
un tazón de alimento para perros<br />
empapado en whisky Jack<br />
Daniels.<br />
Había quemado todos los puentes<br />
y había hecho sufrir a todos los<br />
que amaba.<br />
Todo comenzó cuando tenía<br />
14 años y mis padres me dieron<br />
la impactante noticia de que se<br />
divorciaban. Éramos una familia<br />
muy unida que asistía a la iglesia<br />
semanalmente. Nunca había visto<br />
a mis padres discutiendo. Así que<br />
no entendía por qué se separaban.<br />
No acepté los cambios. No me<br />
adaptaba a la vida sin papá y extrañas<br />
emociones agitaban mi<br />
corazón. Mamá lloraba a menudo,<br />
y mis hermanos y yo vivíamos<br />
en una dolorosa confusión. Por<br />
más que lo intentaba, no lograba<br />
ponerme en pie. La unidad de mi<br />
familia había sido mi seguridad<br />
y base.<br />
Le rogaba al Señor que me<br />
ayudara. Todas las noches, me<br />
acurrucaba en mi cama, ponía “El<br />
Padre Nuestro” en mi tocadiscos<br />
y oraba: “Por favor, Dios, vuelve a<br />
unir a mi familia”. Pero no lo hizo.<br />
Por más que oraba, Dios permanecía<br />
en silencio. Y eso me<br />
enfureció. No podía entender<br />
por qué Él no intervenía si era tan<br />
bueno y amoroso. No recuerdo si<br />
fue entonces cuando conscientemente<br />
lo deseché, pero sí estaba<br />
seguro de que ya no sabía qué<br />
pensar de Él. Así que durante los<br />
siguientes 40 años, viví separado<br />
de Dios.<br />
No pasó mucho antes de que<br />
mis padres se volvieran a casar.<br />
Mi padrastro y mi madrastra no<br />
tuvieron ninguna oportunidad<br />
de ganarse mi aceptación. No era<br />
que no fueran amorosos; simplemente<br />
no encajaban en la imagen<br />
de cómo quería mi vida.<br />
El divorcio de mis padres había<br />
puesto mi mundo patas arriba. No<br />
tenía ni idea de cómo procesar<br />
el dolor o sobrellevar mi nueva<br />
situación. No fue de ayuda que<br />
mi cuerpo de adolescente estuviera<br />
lleno de hormonas y que yo<br />
fuera objeto de presión de grupo<br />
para todo tipo de cosas. Era una<br />
tormenta perfecta.<br />
Recurrí a las personas y sustancias<br />
para escapar de mi dolor. Las<br />
fiestas y el surf ocupaban mi vida,<br />
y básicamente vivía en la playa<br />
cercana a nuestra casa en el sur<br />
de Florida. Mis calificaciones reflejaban<br />
mis nuevos pasatiempos;<br />
y reprobé mi primer semestre de<br />
11º grado.<br />
Mi padrastro, un teniente coro<br />
FOTOS DE LIV MOORE MEDIA<br />
10s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
SOLTÉ LOS CONTROLES DE MI<br />
VIDA Y ENTREGUÉ LOS PEDAZOS<br />
DE MI CORAZÓN A JESÚS.<br />
la industria de servicios alimentarios<br />
y me ofreció trabajo en su<br />
restaurante italiano de alta gama<br />
en Virginia. Aproveché la oportunidad<br />
para mudarme. Fue lo<br />
nel retirado de la Fuerza Aérea,<br />
sugirió una escuela militar y allá<br />
fui. Pero nada cambió. Más que<br />
disciplina, necesitaba un nuevo<br />
corazón. El mío estaba en agonía<br />
y lo único que yo sabía hacer era<br />
adormecerlo con sustancias.<br />
De alguna manera, me gradué<br />
de secundaria. Mamá me dijo<br />
que si quería seguir viviendo en<br />
casa, tenía que pisar tierra. Pero<br />
no presté atención. Acumulé dos<br />
cargos por conducir bajo efectos<br />
del alcohol y otras sustancias. Y<br />
en incidentes separados, destrocé<br />
dos autos. Luego me arrestaron<br />
por intento de distribución de<br />
drogas.<br />
Fiel a su palabra, mamá me<br />
echó.<br />
Me mudé a una casa rodante y<br />
busqué trabajo en un restaurante<br />
local. Un amigo de mi padre<br />
notó que tenía habilidades para<br />
que llamaría “mi primera cura<br />
geográfica”.<br />
El mundo de los restaurantes<br />
era una combinación ideal para<br />
mi amor por el alcohol, las drogas<br />
y la vida de fiestas. Durante este<br />
tiempo, conocí a una hermosa joven<br />
camarera y nos casamos. La<br />
vida me sonreía.<br />
Muchas personas influyentes,<br />
incluyendo a algunas relacionadas<br />
con el crimen organizado,<br />
comían lo que yo servía.<br />
Me agradaban esos tipos y sus<br />
emocionantes vidas, y yo les<br />
agradaba a ellos. (Eso fue bueno,<br />
porque también fui testigo de lo<br />
que les pasaba a los que no les<br />
agradaban).<br />
Se sentaban a la mesa riendo y<br />
haciendo sus negocios mientras<br />
yo asimilaba todo. Al poco tiempo<br />
ya estaba apostando y ayudando<br />
a los corredores a cobrar y pagar.<br />
Descubrí que me gustaba cocinar.<br />
Y en 1982, decidí estudiar<br />
para ser chef en Francia durante<br />
seis meses. Cuando regresé, trabajé<br />
en Maison Blanche en Washington,<br />
D. C., justo en frente de la Casa<br />
Blanca. Pronto, uno de los dueños<br />
de los restaurantes en los que<br />
había sido empleado en Virginia<br />
me propuso abrir un nuevo local.<br />
Él puso el dinero y yo, el talento.<br />
Pero no fue una buena sociedad.<br />
Mi distribuidor de vinos me<br />
sugirió fundar mi propio restaurante<br />
y me respaldó financieramente.<br />
Lo llamamos Dale’s at<br />
Chick’s Beach y rápidamente se<br />
Der.: Fue difícil para<br />
Dale, fotografiado<br />
aquí con sus hermanos<br />
menores, enfrentar el<br />
impacto que el divorcio<br />
de sus padres tuvo en<br />
la familia.<br />
convirtió en el lugar de moda. Mi<br />
esposa trabajaba duro a mi lado.<br />
Ojalá pudiera decir que reconocí<br />
y honré su esfuerzo, pero<br />
no. Mis adicciones estaban totalmente<br />
fuera de control para entonces,<br />
y ya no podía equilibrar<br />
la vida de fiestas con mis responsabilidades<br />
de trabajo.<br />
No hay necesidad de contar<br />
mi “historial de borracho” y todas<br />
las cosas horribles que hice.<br />
Era un pésimo esposo sin respeto<br />
por mis votos matrimoniales y<br />
un terrible hombre de negocios.<br />
Cuando mi esposa y mi patrocinador<br />
se hartaron, me hicieron<br />
una intervención. Me dieron dos<br />
opciones: ingresar a un centro de<br />
tratamiento o perder mi matrimonio<br />
y el restaurante.<br />
Acepté sus términos, pero no<br />
estaba listo para cambiar. Solo fui<br />
para salvarme el pellejo. Incluso<br />
tuve un amorío durante mi estadía<br />
de 30 días en el centro de rehabilitación.<br />
Era incapaz de amar a alguien,<br />
incluyéndome a mí mismo.<br />
Me las arreglé para mantenerme<br />
sobrio durante un mes<br />
después del tratamiento antes de<br />
recaer en la botella. Esa decisión<br />
me costó tanto mi matrimonio<br />
como mi restaurante y me condujo<br />
a la lamentable escena junto a mi<br />
perro que describí anteriormente.<br />
Por suerte, algo bueno salió de<br />
comer ese alimento para perros<br />
empapado en whisky: finalmente<br />
me di cuenta de que tenía un<br />
problema. Les pedí ayuda a mis<br />
padres y me la dieron. Mamá me<br />
ayudó a financiar otro tratamiento<br />
de rehabilitación y papá, a hallar<br />
trabajo y un auto.<br />
Sin embargo, mi recuperación<br />
duró poco y tuve otro accidente.<br />
Esta vez, choqué contra alguien<br />
de frente y casi lo mato. Debería<br />
haber ido a prisión, pero el juez<br />
tuvo la gentileza de darme cinco<br />
años de libertad condicional durante<br />
los cuales comencé a asistir<br />
a Alcohólicos Anónimos.<br />
En esas reuniones, aprendí<br />
valiosas herramientas para afrontar<br />
mi problema y conocí a gente<br />
amable que entendió mi dolor.<br />
También conocí a Roberta, que<br />
se recuperaba de la adicción a la<br />
heroína. Fue amor a primera vista<br />
para mí.<br />
Pero surgió un problema cuando<br />
la convertí en mi poder superior<br />
y basé todo mi bienestar en la<br />
salud de nuestra relación. Como<br />
ninguno de los dos estaba preparado<br />
para amar al otro, yo vivía<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
11s
Un periódico local mostró The Living Harvest, una tienda de segunda<br />
mano fundada por Dale para beneficiar al hogar de transición que lleva<br />
el mismo nombre. En la foto, Dale con su mentor, Lonny Mayfield.<br />
en una montaña rusa emocional.<br />
Tres días antes de mi quinto<br />
año de desintoxicación, Roberta<br />
rompió nuestra relación. Devastado,<br />
tomé un paquete de seis<br />
cervezas. Cuando eso no fue suficiente,<br />
me fui en auto a la tienda<br />
para comprar más. Y adivinen,<br />
en el camino choqué la parte trasera<br />
de un auto de policía. Tres<br />
horas de alcohol me metieron en<br />
el problema más grave que había<br />
tenido en mi vida.<br />
El 2 de enero de 1997, entré<br />
en una sala llena de representantes<br />
de la organización Mothers<br />
Against Drunk Driving (MADD) y<br />
agentes de policía. Todos instaban<br />
a dar un ejemplo en la comunidad<br />
con respecto a conducir en estado<br />
de ebriedad. El juez los escuchó y<br />
me sentenció a seis años y medio<br />
en el Departamento de Correccionales<br />
de Florida.<br />
Pensé que no habían sido justos<br />
conmigo, pero ahora estoy convencido<br />
de que esa sentencia me<br />
salvó la vida. Me dio tiempo para<br />
darme cuenta de que no tenía la<br />
capacidad de cambiar solo, y recordé<br />
a Dios.<br />
Durante los tres años y medio<br />
que cumplí de mi sentencia, me<br />
vinculé profundamente a los servicios<br />
de la capilla y comencé a<br />
leer mi Biblia. Cuando salí de<br />
prisión, entré en un programa de<br />
reinserción laboral en el que trabajé<br />
para Publix Supermarkets.<br />
La sección de delicatessen no era<br />
mi restaurante de alta gama, pero<br />
estaba agradecido por el empleo.<br />
Quería mantenerme sobrio y<br />
tomar buenas decisiones, de verdad.<br />
Pero como vuelve el perro a<br />
su vómito (Proverbios 26:11), a la<br />
larga retomé el licor. Simplemente<br />
no sabía qué hacer con el dolor de<br />
mi corazón y tantas emociones incómodas.<br />
Así que cuando salieron años de sobriedad.<br />
tenía razón. Pronto celebraré 12<br />
a la superficie, busqué la botella Dios ha usado mi pasado de<br />
para que se fueran.<br />
maneras asombrosas. Me ha<br />
Publix se dio cuenta de mis permitido establecer y dirigir<br />
dificultades y me envió a un programa<br />
de asistencia al empleado. ery en prisiones, y fundar un<br />
programas de Celebrate Recov<br />
Allí, descubrí Celebrate Recovery hogar de transición para hombres<br />
(CR). Esa ayuda de 12 pasos propone<br />
abiertamente a Jesucristo Tallahassee, Florida.<br />
llamado The Living Harvest en<br />
como el único poder superior Tomé una capacitación exclusiva<br />
de liderazgo ejecutivo en la<br />
que puede salvar y transformar<br />
una vida.<br />
ciudad de Nueva York y participé<br />
en reuniones de reforma del<br />
A través de este programa,<br />
entendí que aunque en prisión sistema penal en la Casa Blanca.<br />
había profesado creer en Jesús, Incluso he recibido reconocimientos<br />
de la gobernación de<br />
no le había entregado mi vida.<br />
Aún dudaba de Su amor incondicional<br />
hacia mí, y eso me hacía ¡Y todo eso sucedió antes de que<br />
Florida por mi servicio público.<br />
inconstante en todos mis caminos pudiera volver conducir! Nuestras<br />
incapacidades y defectos no<br />
(Santiago 1: 6–8).<br />
Sin embargo, mi fe se consolidó son obstáculos para Dios.<br />
después de conocer a Lonny, mi En marzo de 2021, la organización<br />
Prison Fellowship me<br />
tutor de CR. Su creencia en Dios<br />
era tan auténtica y atrayente. contrató como enlace de recursos<br />
de capellán. En el momento<br />
Durante años, nos reunimos todos<br />
los domingos a las siete de perfecto de Dios, pude recuperar<br />
la mañana en su casa. No era cómodo,<br />
especialmente porque yo der aceptar el puesto. Después de<br />
mi licencia de conducir para po<br />
andaba en motocicleta, pero era 21 años de restricciones, ahora<br />
necesario si quería cambiar. puedo viajar a cualquier lugar<br />
Poco a poco, comencé a soltar de Estados Unidos, alquilar un<br />
los controles de mi vida y a entregar<br />
los pedazos de mi corazón a siones y reuniones. A Dios sea la<br />
automóvil, y desplazarme a pri<br />
Jesús. A través del Señor, encontré<br />
la sanación que necesitaba El Señor de verdad ayuda a<br />
gloria (Isaías 26:12).<br />
mientras Él cubría con vendas quienes lo buscan. No importa<br />
mis heri das (Salmo 147:3) y me qué edad tenga usted o cuántas<br />
daba la capacidad de cambiar veces lo haya intentado y fraca sado<br />
o lo poco o mucho que tenga,<br />
(Filipenses 2:13; 4:13).<br />
Desde el principio Lonny me Dios todavía puede hacerle un<br />
dijo: “Dale, si te levantas, te vistes camino. No es demasiado tarde.<br />
bien, te presentas y sigues haciendo<br />
lo correcto, y si le pides a Dios inténtelo de nuevo. Dios no se ha<br />
Tome Su mano, levántese e<br />
que te guíe, le entregas tu vida dado por vencido con usted. Así<br />
a diario y sirves a los demás, el que no lo haga usted. Hágalo su<br />
Señor te bendecirá”. Tomé en serio<br />
sus palabras y le demostré que límites (Mateo 19:26).<br />
poder superior. Con Él, no hay<br />
DALE WHITE es el fundador de Living Harvest, una organización de recuperación<br />
cristiana posterior a la excarcelación. También se desempeña como enlace de<br />
recursos de capellán para Prison Fellowship, ha participado en un comité ejecutivo<br />
del Departamento de Correccionales de Florida y es representante de Celebrate<br />
Recovery Inside State por Florida.<br />
12s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Hay algo<br />
podrido<br />
POR CHRISTINA KIMBREL<br />
“HAY ALGO PODRIDO AQUÍ”, se quejó mi esposo con las dos<br />
puertas del refrigerador abiertas de par en par. Un olor horrible flotaba<br />
en el aire. Tenía razón. Algo se había dañado en algún punto de<br />
las profundidades de ese aparato. Tenía que encontrarlo y tirarlo a<br />
la basura, pero revisar para buscar la fuente del hedor tomaría más<br />
tiempo del que tenía. Así que no me ocupé de eso al principio.<br />
Sin embargo, después de un par de días de casi caer noqueados<br />
cada vez que abríamos el refrigerador, ya no podía posponerlo. Decidí<br />
subirme las mangas e investigar.<br />
Uno por uno, saqué contenedores y bolsas de plástico llenos de<br />
sobras que alguien había guardado para su uso posterior. La mayoría<br />
de los productos tenían solo unos días y pasaron fácilmente la prueba<br />
del olfato.<br />
Finalmente, hallé al culpable. Allí, en el rincón más alejado del<br />
estante inferior, había un recipiente de comida para llevar de un<br />
restaurante chino. Esa carne de res con brócoli de hacía una<br />
semana prácticamente me lanzó un golpe al abrir el envase.<br />
Lo llevé a la basura, aliviada de haber hallado el origen del<br />
hedor, pero me asombró ver como un pequeño envase de<br />
comida para llevar dañada podía hacer que todo apestara.<br />
Decidí prestar más atención a lo que almacenaba y limpiar<br />
con más frecuencia.<br />
Cuando devolví lo demás a su lugar, se me ocurrió que<br />
mi corazón es como un refrigerador. Es el hogar de todas<br />
mis emociones, sentimientos, deseos y motivos. Así como<br />
tengo que ser consciente de la comida que se acumula, debo<br />
cuidar lo que dejo apilarse en los compartimentos de mi<br />
alma (Proverbios 4:23).<br />
Si permito que las cosas equivocadas se queden, mis pensamientos<br />
se echarán a perder al igual que esas sobras. En<br />
poco tiempo, el hedor del pecado impregnará mi vida. Las<br />
Pídale al<br />
Espíritu<br />
Santo que<br />
examine<br />
su corazón<br />
y realice<br />
limpiezas<br />
regulares y<br />
minuciosas.<br />
¿Qué se esconde en su corazón con la posibilidad de<br />
pudrirse? ¿Qué cosa dolorosa está evitando? Tal vez<br />
es algo que quería enfrentar, pero la vida se interpuso<br />
y se olvidó de eso.<br />
Sea lo que sea, un trauma pasado, algo no perdonado<br />
o la ira, no lo evite por más tiempo. Una vez que<br />
ese asunto del corazón comience a descomponerse,<br />
apestará, al igual que ese recipiente de carne y brócoli<br />
comprado una semana antes.<br />
Si ha recibido a Jesucristo como su Salvador, entonces<br />
Él le ha limpiado el corazón de su naturaleza<br />
pecaminosa. Jesús hizo el trabajo duro cuando de<br />
modo voluntario dio Su vida para que le perdonaran<br />
a usted sus pecados. Lo único que tiene que hacer es<br />
cuidar ese corazón permaneciendo cerca de Dios y<br />
personas a las que importo hasta podrían señalar que se está haciendo buscándolo a través de Su Palabra y oración.<br />
desagradable estar cerca de mí. Y una vez que he notado eso, no puedo Invite al Espíritu Santo a examinar su corazón. Pídale que haga<br />
ignorarlo sin arriesgarme a ser ofensivo a Dios.<br />
limpiezas regulares y minuciosas. Pídale que elimine las cosas que<br />
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de le impidan cumplir el propósito de Dios para su vida.<br />
mi espíritu” (Salmo 51:10 NVI). Susurro estas palabras al Señor en Reflejará a Cristo más claramente ante aquellos con quienes se<br />
oración casi a diario. Le pido que señale las áreas de mi corazón que encuentre, y llevará el aroma fragante y agradable que Dios creó para<br />
necesitan Su atención (Salmo 139:23–24). Dios es leal y siempre me usted (2 Corintios 2:15).<br />
responde con gracia, misericordia y corrección amable justo en lo<br />
CHRISTINA KIMBREL es la gerente de producción de VL. Tras pasar por la cárcel,<br />
que necesito (Proverbios 3:12). El arrepentimiento es tranquilizante ahora lleva esperanza a quienes están presos de sus circunstancias pasadas o<br />
para un corazón que necesita una buena limpieza.<br />
presentes, compartiendo el mensaje de sanación que encontró en Jesús.<br />
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Número 03 / <strong>2023</strong><br />
13s
Fe inquebrantable<br />
en circunstancias inimaginables<br />
LA HISTORIA DE CAROL KENT<br />
El timbre del teléfono me despertó. Eran<br />
las 12:35 a. m. ¿Quién llamaría a esa hora?<br />
Entrecerré los ojos cuando mi esposo<br />
encen dió la luz y buscó el aparato en la<br />
mesita de noche. La mirada de dolor en<br />
el rostro de Gene dejó en claro que recibía<br />
noticias alarmantes.<br />
Se quitó el teléfono de la oreja y se atragantó: “Arrestaron<br />
a Jason por el asesinato del primer esposo de su esposa. Está<br />
en la cárcel de Orlando”.<br />
Traté de levantarme de la cama, pero me flaquearon las<br />
piernas. Las náuseas se apoderaron de mí. Sentía que todo<br />
se movía en cámara lenta. Nunca había estado en shock.<br />
Sin fuerza, mareada, tuve que recordarme que debía<br />
respirar. Pensamientos confusos se arremolinaron en<br />
mi cabeza: Esto tiene que ser un error. Tal vez estoy soñando.<br />
Eso es todo. Es solo un horrible sueño. Jason no es capaz de<br />
quitarle la vida a alguien, y menos en un acto premeditado<br />
de violencia. Mi hijo es un cristiano activo. Es graduado de la<br />
Academia Naval de los Estados Unidos. Defiende a los ciudadanos<br />
estadounidenses; no los destruye. Voy a volver a dormirme.<br />
Cuando me despierte, todo estará bien.<br />
14s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO DE ANDY GLOGOWER PHOTOGRAPHY<br />
Todavía al teléfono, Gene trataba de calmar a nuestra<br />
nuera, incluso procesando aún sus propias emociones.<br />
Cuántas preguntas pasaban por nuestras mentes. ¿Cómo?<br />
¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Fue un accidente? ¿Fue en defensa propia?<br />
Tambaleándome, llegué a mi oficina y llamé a la cárcel<br />
local para ver si lo habían llevado a esa instalación. La mujer<br />
que contestó fue descortés: “Señora, no tenemos a nadie<br />
llamado Jason Kent. Su hijo no está aquí”.<br />
Por unos momentos, regresó la esperanza. Pero en una<br />
hora, otra llamada confirmó nuestros peores temores. Jason<br />
Paul Kent, nuestro único hijo, estaba encerrado en la cárcel<br />
en Orlando. Estaba detenido sin fianza por el peor cargo<br />
penal que pueda haber: asesinato agravado.<br />
Las siguientes horas fueron una mezcla confusa de lágrimas,<br />
pánico, miedo y actividad errática. Gene y yo nos<br />
abrazábamos y llorábamos. Éramos padres atrapados en<br />
nuestra peor pesadilla.<br />
Había sido un placer criar a Jason y lo amábamos profundamente.<br />
Era un joven centrado, disciplinado, compasivo,<br />
dinámico y alentador que quería vivir por cosas que contaran.<br />
Se había dedicado a servir a su Dios y su país a través<br />
del servicio militar en la Marina de los Estados Unidos.<br />
Cuando lo inimaginable rugió en nuestras vidas, los<br />
sueños que teníamos para nuestro único hijo se derrumbaron<br />
y se hicieron añicos.<br />
A medida que se sabían los hechos el caso, nos enteramos<br />
de que Jason y su esposa habían presentado múltiples<br />
denuncias de abuso contra sus hijos por parte del primer<br />
cónyuge de ella. En este momento las hijastras de Jason<br />
recibían visitas supervisadas de su padre biológico, pero<br />
él quería encuentros a solas.<br />
Jason y su esposa habían documentado de manera extensa<br />
los problemas de abuso y habían llevado el expediente<br />
a un abogado. Pero les dijeron que, en una escala del uno<br />
al diez, solo tenían un ocho en episodios demostrables. Lo<br />
más probable era que no bastara para mantener la supervisión.<br />
La noticia destrozó a nuestro hijo hasta que hizo lo<br />
impensable: asesinó al hombre en cuestión.<br />
Nos afligió lo que Jason había hecho y el impacto que<br />
causaría en los familiares del difunto. Mientras nosotros<br />
nos preparábamos para un juicio por asesinato agravado,<br />
ellos lo hacían para un funeral. Todos experimentábamos<br />
una profunda tristeza; el crimen afecta a muchas personas<br />
y tiene repercusiones de por vida.<br />
Durante los siguientes años, Gene y yo nos encontramos<br />
emocional, financiera y espiritualmente devastados.<br />
Queríamos escondernos, pero nuestros amigos se<br />
mantuvieron a nuestro lado. Sacaban un boletín mensual<br />
por correo electrónico en el que se enumeraba nuestras<br />
necesidades materiales e intereses de oración. Nos con<br />
vertimos en receptores de un generoso amor a medida que<br />
una creciente lista de personas actuaba como las manos<br />
y pies de Jesús en nuestro momento de urgencia. Nunca<br />
habíamos estado tan necesitados, pero nunca nos habíamos<br />
sentido tan amados.<br />
Nuestros amigos nos ayudaron a soportar dos años y medio,<br />
y siete aplazamientos del juicio de nuestro hijo. Cuando<br />
finalmente tuvo lugar, Jason fue declarado culpable de ase sinato<br />
agravado y condenado a cadena perpetua sin posibilidad<br />
de libertad condicional. Al momento de escribirse este artículo,<br />
se han agotado todos los recursos de apelación, tanto<br />
a nivel estadal como federal.<br />
Mi hijo ahora dice que había idealizado su capacidad de<br />
rescatar a sus hijastras en lugar de enseñarles a llamar al<br />
servicio de emergencias, pedir ayuda a gritos y huir del<br />
peligro. Como consecuencia, Jason tomó la decisión más<br />
terrible que se le ocurrió, no solo para la víctima y su familia,<br />
sino también para sus propios seres queridos.<br />
Sea cual sea la elección equivocada,<br />
Dios puede redimirla.<br />
Pero sea cual sea la elección equivocada, Dios puede redimirla.<br />
En Su gran operación redentora de recuperación de<br />
chatarra, extrae algo valioso incluso del deshecho más roído.<br />
Esa es la promesa de Romanos 8:28: “Sabemos que Dios<br />
Arr.: Gene, Carol y su hijo, Jason, se han reunido regularmente<br />
desde la condena de Jason hace más de 23 años.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
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15s
dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los<br />
que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (NVI).<br />
Como líderes de ministerio, Gene y yo conocíamos bien este<br />
versículo. Ahora teníamos que creer en la palabra de Dios.<br />
Rápidamente nos dimos cuenta de que el proceso de Dios<br />
de “hacer las cosas para nuestro bien” es doloroso. Hubo momentos<br />
en que, como dice Pablo en 2 Corintios 1:8, “estábamos<br />
tan agobiados bajo tanta presión” (NVI). Nos sentíamos<br />
aplastados y sin la esperanza de salir con vida.<br />
Sin embargo, la magnitud de nuestra situación, como pasó<br />
con Pablo, nos enseñó a dejar de depender de nosotros mismos<br />
y a confiar solo en Dios. Todos los días, teníamos que<br />
luchar contra el impulso de controlar lo que pasaba. Poner<br />
a Jason a los pies del Señor fue fácil. Dejarlo allí, no.<br />
Aun así, sabíamos que solo Dios podía resolver este lío. Le<br />
abríamos por completo nuestros corazones a diario. Yo hallaba<br />
consuelo en el Salmo 38:9, que dice: “Ante ti, Señor, están<br />
todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos” (NVI).<br />
Daban vueltas en mi espíritu tantas preguntas. Señor, ¿por<br />
qué no le pinchaste un neumático a Jason antes de que llegara<br />
a ese estacionamiento y apretara el gatillo? Sabes que tenía el<br />
corazón puesto en la protección de sus hijastras.<br />
El dolor se cernía sobre nosotros como una nube pesada.<br />
Solo nuestra fe en Dios, Su gracia y el amor de los demás nos<br />
mantuvieron en pie.<br />
Muchas personas que se enteraron del arresto de Jason nos<br />
enviaban tarjetas. La mayoría eran de simpatía, de las que<br />
uno recibe cuando se le muere alguien. Buscaban las palabras<br />
apropiadas, pero las compañías no venden tarjetas para<br />
padres cuyos hijos están prisioneros por asesinato.<br />
Uno de mis amigos nos sorprendió con una tarjeta humorística.<br />
Decía: “Las células cerebrales van y vienen, pero<br />
las de grasa son permanentes”. Me quedé atónita cuando me<br />
oí reír a carcajadas. Había pensado que nunca lo volvería a<br />
hacer. Pero en ese momento, me sentí viva.<br />
Me di cuenta de que si Gene y yo no buscábamos en este<br />
viaje bocanadas ocasionales de alegría, nos aplastaría su<br />
peso.<br />
Al principio reír se sentía extraño, incluso mal. Pero con<br />
el tiempo, aprendimos a no sentirnos culpables por esos<br />
instantes más ligeros. Nos acordamos de Juan 10:10 (NVI),<br />
en el que Jesús dice: “Yo he venido para que tengan vida, y<br />
la tengan en abundancia”.<br />
Memorizamos ese versículo y a diario nos recordábamos<br />
que Jesús deseaba que eligiéramos la vida. Dios no tenía la<br />
intención de que la acción de nuestro hijo fuera el fin de la<br />
historia de nadie. Seguía habiendo un propósito para todos<br />
nosotros si creíamos en Él. Sin embargo, esa confianza en<br />
el Señor requeriría saltos de fe que nos hacían vulnerables<br />
a los juicios de los demás.<br />
Al principio, la mayoría de las personas que conocían<br />
nuestra historia vivían en Florida, donde había ocurrido<br />
el crimen. Gene y yo vivíamos a 1600 kilómetros de distancia<br />
en Michigan y eso nos proporcionaba un respiro<br />
temporal...Pero pronto llegó la noticia.<br />
Una vez que el periódico local hizo la conexión, un titular<br />
impactante informó a toda la comunidad de nuestra<br />
dolorosa situación: “Jason Kent, hijo de Gene y Carol Kent,<br />
arrestado por asesinato”.<br />
El momento no podía ser peor. Tenía una cita en la peluquería<br />
al día siguiente. Todo mi ser deseaba cancelar y<br />
evitar los juicios de todas esas mujeres del salón. Pero<br />
sabía que si alguna vez volvía a llevar la cabeza erguida,<br />
tenía que ser ese día. De lo contrario, nunca encontraría<br />
el coraje para enfrentar al mundo.<br />
La conversación cesó en cuanto entré por las puertas de<br />
ese lugar. Casi podía escuchar los pensamientos arremolinándose<br />
bajo esos secadores: “¡Ay, no! Ahí está la madre<br />
del asesino”. “No puedo creer que esté en público. ¡Tiene<br />
que darle vergüenza!”. “¿Hago contacto visual?”. Era un<br />
momento incómodo para todos.<br />
Quería dar la vuelta y correr, pero Azam, una amiga iraní<br />
que trabajaba allí, vino en mi ayuda. Sintiendo mi dolor,<br />
me tomó de las manos y me llevó a una sala privada en la<br />
parte de atrás.<br />
Allí, puso sus brazos a mi alrededor de mí y dijo: “Lamento<br />
mucho lo que sucedió. Estoy orando por ti, tu esposo y tu<br />
hijo”. Luego señaló la pared que nos separaba de las otras<br />
mujeres. “No te preocupes por ellas”, me dijo. “Encontrarán<br />
a alguien más de quien hablar la próxima semana”. Y así fue.<br />
Mantener la frente en alto después de una experiencia<br />
devastadora no era fácil. Tenía que ser fuerte y valiente,<br />
y confiar en que Dios estaba conmigo. (Ver Josué 1:9;<br />
Carol es autora de<br />
exitosos libros, como<br />
When I Lay My Isaac<br />
Down y Between a Rock<br />
and a Grace Place, que<br />
incluye cartas de su<br />
hijo, quien paga cadena<br />
perpetua.<br />
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Voy a dejar de esconderme tras una falsa vergüenza y voy a<br />
decirle a la gente lo que nos ha ocurrido y cómo Dios nos ha<br />
ayudado a llevarlo. Quiero dar a los demás esperanza como<br />
usted me la ha dado a mí”. (Ver 2 Corintios 1:3–7.)<br />
Como escribí en mi libro, When I Lay My Isaac Down, “antes<br />
me preguntaba qué podía tener de positivo recordar los detalles<br />
y revivir el dolor de un episodio no deseado. Pero he<br />
descubierto que se libera una fuerza tremenda cuando nos<br />
atrevemos a hablar y comunicar nuestros relatos personales.<br />
¿Qué conlleva una historia? La oportunidad de dar esperanza<br />
a alguien más. Al hacerlo, recordamos a los otros que<br />
la vida es un viaje impredecible para todos”.<br />
Mediante nuestra experiencia, Gene y yo hemos aprendido<br />
sobre las necesidades de los reclusos y sus familias, un<br />
grupo en el que nunca habíamos pensado antes del arresto<br />
de Jason. Ahora somos parte de ese mundo y hemos podido<br />
usar nuestra travesía para la gloria de Dios.<br />
Dado que en Estados Unidos hay más de 2,2 millones de<br />
personas en prisión, Gene y yo hicimos una lluvia de ideas en<br />
oración sobre formas prácticas de hacer ministerio para personas<br />
cuyas vidas, como la nuestra, habían tomado rumbos<br />
Cuando nos concentramos en las<br />
necesidades de los demás, nuestros<br />
problemas parecen mucho<br />
menos fuertes y la depresión no<br />
nos quita la esperanza.<br />
Arr. súp.: Carol y su<br />
hermana, Paula,<br />
fotografiadas con<br />
“Cajas de esperanza”,<br />
una iniciativa de<br />
Speak Up for Hope.<br />
Miles de estas cajas se<br />
entregan a madres y<br />
esposas de reclusos en<br />
todo Estados Unidos.<br />
Arr. inf.: Carol es una<br />
oradora cristiana muy<br />
respetada y solicitada.<br />
Enseñando aquí en la<br />
Extraordinary Women’s<br />
Conference.<br />
Proverbios 3:5–6.) No podía permitir que la sensación<br />
de incomodidad y falsa vergüenza por los errores de mi<br />
hijo me impidieran vivir.<br />
Gene y yo estuvimos de acuerdo en que necesitábamos<br />
abrirnos y ser sinceros sobre la experiencia de nuestra familia,<br />
a pesar de que ese grado de franqueza sería difícil.<br />
Algunos nos censuraron por hablar sobre nuestra vivencia,<br />
pero por cada crítica, ha habido nueve personas que<br />
han dicho: “Gracias por ser auténticos y compartir lo<br />
que les pasó”. Muchas nos preguntan luego si pueden<br />
compartir sus historias con nosotros.<br />
Una mujer me contó que su esposo llevaba 18 años<br />
en prisión y que lo liberarían en un mes. Le pregunté<br />
si volvería a casa a vivir con ella y respondió: “Vamos<br />
a intentarlo”.<br />
Después se paró derecha y dijo con confianza: “Hoy,<br />
usted me ha dado la valentía para narrar mi historia.<br />
inesperados. Un año después del juicio de Jason, fundamos<br />
Speak Up for Hope, una organización sin fines de lucro para<br />
todo el país que brinda esperanza a los reclusos y sus familias<br />
proporcionando aliento y recursos. Esta labor les ha dado<br />
significado a nuestras vidas durante nuestra odisea.<br />
Optar por una acción decidida en medio de circunstancias<br />
desesperadas fue quizás nuestro paso más importante en esta<br />
experiencia. Cuando nos concentramos en las necesidades<br />
de los demás, nuestros problemas parecen mucho menos<br />
fuertes y la depresión no nos quita la esperanza. Cuanto<br />
más tomamos parte en ayudar a los demás, mayor alegría<br />
experimentamos.<br />
Han pasado 23 años desde que Jason recibió su sentencia.<br />
Como madre de un condenado a cadena perpetua, no<br />
obstante mi profundo pesar por el crimen de mi hijo y sus<br />
consecuencias, agradezco que esté viviendo para el Señor<br />
en un lugar insospechado.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
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17s
Izq.: Carol y Gene se recuerdan a diario<br />
que Dios quiere que experimenten la<br />
alegría, la risa y la paz.<br />
Dios ha usado poderosamente a Jason en las<br />
últimas dos décadas. Ha orientado a cientos<br />
de reclusos en el curso “Financial Peace University”<br />
(la Universidad de la Paz Financiera)<br />
de Dave Ramsey. Ha sido mentor de otros, ha<br />
dado clases en programas de reinserción social,<br />
y ha utilizado su cristianismo y habilidades<br />
de liderazgo para disipar tensiones y brindar<br />
paz en situaciones que solo el Espíritu Santo<br />
puede solucionar.<br />
Le pregunté cómo evita que la depresión lo<br />
FOTO DE ANDY GLOGOWER PHOTOGRAPHY<br />
Confiar en Dios requeriría saltos<br />
de fe que nos hacían vulnerables<br />
a los juicios de los demás.<br />
Desde el principio, Jason tuvo conciencia del dolor indescriptible<br />
que sus acciones habían infligido a la familia de su<br />
víctima y de la imposibilidad de restaurar la vida que tomó.<br />
Le pidió a Dios perdonarle su pecado de asesinato.<br />
También pidió perdón al padre de su víctima. Nunca ha<br />
recibido respuesta, lo cual ha sido difícil pero comprensible.<br />
Afortunadamente, la gracia de Dios perdona incluso la<br />
decisión más devastadora (1 Juan 1:9).<br />
A Jason le tomó tiempo aceptar por completo el perdón de<br />
Dios. Solo cuando lo hizo pudo experimentar la redención<br />
que nace de un profundo pesar por obrar mal, un desmoronamiento<br />
total y un reconocimiento de la incapacidad para<br />
arreglar algo sin intervención divina. Jason sabe que nunca<br />
podrá enmendar nada, pero se ha comprometido a vivir el<br />
resto de su vida para el Señor.<br />
domine y respondió: “Mamá, tengo una lista<br />
de cosas que agradecer. Cuando siento que no<br />
puedo seguir, enumero todo por lo que estoy<br />
agradecido, como tener padres que abogan por<br />
mí, y familiares y amigos que ponen fondos en<br />
mi cuenta de recluso que luego puedo compartir<br />
con quienes no tienen nada”. Luego hizo<br />
una pausa y dijo: “Y estoy agradecido de tener<br />
oportunidades de hacer ministerio a diario en<br />
un complejo que alberga hasta mil seiscientos reclusos”.<br />
Agradecer, reír, vivir, servir ,y estar dispuestos a ser vulnerables<br />
y auténticos ha evitado que a nuestra familia la derroten<br />
las circunstancias. Además, le ha dado sentido a nuestro dolor.<br />
También en su dolor puede haber un propósito. Elija tener<br />
una fe inquebrantable en su circunstancia inimaginable. La<br />
vida no se ha terminado. Hay esperanza para usted y su familia.<br />
Cristo es su esperanza. Y como promete Romanos 5:5,<br />
esa esperanza nunca lo defraudará.<br />
CAROL KENT es la fundadora y directora ejecutiva de Speak Up<br />
Ministries, una organización multifacética que enseña a oradores,<br />
escritores y líderes cristianos a comunicarse. Carol y su esposo, Gene,<br />
fundaron la organización sin fines de lucro Speak Up for Hope para<br />
proporcionar recursos a los reclusos y sus familias. Para obtener más<br />
información, visite speakupministries.com y speakupforhope.org.<br />
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VIDAS TRANSFORMADAS<br />
PÁGINA EN<br />
BLANCO<br />
POR SHERIDAN CORREA<br />
UN TRIBUNAL PUEDE SER UN lugar aterrador.<br />
Siendo un adicto que con frecuencia tomó<br />
decisiones destructivas, sé lo que se siente estar<br />
ante un juez con el destino colgando de un<br />
hilo. Experimentaba tanta ansiedad, miedo y<br />
preocupación.<br />
Pasé años entrando y saliendo de la cárcel<br />
sin ver la necesidad de Dios. En mi mente, yo<br />
era Dios. Me esforzaba por tratar de controlar<br />
todo y a todos. Juzgaba con dureza y amaba con<br />
condiciones. Si haces algo por mí, yo hago algo<br />
por ti. Si me amas, yo te amo. Así era mi vida.<br />
Todos nacemos con una naturaleza pecaminosa<br />
que puede conducirnos al orgullo y la<br />
rebeldía. Algunas personas, al igual que yo,<br />
se aferran a esa forma de ser pecaminosa, y<br />
se oponen deliberadamente a Dios y cualquier<br />
forma de autoridad. Sin embargo, tiene un alto<br />
precio decidir convertirse en enemigo de Dios.<br />
El castigo por el pecado es la muerte, separarse<br />
eternamente de Él (Romanos 6:23).<br />
Pero la muerte no tiene que ser nuestro<br />
destino. Es cierto que nacemos en el pecado y<br />
tenemos una naturaleza que lo busca. También<br />
es verdadero que, sin importar nuestros esfuerzos,<br />
no podemos cambiar ese hecho. Solo la fe<br />
en Jesucristo puede cambiar nuestro futuro.<br />
Jesús nos da esperanza. Romanos 4:25 señala<br />
que Jesús fue “entregado a la muerte por<br />
causa de nuestros pecados, y resucitado para<br />
hacernos justos a los ojos de Dios” (NTV).<br />
Romanos 5:10 nos enseña que cuando<br />
éramos Su enemigo, Dios nos reconcilió<br />
consigo mismo a través de la muerte de Su<br />
Hijo. Dios, en Su amor, bondad y compasión,<br />
creó una salida para la sentencia de muerte<br />
del pecado. Jesús dio Su vida de manera<br />
volun taria al tomar nuestro lugar en la cruz<br />
y canceló así nuestra deuda de pecado para<br />
siempre…la pasada, la presente y la futura.<br />
Me gusta imaginarlo de esta manera:<br />
us ted y yo estamos parados en una corte<br />
celestial con Dios como juez. Somos culpables.<br />
Pueden darnos pena de muerte. Pero<br />
justo antes de que Dios anuncie nuestro<br />
destino, Jesús entra y le dice al juez: “Déjalos<br />
ir. Yo morí en su lugar”.<br />
El mazo celestial cae con un sonido atronador<br />
cuando Dios acepta la sentencia y<br />
da el fallo. “Están en libertad de marcharse”,<br />
indica. “Jesús ha tomado su lugar y ha<br />
limpiado su historial. Por la presente se les<br />
declara inocentes de todos los cargos desde<br />
este día en adelante”.<br />
¿Le parece demasiado bueno para ser<br />
verdad? No lo es. Es justo lo que hizo Jesús<br />
por nosotros (2 Corintios 5:21). Todo lo que<br />
usted debe hacer para recibir Su ofrenda y<br />
escapar de la pena de muerte del pecado<br />
es creer y aceptar que Jesús pagó el precio<br />
por sus faltas y lo purificó (Romanos 10: 9).<br />
¿Sabía que cuando Jesús murió, le dio a<br />
usted una nueva identidad? Ya no es la misma<br />
persona. Y como es otro ser, se le da un<br />
pasado limpio. Ya no es lo que o quien solía ser.<br />
Dios ya no ve a esa persona (Salmo 32:1–2). Su<br />
pecado pasado ya no es un problema para Él.<br />
Además de darle una página en blanco, Jesús<br />
elimina el poder del pecado sobre usted. Gracias<br />
a Él, está libre de la esclavitud que era<br />
parte de su pasado. El pecado ya no se apodera<br />
de usted. El Espíritu de Dios vive en su interior<br />
para darle la victoria sobre todos esos hábitos<br />
y vicios anteriores. (Ver Romanos 6–8.)<br />
Comprender estas verdades es vital para<br />
llevar una vida transformada. Satanás todavía<br />
le recordará sus faltas, defectos y fracasos.<br />
Señalará sus debilidades y le dirá cuán indigno<br />
es del pago de Jesús por su pecado. Pero adivine<br />
qué. ¡No tiene que escucharlo! No cambie<br />
la verdad y el amor de Dios por las mentiras<br />
de Satanás (Romanos 1:25).<br />
A usted lo rectificaron con Dios cuando puso<br />
su confianza en Jesús (Romanos 3:22). Él hizo<br />
eso por usted, y nada de lo que haga cambiará<br />
esa verdad. Reciba Su ofrenda de perdón hoy.<br />
Dígale, con profundo aprecio: “¡Gracias, Señor!”<br />
Y luego vaya a llevar una vida de gratitud<br />
en Él.<br />
SHERIDAN CORREA es consejera bíblica y tiene<br />
estudios sobre la atención integral basada en el<br />
trauma. Está casada, es mamá de dos adolescentes,<br />
cantante y una corredora entusiasta, cuya vida Jesús<br />
ha cambiado radicalmente. Se unió a la familia de<br />
Victorious Living en 2022 como administradora de<br />
nuestras redes sociales.<br />
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19s
Convertirse<br />
en una<br />
persona de<br />
victoria<br />
LA HISTORIA DE NICOLE DYSON<br />
ecir que yo era la niña de<br />
los ojos de mis padres y<br />
mis abuelos sería quedarse<br />
corto. Me prodigaron a mí, su única hija y nieta,<br />
amor, atención y aliento. Me proporcionaron<br />
todo lo que necesitaba y quería. Incluso tuve<br />
un pony llamado Sueño de Nicole.<br />
Ojalá pudiera decir que aproveché esas bendiciones<br />
para cambiar el mundo, pero no fue<br />
así. Prefería interesarme en mis deseos antes<br />
que pensar en lo que le sucedía a los demás.<br />
Estoy segura de que mis padres esperaban<br />
que saliera de mi fase egocentrista, pero no<br />
lo hice. Solo importaba yo. Siempre. Y seguí<br />
con mi conducta egoísta e indiferente hasta<br />
bien entrada la edad adulta. Como resultado,<br />
lastimé sin querer a muchas personas.<br />
Me convertí en madre a los 19 años. No comprendo<br />
cómo sobrevivimos mi hijo y yo: era<br />
una niña grande que cuidaba a un pequeño. No<br />
tenía idea de lo que hacía. Sin embargo, según<br />
los estándares de todo el mundo, lo estaba haciendo<br />
bien. Tuve éxito en lo financiero y le<br />
di una buena vida a mi hijo...por un tiempo.<br />
Los fines de semana, descansaba de todo<br />
mi arduo trabajo y montaba motocicleta<br />
con mi novio. Me encantaba salir a la carretera<br />
con mi cabello rubio decolorado, que<br />
salía revoloteando de mi casco. Al golpear<br />
mi rostro, el viento me hacía sentir salvaje<br />
y sin responsabilidades. Pensé que había<br />
realizado mis fantasías.<br />
Pero a los 30 años, me encontré en medio<br />
de una investigación judicial. Mi sueño se<br />
había convertido en pesadilla.<br />
Muchas veces he reflexionado sobre<br />
cómo una persona con una vida tan buena<br />
podía terminar en prisión. Mi espíritu rebelde<br />
tiene la culpa. Quería las cosas y ya,<br />
y nunca me importaban las consecuencias.<br />
Era la reina de mi vida y hacerme un trono<br />
era lo único que contaba.<br />
Nunca tocaba el alcohol en días de semana;<br />
me concentraba en el trabajo y mi<br />
hijo. Pero al llegar el fin de semana, salía<br />
mucho. A la larga, el alcohol me llevó a las<br />
drogas duras.<br />
“Está bien”, me decía. “Solo las consumes<br />
por recreación”. Tenía la cabeza tan enterrada<br />
en la arena que no veía el problema que se me<br />
venía encima.<br />
Todo comenzó cuando un traficante local<br />
dio los nombres de sus contactos, que por algún<br />
motivo incluían el mío. A los cuerpos de<br />
seguridad les dio igual que yo fuera “solo” una<br />
consumidora ocasional y que nunca le hubiera<br />
comprado directamente a ese vendedor. Me<br />
hallaron culpable de encubrimiento: sabía de<br />
una actividad criminal y no la había reportado.<br />
Así nada más, perdí mi vida y todas sus comodidades.<br />
La prisión se convirtió en mi hogar<br />
los siguientes trece meses. Nada podía preparar<br />
a esta niña mimada para el impacto de la<br />
vida en la cárcel. No tenía ninguna habilidad<br />
para sobrevivir o hacerle frente a aquello. El<br />
dolor, la ira, la confusión y la desesperación<br />
me asfixiaban a diario.<br />
Lo peor era la noche. Era imposible descansar<br />
con el llanto amortiguado y los gemidos<br />
que inundaban el denso aire del dormitorio.<br />
No paraba de pensar, y si conciliaba el sueño,<br />
era una pesadilla.<br />
El mal acechaba en cada sombra. El miedo<br />
y la soledad eran mis compañeros constantes,<br />
FOTO DE KOURTNEY ROBINSON PHOTOGRAPHY<br />
20s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
y la tristeza se cernía sobre mí como una nube<br />
negra y espesa de fatalidad. La esperanza y la<br />
paz me huían, y me arrastraba sin rumbo hacia<br />
mi fecha de liberación.<br />
Cumplí la mayor parte de mi condena y luego<br />
pasé a una casa de transición. Tras cuatro<br />
meses allí, el FBI me liberó con una sentencia<br />
de varios años de servicio comunitario y libertad<br />
condicional.<br />
Esperaba que volver a casa me quitara las<br />
ideas atormentadas que llenaban mi mente<br />
privada de sueño, pero los terrores nocturnos<br />
continuaron. Me despertaba casi todas las<br />
noches, empapada en sudo y confundiendo<br />
mi cama en casa con la de la prisión.<br />
Desesperada por descansar, comencé a<br />
dormir en mi auto, encerrada en el garaje.<br />
Cuando despertaba allí, enseguida sabía que<br />
estaba en casa y no en prisión.<br />
Cuando mis viejos amigos empezaron a<br />
visitarme, entendí que necesitaba hacer un<br />
cambio o volvería a prisión. Puse un letrero<br />
de venta en el patio, cargué a mi hijo y lo que<br />
podíamos meter en el auto, y me fui. Tiré mi<br />
celular con todos mis contactos por la ventana<br />
en la carretera y nunca miré hacia atrás.<br />
Mi primera parada fue el suroeste de Florida,<br />
donde viví con mi madre hasta que pude<br />
levantarme. Al poco tiempo, un amigo me invitó<br />
a la Iglesia. ¡No, gracias! De niña, había ido<br />
a una escuela religiosa e imaginaba que Dios<br />
era un hombre enojado que me colgaba sobre<br />
el infierno, esperando a que me equivocara. No<br />
quería tener nada que ver con Él.<br />
No recuerdo haber aceptado, pero de algún<br />
modo terminé en la iglesia de mi amigo. Mi<br />
duro corazón se ablandó cuando escuché de<br />
las promesas y el amor de Dios hacia mí y la<br />
libertad que podía tener en Jesús. Es verdad:<br />
“La fe viene como resultado de oír el mensaje”<br />
(Romanos 10:17 NVI). Ante el poder radiante<br />
de Jesucristo, sentí una esperanza real por<br />
primera vez.<br />
Seguí yendo a la iglesia con mi amigo, pero<br />
pasaron seis semanas antes de que pudiera<br />
escuchar todo un sermón. Las emociones me<br />
abrumaban y salía corriendo hacia el baño de<br />
la iglesia o al estacionamiento a llorar. No podía<br />
entender qué me pasaba. Nunca había sido<br />
dada al llanto, pero ahora me desmoronaba.<br />
El día en que por fin llegué al final de un sermón,<br />
sentí cada palabra del pastor. Estaba bajo<br />
el poder del Espíritu Santo y sabía que esas<br />
palabras eran para mí. La bondad de Dios<br />
me llevó al arrepentimiento (Hechos 3:19;<br />
Romanos 2:4), y me entregué a Su amor.<br />
El amor de Dios rompió mi orgullo, ira,<br />
resentimiento, vergüenza y recuerdos<br />
traumáticos. La paz reemplazó al miedo<br />
y el sentido de comunidad alejó la soledad<br />
cuando descubrí mi identidad como Su<br />
hija. Él también me dio un corazón nuevo;<br />
uno que ya no era egoísta (2 Corintios 5:17;<br />
Ezequiel 36:26).<br />
Mi mayor deseo era servir a Aquél que me<br />
perseguía cuando yo aún era un desastre.<br />
La victoria viene<br />
a todo el que se<br />
someta y entregue<br />
su corazón, mente y<br />
voluntad a Dios.<br />
Había hecho las cosas a mi modo por demasiado<br />
tiempo; era hora de bajarme del<br />
trono y dejar que Dios tomara Su asiento.<br />
Me entregué a Jesús y no me hartaba<br />
de la Palabra de Dios.<br />
Una vez que Jesús se convirtió en el Señor<br />
de mi vida, me volví una especie de bebé.<br />
Tuve que aprender a caminar, hablar y actuar<br />
de otra manera. Tuve que aprender a<br />
pensar y tomar decisiones con la mente de<br />
Cristo. No fue fácil.<br />
Desde 2007, mi viaje con el<br />
Señor ha sido como el de Abraham.<br />
En su historia, Dios prometió<br />
abundantes ben diciones,<br />
pero Abraham tuvo que obedecer<br />
lo que Dios le dijo que<br />
hiciera e ir adonde le dijo que<br />
fuera. (Ver Génesis 17:1–25:11.)<br />
Dios me dio las mismas órdenes<br />
de marcha. Al igual que Abraham,<br />
tuve que seguir adelante<br />
Der.: Nicole recibió mucho amor y<br />
atención cuando era niña. En la foto<br />
con su difunta abuela, montando su<br />
pony, Sueño de Nicole.<br />
obedientemente, sin saber adónde me estaba<br />
llevando ni por qué.<br />
No recuerdo que el Señor me llamara a servir<br />
en la cárcel y el ministerio de la prisión. Fue<br />
más como un empujón del Espíritu Santo. La<br />
idea no había cruzado mi mente hasta que vi<br />
un volante en la iglesia que pedía voluntarios<br />
para visitar la cárcel del condado en Navidad.<br />
Estaba sola de vacaciones y necesitaba algo<br />
que hacer. Así que me ofrecí como voluntaria.<br />
Lo siguiente que supe fue que cruzaba las<br />
puertas de la cárcel del condado de Alachua<br />
en Gainesville, Florida. No recuerdo nada<br />
de lo que dije durante los cinco minutos que<br />
compartí mi testimonio, pero nunca olvidaré<br />
lo que sucedió después. Las diez mujeres que<br />
vinieron a nuestro servicio ese día dieron sus<br />
vidas al Señor.<br />
“¿Es esto algo que le interesaría hacer más<br />
a menudo?”, me preguntó otro voluntario.<br />
“Por supuesto que no”, contesté. Y pensé que<br />
lo decía en serio. Me imagino que Dios se rio<br />
mucho de mi respuesta.<br />
Desde ese día, Él hizo que sucedieran cosas<br />
imposibles para una exdelincuente como yo.<br />
La pareja que había estado oficiando fielmente<br />
se fue a servir a otro lugar y me entregó el ministerio<br />
de mujeres de la cárcel del condado<br />
de Alachua.<br />
Jennifer, una de las reclusas, me recordó<br />
la necesidad de servicios como el nuestro en<br />
la cárcel. La iban a transferir al Centro de Recepción<br />
de Mujeres de Florida (FWRC, por su<br />
abreviatura en inglés) y le preocupaba no encontrar<br />
una comunidad cristiana allí.<br />
Habían pasado catorce años desde mi salida<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
21s
Mucha gente supone que<br />
la prisión es suelo infértil,<br />
pero no es así. Es un lugar<br />
donde Dios tiende la<br />
mano a Sus hijos sumidos<br />
en la oscuridad y el dolor.<br />
de prisión y no estaba interesada en regresar,<br />
ni siquiera por una buena razón como esa.<br />
Además, ni siquiera sabía cómo iniciar el<br />
proceso. Así que deseché la idea. Era feliz en<br />
mi ignorancia.<br />
Pero entonces, recibí una carta de Jennifer.<br />
“Querida señorita Nicole”, escribió. “Le<br />
hablé al capellán sobre usted y quiere que lo<br />
llame de inmediato”.<br />
Cada año el equipo de The Jesus Infusion sirve a más<br />
de 3000 reclusas en Florida. Para Nicole y su esposo,<br />
Randy (en la foto de abajo), es un tesoro el tiempo que<br />
pasan con mujeres como las de la foto de arriba en el<br />
Centro de Recepción de Mujeres de Florida Central.<br />
El ministerio en prisión es terreno fértil para el<br />
Evangelio, como lo demuestran los más de 500<br />
bautismos realizados por el equipo de The Jesus<br />
Infusion desde 2015 (últ. abajo).<br />
Marqué el número del capellán, riéndome<br />
de la idea de que autorizaran a una<br />
exdelincuente a entrar a una prisión. Pero<br />
la mano de Dios obraba para ponerme en<br />
el camino misionero para el que me había<br />
preparado toda la vida. Las puertas del<br />
sistema penitenciario se abrieron sorprendentemente<br />
rápido.<br />
Desde el momento en que pasé por las<br />
puertas de la FWRC, me sentí como en<br />
casa. Es que reconocí mi antiguo yo en los<br />
rostros de las personas que tenía enfrente.<br />
Solas. Dolidas. Extraviadas. Humilladas.<br />
Deshechas.<br />
Estas damas necesitaban con desesperación<br />
conocer el amor de su Padre<br />
celestial. Necesitaban saber de Jesús, quien<br />
murió por sus pecados, para tener la vida<br />
eterna y liberarse de las adicciones, los<br />
abusos pasados y otros traumas. También<br />
necesitaban aprender a luchar contra<br />
las fuerzas espirituales que libraban una<br />
gue rra contra sus almas. (Ver 2 Corintios<br />
10:4–5; Efesios 6:10–17.)<br />
Las necesidades de estas mujeres pronto<br />
excedieron mi capacidad y un amigo me sugirió<br />
establecer una organización sin fines<br />
de lucro. El mismo favor del Señor que me<br />
permitió predicar el evangelio en prisión<br />
intervino y me convertí en la fundadora de<br />
The Jesus Infusion.<br />
Desde su creación en 2015, The Jesus<br />
Infusion ha atendido a miles de mujeres<br />
en prisión. Nos encontramos con ellas en<br />
el punto donde está su caminata con Dios y<br />
les mostramos Su gracia. A diario descubren la<br />
libertad y nuevas perspectivas para la vida. El<br />
Espíritu Santo obra a través de nuestros voluntarios<br />
para brindar servicios de capilla, tutoría<br />
y discipulado, clases de destrezas para la vida<br />
y bautismos.<br />
La gente supone que la prisión es suelo infértil,<br />
pero no es así. Es un lugar donde Dios tiende<br />
la mano a Sus hijos sumidos en la oscuridad<br />
y el dolor. Él nos ordena buscarlos e infundir<br />
la luz de Jesús en sus vidas (Isaías 6: 8). Los<br />
reclusos de todo el mundo necesitan saber<br />
que hay esperanza y que el cambio es posible.<br />
Pensé que mi vida había terminado cuando<br />
me arrestaron y me llevaron a prisión. Pero<br />
mire lo que mi Padre celestial me tenía reservado.<br />
Dios transformó a esta mujer una vez<br />
egoísta en una sierva obediente que se interesa<br />
en el bienestar de los demás. Y pensar que podría<br />
haberlo perdido todo, incluso la increíble<br />
bendición de encontrar a mi mejor amigo, esposo<br />
y compañero de ministerio, Randy.<br />
Dios me ha salvado de mí misma y me ha<br />
hecho una persona de victoria. Él me llevó de la<br />
rebeldía a la redención, del egoísmo a la sumisión,<br />
y me ha colocado en la tierra del triunfo.<br />
Usted también puede vivir allí: la victoria<br />
viene a todo el que se someta y entregue su<br />
corazón, mente y voluntad a Dios.<br />
NICOLE DYSON conoce de primera mano la<br />
importancia de ser amada y escuchada. Ella y su<br />
esposo, Randy, tienen el compromiso de infundir el<br />
amor de Jesús en la vida de todos a los que sirven,<br />
tanto dentro como fuera de prisión. Para obtener más<br />
información, visite www.thejesusinfusion.org.<br />
FOTO DE KOURTNEY ROBINSON PHOTOGRAPHY<br />
22s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Dios repara<br />
lo roto<br />
POR AMBER LEASON<br />
FOTO DE ARIZONA PORTRAITS PHOTOGRAPHY LLC<br />
A VECES LA VIDA SENCILLAMENTE es<br />
dura. Todos pasamos por las pérdidas, las dificultades<br />
y la disrupción que causa el dolor,<br />
pero este último año ha sido especialmente<br />
difícil para mi familia.<br />
Las palabras del rey David en el cautiverio<br />
y la desesperación suavizan los golpes de mi<br />
dolor. “Tú llevas la cuenta de todas mis angustias”,<br />
dice, “y has juntado todas mis lágrimas<br />
en tu frasco; has registrado cada una de ellas<br />
en tu libro” (Salmo 56:8 NTV).<br />
Últimamente, mi familia ha quedado atrapada<br />
en un invierno interminable. A veces parece<br />
que la montaña que se eleva ante nosotros se<br />
ha congelado en el tiempo y que el sufrimiento<br />
nunca se desvanecerá. Tal vez usted se sienta<br />
identificado.<br />
Mi amada abuela ha enterrado a sus tres<br />
hijos. Ver su corazón destrozado rompe el mío.<br />
Y recientemente, otro ser querido se despidió<br />
de sus hijos.<br />
La pena no deja de golpear con fuerza y velocidad.<br />
Es inesperada e inoportuna. No dejo de<br />
recordarme a mí misma que Dios está a mi favor<br />
y nada puede separarme de Su amor (Romanos<br />
8:31–38). Pero los días aciagos son muchos.<br />
Además, mi pasado de destrucción y drog<br />
adicción asoma su horrible rostro...de nuevo.<br />
La vergüenza y el arrepentimiento se ciernen<br />
sobre mí para causar más dolor a mi corazón ya<br />
roto. Sin embargo, este sufrimiento me golpea<br />
de manera diferente. A veces me hace dudar del<br />
amor, la gracia y la capacidad de perdón de Dios.<br />
¿Cómo podría un Dios perfecto absolver a<br />
una pecadora como yo, alguien cuyas decisiones<br />
han causado tanto dolor a sus seres<br />
queridos? ¿Por qué me disculparía? Todavía<br />
hay gente en mi vida que no ha podido perdonarme.<br />
Han pasado seis años desde que el<br />
Señor me dio la desintoxicación y aún estoy<br />
excluida de la existencia de esas personas.<br />
ESTE LLANTO NO ES SOLO MÍO. MI CORAZÓN<br />
Y EL DE JESÚS SE ROMPEN JUNTOS.<br />
Este rechazo me recuerda constantemente<br />
y el de Jesús se rompen juntos. Él llora conmi<br />
de las cosas horribles que he hecho. go toda la pérdida y el dolor, aunque yo haya<br />
Y si no me cuido, solo veré mi pasado de causado la mayor parte.<br />
pecado en lugar de la gracia de Dios. Me Sin embargo, Dios me insta a rechazar el<br />
siento indigna.<br />
sufrimiento que pretende el enemigo por el<br />
Sentir que no merezco el amor de Dios ha daño que causé (Génesis 50:20) y a recordar<br />
sido mi mayor dificultad como seguidora de que Su gracia es más grande que cualquier<br />
Cristo. Creo que Jesús murió en la cruz y que pecado. Por un momento, encuentro la paz.<br />
Su sangre lavó mis faltas. Sé que Él pagó con Pero ¿qué pasa con aquellos que no me disculpan?<br />
un gran sacrificio mi pecado (Mateo 26:28).<br />
¿Cómo puedo lograr que me extiendan<br />
Lo triste es que al parecer no puedo hacer el perdón?<br />
que mis creencias bajen de mi cabeza y se Pues, no puedo. Solo Aquél que se inclinó y<br />
asienten en mi corazón.<br />
me sacó del pozo hace seis años puede ablandar<br />
Seguramente esto es obra del enemigo. La<br />
sus corazones (Salmo 40: 2). Debo confiar<br />
vergüenza, la culpa y el remordimiento son en Su tiempo y amor. La Biblia me dice que mi<br />
todas herramientas que usa Satanás para Cristo Jesús está con el Padre en este momento<br />
que solo veamos nuestro pasado y dudemos<br />
intercediendo por mí (Romanos 8:34). Y si<br />
de nuestro valor. Digo esta oración: Dios, usted es Su hijo, Él está allí intercediendo por<br />
ayúdame a aceptar Tu perdón de una vez por usted también.<br />
todas. Ayúdame a poner mi pasado bajo Tu sangre<br />
¿Qué necesita poner al cuidado de Dios?<br />
y mis relaciones rotas en Tus capaces manos. Confíe en Él. Entréguele sus preocupaciones<br />
Lamento esos nexos perdidos. El Señor y acérquese para que Él le vende las heridas<br />
sabe que he tratado de hacer las paces. Pero (Salmo 147:3). “El Señor está cerca de los quebrantados<br />
mis esfuerzos han sido inútiles. La nube de<br />
de corazón, y salva a los de espíritu<br />
dolor sigue haciéndose más grande y oscura abatido” (Salmo 34:18 NVI).<br />
a medida que se afianzan más el rechazo,<br />
el fracaso y la decepción.<br />
Incluso en este momento, caen lágrimas<br />
sobre mi teclado. Pero al verlas, recuerdo<br />
que este llanto no es solo mío. Mi corazón<br />
AMBER LEASON trabaja en educación especial<br />
y disfruta compartir el amor de Jesús con sus<br />
estudiantes. También sirve en Thrive, un ministerio<br />
femenino que propicia un espacio para que las mujeres<br />
se conecten con Dios y se alienten mutuamente en su fe.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
23s
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
Salga de su<br />
escondite<br />
OBRA DE ARTE DE UN MIEMBRO DE LA FAMILIA VL<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
LEER LA BIBLIA ME DA MUCHO ÁNIMO. En sus páginas<br />
encuentro verdad, vida y fuerza. Recientemente, leí la historia<br />
de Gedeón en Jueces 6.<br />
Los israelitas eran el pueblo escogido de Dios, pero estaban<br />
en una situación terrible a causa de su pecado. La Biblia dice<br />
que habían hecho el mal a ojos del Señor al hacer lo que era<br />
correcto a sus propios ojos. Como resultado, Dios permitió<br />
que los madianitas, su acérrimo enemigo, devastaran sus<br />
tierras, destruyeran sus cultivos y mataran su ganado.<br />
Su difícil condición nos recuerda que llevar una vida contraria<br />
a la voluntad de Dios y en procura de deseos propios conduce<br />
a escenarios difíciles, aterradores, estériles y solitarios.<br />
En Jueces 6:11, nos encontramos con Gedeón, que estaba<br />
trillando trigo mientras se escondía en un lagar. El hecho de<br />
que estuviera trillando en un agujero profundo donde generalmente<br />
se extrae el vino muestra cuán asustado estaba.<br />
Esperaba que el enemigo no lo viera y le robara el grano.<br />
Según se narra, el ejército de Madián era tan numeroso<br />
que los israelitas ni siquiera podían contar sus camellos, y<br />
mucho menos a los mismos guerreros. No es de extrañar<br />
que Gedeón se estuviera ocultando.<br />
Y, sin embargo, ese lugar de temor, desesperación y<br />
aislamiento fue exactamente donde el ángel del Señor eligió<br />
aparecérsele a Gedeón. Lo saludó y le planteó una tarea<br />
increíble, del tamaño de Dios: el Señor quería que Gedeón<br />
liberara a los israelitas del puño de su enemigo.<br />
Me encanta el saludo del ángel para Gedeón en Jueces<br />
6:12. La NVI dice: “El Señor está contigo, guerrero valiente”.<br />
24s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
La NTV: “¡Guerrero valiente, el Señor está contigo!” Ahora<br />
recuerde, ¡este “héroe” sentía tanto miedo que se escondía!<br />
El saludo del ángel contiene verdades que pueden cambiar<br />
nuestras vidas. Note cómo, antes de decir cualquier otra cosa,<br />
el ángel se aseguró de que Gedeón supiera que Dios estaba<br />
con él. Pero esas palabras fueron difíciles para Gedeón.<br />
La vida era dura. Nuestro personaje estaba hambriento,<br />
asustado y enfrentaba a un ejército malvado. Su respuesta<br />
en Jueces 6:13 muestra sus dudas: “Pero, señor”, objetó<br />
Gedeón, “si el Señor está con nosotros, ¿Como es que nos<br />
sucede todo esto? ¿Dónde están todas las maravillas que<br />
nos contaban nuestros padres?” (NVI).<br />
Esas eran preguntas osadas para hacérselas a un ángel,<br />
pero Gedeón se sentía abandonado, incluso castigado, por<br />
Dios. ¿Qué había sido de todos esos milagros que, según<br />
le habían contado, Dios solía hacer por los israelitas? No<br />
había visto ni uno. ¿Y ahora ese Dios esperaba que Gedeón<br />
hiciera qué?<br />
¿Alguna vez le ha hecho al Señor preguntas como éstas?<br />
Tal vez haya dicho: “Discúlpame, pero ¿dónde estás, Dios?<br />
¿Dónde están los milagros de los que he oído hablar? ¿Por<br />
qué no me has rescatado a mi familia y a mí? ¿Por qué tenemos<br />
que sufrir tanto?”.<br />
Me gustaría poder responder sus preguntas, lector. Yo<br />
también tengo las mías. Lamentablemente, este pasaje nos<br />
muestra que no siempre obtenemos las respuestas que buscamos.<br />
Así le pasó a Gedeón.<br />
El ángel le contestó con este mandato: “Ve con la fuerza<br />
que tienes, y salvarás a Israel del poder de Madián. Yo soy<br />
quien te envía” (v. 14 NVI).<br />
Mi paráfrasis personal de este versículo es: “Gedeón, no<br />
necesitas entender por qué. Lo único que debes saber es<br />
que yo estoy contigo y te envío. Confía en Mí. Confía en que<br />
en Mí eres lo suficientemente fuerte. Sal del lagar y verás<br />
milagros que nunca habías imaginado. Liderarás a mi pueblo<br />
y derrotarás a tu enemigo. Te usaré para cambiar el mundo”.<br />
En ese momento, Gedeón tenía dos opciones: quedarse<br />
en el lagar, lleno de miedo, duda, confusión y tal vez incluso<br />
ira hacia Dios; o salir del lagar y acompañar al Señor en<br />
una aventura. Nosotros también tenemos esas alternativas.<br />
Por favor, no elija quedarse en el lagar. No permita que<br />
sus preguntas lo alejen de las respuestas que busca. Dios es<br />
la respuesta. No deje que sus dudas le impidan enfrentar lo<br />
que tenga por delante. Cuando sale con Dios a encarar a su<br />
enemigo, empiezan a suceder cosas asombrosas.<br />
El ángel del Señor le recordó a Gedeón que no estaba solo.<br />
También le recordó quién era a los ojos de Dios. Gedeón era<br />
el poderoso héroe de Dios, Su guerrero. Su campeón.<br />
Piénselo: Dios llamó ¡guerrero valiente! a Gedeón, un<br />
hombre que se escondía asustado en un lagar.<br />
Dios siempre nos ve como lo que podemos ser. Él ve al<br />
campeón en cada uno de nosotros.<br />
Pero Gedeón no se sentía un campeón; se sentía un tonto.<br />
“¿Cómo voy a salvar a Israel?”, objetó. “Mi clan es el más<br />
débil de la tribu de Manasés, y yo soy el más insignificante<br />
de mi familia” (Jueces 6:15 NVI).<br />
Seguramente nuestro amigo pensó que Dios tenía al hombre<br />
equivocado, pero el Señor había elegido exactamente<br />
a quien quería usar. Y a través de Gedeón, Dios mostró Su<br />
gloria tanto a Israel como a su enemigo.<br />
A Dios le encanta emplear a las personas que el mundo<br />
dice que son inútiles, personas que tienen miedo y poquísimas<br />
probabilidades (1 Corintios<br />
1:27). Y las usa para cambiar el<br />
mundo.<br />
Gedeón eligió dar un paso adelante<br />
y creer en la palabra de Dios,<br />
pero no fue fácil. De hecho, justo<br />
antes de entrar en batalla, Dios<br />
despojó a Gedeón de todo con lo<br />
que podía haber contado. Envió a casa a la mayor parte del<br />
ejército, junto con sus poderosas armas y astutas estrategias<br />
militares.<br />
Lea Jueces 7:17–25 y sabrá cómo fue derrotado el enemigo<br />
cuando Dios hizo que los madianitas se volvieran unos<br />
contra otros con sus propias espadas mientras Gedeón y<br />
sus 300 hombres tocaban trompetas, rompían cántaros y<br />
agitaban antorchas.<br />
Cuando Dios está de nuestro lado, cuando nosotros<br />
estamos de Su lado, incluso con todas las probabilidades en<br />
contra, no somos derrotados. Incluso cuando hemos perdido<br />
todo lo que el mundo dice que necesitamos para tener<br />
éxito, todavía queda la esperanza. Romanos 8:31 NVI: “¿Qué<br />
diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién<br />
puede estar en contra nuestra?”. Nadie.<br />
Nada puede separarnos de Su amor o Su poder. Nada<br />
puede detener a Dios. No hay enemigo demasiado grande<br />
para Él. Lea Romanos 8:38–39. ¡Con Dios, usted gana!<br />
¿Se oculta usted en el miedo, sintiéndose impotente e<br />
inútil? Entonces es justo a quien Dios quiere invitar a acompañarlo<br />
en una aventura. Tal vez sienta que no tiene nada<br />
que darle al Señor. Está bien, Él solo lo necesita a usted.<br />
¿Se siente débil e indefenso? Use la fuerza que tenga. Eso<br />
es lo único que Dios necesita.<br />
¿El enemigo parece demasiado grande? No se preocupe.<br />
Dios lo es más. Salga con su debilidad. Dios promete ir a<br />
su encuentro con Su fuerza (2 Corintios 12:9–11). Mientras<br />
viva en la fe, aunque sea tan pequeña como un grano de<br />
mostaza, Dios trasladará los obstáculos que estén en su<br />
camino (Mateo 17:20). Él peleará sus batallas. Y todo el<br />
tiempo, Él lo estará mirando y diciendo: “Eres Mi poderoso<br />
y valiente guerrero”.<br />
Acoja esa verdad hoy. Salga de su escondite; la victoria<br />
es suya.<br />
Incluso cuando tenga<br />
todas las probabilidades<br />
en contra, con Dios de su<br />
lado, nunca lo vencerán.<br />
KRISTI OVERTON<br />
JOHNSON motiva<br />
a las personas y les<br />
da herramientas<br />
para que logren la<br />
victoria mediante<br />
sus historias,<br />
conferencias<br />
y el ministerio<br />
carcelario. Para más<br />
información, visite<br />
kojministries.org.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
25s
TODAVÍA<br />
HAY<br />
MILAGROS<br />
LA HISTORIA DE<br />
JOSH ROGISTER<br />
YO<br />
era un adolescente<br />
común al comienzo de mi segundo<br />
año de secundaria. Asistía a la iglesia con mi<br />
familia una o dos veces al mes, me iba bastante<br />
bien en mis estudios, tenía amigos cercanos y<br />
practicaba deportes. Sin embargo, a mitad de<br />
año, yo era de todo menos común.<br />
Me esforcé por mantener la fachada de que<br />
todo estaba bien, pero pronto lo hicieron imposible<br />
mis síntomas y comportamientos cada<br />
vez más extraños. Me empezaron a fallar las<br />
manos y los pies, y mi equilibrio se convertía<br />
en un problema. Perdí la capacidad de escribir<br />
de modo legible, y mis profesores debieron<br />
asignarme a un compañero de clase para que<br />
me tomara los apuntes.<br />
Fue difícil explicarle a mi entrenador de<br />
baloncesto por qué ya no podía manejar el<br />
balón o rebotarlo correctamente. Frustrado,<br />
abandoné el equipo. Empecé a tener tics y, sin<br />
percatarme, apretaba el puño, saltaba o hacía<br />
gruñidos graves. Como imaginarán, mis compañeros<br />
se dieron cuenta. Pero eso no era todo.<br />
Ruidos fuertes, solo perceptibles para<br />
mí, resonaban en mi cabeza. Oía portazos<br />
y fuertes explosiones a lo lejos.<br />
Comencé a experimentar grandes arrebatos<br />
de frustración y enojo, especialmente<br />
en casa. El hijo de modales amables había<br />
desaparecido y febrilmente mis padres<br />
buscaban respuestas en profesionales. Fue<br />
una época confusa para todos nosotros, incluyendo<br />
a mis hermanos, que a menudo<br />
soportaban lo peor de mis arranques.<br />
Al principio no pareció preocuparles<br />
a los pediatras. Decían que era un chico<br />
de 15 años y lo atribuían a las hormonas.<br />
Nos aseguraron que los tics eran comunes<br />
en los adolescentes; se irían cuando<br />
creciera.<br />
Pese a lo que aseguraban los médicos,<br />
sabía que algo andaba mal, sobre todo<br />
cuando aparecieron las voces. Eran fuertes,<br />
llenas de enfado y agresividad. Decidí no<br />
contarles a mis padres, que ya estaban alarmados,<br />
ni a nadie más sobre mis nuevos<br />
“amigos”.<br />
Pasaron las semanas y estas alucinaciones<br />
esquizofrénicas no hacían más que<br />
consumirme. Llevaba numerosos diarios<br />
de conversaciones sombrías. Esas voces me<br />
atormentaban, me decían que terminara<br />
con mi vida y cuál era la mejor manera de<br />
hacerlo.<br />
Asustado, finalmente le confesé a mi<br />
madre lo que sufría. Los médicos le dijeron<br />
que me vigilara por si decidía seguir esas<br />
sugerencias suicidas.<br />
La vida en la secundaria se me hizo más<br />
difícil. Los otros chicos estaban seguros de<br />
que había perdido la cabeza; muchos me<br />
acosaban. No sabían qué hacer con el<br />
psicópata de Josh, que caminaba por los<br />
pasillos murmurando solo.<br />
Meses después de esta terrible experien<br />
FOTO DE DEBORAH GRIFFIN PHOTOGRAPHY<br />
26s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
cia, mamá finalmente encontró un médico a<br />
quien le preocupé lo suficiente como para investigar<br />
lo que estaba pasando. Sospechaba<br />
que una enfermedad nueva y controvertida<br />
conocida por su acrónimo en inglés como<br />
PANDAS (trastornos neuropsiquiátricos autoinmunes<br />
pediátricos asociados con infecciones<br />
estreptocócicas) se apoderaba de mi mente y<br />
mi cuerpo. Explicó que una reciente infección<br />
por estreptococos me había provocado otra<br />
infección subyacente que probablemente había<br />
tenido desde bebé.<br />
Luego nos dijo que generalmente era algo<br />
curable con un par de meses de antibióticos<br />
básicos. Nos llenamos de esperanzas e inicié<br />
el tratamiento de inmediato mientras el especialista<br />
les hacía seguimiento a mis análisis<br />
de sangre.<br />
Sin embargo, después de varias tandas de<br />
diferentes medicamentos, hubo muy pocos<br />
cambios. Las voces de mi cabeza se burlaban<br />
cruelmente de mis esfuerzos por recuperar la<br />
salud. Y entonces el médico nos señaló que, en<br />
algunos casos, el PANDAS podía no curarse y<br />
que con el tiempo quizás afectaría mi organismo<br />
e incluso me provocaría un coma o la<br />
muerte.<br />
Escuchar eso fue aterrador. ¿Puedo morir?<br />
“Sí, lo harás”, confirmaron alegres las voces.<br />
Ya estaba teniendo problemas en los riñones.<br />
“Dios”, grité. “¡Ayúdame!” Tal vez era muy<br />
joven, pero hasta yo veía que los doctores y la<br />
medicina no lograban nada. El único recurso<br />
que me quedaba era que Dios hiciera algo. Él<br />
era mi única esperanza.<br />
Nunca había orado realmente y no tenía idea<br />
de lo que hacía. Sí, había asistido a la iglesia<br />
y creía que Dios existía, pero eso era todo. Mi<br />
familia nunca había enfrentado algo que no<br />
pudiera superar. Ahora todos estábamos de<br />
rodillas esperando presenciar algo milagroso.<br />
El amigo que me tomaba los apuntes en clase<br />
me invitó a un estudio bíblico al que iba con algunos<br />
compañeros de la secundaria. A diferencia<br />
de otros muchachos que me rechazaban,<br />
estos me acogieron y ayudaron a enfrentar la<br />
enfermedad y el acoso en la escuela. También<br />
me mostraron al Dios amoroso y salvador de la<br />
Biblia. No sé qué habría hecho sin ellos.<br />
Frenéticamente, me puse a aprender acerca<br />
de Dios y la fe. Estudié la Biblia con mucho<br />
interés en la teología y la apologética. Leí con<br />
gusto las historias bíblicas, todas, y me dije:<br />
¿Podría el Dios que realizó esos milagros en ese<br />
entonces hacer uno en mi vida ahora?<br />
Me preguntaba si Dios alguna vez me<br />
libe raría de las garras de esta terrible afección.<br />
Mis circunstancias no se orientaban<br />
hacia mejores días. Pero con la ayuda de mis<br />
amigos y la Palabra de Dios, confié en que<br />
Él haría algo por mí (Salmo 27:13).<br />
Recuerdo borroso mi penúltimo año de<br />
secundaria, pero, contra todo pronóstico,<br />
seguía esperando ser sanado (Romanos<br />
4:18). Sin embargo, nada cambiaba. Y entonces,<br />
justo antes de empezar el último<br />
año, asistí a un campamento cristiano en<br />
las montañas de Carolina del Norte con mi<br />
hermana, algunos amigos de estudio bíblico<br />
y otros 500 adolescentes. No pude evitar<br />
reírme al ver en el horario una siesta. ¿Con<br />
adolescentes? Sí, claro.<br />
El segundo día del campamento, el 5 de<br />
julio de 2017, me metí en mi litera para<br />
tomar esa siesta planificada, pero no podía<br />
dormir. Una urgencia de orar surgió en mi<br />
espíritu y no podía quedarme quieto; tenía<br />
que salir.<br />
Me escabullí de la cabaña y fui a la tienda de<br />
alabanza. Cuando entré en ese espacio vacío,<br />
las voces de mi cabeza se hicieron más fuertes<br />
que nunca. Sentí que enloquecía.<br />
Desesperado por tener paz, caí de rodillas,<br />
cerré los ojos y oré. Unos minutos más tarde, me<br />
sobresaltó un silencio ensordecedor. Las voces<br />
estridentes de mi cabeza habían cesado, como<br />
si alguien hubiera accionado un interruptor.<br />
Me atravesó un rayo de luz que luego se elevó<br />
MIS COMPAÑEROS DE CLASE NO SABÍAN QUÉ<br />
HACER CON EL PSICÓPATA DE JOSH, QUE CAM-<br />
INABA POR LOS PASILLOS MURMURANDO SOLO.<br />
Izq.: Josh y su familia fueron<br />
testigos de un milagro moderno<br />
cuando Dios lo sanó en 2017.<br />
hacia el cielo. Entré en pánico. Y entonces escuché<br />
una nueva voz. Era firme e imponente,<br />
pero amable.<br />
“Hijo, no me olvidé de ti. Levántate y no<br />
vuelvas a estar igual”. El rayo de luz cambió<br />
de pronto y se volvió a dirigir hacia mí. Un silencio<br />
sagrado llenó el espacio.<br />
Me levanté de un salto, temblando.<br />
¿Qué acaba de pasar? Fuera lo que fuera, me<br />
sentía extrañamente bien. Regresé corriendo a<br />
la cabaña para buscar a mi mejor amigo, quien<br />
supo enseguida que había algo diferente. Mis<br />
Der.: Josh, #32, había sido miembro activo del<br />
equipo de baloncesto de su secundaria, pero se<br />
volvió físicamente incapaz de jugar.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
27s
Presentado con amigos y familiares<br />
frente a la iglesia Christ Hope, Josh<br />
a diario le recuerda a la gente en su<br />
papel de pastor juvenil el poder que<br />
tiene Jesús para hacer milagros.<br />
FOTO DE PARKER OVERTON PHOTOGRAPHY<br />
tics se habían esfumado y había recuperado el estaba desconcertado mientras revisaba<br />
equilibrio. Le conté lo sucedido y me preguntó: mi análisis de sangre.<br />
“¿Será posible que estés curado?”.<br />
Desde ese momento, he estado determinado<br />
a dar testimonio del poder de Dios<br />
Tomé un bolígrafo y papel, y me puse a escribir.<br />
Cada palabra era legible. Aturdidos, nos para hacer cosas imposibles. Quiero que<br />
echamos a reír. ¿Me había sanado Dios? Casi todos sepan que sí, el Dios que hizo milagros<br />
tenía miedo de creerlo.<br />
hace miles de años, los sigue haciendo hoy.<br />
Esa noche en la capilla, mi hermana confirmó<br />
mi curación. No nos habíamos visto en en un sueño que sería ministro al<br />
Poco después de curarme, Dios me reveló<br />
cumplir<br />
SÍ, EL DIOS QUE HIZO MILAGROS HACE<br />
MILES DE AÑOS LOS SIGUE HACIENDO HOY.<br />
todo el día. Así que no tenía motivos para esperar<br />
algún cambio en mí. Sin embargo, cuan<br />
ambas cosas se realizaron. Posteriormente<br />
18 años y pastor, a los 20. Ahora tengo 21 y<br />
do me vio, supo de inmediato que algo no era Dios me ha dado otros sueños de un próximo<br />
igual. Le conté lo acontecido y luego me narró ministerio que, según lo que me ha mostrado,<br />
unificará iglesias. Me emociona verlo de<br />
lo que había experimentado durante la siesta.<br />
Mientras yo oraba en la tienda, Dios le había velar mi futuro. Debe ser bueno o el diablo<br />
enviado a mi hermana un sueño en el que yo no se habría empeñado tanto en eliminarme.<br />
caminaba a su lado, completamente curado. La Gran Comisión, a la que se refiere Mateo<br />
Estábamos en éxtasis.<br />
28:19, impulsa mi celo por Dios. Deseo<br />
El campamento terminó y nuestros padres salir al mundo y hacer discípulos para<br />
vinieron a buscarnos. Un directivo les avisó y Jesucristo. También quiero despertar a los<br />
se llenaron de alegría.<br />
creyentes para que vean la realidad de que<br />
“Estoy bien”, les dije sonriendo. “De verdad Dios sigue siendo un hacedor de milagros.<br />
estoy bien”. Nos abrazamos y celebramos entre Muchos ya no piensan que lo sea.<br />
lágrimas.<br />
Esa es una mentira que Satanás quiere<br />
Una visita a mi médico ratificó que la infección<br />
había cesado por completo. El doctor hoy y siempre (Hebreos 13:8). ¡Él no<br />
que aceptemos, pero Dios es el mismo ayer,<br />
cambia!<br />
Si usted atraviesa una situación dolorosamente<br />
lúgubre y confusa, por favor, no pierda<br />
la esperanza o la fe en Dios. Sé que es difícil,<br />
pero “mantengámonos firmes sin titubear en<br />
la esperanza que afirmamos, porque se puede<br />
confiar en que Dios cumplirá su promesa”<br />
(Hebreos 10:23 NTV). Dios no se ha olvidado<br />
de usted.<br />
Siga acercándose con arrojo, pero con reverencia<br />
a Su trono de gracia. Ahí es donde<br />
encontrará la ayuda que necesita (Hebreos<br />
4:16). El Señor lo fortalecerá con Su gozo y paz.<br />
A veces, tenemos que recorrer un camino de<br />
dolor para experimentar la hermosa revelación<br />
de un milagro.<br />
No tema admitir ante los demás que tiene<br />
dificultades. Ciertas cosas, como los pensamientos<br />
suicidas, no debemos enfrentarlas<br />
solos. Rodéese de personas de confianza. Sea<br />
franco. El diablo se burlará de usted, y le dirá<br />
que no tiene remedio y que la muerte es la<br />
res puesta. No lo escuche. Combata esas voces<br />
mentirosas con la verdad de Dios. Cuando<br />
resista al diablo, él huirá (Santiago 4:7).<br />
En mi último año de secundaria, me gané<br />
un apodo: el Chico Jesús. Algunos lo decían por<br />
burlarse, pero no me importa. Llevo ese nombre<br />
como una insignia de honor. No preferiría<br />
ser nadie más.<br />
JOSH ROGISTER es el pastor juvenil de la iglesia<br />
Christ Hope, donde ayuda a personas de todas las<br />
edades a desarrollar una relación auténtica con Jesús.<br />
28s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
¿QUIERE CONOCER A JESÚS?<br />
“Vengan a mí todos ustedes que<br />
están cansados y agobiados, y yo<br />
les daré descanso.” —Mateo 11:28<br />
Jared Emerson, Artist, jaredemerson.com<br />
¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón? ¿Restauración?<br />
Clame a Jesús, acéptelo como su Salvador, y será hecho completo.<br />
Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un pecador y<br />
necesito un Salvador. Gracias por perdonar mis pecados y por<br />
hacerme de nuevo. Gracias por sacrificar tu vida por mí para que yo<br />
pueda tener una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />
pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis pasos y<br />
habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />
Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en su fe.<br />
Escriba a: PO Box 2751, Greenville, NC 27836.<br />
¿AHORA QUE?<br />
Acepté la salvación de Dios.<br />
¿Y ahora, qué?<br />
TAL VEZ DESPUÉS DE LEER las historias en esta revista, haya entregado su vida a Jesús.<br />
¡Felicitaciones! Acaba de tomar la decisión más importante de su vida. Pero quizás se esté preguntando<br />
¿y ahora, qué? Estas son cinco formas de asegurarnos el crecimiento espiritual. Tenga<br />
presente que la vida cristiana es una experiencia que nos transforma para siempre.<br />
1. ORE. Cuéntele todo a Dios y espere Su respuesta. No necesita palabras rebuscadas, solo<br />
un corazón sincero.<br />
2. ESTUDIE LA BIBLIA. La Palabra de Dios tiene todas las instrucciones que necesitamos<br />
en la vida. Ingrese a un estudio bíblico y descubra algo nuevo cada día. Vea recursos<br />
gratuitos al pie.<br />
3. BAUTÍCESE. Aunque el bautismo no es una exigencia para la salvación, la Biblia nos dice<br />
claramente que debemos ser bautizados en agua tras aceptar la salvación. El bautismo<br />
simboliza la muerte al pecado y vivir una vida nueva en Jesucristo (Romanos 6:4). Por las<br />
restricciones que hay en las cárceles, puede que resulte difícil la inmersión en agua, así<br />
que use la creatividad y deje que el Espíritu Santo le revele cómo puede cumplir este acto<br />
de obediencia hasta que la inmersión sea posible.<br />
4. BUSQUE UNA COMUNIDAD CRISTIANA. Únase a una congregación local de<br />
seguidores de Cristo. Si el encarcelamiento le dificulta ir a una iglesia, comparta con otros<br />
creyentes lo mejor que pueda. Le van a ayudar a mantenerse firme y a ser responsable.<br />
5. CUÉNTELE A ALGUIEN. Háblele de su decisión de seguir a Cristo y explíquele lo que Él<br />
hizo por usted. Y después ¡cuéntenos! Nos encantaría que lo comparta con nosotros.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 03 / <strong>2023</strong><br />
29s
NOVEDADES DEL MINISTERIO / RECURSOS<br />
Novedades del programa<br />
carcelario de Victorious Living<br />
• La elevada tasa de traslados de los reclusos y las restricciones<br />
de los establecimientos carcelarios nos impiden enviar copias de<br />
VLMag a cada recluso. Pero se envían copias a granel con o sin<br />
grapas, sin cargo alguno a cárceles, penitenciarías, programas de<br />
recuperación y reinserción, a solicitud de capellanes y directores<br />
de programas. Estos también pueden pedir información sobre<br />
nuestro VL Prison Tour.<br />
• Ofrecemos materiales de discipulado a los reclusos en varios<br />
sistemas de tabletas para prisiones. Busque “Victorious Living”<br />
en las tabletas de su institución para ver MORE Victorious Living<br />
y STEPPING FORWARD con programación de Victorious Living y<br />
podcasts VL. Si no estamos en su sistema de tabletas, por favor,<br />
escríbanos e indíquenos el nombre de su sistema.<br />
• Los allegados de nuestra familia carcelaria y nuestros compañeros<br />
de ministerio también pueden disfrutar de nuestros recursos<br />
gratuitos en pandoapp.tv y las plataformas en línea de VL como<br />
vlmag.org, Facebook, Instagram y YouTube. Nuestro equipo de atención<br />
está disponible para orar con los seres queridos de nuestra familia de<br />
reclusos por teléfono.<br />
• Ofrecemos apoyo por correspondencia. Los reclusos pueden escribirnos<br />
a PO Box 2751, Greenville, NC 27836, o por correo electrónico a hope@<br />
vlmag.org desde sus tabletas. La elevada tasa de traslados a menudo<br />
nos impide mantener correspondencia con los reclusos. Por favor,<br />
sepa que leemos cada carta que recibimos y oramos por ella.<br />
• No podemos recibir correo electrónico ni llamadas por cobrar. Tampoco<br />
aceptamos historias no solicitadas para su publicación ni documentos<br />
legales.<br />
• Alentamos a los creyentes de todas partes a usar nuestros materiales en<br />
su ministerio. VLMag es una herramienta de testimonio excepcional y se<br />
puede pedir al por mayor para su uso en el resto de la sociedad.<br />
• ¿Sabía que a la revista VLMag tienen acceso personas dentro y fuera de<br />
prisión? Es un regalo para nuestros asociados de ministerio y se puede<br />
enviar a cualquier interesado. Llame al 352-478-2098 o visite vlmag.<br />
org y haga clic en la pestaña “give now” (donar ahora). Se agradece la<br />
donación de cualquier importe.<br />
RECURSOS<br />
A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano<br />
gratuito al que pueden tener acceso reclusos y capellanes<br />
que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las<br />
direcciones indicadas más abajo. Díganles a nuestros colegas<br />
que llegaron a través de VL.<br />
VICTORIOUS LIVING<br />
Correspondencia personal en inglés y español. A solicitud del<br />
capellán se hacen llegar múltiples copias de VLMag a las bibliotecas<br />
de penitenciarías y cárceles.<br />
PO Box 2751<br />
Email: hope@vlmag.org<br />
Greenville, NC 27836<br />
2ND OPPORTUNITY<br />
Programas de<br />
reinserción laboral<br />
y en la sociedad;<br />
recomendaciones<br />
de empleos/vivienda,<br />
a solicitud.<br />
PO Box 3411<br />
Peachtree City, GA<br />
30269<br />
PRISON<br />
ALLIANCE<br />
Estudios de discipulado<br />
por correo elec tró ni co;<br />
libros cristianos y<br />
Biblias para bibliotecas<br />
a solicitud de personal<br />
autorizado.<br />
PO Box 97095<br />
Raleigh, NC 27624<br />
RESCUED NOT<br />
ARRESTED<br />
Biblias NVI sin<br />
cargo, curso de<br />
estudios bíblicos por<br />
correspondencia y Biblia<br />
de estudio del diario<br />
vivir, al finalizar el curso.<br />
PO Box 90606<br />
Phoenix, AZ 85066<br />
CROSSROADS PRISON<br />
MINISTRIES<br />
Estudios bíblicos por<br />
correspondencia y<br />
cartas de orientación al<br />
completar las lecciones.<br />
Biblias sin cargo a pedido<br />
de los alumnos de CRM.<br />
PO Box 900<br />
Grand Rapids, MI 49509<br />
HOPE IS ALIVE<br />
Residencias libres de<br />
adicciones, grupos de ayuda<br />
basados en la fe y grupos de<br />
apoyo en el sufrimiento para<br />
aquellos afectados por las<br />
adicciones, en todo el país.<br />
14400 Bogert Parkway<br />
Suite 200<br />
Oklahoma City, OK 73134<br />
30s<br />
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