Revista Natural...Mente Animal

DÍA MUNDIAL DE LOS OCÉANOS- 8 DE JUNIO
Dependemos de los Océanos. ¿Celebramos su destrucción?
Vivimos en un único y hermoso planeta azul, con cinco océanos y mares que cubren más del 70% de la superficie de la Tierra.
Los océanos Atlántico, Pacífico, Índico, Ártico y Austral o Antártico nos alimentan, regulan nuestro clima y producen la
mayoría del oxígeno que respiramos.
El Océano tiene una historia de más de 4,4 billones de años; según lo científicos es allí donde es más probable que se originara la vida
en unos brotes hidrotermales marinos muy similares a las que hay en los fondos marinos actuales. El oxígeno que respiramos es una
parte del producto del desarrollo de la vida y de la aparición de la fotosíntesis, la cual la iniciaron unos organismos primitivos
denominados cianobacterias.
Los ecosistemas marinos son hogar
de por lo menos 230 mil especies
de plantas, invertebrados, peces y
otros vertebrados, los científicos
estiman que por cada especie
marina conocida por la ciencia, hay
al menos cuatro que aún no se han
descubierto.
Cerca del 28% de la población
mundial vive en regiones costeras y
casi unos 3.000 millones de
personas dependen directamente de
ella.
Se afirma qué el Océano es más
diverso que los bosques terrestres y
su trabajo ecológico es vital a nivel
global. Los investigadores del
Centro Nacional de Ciencias
Oceánicas Costeras de Estados
Unidos, estiman que entre el 50 y el
80 por ciento de la producción de
oxígeno de la Tierra proviene del
proceso de fotosíntesis de las
especies del plancton oceánico.
Los mares son esenciales para la
regulación del clima del planeta, ya
que absorben el CO2 y el calor de
la atmósfera. A través de la
circulación oceánica
Los Océanos proporcionan unos
170 millones de toneladas de
mariscos al año; esto es el 15% de
todas las proteínas consumidas por
los humanos.
Todos los océanos de nuestro
planeta están totalmente
conectados, además de tener el
trabajo de ser determinante en la
Planta de producción de producción electricidad primaria de origen global geotermal y
también en los ciclos de nutrientes
esenciales para la vida, como el
nitrógeno y el fósforo, funcionan
como una cinta transportadora que
lleva hacia los polos el agua
caliente superficial que absorbe
CO2 en las latitudes tropicales del
océano Atlántico.
Estos gigantes sistemas de
circulación oceánica son claves en
la captura del CO2; se estima que
hoy en día el océano ha absorbido
el 30% del CO2 producido por los
humanos.
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