27.06.2023 Views

273810

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

la sentí aquí? Piénselo doctor: si me hubiera matado ayer, yo sería una

gran culpable, pero el doctor Ariel y usted tampoco podrían mirarme muy

tranquilos.

DOCTOR.— Perdón…

CHOLE.— Cierre esta casa, amigo Roda. Emplee su talento y la

fortuna del maestro Ariel allí donde los hombres viven y trabajan. Pero

hoy que la vida del mundo está empezando otra vez, cierre esa Galería con

cadenas. ¿Lo hará usted?

DOCTOR.— Acaso.

CHOLE.— Hágalo por mí, por todos… Hoy es el primer día de la

primavera. ¡Hoy es un delito morir!

(Sale. El DOCTOR queda ensimismado. Repite casi

inconscientemente.)

DOCTOR.— Tal vez, tal vez…

(Entra Hans.)

DOCTOR.— ¿Qué hay de nuevo, Hans? ¿Por qué se ha quitado usted

su bata?

HANS.— Lo he buscado despacio. El doctor no puede dudar de mi

lealtad; pero yo no sirvo para ciertas cosas. Vengo a despedirme.

DOCTOR.— ¿Nos deja usted?

HANS.— Sí, doctor. Lo siento; había tomado cariño a la casa, tenía

esperanzas en ella. Pero esto no marcha.

DOCTOR.— No está usted contento.

HANS.— ¿Y cómo voy a estarlo? Yo vine lleno de ilusiones a su

servicio; usted lo sabe. He puesto de mi parte cuanto he podido, he

cumplido fielmente todas mis obligaciones. ¡Y para qué! Desde que estoy

en esta casa, sólo el perro del jardinero se ha decidido a morirse. Y se

murió de viejo. No…, no hay porvenir aquí.

DOCTOR.— ¿Ha encontrado usted otro puesto?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!