Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
cervecería. Hans era un hombre acabado. Ya no servía más que para rondar
a la Muerte. Anduvo buscando trabajo por sanatorios y hospitales, y así
vino a dar aquí. Ya no sé si lo tengo como ayudante o como enfermo.
FERNANDO (Entusiasmado, echando mano a su cuaderno).—¡Pero
eso está muy bien! ¿Cómo no me lo había contado antes?
DOCTOR.— Interés periodístico, ¿verdad? Escriba. Y cuando termine,
venga a buscarme a mi despacho. A usted, hombre feliz, tengo otra
historia que contarle. Una historia de dos hermanos…, que acaso le
interese más. Escriba, escriba.
(Sale. FERNANDO, a solas, toma sus notas.)
FERNANDO.— «El enamorado de la Muerte… Lieja…, cervecería…,
1914…»
(Entra CORA YAKO, espléndida mujer, sin edad, espectacular y
trivial. Mira curiosa a su alrededor. Después avanza hacia FERNANDO.)
FERNANDO.— Señora…
(Se pone rápidamente su americana, que ha traído al brazo.)
CORA.— ¿Es usted empleado de la casa?
FERNANDO.— Secretario y cronista.
CORA.— Espero que no me habré equivocado. Es aquí la…
FERNANDO.— La fundación del doctor Ariel.
CORA.— Exactamente. ¿De modo que es verdad? ¡Estupendo! Yo
tenía miedo de que fuera una broma. ¿Tienen ustedes un sitio libre?
FERNANDO.— Siempre. Aquí no se pregunta a nadie de dónde viene
ni a dónde va. Puede usted contar con el Pabellón Azul. ¿Caso muy
urgente?
CORA.— No… Le diré. Desde luego, debo confesarle que yo no traigo
el menor propósito de matarme.
FERNANDO.— Ah, ¿no?