Fundación del Partido Comunista de Venezuela

Texto de Fernando Key Sánchez, publicado inmediatamente después de que, sobre la base de este material, el 6 Congreso (1980) aprobara al 5 de marzo de 1931 como fecha de fundación del PCV. Texto de Fernando Key Sánchez, publicado inmediatamente después de que, sobre la base de este material, el 6 Congreso (1980) aprobara al 5 de marzo de 1931 como fecha de fundación del PCV.

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1


Editorial Aurora

Caracas, 2023

Serie «Insumos para la historiografía del PCV»

Revisión y edición

Carlos Aquino G.

Diagramación

Alejandro Díaz M.

Diseño

Carolina Sandoval Q.

Portada

Arriba: calle de Caracas en 1931; centro: Juan V. Gómez;

abajo izquierda: sello del PCV enviado en 1931 por la Internacional

Comunista, y calabozos de La Rotunda; abajo derecha:

preso político en La Rotunda, con perno y grilletes de 34 kg.

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2


3


A

unque suene duro y muchos no lo quieran aceptar,

históricamente –desde los tiempos precolombinos,

pasando por los tres siglos de coloniaje y

los dos de vida republicana, hasta nuestros días–, las

sociedades habidas en lo que hoy es Venezuela, en

comparación con gran parte del resto de Latinoamérica,

han sido de las más tardías en su desarrollo.

A pesar de algunos esfuerzos «modernizadores»

en la segunda mitad del siglo XIX, desde 1899 y durante

casi 40 años, estuvo sumida en un hermético

aislamiento político y cultural, producto de las tiranías

de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez.

Por eso, mientras en varios países de la región ya

se habían constituido sólidos partidos marxistas en

la segunda década del siglo XX y sobre todo tras la

constitución de la Internacional Comunista (1919),

no es sino hasta 1931 que se crea la primera célula

–primer organismo de base– del naciente Partido Comunista

de Venezuela (PCV), el cual, incluso, será dos

lustros después –aún en clandestinidad– cuando

realmente logre tener un funcionamiento real.

El inicio de la actividad organizada del PCV, hace

más de 90 años, no se llevó a cabo en un Congreso o

en un evento de gran envergadura, no fue un hecho

«noticioso», de hecho durante casi cinco décadas ni

siquiera fue una fecha «oficial». Su trascendencia

está dada porque muestra la todavía latente necesidad

de que la clase obrera y el pueblo trabajador

cuenten con una organización marxista-leninista,

que demuestre el camino a seguir para el triunfo de

la revolución proletaria y popular, y que no vaya a la

4


zaga de proyectos socialreformistas.

El texto que presentamos forma parte de la primera

edición del folleto Fundación del Partido Comunista

de Venezuela (Fondo Editorial Carlos Aponte,

Caracas, 1980), de Fernando Key Sánchez i , publicado

inmediatamente después de que, sobre la base de

este material, el 6º Congreso ii aprobara al 5 de marzo

de 1931 como fecha de fundación del PCV. Por eso, en

la portada interior, esa edición llevó la acotación:

«Trabajo elaborado para el Comité Central y el VI Congreso

del PCV».

A pesar de existir una 2ª edición, ampliada, de

1984, decidimos publicar inicialmente la primera no

sólo por su intrínseco valor histórico sino porque su

propia existencia es desconocida por la casi totalidad

de la militancia revolucionaria, y porque contiene

enfoques del autor que fueron suprimidos en la siguiente

edición.

Finalmente, llamamos la atención del lector sobre

algunos detalles formales que encontrará a lo

largo del texto. En primer lugar, los paréntesis, negrillas,

cursivas e intertítulos son del original. En segundo

lugar, todas las notas al pie de página las insertamos

especialmente para esta publicación –marcadas

como notas de la Editorial (N. de la Edit.)–, al

igual que puntuales acotaciones entre corchetes. En

tercer lugar, para facilitar la lectura, se sustituyó la

numeración romana por signos arábigos (guarismos)

en la identificación de Congresos y Plenos.

i

16 de noviembre de 1909 - 22 de septiembre de 1989.

ii

Realizado del 8 al 11 de agosto de 1980, en Los Caracas (ubicado en el entonces

departamento Vargas del Distrito Federal, actual estado La Guaira).

5


A

l escoger el 5 de marzo de 1931 como fecha de

fundación del Partido Comunista de Venezuela,

el 6º Congreso de nuestra organización, en sesión

plenaria del 10 de agosto de 1980 1 , ha disipado la

confusión que prevaleció durante largos años en relación

con el nacimiento del que fue y sigue siendo el

decano de los partidos existentes en el país.

La resolución del Congreso –precedida de una

acuciosa labor de investigación adelantada durante

meses por una Comisión encabezada por el suscrito

y dentro de la cual jugó papel decisivo Fernando Key

Sánchez– reviste sin duda gran trascendencia, tanto

para la historia misma del PCV como para la del movimiento

político contemporáneo, signado éste de

un modo u otro –a pesar del mezquino regateo por

parte de los historiadores burgueses– por la presencia

de vanguardia de los comunistas en todas las jornadas

que durante el último medio siglo se han gestado

en nuestra patria por la vigencia de las libertades

democráticas, contra el imperialismo y la oligarquía

asociada, por el bienestar de las masas populares

y, en particular, de la clase obrera venezolana.

De los calabozos del Castillo de Puerto Cabello –en

los que se aglomeraban centenares de jóvenes estudiantes

que purgaron allí su rebeldía contra Juan Vicente

Gómez– surgieron las chispas iniciales, al conjuro

de la voz de Pío Tamayo 2 , con justicia llamado

precursor del movimiento comunista venezolano

aun cuando su muerte prematura le impidiera a él

1

Véase anexo Nº 3 (N. de la Edit.)

2

4 de marzo de 1898 - 5 de octubre de 1935 (N. de la Edit.)

6


mismo llegar a ser militante efectivo. Con palabra

sobria y convincente, Key Sánchez nos aporta, a través

del conjunto de materiales que este libro recoge,

los elementos de juicio angulares que indujeron a

nuestro máximo evento partidista a adoptar la decisión

en referencia. Allí encontramos el retrato claro

de los antecedentes, de los combates denodados contra

la tiranía gomecista, de la incorporación de las

masas populares –y en especial de los obreros caraqueños–

a las batallas estudiantiles de 1928. Allí también

la descripción viva de las inquietudes que germinaron

en las mentes de quienes, aunque adolescentes

todavía como Rodolfo Quintero y el propio

Key Sánchez, llegaron a comprender –en ergástulas 3

y campos de trabajo forzado– el carácter de clase de

la dictadura gomecista y la necesidad imperiosa de

entroncar la lucha contra ella con el combate intransigente

por la democracia real, contra la explotación

de los trabajadores, contra la dominación imperialista

y, en última instancia, por la instauración del

socialismo.

Será difícil subestimar la importancia de esta

contribución a la historiografía venezolana. Son escasos

los investigadores que se han aventurado en

este terreno. Y algunos de ellos lo han hecho un tanto

a ciegas, a base de testimonios verbales y de segunda

mano, con reducido rigor científico. Con este libro

llegan las precisiones, se colman lagunas, se abren

vías para nuevas indagaciones. El mérito cardinal le

corresponde, desde luego, a nuestro Partido, a ese

heroico destacamento que imprimió un viraje a la

historia al tomar para sí la misión de guiar al naciente

proletariado venezolano hacia las contiendas

3

«En la antigua Roma, cárcel de esclavos.», Real Academia Española, Diccionario

de la lengua española, 23ª edición, 2014 (N. de la Edit.)

7


de clase que habrán de verse coronadas con la sustitución

del inicuo sistema capitalista hoy vigente por

una estructura económico-social realmente justiciera.

Pero lugar preferente ha de asignársele en la

compilación de documentos al querido camarada

Key, fundador del Partido, protagonista en las primeras

escaramuzas y en las grandes confrontaciones,

figura austera que a los 70 años de vida y pelea

prosigue en primera fila, al igual que en 1928 y 1931.

Sobre él, sobre su trayectoria de combatiente indoblegable,

modesto como a buen comunista concierne,

seremos esta vez parcos, pues nos proponemos

presentarlo ante las generaciones presentes y

venideras a través del prólogo que para un libro suyo

sobre la llamada «Generación del 28» me ha solicitado.

Quede aquí sólo atestiguada mi admiración hacia

el veterano luchador, y científico connotado a la

par, que es orgullo de nuestra gente y goza del respeto

unánime de amigos y adversarios.

Eduardo Gallegos Mancera 4

4

24 de mayo de 1915 - 3 de julio de 1989 (N. de la Edit.)

8


E

l Comité Central del PCV, a proposición del Buró

Político, designó una comisión para que elaborara

un estudio acerca de la fecha de fundación del

partido, que sería llevada al Pleno del CC y al 6º Congreso

con una proposición concreta sobre el particular.

La Comisión respectiva estuvo constituida por

los camaradas Eduardo Gallegos Mancera, responsable,

Fernando Key Sánchez, Jesús Correa, Rafael José

[Cheché] Cortés, Olga Luzardo, Rodolfo Quintero y Jesús

Sanoja Hernández, la cual encargó al suscrito la

elaboración de una ponencia que sirviera de base a

la discusión. El c. Eduardo Gallegos aportó copia auténtica

de los protocolos A Nº 463, del 8 de agosto de

1935, y Nº 43, de fecha 20 de agosto de 1935, del 7º

Congreso de la Internacional Comunista, en los cuales

consta la aceptación del Partido Comunista de Venezuela,

entre otros, como sección de dicha Internacional.

La ponencia elaborada por el suscrito, que proponía

la fecha del 5 de marzo de 1931, fue aprobada en

lo fundamental y en sus conclusiones por la casi totalidad

de la Comisión, con el único voto en contra de

R. J. Cortés, quien había presentado alegatos en pro

del 8 de agosto de 1937 [fecha de la 1ª Conferencia

Nacional].

Llevada al 22º Pleno del Comité Central fueron

también aprobadas las conclusiones de esta ponencia

y remitidas al 6º Congreso, que las aprobó por

una gran mayoría de votos.

En cada una de las fases de la discusión la ponencia

recibió aportaciones, sugerencias y enmiendas

9


que están incorporadas en la presente versión que

editamos.

En el largo proceso de construcción de un Partido

Comunista, «un partido de nuevo tipo», desde su

fundación hasta los momentos actuales, 49 años después,

es inevitable que los protagonistas iniciales hayan

seguido caminos diferentes al correr del tiempo.

Unos habrán sido consecuentes, otros se habrán

marginado por causas diversas pero conservándose

en posiciones amistosas hacia el partido y otros se

habrán pasado al enemigo de clase traicionando sus

posiciones de entonces.

En un estudio de carácter histórico como éste,

que debe ser esencialmente veraz, no se puede dejar

de mencionar a quienes estuvieron entre los pioneros

constructores del PCV, sea cual haya sido su trayectoria

ulterior. Pero para evitar confusiones a

nuestros lectores, la primera vez que nombremos a

cada protagonista de entonces pondremos entre paréntesis

un indicativo de su posición posterior o presente

para quienes todavía estamos vivos. Los indicativos

que usaremos serán: (A) para los militantes

consecuentes que han permanecido en las filas del

PCV hasta el presente; (B) para antiguos camaradas

que se marginaron de la vida activa del PCV pero

conservando amistad y respeto para él; (C) a excamaradas

que se pasaron al enemigo de clase y han adoptado

posiciones antipartido. En unos y otros casos

agregaremos una (+) a quienes hayan fallecido. Para

algunas personas no haremos tales indicaciones por

no tener información acerca de su vida y trayectoria

posterior.

Fernando Key Sánchez

Caracas, agosto de 1980.

10


E

n la década de los veinte, ante el fulgurante

resplandor de la Gran Revolución Socialista

de Octubre que derrocó al zarismo feudal-imperialista

para establecer un gobierno de obreros,

campesinos y soldados; con el cercano impacto

de la Revolución Mexicana agraria-antiimperialista;

y dentro del marco del desarrollo capitalista

que la explotación del petróleo por los trusts 5

yanquis e ingleses imponía a Venezuela, comenzaban

a perfilarse tres vertientes revolucionarias

que al confluir habrían de generar al Partido Comunista

de Venezuela en el interior del país en

1931.

Utilizando una ordenación clasista y cronológica,

dichas vertientes fueron: 1) el crecimiento

de las clases obreras y populares y de sus luchas

reivindicativas, incluidas huelgas, tanto en la región

central del país como en las zonas petroleras;

2) la afiliación al marxismo-leninismo de un

número importante de exilados antigomecistas

venezolanos; y 3) los grupos radicalizados de los

5

«Una de las formas de agrupaciones monopolistas en el período del imperialismo.

[…] La finalidad de los trusts consiste en obtener altas ganancias monopolistas e

incrementar su capacidad competitiva. […] El trust agrupa no sólo a las empresas

que elaboran productos homogéneos, sino también a aquellas que se encuentran

relacionadas entre sí por el ciclo tecnológico de la producción y a las que se complementan

mutuamente en el proceso de elaboración o transformación sucesiva

de los productos […]», Diccionario de economía política, Editorial Progreso,

Moscú, 1985 (N. de la Edit.)

11


estudiantes de 1928-29 que se hicieron simpatizantes

comunistas en las bóvedas del Castillo de

Puerto Cabello, así como de intelectuales del Zulia

y otras regiones que siguieron camino similar.

Veamos estas tres vertientes de modo algo

más detallado:

1) La vertiente obrera y popular. En dicha década

se produce un cierto desarrollo del proletariado

en el centro del país, incluyendo obreros a

domicilio y de medianas manufacturas, que en

organizaciones gremiales mutualistas libraban

ciertas batallas reivindicativas que en varios casos

habían llegado a huelgas. Algunos dirigentes

de estas luchas provenían del anarco-sindicalismo

6 español, como José Tostón, con quien hablamos

repetidamente en 1931-32 y quien veía

con simpatía nuestras actividades comunistas,

aunque no llegó a afiliarse. De la vertiente

obrero-gremialista provinieron fundadores del

PCV como fueron: Felipe Escobar, pastelero (B +);

Manuel Simoza, carpintero (B +); Ramón Abad,

obrero a domicilio en zapatería (B +), que cayeron

presos por participar en labores de creación del

PCV en mayo de 1931; Tomás Torres (obrero zapatero,

A), Pedro Cadamo y Florencio Maggi (panaderos,

B +), Claudio Hernández (obrero a domicilio,

zapatero, B +), César González (tranviario), Jesús

Rojas (barbero y después médico, A), Ramón

6

«Corriente oportunista pequeñoburguesa en el movimiento obrero. […] el anarcosindicalismo,

lo mismo que el anarquismo, que prestó muchas ideas a aquél, estaba

enfilado en el movimiento obrero contra las formas políticas de la lucha de

clases y el papel dirigente del partido marxista en ella. Los adeptos del anarcosindicalismo

estimaban que los principales medios de lucha contra el capitalismo

eran la huelga económica, el sabotaje, el boicot, etc. […]», Breve diccionario político,

Editorial Progreso, Moscú, 1983 (N. de la Edit.)

12


Sabino (obrero cigarrillero, C), Cupertino Muñoz

(campesino-soldado, A +), Isaac Alvarado (panadero,

A +), Luis V. Díaz (panadero-soldado, B) y varios

más caídos presos en 1932 por pertenecer a

células y comités comunistas.

Del Zulia y otras regiones, con el desarrollo del

proletariado petrolero, provinieron también

obreros constructores del PCV desde las primeras

fases o en los años inmediatos siguientes, como

José Martínez Pozo (A), Manuel Taborda (A +), Jesús

Faría (A), Luis Emiro Arrieta (A +), Jesús Correa

(A), Max García (A +) y otros; o campesinos

como Gustavo Villaparedes (A +), Pedro Pablo

Piña (B) y otros.

2) La vertiente de los exilados antigomecistas

devenidos comunistas en el exterior. Bajo el

impacto de los grandes desarrollos revolucionarios

que estaban ocurriendo en esa época, una

apreciable cantidad de exilados antigomecistas

rompían con los esquemas tradicionales de las

luchas políticas en Venezuela (conspiraciones,

asonadas, «golpes» encabezados por «generales»

y caudillos) y eran ganados para la ideología marxista-leninista,

para la organización y lucha de

masas y se afiliaban a los partidos comunistas,

secciones de la Internacional Comunista, de diversos

países.

Entre ellos estuvieron:

a) Ilustres figuras pioneras del PCV como Gustavo

Machado (A) y Salvador de la Plaza (B +), que

colaboraron en la construcción de los PC de México

y Cuba y crearon una importante organiza-

13


ción policlasista llamada Partido Revolucionario

Venezolano (PRV) que con su órgano, el combativo

periódico Libertad, editado en México, jugó

un gran papel en la elevación del nivel político de

la emigración antigomecista venezolana y se

proyectó hacia el interior.

b) Afiliados al PC de Francia: Aurelio Fortoul

(B +), Jorge Saldivia Gil (A +), Miguel Otero Silva

(B), Heriberto González Méndez (B), Eduardo

Francis (B +), Guillermo Mujica (B), Rafael I. Mendoza

(C) y otros.

c) Afiliados al PC de Estados Unidos: Mariano

Fortoul (B +), Eduardo Machado (B), José A. López

O. (B), Ricardo Martínez (C), Manuel «Cucú» Corao

(B) y otros.

Entre los nombres citados apreciaremos más

adelante que muchos de ellos participaron en los

sucesivos esfuerzos por organizar y reorganizar

el PCV entre 1931 y 1937, y también después.

3) La vertiente originada en sectores de las

clases medias radicalizadas a partir de los movimientos

de 1928-29. El movimiento estudiantil

de 1928, de la llamada «generación del 28», fue

calificado de «comunista» por el gomecismo

desde su comienzo. En realidad, debido al bloqueo

ideológico que el régimen mantenía, impidiendo

la entrada al país de literatura revolucionaria

y de informaciones verídicas acerca de la

Revolución Rusa, Mexicana y otras, los estudiantes

del 28 teníamos muy vagas ideas acerca del

marxismo-leninismo y menos todavía acerca de

la organización y programa de un Partido Comu-

14


nista. Fue solamente en las bóvedas del Castillo

de Puerto Cabello, entre marzo 7 y noviembre de

1929, mediante las enseñanzas de Pío Tamayo y

la lectura de algunos libros revolucionarios que

poseían él y sus compañeros, cuando un sector

radicalizado de los estudiantes del 28 comenzamos

a tener ideas más claras acerca de la explotación

capitalista e imperialista, de la organización

del proletariado para la toma del poder, de la

necesaria destrucción del capitalismo y construcción

del socialismo; acerca de los objetivos

inmediatos y mediatos de un Partido Comunista.

Pío Tamayo no fue nunca miembro de algún PC

pero estuvo muy cerca de ellos en diversas luchas

populares en Centro América, México y Cuba. Sin

embargo, la proyección de su labor hacia la futura

construcción del PCV fue tan importante

que el Buró Político, con toda justicia a nuestro

parecer, le otorgó en 1978, post mortem, el carnet

de militante Honorario del PCV con la firma de su

Presidente Gustavo Machado y de su Secretario

General Jesús Faría 8 .

Del Castillo salió en noviembre de 1929 una

veintena de estudiantes que nos sentíamos comunistas

y que nos dimos seguidamente a las labores

de autocapacitarnos con más lecturas y de

hacer proselitismo y organización entre los sectores

populares, principalmente entre los obreros

y artesanos. Dichos estudiantes actuaron

7

En la 2ª edición del folleto original (1984), dice «abril» (N. de la Edit)

8

En la 2ª edición del folleto original (1984), se corrigió que el carnet fue firmado

por Jesús Faría y Alonso Ojeda Olaechea, como secretario general y de Organización

del PCV, respectivamente (N. de la Edit.)

15


principalmente en los grupos siguientes:

a) el de «Lecciones Obreras», encabezado por

Rodolfo Quintero (A), Kotepa Delgado (B) y Juan B.

Fuenmayor (C), al cual nos incorporamos Ángel

Márquez (C), Pedro Juliac (B), quien suscribe y varios

otros. Este grupo –a más de algunos intentos

de acciones de comando y terroristas– editó y distribuyó

unas 17 «lecciones obreras», creando

para esto un aparato bastante extenso, quizá de

unas 50 personas, en su mayoría estudiantes y de

otros sectores de las capas medias;

b) el del «pomposo PCV», encabezado por

Raúl Osorio (C +) y Víctor García Maldonado (B),

que editó «Lo que Todo Obrero Debe Saber» y

llegó a agrupar unas 30 personas entre estudiantes,

obreros y artesanos. Entre ellos estaban Juan

José Núñez Morales (A), Gustavo González (B),

José A. Vásquez (B), Rafael Medina Febres (B +),

Luis Useche (B +). Ramón Abad hijo (B), Raúl Cabrera

(B +), José A. Mayobre (C +);

e) los grupos de las plazas Baralt y Urdaneta

en Maracaibo. En el Zulia, bajo influencias similares

a las que determinaron en el Centro la aparición

de estos grupos de capas medias radicalizados,

se crearon también núcleos y círculos de

simpatizantes comunistas, como fueron los de la

Plaza Urdaneta y la Plaza Baralt, donde participaron

Isidro Valles (A), Elio Montiel (B), Olga Luzardo

(A), Espartaco González (B +), Eduardo Arcila

Farías (B), y otros.

16


Para principios de 1931 ya habían comenzado

a confluir en Caracas –y también en el Zulia– las

vertientes provenientes de los sectores obreros y

de las clases medias radicalizadas.

En los grupos de «Lecciones Obreras» y del

«Pomposo» participaron ya conjuntos de obreros,

artesanos y estudiantes, pero su claridad ideológica

y los tipos de organización que usaban no correspondían

todavía a los de un PC. No se utilizaba

ni se conocía el concepto organizativo de la

célula como organismo fundamental ni la estructuración

centralista-democrática.

En enero de 1931 llega a Caracas Aurelio Fortoul,

militante del PC Francés, enviado por el

grupo de comunistas venezolanos de París y por

el Buró del Caribe de la Internacional Comunista.

Poco después llega Mariano Fortoul, militante del

PC de Estados Unidos. Ambos traían la misión de

construir el PCV.

Seguidamente Aurelio Fortoul se pone en contacto

con Raúl Osorio (31 de enero de 1931), con

Víctor García Maldonado (el 16 de febrero) y con

Marín (José A. Mayobre, el 4 de marzo), todos éstos

del grupo «Pomposo». Deciden crear de inmediato

la primera célula, lo cual se efectúa al día

siguiente, 5 de marzo de 1931. Esta célula estuvo

constituida por Vicente (Víctor García M., ex-estudiante),

Tirso (Tomás Torres, obrero zapatero a

domicilio), Coco (cuyo nombre no hemos logrado

17


obtener 9 , vendedor de zapatos) y Marín (José A.

Mayobre, estudiante) siendo designado Tirso como

Secretario. Ramiro (Raúl Osorio) y Collins

(Aurelio Fortoul) quedaron subordinados a esta

célula y con la tarea de constituir otras nuevas en

los días siguientes.

Crece el número de células

Para el 6 de abril estaban creadas seis células

así como el Comité Radial A (Caracas) que designó

a Temístocles (Ramón Abad, zapatero) como

secretario y David (Florencio Maggi, panadero)

como tesorero.

En las semanas siguientes se siguen instalando

células y Comités de Subradio (grupos de

parroquias), cuyos integrantes provenían en su

mayoría de los grupos «Pomposo» y «Lecciones

Obreras». Se procedió a crear fracciones en las

sociedades gremiales.

Todos los datos anotados en esta parte constan

en el informe de fecha 12/04/31 enviado por André

Collins (Aurelio Fortoul) al Buró del Caribe 10 ,

y que aparece publicado en el «Libro Rojo», cuya

autenticidad nos consta por haber oído las mismas

versiones en La Rotunda de boca de Aurelio

y Mariano Fortoul y de los otros participantes.

Es de observar en el documento citado:

a) que la estructura creada en 1931 tenía vín-

9

En la 2ª edición del folleto original (1984), se dice que es Tomás del Carmen Torres,

distinto de Tomás Aquino Torres, «Tirso» (N. de la Edit.)

10

Al leer el informe, está dirigido «Al CC del PCC», seguramente el PC de Colombia,

con copia al Secretariado Latinoamericano de la Internacional Comunista y

a los grupos de camaradas presumiblemente de Barranquilla y París (N. de la

Edit.)

18


culos organizativos, desde el comienzo, con la Internacional

Comunista, con su Secretariado Latinoamericano

y con su Buró del Caribe;

b) que tenía una base ideológica marxista-leninista,

como lo muestran los párrafos del informe

sobre «la repercusión en Venezuela de la

crisis mundial del sistema capitalista», sobre

«que todo movimiento para defender sus reivindicaciones

económicas lleva consigo la cuestión

política y que no pueden obtenerse aquellas, en

definitiva, sin hacer un cambio total que entraña

la desaparición del mismo sistema capitalista»;

sobre que «las células debían ser creadas con mayoría

de elementos obreros»; que «se debía tender

a células correspondientes a los lugares de

trabajo», existiendo ya para la fecha del informe

una célula de empresa en panadería y, en proceso

de formación, otra en el Ferrocarril Alemán (Caracas-Valencia);

c) que las tareas que se planteaban los organismos

creados y sus métodos de trabajo eran de

tipo comunista. Así por ejemplo, para la reunión

del Comité Radial A del 10/04/31 la orden del día

era: 1) Informe de trabajos hechos; 2) Situación

política; y 3) Tareas inmediatas. Entre los puntos

discutidos estuvo la participación en una manifestación

de desempleados que se planeaba, con

las consignas «Consejos de parados y alimento

para los hambrientos», «requisición de víveres

en almacenes para instalar cocinas públicas», llegando

a las consignas de tinte trotskista propias

19


de la influencia de Sinani 11 en el Buró del Caribe,

como eran «Consejos Obreros en torno a las cocinas

públicas», «Huelga General» y «Armas para

los obreros».

A fines de abril de 1931 llega a Caracas el entonces

camarada Joseph Kornfeder (C +), enviado

por el Buró del Caribe, con la misión de elevar el

nivel teórico y organizativo del naciente PCV.

Este comisionado traía consigo un paquete del

«Manifiesto del Partido Comunista al pueblo trabajador

de Venezuela», firmado por el Comité

Central Provisorio, con fecha 1 de mayo de 1931,

impreso en Colombia mediante colaboración del

partido hermano [véase anexo Nº 1]. También

traía un lote de carnets para llenar a los afiliados

y un sello del Comité Central Provisorio que se

proponía dejar establecido.

Kornfeder realizó el enlace entre las vertientes

que todavía quedaba por hacer. Traía la dirección

de Kotepa Delgado, además de la de Fortoul,

mediante lo cual quedaron instaurados vínculos

organizativos también con los dirigentes del

grupo de «Lecciones Obreras». A partir de entonces

Kotepa y Fuenmayor participaron en los cursillos

de capacitación que dictaba Kornfeder y

eran candidatos a integrar el «Comité Central

Provisorio» [CCP]. Quintero, Key y otros miembros

de dicho grupo nos fuimos incorporando a

las nuevas células.

Los cursillos de capacitación de Kornfeder

11

Georgi B. Skalov, dirigente soviético del Secretariado Latinoamericano del Comité

Ejecutivo de la Internacional Comunista. Fue desincorporado y encarcelado

en la URSS en 1935 (N. de la Edit.)

20


eran dictados a dos niveles: uno más alto para los

dirigentes principales de los dos grupos antecedentes

que, junto con Aurelio y Mariano Fortoul,

integrarían el mencionado CCP; y otro más elemental

para dirigentes de células y de comités de

radio y subradio, de menor cultura general y política.

Golpe policial y desorganización a fines de

mayo de 1931

El 29 de mayo, a causa de la imprudencia de

un afiliado y la acción de un ganapán 12 delator,

fue localizado el sitio donde se dictaban los cursillos

(la oficina de arquitectura de Aurelio Fortoul,

en la esquina de Maturín) y fueron apresados por

la policía gomecista 10 integrantes directivos de

la organización existente, incluido el propio

Kornfeder. Entre los detenidos estaban Aurelio y

Mariano Fortoul, profesionales, provenientes de

la segunda vertiente; Ramón Abad (zapatero),

Manuel Simoza (carpintero) y Felipe Escobar (panadero),

provenientes de la primera vertiente;

Kotepa Delgado y Juan B. Fuenmayor, del grupo

«Lecciones Obreras», y Raúl Osorio y Víctor García

M., del «Pomposo», todos estudiantes del 28,

provenientes de la tercera vertiente.

Convergencia de las vertientes originadoras

en el Zulia

En el Zulia, como antes dijimos, ocurrían procesos

similares, aunque no llegaron a consti-

12

«Hombre que se gana la vida llevando recados o transportando bultos

de un punto a otro.», Real Academia Española, idem (N. de la Edit.)

21


tuirse células ni estructura de partido. Allá convergían

obreros de la primera vertiente como

Martínez Pozo, Jesús Correa, Manuel Taborda,

Max García y otros; con la influencia de comunistas

venezolanos del exterior (2da. vertiente) mediante

la frecuente llegada de la propaganda del

PRV y de literatura marxista enviada de Estados

Unidos y traída por marinos petroleros, así como

El Machete, órgano del PC Mexicano; y con intelectuales

revolucionarios (3ra. vertiente), como

los del grupo «Seremos» y los de las plazas Urdaneta

y Baralt. Se crearon asociaciones gremiales

combativas como la «Auxiliar de Tipógrafos», la

«Unión Constructora», la Samop de Cabimas, que

incluso realizaron huelgas. Se fundaron periódicos

como Voz Obrera. Se integraron grupos y

círculos revolucionarios. Pero sólo se llegó a construir

células y organismos de partido en 1935, a

los cuales se integraron junto con luchadores de

nuevas promociones como Jesús Faría, cuando

llegaron allí, desde el exilio, Kotepa y Fuenmayor.

Reorganización del PCV en Caracas a partir

de agosto de 1931

El descabezamiento del naciente partido en

mayo de 1931 ocasionó una desbandada general.

Atenuados los efectos del golpe represivo, a principios

de agosto de 1931, comenzamos a reunirnos

Rodolfo Quintero, Ángel Márquez y el suscrito,

con el propósito de iniciar la reorganización

del PCV y acordamos constituirnos en Comité

Organizador.

22


Seguidamente procedimos a ir contactando a

los afiliados que habíamos tenido oportunidad de

conocer en nuestras células o en otros sitios. Se

comenzó a reconstruir células, a ampliarlas con

nuevos reclutamientos, a reinstalar fracciones

en las sociedades gremiales.

Poco después acordamos que Quintero se

fuera al Zulia, donde teníamos noticias de que

existían círculos y embriones revolucionarios. Y

el propio Comité Organizador se amplió incorporando

a Mayobre, Eduardo Francis (recién llegado

del PC Francés, B +), Gustavo González (B),

Florencio Maggi (panadero, B), Cipriano Álvarez

(telefonista, B), César González (tranviario). Se

estableció un sistema de comunicaciones permanente

con los camaradas presos en La Rotunda y

con los camaradas del exterior que habían establecido

un Comité Auxiliar en Barranquilla, encabezado

por Gustavo Machado, y otro en Trinidad

encabezado por Salvador de la Plaza.

Papel de primera importancia en este sistema

de comunicaciones lo jugaban Margot García

Maldonado (B +), Concha Velásquez (A +) y María

Teresa de Fortoul (B).

Para comienzos de 1932 estaban organizados

unos 300 militantes en células y se tenían unos

600 simpatizantes en «grupos de prueba». Existían

en funcionamiento fracciones sindicales en

las sociedades gremiales de zapateros, panaderos,

tranviarios. Había embriones para formar

células de empresa en la fábrica Boccardo de calzado,

en la Cigarrera Bigott, en la Compañía de

23


Tranvías y en algunas empresas menores.

En febrero 13 de 1932 se convoca y se efectúa

una Conferencia Regional, con unos treinta delegados,

que crea un Comité Central Provisional al

cual pertenecían Fernando Key (Vila, estudiante)

designado Secretario General, Ángel Márquez

(Yateur, estudiante), Eduardo Francis (Sebastopol,

escultor), Gustavo González (Gols, estudiante),

José A. Mayobre (Marín, estudiante),

Claudio Hernández (Clarides, zapatero), Pedro

Condamo 14 (Darvich, panadero), César González

(Chang, tranviario), Gerónimo Angulo (Nelson,

zapatero), Ricardo Álvarez (Ulianof, carpintero),

Jesús Rojas (Cabeza, barbero), Cipriano Álvarez

(Stirner, telefonista), Ramón Sabino («Carbonero»,

cigarrillero) y otros.

A fines de febrero llega del exterior la c. Carmen

Fortoul, enviada por el Buró del Caribe y el

PC Colombiano. Trajo diversos materiales de lectura,

discutió con los camaradas dirigentes los

problemas del país y del partido, dictó cursillos

de capacitación y formuló planes concretos para

crear la Liga Pro-presos que posteriormente se

afiliaría al Socorro Rojo Internacional.

En estos mismos meses se edita en multígrafo

el primer número de El Martillo y se pone en circulación

limitada entre los organismos del partido

y los simpatizantes. También se inician esfuerzos

para tratar de crear grupos de simpati-

13

En la 2ª edición del folleto original (1984), dice «enero» (N. de la Edit.)

14

En la 2ª edición del folleto original (1984), dice «Candamo» (N. de la Edit.)

24


zantes en La Guaira, en los Valles del Tuy, en Cumaná.

Golpes policiales en marzo y en junio-julio

de 1932

El 10 de marzo de 1932 la policía localiza la

casa de Ángel Márquez como uno de los sitios

donde se reunían elementos revolucionarios.

Toma la casa y organiza una «ratonera» en ella.

En el curso del día van llegando y son arrestados

sucesivamente José A. Mayobre, Gustavo González,

Fernando Key, Eduardo Francis y José A. Vásquez,

además del propio Márquez que estaba detenido

desde la madrugada.

Después de este golpe policial, que capturó a

varios de los principales dirigentes, el partido

continuó funcionando a media máquina con los

demás dirigentes, especialmente Florencio Maggi,

Guillermo Mujica (Lebran, B), Ricardo Álvarez

(Ulianof), Ramón Sabino (Carbonero), Gerónimo

Angulo (Nelson), Eugenio González (Iskra,

C), J. J. Núñez Morales (Calixto, estudiante, A).

En mayo y junio se reactiva un tanto el funcionamiento

de los organismos y la edición de hojas

y etiquetas engomadas. A fines de mayo es hecho

preso Florencio Maggi. Y en los primeros días de

junio detienen a Eugenio González, quien se convierte

en delator y colaborador de la policía y ocasiona

la prisión de unos 18 camaradas y la virtual

destrucción de la organización en Caracas.

25


Sólo células aisladas desde agosto de 1932

Como antes se dijo, los golpes policiales de junio

y julio ocasionaron la casi total destrucción

de la organización del PCV en Caracas. Apenas

quedaron con una existencia precaria algunos

pequeños grupos de afiliados o simpatizantes

aislados en barrios de Caracas, en Cumaná, en los

Valles del Tuy. Existían también grupos marxistas

en el Zulia, corno vimos antes, y en el Táchira

por influencia del Partido Comunista de Colombia,

pero sin vinculación orgánica con la estructura

de Caracas de 1932.

Existían, además, con bastante vitalidad las

células de presos de La Rotunda. Ya desde agosto

de 1932, los 34 comunistas detenidos (descontados

Kornfeder, que había sido expulsado del país

por gringo, y Eugenio González, libertado por delator),

fueron concentrados en los calabozos Apamate

y Cueva del Humo del Departamento de El

Manzanillo, donde constituyeron de inmediato la

Cel-pre A, que funcionó eficientemente hasta la

libertad y expulsión de todos en diciembre de

1934. Esta célula sirvió para mantener la supervivencia

y la mística mediante la administración

comunitaria de los escasos recursos disponibles,

para realizar labores de capacitación política y

cultural, para mantener contacto clandestino regular

con los camaradas de afuera y del exterior,

para efectuar labores de proselitismo entre los

presos de los otros departamentos. En diciembre

de 1934 había tres Cel-pre, la A primaria; la B de

simpatizantes reclutados en La Rotunda Nueva,

26


entre los cuales estaban Germán Tortosa (B +),

José H. Briceño (B), Elio Montiel (B) y otros; y la

Cel-pre C que se constituyó con los camaradas

caídos en 1934 –de quienes hablaremos luego– y

que en total de unos 20 fueron encerrados en el

calabozo La Cueva del Guácharo del mismo departamento

de El Manzanillo.

Reorganización del PCV en 1934 y nuevo

golpe policial

A fines de 1933 y comienzos de 1934 ingresan

a Venezuela varios camaradas enviados por los

grupos comunistas del exterior, principalmente

de París. Fueron ellos Heriberto González Méndez

(arquitecto, B), Rafael Medina Febres (estudiante

del 28, B +), Rafael I. Mendoza (C), Guillermo Mujica

(empleado de comercio, que participó también

en la organización de 1932, B), así como Manuel

«Cucú» Corao (estudiante, B), procedente de

Nueva York y México 15 .

Dichos camaradas se dieron a la tarea de reorganizar

el PCV. Mantenían contacto frecuente

con los camaradas presos en La Rotunda, con el

Buró del Caribe y con los Comités Auxiliares de

Barranquilla y Trinidad. Mediante marinos de

buques de línea recibían en La Guaira frecuentemente

literatura y comunicaciones enviadas por

dicho Buró y por los grupos comunistas de Nueva

York y de otros sitios.

Esta nueva reorganización alcanzó cierto grado

de desarrollo en Caracas y La Guaira, princi-

15

En la 2ª edición del folleto original (1984), incluye «París» (N. de la Edit.)

27


palmente, y entre otras tareas editó y distribuyó

el segundo número de El Martillo.

El 5 de marzo de 1934 la policía gomecista dio

un nuevo zarpazo al partido y detiene a Rafael I.

Mendoza, a González Méndez, a Medina Febres y

a unos seis trabajadores afiliados. En el curso del

mes de abril fueron hechos otros presos. Llegando

a un total de unos veinte detenidos que –

como ya anotamos– fueron concentrados en el

calabozo «La Cueva del Guácharo».

Es interesante relatar una anécdota que mostraba

la alarma gomecista ante el nuevo enemigo

que se le enfrentaba. Cuando llegaba a El Manzanillo

este tercer lote de presos comunistas el «coronel»

Cárdenas, Jefe de Llaves de los Departamentos

y Calabozos, decía: «Alas, ¡ahora sí que

nos jodimos con estos comunistas del carajo. Son

como los bachacos, se les aplasta la bachaquera

por un lado y salen por otros!».

El PCV en 1935

En 1935 ya habíamos sido liberados y expulsados

los comunistas 16 que nos encontrábamos en

La Rotunda.

Persistían en Venezuela pequeños grupos de

afiliados, aislados unos de otros. En los Valles del

Tuy, encabezados por Gustavo Villaparedes; en

Cumaná, en colaboración con los espiritista-comunistas,

que se había establecido desde 1932; en

el Táchira vinculados al PC colombiano; en El Tocuyo,

célula creada por Margot García M., Rafael

16

En diciembre de 1934 (N. de la Edit.)

28


Rodríguez (A +), Emigdio Peña (B), y otros.

En el Zulia, sobre la base de los núcleos revolucionarios

de obreros e intelectuales, que hemos

mencionado antes siguiendo a Jesús Correa en su

trabajo «Cuarenta años de lucha por el comunismo

en Venezuela» (Caracas, 1971), y con el reingreso

a Venezuela de Juan B. Fuenmayor y

Kotepa Delgado, comienzan a estructurarse esos

núcleos como organismos del PCV y a desarrollar

actividades importantes a partir de la muerte de

Gómez (19/12/1935), en acciones populares, en la

organización de sindicatos, en la propaganda de

masas con el periódico Petróleo, de gran aceptación.

Hemos expuesto cómo el PCV, desde la creación

de su primera célula en 1931 en Caracas,

mantuvo estrecha vinculación con los PC de

Francia y Estados Unidos 17 , principalmente, así

como con los organismos sectoriales de la Internacional

Comunista [IC], en especial, con el Buró

del Caribe.

Hemos subrayado en los puntos anteriores,

cómo la plataforma ideológica y los métodos de

organización y de trabajo puestos en marcha por

las células y organizaciones del PCV naciente

eran de tipo marxista-leninista, con cierto grado

de deformaciones provenientes de la inmadurez

17

En la 2ª edición del folleto original (1984), incluye «Colombia» (N. de la Edit.)

29


de los nóveles dirigentes y de las influencias

trotskistoides existentes en los organismos sectoriales

de la IC.

Era importante y sin precedentes en Venezuela

la continuidad, la permanencia, del PCV.

Puede afirmarse que después del 5 de marzo de

1931 no dejaron nunca de existir y de funcionar

varios organismos del partido aun cuando estuviesen

temporalmente desconectados. Ya anotamos

antes en la anécdota del «coronel» Cárdenas

cómo veían el fenómeno los gomecistas.

Sobre la base de los antecedentes expuestos en

los puntos anteriores, que la Internacional Comunista

conocía debidamente, esta Internacional

consideró en su 7º Congreso [1935] la aceptación

del PCV como sección suya, junto con la admisión

de otros PC que se habían constituido después

del 6º Congreso [1928].

Así, en el protocolo A-No. 463 (cuya copia adjuntamos

18 ), de fecha 8 de agosto de 1935, los

miembros del Comité Político de la IC acordaron

crear una comisión que informara acerca de la

incorporación de los PC del Perú, Venezuela y otros

países. Aprobaron esta proposición Dimitrov,

Pianitsky, Ritcher, Bronkowski, Pieck, Gottwald y

Ercoli (Palmiro Togliatti).

La comisión que fue nombrada tenía a Van

Min de presidente y entre sus miembros estaban

Ford de EEUU y los representantes de los PC de

Cuba, Brasil y Argentina.

En la sesión del 7º Congreso de la noche del 20

18

Véase anexo Nº 2 (N. de la Edit.)

30


de agosto de 1935, el camarada Van Min a nombre

de dicha comisión propuso entre otros literales el

«e» que decía: «e) Incorporar a los Partidos Comunistas

de Perú, Venezuela, Colombia, Costa Rica y

Puerto Rico como seccionales», y la plenaria de esa

noche aprobó un «Acuerdo sobre la admisión de

nuevos Partidos en la Internacional Comunista»

que en su literal «a» dice: «a) Aceptar a los Partidos

Comunistas de INDOCHINA, FILIPINAS, PERÚ,

COLOMBIA, COSTA RICA, PUERTO RICO y VENE-

ZUELA, como Secciones de la Internacional Comunista.»

(Véase anexo Nº 2).

* * *

31


Bibliografía

1.- Correa, Jesús. «40 años de lucha por el comunismo

en Venezuela». Mimeografiado por el CR del

PCV en el Distrito Federal, Caracas, 1971.

2.- Croes, Hemmy. «El movimiento obrero venezolano.

Elementos para su historia». Ediciones Movimiento

Obrero. Caracas, 1973.

3.- Fuenmayor, Juan B. «1928-1948. Veinte años

de política», Editorial Mediterráneo, Madrid, Caracas,

1971.

4.- Key Sánchez, Fernando. «Un esbozo de los

antecedentes y primeras fases de la construcción

del Partido Comunista de Venezuela». Mimeografiado

para el 4º Congreso del PCV. Caracas, 1971.

5.- Partido Comunista de Venezuela. 4º Congreso.

«Documentos y Resoluciones». Gráfica

Americana. Caracas, 1971.

6.- Partido Comunista de Venezuela. Comité Regional

de Lara, «Homenaje a los fundadores de la

Primera Célula comunista en Lara. 1934-1948». Tipografía

Regional. Barquisimeto, 1948.

7.- Servicio Secreto de Investigación. «La verdad

de las actividades comunistas en Venezuela» («El

Libro Rojo»). Caracas, 1936.

8.- Numerosos testimonios escritos y verbales

de camaradas y ex-camaradas que participaron en

los acontecimientos reseñados.

32


Fuente: Hoja volante sin pie de imprenta, existente en el Archivo

Histórico de Miraflores.

Publicado parcialmente en el «Libro Rojo», Caracas, 1936.

LA LUCHA POR EL PAN Y LA TIERRA

Manifiesto del Partido Comunista al pueblo

trabajador de Venezuela

Compañeros:

Sofocado y aterrorizado por la tiranía que domina

a Venezuela desde hace tantos años, el pueblo

trabajador venezolano que tantos esfuerzos ha hecho

para librarse de su verdugo está encaminándose

para hacer un nuevo esfuerzo en pro de conseguir

la libertad. Sin embargo, la ignorancia en

que la tiranía de Juan Vicente Gómez ha mantenido

al pueblo ha impedido ver a muchos trabajadores

el hecho de que la mayoría de aquellos que

pretenden ser «revolucionarios», como el general

Arévalo Cedeño y otros caudillos, sólo representan

los intereses de los hacendados y de la burguesía,

es decir, de los ricos del país, y no son otra cosa que

nuevos tiranos que se disfrazan con la bandera revolucionaria

para adueñarse del poder y continuar

por su propia cuenta la explotación de los trabajadores.

Los trabajadores del mundo entero saben que

existen dos clases de gente: los que trabajan y los

que explotan, pero la verdad evidente y palpable de

que nada hay de común entre estas dos clases, de

33


que los intereses entre explotados y explotadores

son irreconciliables, no ha sido comprendida por

muchos trabajadores venezolanos de la ciudad y

del campo.

En todos los países del mundo los obreros y los

campesinos, que son los que con su labor producen

todas las riquezas, están organizados en sus propios

partidos de clase, en sus propios sindicatos y

ligas campesinas que representan y defienden sus

intereses. Los capitalistas y los hacendados, esto es,

los ricos dueños de las fábricas, empresas y tierras,

también están organizados en sus propios partidos

de clase y bajo la protección militar de su Estado

tratan de perpetuar la explotación de los que trabajan.

Si en Venezuela existe una lucha entre los ricos

partidarios de Juan Vicente Gómez y su familia y

los ricos partidarios de otros caudillos que representan

sus intereses, esto se debe a que cada uno

de ellos quiere más, quiere apoderarse de todo para

sí, quiere llevarse lo que otro tiene, quiere ser el

único explotador y se disputan el privilegio de exprimir

al pueblo trabajador con los mismos métodos

y con el mismo fin. Los que están en el poder

como el tirano Gómez hablan de «paz y orden», y

los que como Arévalo Cedeño y otros quieren obtener

el poder hablan de la «revolución», pero en verdad

sólo hay entre ellos una diferencia de palabras,

pues todos son enemigos encarnizados del pueblo

trabajador.

¿Qué quiere el pueblo trabajador?

El pueblo trabajador quiere liberarse de la explotación

y de la tiranía de Gómez y por lo mismo

tampoco quiere que lleguen al poder otros caudi-

34


llos como los Arévalo Cedeño, Olivares, Ortega

Martínez, etc., pues esto significaría continuar en

la misma esclavitud.

Los conuqueros, los peones de las haciendas, los

arrendatarios, a quienes pertenece la tierra por derecho

natural, pues son ellos quienes la labran y la

hacen fructificar a fuerza de sudores y fatigas,

quieren que ésta pertenezca a ellos y no a los ricos.

Los obreros de las minas y de las grandes empresas

y fábricas quieren que el resultado de su labor y las

máquinas con que trabajan estén bajo su control,

quieren trabajar menos horas y recibir mayores salarios

y que se les trate bien, quieren vivir como

hombres libres y no vilmente explotados desde que

nacen hasta que mueren lo mismo que esclavos.

Todo esto es exactamente lo contrario de lo que

quieren los patronos y los caudillos que representan

sus intereses. Por eso el general Arévalo Cedeño

que actualmente combate contra Gómez, temiendo

que los trabajadores logren librarse de la

explotación ayudados por los trabajadores verdaderamente

revolucionarios que son los COMUNIS-

TAS, dijo que cuando él llegara al poder «no habría

bastantes árboles en las riberas del Orinoco para

colgarlos». Gómez los asesina con torturas y trabajos

forzados en las carreteras y Arévalo Cedeño

quiere colgarlos; esta es la única diferencia que

existe entre los dos, ambos quieren ser verdugos de

los trabajadores, ambos son enemigos del pueblo.

Venezuela no está explotada solamente por los

ricos venezolanos, sino también por los ricos extranjeros:

los americanos del Norte, los ingleses,

los franceses y otros. Esto es lo que se llama la explotación

imperialista. Los grandes hacendados y

35


los capitalistas venezolanos cualesquiera que sean

sus caudillos están unidos con los imperialistas.

Tanto aquéllos como éstos están de acuerdo en explotar

a los trabajadores de Venezuela y se apoyan

unos a otros en contra de éstos. Gómez o cualquiera

de los caudillos que pretenden suplantarlo, negocian

gustosamente y en cualquier tiempo con

aquellos de los imperialistas que les ofrezcan mejores

gangas. Todos, pues, son traidores del pueblo

que venden diariamente al país o que pretenden

venderlo al mejor postor imperialista.

¿Qué quiere el pueblo? El pueblo quiere echar a

los imperialistas del país y aplastar a sus servidores

nacionales como Gómez y Arévalo, quiere librarse

de la explotación de unos y otros. Por esta

razón el pueblo trabajador es anti-imperialista.

¡La victoria pertenece a los trabajadores!

La inmensa mayoría de los venezolanos son los

trabajadores. Los ricos son una minoría insignificante.

Tan pronto como los trabajadores comprendan

sus intereses de clase y se organicen tendrán

el poder en sus manos. ¿Qué derecho tienen los ricos

enemigos de Gómez de apoderarse de las tierras,

empresas, fábricas y otras riquezas que cl tirano

sanguinario ha acaparado? Pues ninguno,

sólo los trabajadores tienen ese derecho y para conseguirlo

les basta con organizarse en su propio partido

de clase y luchar por sus propios intereses.

En Rusia, el país más grande del mundo, y con

una población cincuenta veces mayor que la de Venezuela

y que estuvo sometida durante siglos a una

tiranía tan sangrienta como la de Gómez, al régimen

de los Zares, los obreros y campesinos hace ya

trece años derrocaron este gobierno e implantaron

36


el gobierno de su propia clase, el gobierno obrero y

campesino llamado SOVIÉTICO. Se han repartido

las tierras de los grandes hacendados entre aquellos

que las trabajan diariamente, y las fábricas,

minas y empresas pasaron a ser propiedad colectiva

de los obreros bajo el control del gobierno soviético.

Los trabajadores de la Rusia Soviética trabajan

actualmente sólo siete horas diarias, cada

cuatro días de trabajo tienen uno de descanso,

fuera de dos semanas de vacaciones cada año con

salarios completos. Los salarios aumentan, y los

precios disminuyen y no hay trabajadores desocupados.

En las escuelas, colegios y universidades se

da la preferencia a los trabajadores y a sus hijos y

el gobierno sostiene de todo a todos los estudiantes.

La mujer goza exactamente de los mismos derechos

y de las mismas ventajas que los hombres y

se le concede un descanso absoluto con salario

completo dos meses antes y dos meses después del

alumbramiento. Bajo el gobierno obrero y campesino

se construyen en la Rusia Soviética casas cómodas

e higiénicas para los obreros, magníficos

edificios para sanatorios, hospitales, clubes, bibliotecas

y escuelas para los trabajadores, los cuales

gozan de una libertad y bienestar nunca conocido

en el mundo por la clase que todo lo ha producido.

Los trabajadores del mundo entero están luchando

y organizándose para hacer lo mismo que

sus hermanos de clase en Rusia. Los trabajadores

venezolanos no han de faltar en esta lucha gloriosa

por la libertad y el derecho de vivir bien. Ellos también

se solidarizan con todos los trabajadores del

mundo para aplastar a sus propios tiranos e implantar

el gobierno soviético de los obreros y cam-

37


pesinos en Venezuela.

¡A la lucha, trabajadores venezolanos! Organizaos

para conquistar el pan, la tierra y el bienestar

de hombres libres. Derrocad la tiranía e implantad

vuestro propio gobierno de clase, el gobierno

obrero y campesino.

Clase media o pequeña burguesía

Hay gentes como los pequeños comerciantes,

los dueños de talleres pequeños y otros que no son

ni trabajadores ni ricos. Ellos también son perjudicados

por el régimen de Gómez, y por la competencia

que les hacen los ricos extranjeros y nacionales

en sus negocios. Pero como no son ni trabajadores

ni burgueses no saben con quién irse. Hablan mucho

de la revolución, pero como ellos también quieren

ser ricos mediante la explotación del pueblo

trabajador, casi siempre se van con los caudillos de

la burguesía. Esta clase vacilante, esta clase media

entre los trabajadores y los ricos se llama la pequeña

burguesía. Entre ellos se encuentran políticos

muy peligrosos para los trabajadores, porque

con sus pretensiones de «revolucionarios» y su

contacto directo con el pueblo en sus negocios tienen

facilidad para engañarlos e inducirlos a seguir

a los caudillos en contra de sus propios intereses de

clase. Entre la pequeña burguesía se encuentran

también intelectuales, doctores, ingenieros, empleados,

estudiantes y otros que en su mayor parte

se benefician del régimen general de explotación

de los trabajadores. Estos, cuando están contra Gómez

se adhieren a los caudillos de los ricos y pretenden

ser «revolucionarios», pero con muy raras

excepciones son enemigos de la verdadera revolución

de los trabajadores de la ciudad y del campo y

38


terminan siempre por traicionar el movimiento

revolucionario de los trabajadores. El pueblo trabajador

debe desconfiar de esta gente en general y no

permitir que tome la dirección del movimiento

obrero. Entre esta pequeña burguesía o clase media

hay que contar sólo con aquellos que estén dispuestos

a apoyar la lucha de los trabajadores y su

partido de clase, el Partido Comunista de Venezuela,

por emanciparse totalmente del yugo de la burguesía,

es decir, de los ricos, ya estén con Gómez o contra

Gómez, pero a los que quieren desviar a los trabajadores

de la lucha revolucionaria por sus propios

intereses en favor de la burguesía, hay que rechazarlos

rotundamente como a traidores del pueblo

trabajador y sirvientes de los explotadores. Hay

solamente dos campos: los explotados y los explotadores;

los que no están con los explotados están

con nuestros enemigos. No hay un terreno intermedio

en la lucha entre estas dos clases. Trabajadores,

alerta contra los traidores.

Trabajadores: ingresad en vuestro partido de

clase, el Partido Comunista

Por primera vez en la historia de este país se ha

formado en Venezuela con su sede en Caracas un

comité organizador de los trabajadores revolucionarios

(comunistas) de Venezuela. Este comité se

llamará COMITÉ CENTRAL PROVISIONAL DEL PAR-

TIDO COMUNISTA, SECCIÓN VENEZOLANA DE LA

INTERNACIONAL COMUNISTA.

La Internacional Comunista, organización que

dirige el movimiento revolucionario del proletariado

mundial, y que ha tomado la iniciativa de

ayudar a los obreros venezolanos a organizarse en

su propio partido de clase, tiene secciones en todos

39


los países de la América Latina y del mundo entero,

se compone de unos cinco millones de obreros y

campesinos organizados, controla la Rusia Soviética

con sus 150 millones de habitantes y una parte

considerable de China con más de 100 millones de

habitantes, lo que hace un total de más de 250 millones

en un inmenso territorio donde los explotadores

han sido aplastados y los obreros y campesinos

tienen el poder. La Internacional Sindical Roja,

organización que lucha por el mejoramiento inmediato

de la situación económica de los trabajadores,

y que cuenta con 16 millones de miembros

también os ayudará a organizaros en sindicatos en

cada industria, empresa, mina, fábrica o hacienda

para defender vuestros intereses materiales diarios

contra la avaricia de la clase patronal. Esta es

la ayuda que los trabajadores organizados del

mundo os aportan para organizaros a fin de libraros

del yugo de los explotadores extranjeros y venezolanos.

El Partido Comunista es el partido de los obreros,

defiende los intereses de todos los explotados

cualesquiera sea su nacionalidad, color, raza o religión

y tiene como su programa lo siguiente:

1. Lucha insurreccionaria contra los grandes

hacendados y la entrega y distribución de la tierra

entre quienes la trabajan sin pagar indemnizaciones

a los antiguos dueños.

2. Toma de las grandes empresas, fábricas, minas

y transportes y nacionalización de éstos para

los obreros bajo el gobierno obrero y campesino.

3. Desconocimiento de todas las deudas a los imperialistas

y a los bancos y acaparadores ricos.

4. Desconocimiento de todas las concesiones y

40


privilegios de explotación a los imperialistas.

5. Exención de impuestos a los campesinos pobres,

pequeños comerciantes y dueños de pequeños

talleres.

6. Implantación de la jornada de 7 horas en todas

las grandes empresas, fábricas y minas y la jornada

de 8 horas en general.

7. Igual salario por igual trabajo para las mujeres

y los jóvenes.

8. Mantenimiento por cuenta del Estado y de las

empresas de los desocupados y de los incapacitados

para el trabajo por enfermedad, vejez o accidentes.

9. Educación elemental y superior gratuita y

ayuda del Estado para el mantenimiento de los estudiantes.

10. Entrega de la tierra decomisada a los indígenas,

los cuales tendrán derecho a gobernarse a sí

mismos.

11. Supresión de todos los arriendos y alquileres.

12. Las madres recibirán salario completo con

derecho a descanso absoluto durante 8 semanas

antes y 8 semanas después del alumbramiento y

asistencia médica gratuita.

¡Trabajadores!

Los beneficios aquí enumerados los obtendréis

solamente luchando vosotros mismos por ellos,

con vuestra propia organización clasista. La emancipación

de los trabajadores tiene que ser la obra de

ellos mismos. Los caudillos sólo os traicionarán y

engañarán. Vosotros mismos tenéis que libertaros

y para ello es menester organizaros y controlar vosotros

mismos estas organizaciones para que no se

41


apoderen de ellas los verdugos y explotadores. Solamente

así organizados y dirigidos por vuestro

propio partido de clase el Partido Comunista de Venezuela,

podréis luchar efectivamente y con buen

éxito contra todos los atropellos de los ricos, logrando

arrancarles mejoras económicas inmediatas

mientras os libráis definitivamente del yugo de

los explotadores implantando vuestro propio gobierno

de clase (soviético) constituido por delegados

de los obreros, campesinos, indios y soldados.

Si no queréis morir como esclavos, subyugados

por el terror y el látigo, sin esperanzas para el porvenir,

si no queréis que vuestros hijos e hijas padezcan

la misma miseria y tiranía que vosotros sufrís

hoy, hay que luchar para realizar el programa

comunista. Sólo los cobardes se resignan a morir

bajo los latigazos del déspota explotador. Los verdaderos

hombres que quieren luchar para salir de

este infierno a que estamos condenados en vida los

trabajadores bajo el dominio de los ricos que todo

lo deben a nuestra labor, se organizan para libertarse.

¡Para qué os sirve la vida si tenéis que pasarla

sofocados por la opresión, alimentados con miserables

mendrugos y tratados como perros! Sólo tenéis

que perder en la lucha las cadenas que los explotadores

os imponen.

Conclusión

El dominio de la burguesía o capitalistas ha llegado

a su última etapa, El régimen capitalista se

está hundiendo mortalmente herido por las propias

contradicciones del sistema y por la violenta

lucha de clases que de ellas se deriva. La decadencia

se manifiesta palpablemente en la crisis espan-

42


tosa que sufren todos los países en donde gobiernan

los ricos. Hay 30 millones de hombres sin trabajo,

sin pan y sin techo, condenados a ser mendigos

con sus familiares. Los salarios de los que aún

tienen trabajo son reducidos por los ricos que quieren

echar sobre la clase trabajadora todo el peso de

la crisis, de la quiebra del sistema de explotación

capitalista. Se aumentan las horas de trabajo, los

impuestos y los precios de los artículos de primera

necesidad. Los capitalistas de todos los países luchan

unos contra otros para arrebatarse los restos

del botín y se preparan a la guerra engañando a los

trabajadores para que les sirvan de carne de cañón

y defiendan los intereses de sus propios explotadores.

Los trabajadores que ya no pueden aguantar

más el yugo que les imponen los ricos explotadores

se están organizando en todo el mundo para sacudirlo

y librarse de un sistema que convierte a la

mayor parte de la humanidad en bestias de carga

de unos pocos privilegiados. El proletariado mundial

se prepara para seguir el ejemplo de los trabajadores

de la Rusia Soviética, único país donde no

hay crisis ni desocupación.

¡Trabajadores venezolanos! Organizaos. Todos

los que no seáis cobardes suscribíos al programa de

liberación obrera de este manifiesto en todas las

empresas, minas, fábricas y haciendas. Es necesario

organizaros en pequeños grupos clandestinos

unidos entre sí y elegir delegados en comités locales

afiliados al Partido Comunista y bajo la dirección

del Comité Central provisional que os va a enseñar

cómo se procede en la lucha por vuestra libe-

43


ración. Cuidaos de los espías y traidores. No recibáis

en vuestras filas sino a aquellos trabajadores

que sabéis bien son sinceros adherentes de la causa

del pueblo trabajador.

¡Trabajadores! Luchando vosotros mismos con

la ayuda del proletariado (los trabajadores) mundial,

sin caudillos, ni generales extranjeros, ni nacionales,

sabréis derrocar la tiranía y el régimen

explotador.

¡Adelante compañeros!

¡Vivan los trabajadores!

¡Viva el Gobierno Obrero y Campesino!

¡Viva la Rusia Soviética!

¡Viva el Partido Comunista!

¡Mueran los verdugos del pueblo trabajador!

El Comité Central Provisional del Partido

Comunista Venezolano, Sección de

la Internacional Comunista.

Caracas, 1º de mayo de 1931.

El fusil en el hombro del obrero es la única garantía

de la democracia. Lenin.

44


Fuente: Archivo de la Internacional Comunista (IC), 7º Congreso de

la IC. Copia y traducción de protocolos suministradas en Moscú a

Eduardo Gallegos Mancera por el PCUS.

Protocolo (A) No. 463

Formulado el 8 de agosto de 1935, según la votación

de los miembros del Comité Político:

2. (7475). Con respecto a la incorporación a la Internacional

Comunista de los Partidos Comunistas

de Perú, Venezuela, Costa Rica, Puerto Rico, Panamá,

Haití, Bolivia, Guatemala, Santo Domingo,

El Salvador.

Votación del 4/8/1935:

Jorge Dimitrov, Knorin, Piatnitzky, Richter,

Bronkowski, Wilhelm Pieck, Kliment Gottwald, Ercoli

(Palmiro Togliatti).

2. Proponer al Presidium del Congreso la siguiente

Comisión, en relación a la incorporación

de los Partidos Comunistas del Perú, Venezuela,

Costa Rica, Puerto Rico, Panamá, Haití, Bolivia,

Guatemala, Santo Domingo y El Salvador.

1. Wan-Min (Presidente)

2. Secretario del PC de Cuba

3. Un representante de la Delegación brasileña

4. Un representante de la Delegación argentina

5. Ford (USA)

Protocolo No. 43

De la sesión final del 7º Congreso Mundial de la

Internacional Comunista.

45


(23º día de sesión, sesión No. 43 (noche), 20 de

agosto de 1935)

6. Informe de la Comisión con respecto a la incorporación

de nuevos Partidos a la Internacional

Comunista: Camarada Wan-Min (China)

Aprobado:

e) Incorporar a los Partidos Comunistas de Perú,

Venezuela, Colombia, Costa Rica y Puerto Rico

como seccionales.

f) Pasar al Comité Ejecutivo de la Internacional

Comunista la decisión de lo relacionado a la incorporación

de los PC de Panamá, Ecuador, Haití y Chipre

como seccionales de la IC después de haber recibido

todos los documentos e informaciones necesarias

acerca de la situación verdadera de estas organizaciones.

Acuerdo sobre la admisión de nuevos Partidos

en la Internacional Comunista

(Adoptada en el 7º Congreso Mundial de la Internacional

Comunista, el 20 de agosto de 1935).

a) Aceptar a los Partidos Comunistas de INDO-

CHINA, FILIPINAS, PERÚ, COLOMBIA, COSTA RICA,

PUERTO RICO y VENEZUELA, como Secciones de la

Internacional Comunista.

b) Aceptar al Partido Revolucionario de CUBA

como sección de la Internacional Comunista, con

los derechos de un Partido simpatizante.

46


EL VI CONGRESO DEL PCV

en conocimiento de la ponencia elaborada por

una Comisión designada por el Comité Central saliente

y aprobada por éste en su última sesión plenaria,

relativa a la fecha de fundación del partido

de la clase obrera venezolana;

estudiada dicha ponencia, que contiene materiales

históricos de indudable valor, que el XXII

Pleno del CC elevó a la consideración de este Congreso.

RESUELVE

1) Adoptar el 5 de marzo de 1931 como fecha de

fundación del Partido Comunista de Venezuela,

inicio de su actividad organizada en el país;

2) Adoptar el 8 de agosto de 1937, fecha en que

se instaló la Primera Conferencia del Partido y se

designó la primera dirección que abarcaba la mayoría

del territorio, como fecha de la reafirmación

ideológica y de la integración nacional del Partido

Comunista de Venezuela; y

3) Encomendar al Comité Central y al Buró Político

que surjan del VI Congreso, la celebración, en

todo el territorio nacional, del cincuentenario del

Partido Comunista de Venezuela en marzo de 1981.

Los Caracas, 10 de agosto de 1980.

El VI Congreso del Partido Comunista

47


Llamado a todos los que puedan indicar

correcciones o adiciones necesarias

Se está consciente de que la escasez de fuentes

documentales escritas, en su mayor parte destruidas

en los sucesivos y largos períodos de represión

sufridas a través de los casi diez lustros de historia

revolucionaria venezolana sintetizada en este trabajo,

ha podido ocasionar la omisión de hechos o

personas que jugaron papel de mayor o menor importancia

dentro del proceso que se relata. Se agradece

a todos aquellos que noten fallas o imprecisiones,

se sirvan hacerlas llegar a la Dirección del Partido

Comunista de Venezuela (Edificio Cantaclaro,

San Pedro a Río, Parroquia San Juan, Caracas), a

nombre del autor, a fin de mejorar al máximo las

futuras reediciones. Este llamado está dirigido

principalmente a las fuentes todavía vivas, de dentro

o de fuera del PCV, que hayan participado en algunas

de las fases reseñadas en una u otra región

del país y que tengan a bien prestarnos su valiosa

colaboración.

Fernando Key Sánchez

48


La Editorial Aurora valora altamente

su opinión acerca del contenido, diseño

y diagramación de la presente publicación.

Igualmente, agradece cualquier otra sugerencia.

editorialaurora1917@gmail.com

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