La tormenta del siglo - Stephen King
lágrimas. Su cabello es cano, y al principio no reconocemos a Molly Anderson. Ha envejecidoveinte años.152Interior. Consulta de la terapeuta. Mañana.Molly está sentada en una mecedora de madera curvada, contemplando el verano en elexterior y sollozando en silencio. Sentada frente a ella está la terapeuta, una profesionalataviada con una falda color crema y una blusa, todo ello de fino tejido estival. Lleva unbonito peinado, va muy bien arreglada y mira a Molly con esa clase de compasión quemuestran los buenos terapeutas, y que a menudo resulta de ayuda pero cuyodistanciamiento también asusta un poco.El silencio se prolonga. La terapeuta espera a que Molly lo rompa, pero ésta continúasentada en la mecedora contemplando el verano con sus ojos llorosos.TERAPEUTA: Usted y Mike no se han acostado juntos desde hace… ¿cuántotiempo?MOLLY (mirando por la ventana): Cinco meses. Más o menos. Podría decírselocon exactitud, si cree usted que le va a ser de ayuda. La última vez fue la noche antesde que arreciara la gran tormenta. La tormenta del siglo.TERAPEUTA: Cuando perdió usted a su hijo.MOLLY: Exacto. Cuando perdí a mi hijo.TERAPEUTA: Y Mike la culpa de esa pérdida.MOLLY: Creo que va a dejarme.TERAPEUTA: Le da mucho miedo que eso suceda, ¿no es así?MOLLY: Creo que se está quedando sin motivos para quedarse. ¿Comprende quéquiero decir?TERAPEUTA: Cuénteme otra vez qué le pasó a Ralphie.MOLLY: ¿Por qué? ¿Para qué serviría? Por el amor de Dios, ¿para qué serviría? ¡Seha ido!La terapeuta no responde. Al cabo de unos instantes, Molly suspira y accede a suwww.lectulandia.com - Página 434
petición.MOLLY: Fue el segundo día. Estábamos en el ayuntamiento… donde nos habíamosrefugiado, ya sabe. La tormenta… no puede imaginar lo fuerte que fue.TERAPEUTA: Yo estaba aquí. Tuve que pasar por ella.MOLLY: Sí, precisamente; usted estaba aquí, Lisa. En el continente. En la isla esdiferente, (pausa) Todo es distinto en la isla, (otra pausa) Sea como fuere, JohnnyHarriman entró corriendo mientras tomábamos el desayuno y dijo que el faro estaba apunto de caer. Todo el mundo quiso verlo, por supuesto… y Mike…153Exterior. Casa de los Anderson. Una mañana de verano.Vemos un pequeño coche blanco aparcado en la curva con el maletero abierto. En élhay dos o tres maletas. Se abre la puerta de la casa y sale Mike llevando dos más. Cierra lapuerta, baja los peldaños del porche y recorre el sendero. Cada movimiento, cada gesto,cada mirada hacia atrás nos dicen que estamos siendo testigos de una partida definitiva.MOLLY (voz en off): Mike nos dijo que la visibilidad era nula a causa de la nieve yque permaneciéramos cerca del edificio. Ralphie quería verlo… Pippa y todos losdemás niños querían salir a ver qué pasaba… de modo que los llevamos. Que Diosnos perdone, nos los llevamos.Mike se detiene ante el letrero de GUARDERÍA LOS DUENDES. Todavía cuelga con sucadena de una rama baja del arce del patio, pero ahora tiene cierto aspecto polvoriento.Olvidado. Como si no tuviera importancia alguna. Mike lo arranca, lo observa, y luego sevuelve y lo arroja en el porche, presa de momentánea ira.MOLLY (voz en off): Fue un error por parte de cualquiera de nosotros salir allí,pero especialmente en el caso de los niños. Subestimamos el poder de la tormenta.Varias personas se alejaron y se perdieron. Ralphie fue una de ellas. Angie Carverlogró encontrar el camino de vuelta. Pero ninguno de los demás lo hizo.Mike contempla el porche donde ha aterrizado el letrero y luego se vuelve para dirigirsewww.lectulandia.com - Página 435
- Page 384 and 385: Se libera de Molly y se precipita h
- Page 386 and 387: lo que quiero… aunque sí puedo c
- Page 388 and 389: Interior. Salón de actos del ayunt
- Page 390 and 391: BURT SOAMES: No me parece que haya
- Page 392 and 393: voluntad y de fuerzas y contestamos
- Page 394 and 395: MOLLY: Quiero sentarme junto a Ralp
- Page 396 and 397: Alza la mirada hacia el techo. Sus
- Page 398 and 399: HATCH: Me diré a mí mismo que mur
- Page 400 and 401: LINOGE: ¿Habéis llegado a una dec
- Page 402 and 403: [El director o directora filmará l
- Page 404 and 405: Lo sé. Todos lo sabemos. Nos ha
- Page 406 and 407: hablando de un niño. ¿Es que n
- Page 408 and 409: podemos permitirle…SONNY (no sin
- Page 410 and 411: ROBBIE: ¿LOS que se oponen?No se a
- Page 412 and 413: HATCH: Mike, yo…MIKE (sin siquier
- Page 414 and 415: Interior. Primer plano del reloj pa
- Page 416 and 417: Capítulo VI123Exterior. El estrech
- Page 418 and 419: SANDRA: ¡Robbie, no puedo! ¡Hazlo
- Page 420 and 421: Linoge la señala con el bastón. J
- Page 422 and 423: Sonny, Lucien y Alex le agarran cua
- Page 424 and 425: MOLLY: ¡No puede llevárselo!LINOG
- Page 426 and 427: JACK: No puedo hacer eso, Molly. (y
- Page 428 and 429: Mike sale del salón justo a tiempo
- Page 430 and 431: y no de día, y nos alejamos en lug
- Page 432 and 433: Está agazapado en la nieve junto a
- Page 436 and 437: al coche. Mete el último par de bu
- Page 438 and 439: de lágrimas, que se le deslizan po
- Page 440 and 441: 159Exterior. El desierto estadounid
- Page 442 and 443: 164Exterior. Iglesia metodista de L
- Page 444 and 445: Sandy. Y había algo extraño…La
- Page 446 and 447: 171Exterior. Linoge y el chico, des
- Page 448 and 449: a volverse. Luego se escabullen jun
- Page 450 and 451: MIKE: Muy amable por su parte. Tuer
- Page 452 and 453: STEPHEN EDWIN KING, (nacido en Port
- Page 454 and 455: [1]En el este de Maine, los equipos
- Page 456 and 457: [3]Y qué demonios, me dije; si La
- Page 458: [5]La nieve consistía en copos de
petición.
MOLLY: Fue el segundo día. Estábamos en el ayuntamiento… donde nos habíamos
refugiado, ya sabe. La tormenta… no puede imaginar lo fuerte que fue.
TERAPEUTA: Yo estaba aquí. Tuve que pasar por ella.
MOLLY: Sí, precisamente; usted estaba aquí, Lisa. En el continente. En la isla es
diferente, (pausa) Todo es distinto en la isla, (otra pausa) Sea como fuere, Johnny
Harriman entró corriendo mientras tomábamos el desayuno y dijo que el faro estaba a
punto de caer. Todo el mundo quiso verlo, por supuesto… y Mike…
153
Exterior. Casa de los Anderson. Una mañana de verano.
Vemos un pequeño coche blanco aparcado en la curva con el maletero abierto. En él
hay dos o tres maletas. Se abre la puerta de la casa y sale Mike llevando dos más. Cierra la
puerta, baja los peldaños del porche y recorre el sendero. Cada movimiento, cada gesto,
cada mirada hacia atrás nos dicen que estamos siendo testigos de una partida definitiva.
MOLLY (voz en off): Mike nos dijo que la visibilidad era nula a causa de la nieve y
que permaneciéramos cerca del edificio. Ralphie quería verlo… Pippa y todos los
demás niños querían salir a ver qué pasaba… de modo que los llevamos. Que Dios
nos perdone, nos los llevamos.
Mike se detiene ante el letrero de GUARDERÍA LOS DUENDES. Todavía cuelga con su
cadena de una rama baja del arce del patio, pero ahora tiene cierto aspecto polvoriento.
Olvidado. Como si no tuviera importancia alguna. Mike lo arranca, lo observa, y luego se
vuelve y lo arroja en el porche, presa de momentánea ira.
MOLLY (voz en off): Fue un error por parte de cualquiera de nosotros salir allí,
pero especialmente en el caso de los niños. Subestimamos el poder de la tormenta.
Varias personas se alejaron y se perdieron. Ralphie fue una de ellas. Angie Carver
logró encontrar el camino de vuelta. Pero ninguno de los demás lo hizo.
Mike contempla el porche donde ha aterrizado el letrero y luego se vuelve para dirigirse
www.lectulandia.com - Página 435