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La tormenta del siglo - Stephen King

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LINOGE: ¿Habéis llegado a una decisión?

ROBBIE: Sí… hemos votado a favor.

LINOGE: Excelente.

Camina junto a la última fila y se detiene al llegar al pasillo central. Mira hacia los padres.

LINOGE: Habéis tomado la decisión adecuada.

Molly aparta la mirada, asqueada por la aprobación del monstruo sonriente. Linoge

advierte su repulsión, y su sonrisa se hace más amplia. Recorre lentamente el pasillo central

sosteniendo ante sí la bolsita de piedras. Asciende los peldaños y Robbie se aparta de él con

rapidez, en su rostro hay una expresión de terror. Lino-ge se sitúa ante el podio y contempla

a sus rehenes con una dulce sonrisa.

LINOGE: Habéis hecho algo muy difícil, amigos míos, pero a pesar de lo que pueda

haberos dicho el agente de policía, habéis hecho bien. Habéis hecho lo correcto. Lo

único, en realidad, que unas personas responsables y tiernas podían hacer dadas las

circunstancias.

Tiende ante sí la bolsita sujetándola por el cordón.

LINOGE: Estas piedras son legendarias. Ya eran viejas cuando el mundo era joven,

y solían decidir asuntos importantes mucho antes de que la Atlántida se hundiera en

el océano. Aquí den​tro hay siete piedras blancas… y una negra.

Linoge hace una pausa y esboza una sonrisa… una sonrisa que muestra las puntas de

sus afilados colmillos.

LINOGE: Estáis ansiosos de que me vaya, y no os culpo por ello. ¿Quieren hacer el

favor de adelantar​se el padre o la madre de cada niño? Acabemos con esto de una

vez.

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Interior. Plano de los isleños.

www.lectulandia.com - Página 400

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