La tormenta del siglo - Stephen King

ylliasbell777
from ylliasbell777 More from this publisher
11.05.2023 Views

voluntad y de fuerzas y contestamos con un rotundo y colectivo «No». Suponga​mosque al hacerlo así el tipo simplemente de​saparece. Que regresa al lugar de donde have​nido, sea cual sea…Mike le observa receloso, esperando el costalazo.ROBBIE: Ya has visto a nuestros niños. No sé qué les ha hecho exactamente, perosin duda ese vuelo en lo alto del cielo supone una representación lo bas​tante exacta deello. Pueden caer. Creo que pue​de suceder. Todo lo que tiene que hacer es mover esebastón suyo, y los niños caerán. ¿ Cómo va​mos a vivir con eso si llega a ocurrir?¿Nos diremos a nosotros mismos que los matamos a los ocho porque éramosdemasiado buenos, dema​siado santurrones, para sacrificar a uno solo?MIKE: Podría tratarse de un farol…MELINDA (con tono áspero y hostil): No lo es, Michael, y tú lo sabes. Lo has visto.Tavia Godsoe se adelanta titubeante hacia el pasillo central, al parecer el lugar preferidopor los isleños para hablar. Al principio se muestra insegura, pero va adquiriendo confianza amedida que habla.TAVIA: Hablas como si fuera a matar al niño, Michael… como si se tratara dealguna especie de… de sacrificio humano. A mí me ha sonado más como unaadopción.Mira alrededor esbozando una sonrisa tímida. Parece decir: «Si tenemos que hacer esto,saquémosle el mejor partido; veámosle el lado bueno.»JONAS: ¡Y tendrá una larga vida, además! (pausa) Si cree​mos lo que dice, claro; y,después de verle, yo… de hecho, supongo que le creo.Nuevos murmullos de asentimiento. Y de aprobación.MIKE: ¡Linoge mató a golpes a Martha Clarendon con el bastón! ¡La golpeó hastasacarle los ojos de las órbitas! ¡Estamos debatiendo la posibilidad de entregarle unniño a un monstruo!A estas palabras sigue un silencio absoluto. Los isleños bajan las miradas al suelo y susmejillas enrojecen por la vergüenza. El reverendo Bob Riggins vuelve a sentarse. Su esposa lepone una mano en el brazo y mira a Mike con expresión resentida.www.lectulandia.com - Página 392

HENRY BRIGHT: Tal vez sea cierto, pero ¿qué hay de los demás niños? ¿Decimosque no y los vemos morir ante nuestros propios ojos?KIRK: Sí, Mike… a veces uno solo tiene que sacrificarse por todos los demás,como Jesucristo.Mike no encuentra una buena respuesta para tal afirmación.MIKE: Lo de los niños también podría ser un farol. Sa​tán es el padre de todas lasmentiras, y este tipo tiene que ser un pariente cercano.JILL ROBICHAUX (con tono agudo y desagradable): ¿Quie​res correr ese riesgo?Estupendo… pero córre​lo con tu hijo, ¡no con el mío!LINDA ST. PIERRE: Estoy absolutamente de acuerdo.HENRY BRIGHT: ¿Quieres saber qué creo que sería lo peor, Mike? Supongamos quetienes razón pero sólo hasta cierto punto. Supon que noso​tros vivimos… y que ellosmueren, (señala a los niños) ¿Cómo vamos a mirarnos unos a otros a la cara? ¿Cómovamos a convivir unos con otros ?JACK: ¿Y cómo vamos a poder convivir jamás contigo, Mike?La pregunta suscita murmullos de asentimiento. Jack, el justiciero de homosexuales, sedirige de nuevo hacia su hijo dormido y se sienta junto a él. A Mike tampoco se le ocurreahora una respuesta adecuada; le vemos luchar por encontrarla y fracasar.Robbie consulta el reloj: son las 9.20.ROBBIE: Ha dicho media hora; nos quedan diez minutos.MIKE: ¡No podemos hacer esto! ¿Es que no lo veis? ¿No lo entendéis? Nopodemos permitirle…SONNY (no sin amabilidad): Creo que ya hemos escu​chado tu opinión, Mike.Ahora siéntate, ¿de acuerdo ?Mike le mira con expresión de impotencia. No es estúpido y sabe muy bien hacia dóndesopla el viento.MIKE: Tenéis que pensaros bien esto, chicos. Tenéis que pensároslo muy bien.Desciende los peldaños y regresa junto a Molly. Coge la mano de su esposa. Ella le dejaretenerla unos instantes y luego la aparta.www.lectulandia.com - Página 393

voluntad y de fuerzas y contestamos con un rotundo y colectivo «No». Suponga​mos

que al hacerlo así el tipo simplemente de​saparece. Que regresa al lugar de donde ha

ve​nido, sea cual sea…

Mike le observa receloso, esperando el costalazo.

ROBBIE: Ya has visto a nuestros niños. No sé qué les ha hecho exactamente, pero

sin duda ese vuelo en lo alto del cielo supone una representación lo bas​tante exacta de

ello. Pueden caer. Creo que pue​de suceder. Todo lo que tiene que hacer es mover ese

bastón suyo, y los niños caerán. ¿ Cómo va​mos a vivir con eso si llega a ocurrir?

¿Nos diremos a nosotros mismos que los matamos a los ocho porque éramos

demasiado buenos, dema​siado santurrones, para sacrificar a uno solo?

MIKE: Podría tratarse de un farol…

MELINDA (con tono áspero y hostil): No lo es, Michael, y tú lo sabes. Lo has visto.

Tavia Godsoe se adelanta titubeante hacia el pasillo central, al parecer el lugar preferido

por los isleños para hablar. Al principio se muestra insegura, pero va adquiriendo confianza a

medida que habla.

TAVIA: Hablas como si fuera a matar al niño, Michael… como si se tratara de

alguna especie de… de sacrificio humano. A mí me ha sonado más como una

adopción.

Mira alrededor esbozando una sonrisa tímida. Parece decir: «Si tenemos que hacer esto,

saquémosle el mejor partido; veámosle el lado bueno.»

JONAS: ¡Y tendrá una larga vida, además! (pausa) Si cree​mos lo que dice, claro; y,

después de verle, yo… de hecho, supongo que le creo.

Nuevos murmullos de asentimiento. Y de aprobación.

MIKE: ¡Linoge mató a golpes a Martha Clarendon con el bastón! ¡La golpeó hasta

sacarle los ojos de las órbitas! ¡Estamos debatiendo la posibilidad de entregarle un

niño a un monstruo!

A estas palabras sigue un silencio absoluto. Los isleños bajan las miradas al suelo y sus

mejillas enrojecen por la vergüenza. El reverendo Bob Riggins vuelve a sentarse. Su esposa le

pone una mano en el brazo y mira a Mike con expresión resentida.

www.lectulandia.com - Página 392

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!