11.05.2023 Views

La tormenta del siglo - Stephen King

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

MOLLY: ¿Necesitas ayuda?

SANDRA BEALS (esbozando una sonrisa cansina): No… sólo está un poco

alterado…

DON BEALS: ¡Es papá quien me acuesta, no tú!

SANDRA BEALS: Donnie, cariño…

Don le propina una patada; no es más que la patada de un pie de niño calzado con

zapato de deporte, pero aun así duele.

DON: ¡He dicho mi papá! ¡No tú!

Por un instante vemos reflejarse auténtica aversión hacia ese niño en el rostro de Molly.

Tiende una mano hacia él y Don se encoge ligeramente, aguzando la mirada.

SANDRA: ¡Molly, no!

Pero Molly no hace sino volver al niño y darle una palmada en el trasero.

MOLLY (más dulce que la miel): Ve arriba. Espera a tu papá.

Don Beals, siempre tan encantador, le hace una pedorreta a Molly, salpicándola de

gotitas de saliva. Luego corretea escaleras arriba. Las dos mujeres le ven hacerlo; Sandra se

muestra avergonzada por la conducta de su hijo, y Molly trata de recobrar el autodominio.

Deberíamos ver que, buena madre y maestra o no, al menos le ha pasado por la cabeza la

posibilidad de darle un buen bofetón en lugar de una mera palmadita en las nalgas.

SANDRA: Lo siento, Molly, creí que estaba dispuesto para acostarle. Y está

acostumbrado a que sea su padre quien le meta en la cama por las noches.

MOLLY: Será mejor dejarle quedarse arriba. Creo que Buster aún corretea por ahí.

Jugarán un rato a pillarse y luego se quedarán dormidos en cual​quier rincón.

Durante esta conversación han vuelto a dirigirse a la zona de los niños y han bajado el

tono de voz.

SANDRA: Mientras no moleste a nadie…

MOLLY: Qué va, si están muertos de sueño.

www.lectulandia.com - Página 199

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!