02.05.2023 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Sacude su cabeza mojada y se lanza a por mí por debajo del agua. Sus largos

brazos se enroscan alrededor de mi cintura y tiran de mí. Me llevo la mano a la

cara para taparme la nariz. Todavía no he conseguido bucear sin hacerlo. Cuando

emergemos, Hardin se parte de risa, y yo no puedo evitar reírme con él. He de

admitir que me estoy divirtiendo, y mucho, de verdad, no la típica diversión de

estar sentada viendo una película.

—No sé qué me hace más gracia, si el hecho de que te lo estés pasando bien

o que tengas que taparte la nariz —dice entre risas.

En un alarde de valentía, nado hasta él, pasando por alto el hecho de que la

camiseta esté flotando de nuevo, e intento hundirle la cabeza debajo del agua.

Como era de esperar, es demasiado fuerte para mí, de modo que no cede, y

empieza a reírse con más ganas, mostrando su perfecta dentadura. ¿Por qué no

puede ser así siempre?

—Creo que me debes la respuesta a una pregunta —le recuerdo.

Desvía la mirada hacia la orilla.

—Claro, pero sólo una.

Dudo sobre qué preguntar. Tengo tantas dudas… Pero, antes de decidirme,

oigo mi voz decidiendo por mí:

—¿A quién quieres más en este mundo?

« ¿Por qué le pregunto eso? Quiero saber cosas más específicas, como por

qué es tan capullo, o por qué vive en Estados Unidos.»

Me mira con recelo, como si lo confundiera mi pregunta.

—A mí mismo —responde, y vuelve a sumergirse durante unos segundos.

Asoma de nuevo y sacude la cabeza.

—Eso no puede ser verdad —lo desafío. Sé que es arrogante, pero debe de

querer a alguien—. ¿Qué me dices de tus padres? —le pregunto, y me arrepiento

al instante.

Se le tuerce el gesto y sus ojos pierden la calidez que estaba empezando a

adorar.

—No vuelvas a mencionar a mis padres, ¿entiendes? —me ladra, y quiero

abofetearme por fastidiar el bonito momento que estábamos teniendo.

—Lo siento. Sólo tenía curiosidad. Has dicho que responderías a una pregunta

—le recuerdo en voz baja. Su rostro se relaja un poco y se acerca hacia mí. El

agua ondea a nuestro alrededor—. Lo siento de verdad, Hardin, no volveré a

mencionarlos —le prometo.

La verdad es que no quiero pelearme con él aquí; si lo cabreo demasiado,

seguramente se largará y me dejará aquí tirada.

Me coge por sorpresa cuando me agarra de la cintura y me levanta en el

aire. Comienzo a patalear y a sacudir los brazos gritándole que me suelte, pero él

sólo responde riéndose y lanzándome al agua. Aterrizo a unos metros de distancia

y, cuando emerjo, sus ojos resplandecen de júbilo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!