After - Anna Todd
decido pasarlo por alto.—Bueno, lo mío con Steph… fue divertido. —Sonríe como si estuvierarecordando algo, y y o me trago la bilis que me sube por la garganta—. Y sí, meacuesto con algunas chicas. Pero ¿por qué iba a importarte eso a ti, amiga?No parece darle la menor importancia al asunto, y y o, en cambio, estoyestupefacta. No debería afectarme que me cuente que se acuesta con otraschicas, pero me afecta. No es mío. Noah lo es. Noah lo es. « Noah lo es» , merecuerdo a mí misma.—No me importa. Sólo quiero dejar claro que yo no voy a ser una de esaschicas.—Vay a…, ¿estás celosa, Theresa? —bromea, y y o le doy un empujón.Jamás lo admitiré.—En absoluto —replico—. Siento lástima por esas chicas.Levanta las cejas de manera insinuante.—Pues no deberías. Lo disfrutan, créeme.—Vale, vale. Ya lo pillo. ¿Podemos cambiar de tema? —Suspiro y echo lacabeza atrás para mirar al cielo. Necesito borrar la imagen de Hardin y su harénde mi mente—. Entonces ¿vas a ser más simpático conmigo a partir de ahora?—Claro. Y ¿tú vas a intentar no ser tan estirada y tener tanta mala leche todoel tiempo?Mientras observo las nubes, digo ensoñadoramente:—Yo no tengo mala leche; es que tú eres ofensivo.Lo miro y me echo a reír. Afortunadamente, él también lo hace. Esto esmucho mejor que estar gritándonos el uno al otro. Sé que en realidad no hemossolucionado el verdadero problema, que son los sentimientos que pueda o noalbergar hacia él, pero si consigo que deje de besarme podré volver a centrarmeen Noah y cerrar este horrible capítulo antes de que la cosa vay a a peor.—Míranos, siendo amigos. —Su acento es tan mono cuando no está siendogrosero…Joder, e incluso cuando lo es, pero cuando su voz es relajada, su acento lahace mucho más suave, como el terciopelo. La manera en que sus palabras sedeslizan por su lengua y a través de sus labios rosados… No debo pensar en suslabios. Aparto los ojos de su rostro, me levanto y me sacudo la falda.—Esa falda es terriblemente espantosa, Tess —dice entonces—. Si vamos aser amigos, vas a tener que dejar de ponértela.Me siento dolida durante un instante, pero al mirarlo veo que está sonriendo.Ésta debe de ser su manera de bromear; sigue siendo algo grosera, pero prefieroesto a su malicia habitual.La alarma de mi teléfono vibra.—Tengo que irme a estudiar —le digo.—¿Te pones la alarma para estudiar?
—Me pongo la alarma para muchas cosas; es una costumbre que tengo.Espero que deje estar ese tema de una vez.—Vale, pues póntela para que hagamos algo divertido mañana después declase —dice.« ¿Quién es éste y dónde está el auténtico Hardin?»—No creo que mi idea de « algo divertido» coincida con la tuya —replico.Ni siquiera puedo imaginarme qué es la diversión para Hardin.—Bueno, sólo despellejaremos a unos cuantos gatos, prenderemos fuego aalgunos edificios…No puedo evitar que se me escapen unas risitas, y él sonríe.—En serio, te vendrá bien divertirte, y ahora que somos amigos deberíamoshacer algo.Necesito unos momentos para considerar si debería pasar tiempo a solas conél antes de contestar. Pero antes de que me dé tiempo a hacerlo, da media vueltapara marcharse.—Bien, me alegro de que te apuntes. Nos vemos mañana.Y desaparece.No contesto nada, simplemente me siento de nuevo en el bordillo. Los últimosveinte minutos se repiten en mi cabeza. Primero, básicamente me ha ofrecidosexo, y me ha dicho que no tengo ni idea de lo bien que puede hacerme sentir.Luego, unos minutos después, ha accedido a intentar ser más simpático conmigo;después nos hemos reído y bromeado, y eso ha estado bien. Sigo teniendomuchas preguntas sobre él, pero creo que puedo ser amiga de Hardin, como lo esSteph. Vale, igual como ella no, pero como Nate o como alguno de los otrosamigos que salen con él.Sé que esto es lo mejor. Nada de besos ni insinuaciones sexuales por su parte.Sólo amigos.Sin embargo, en el camino de vuelta a mi habitación, mientras paso entre losdespreocupados estudiantes ajenos a Hardin y a sus ardides, no puedo librarmedel temor de pensar que acabo de caer en una de sus trampas.
- Page 34 and 35: CAPÍTULO 11Al observar esos magní
- Page 36 and 37: CAPÍTULO 12Al despertarme necesito
- Page 38 and 39: CAPÍTULO 13El resto del fin de sem
- Page 40 and 41: salimos, y él coincide.Sin embargo
- Page 42 and 43: esta última semana, pero es que lo
- Page 44 and 45: —Venga, vente —dice Steph—. T
- Page 46 and 47: Molly desaparece en cuanto llegamos
- Page 48 and 49: CAPÍTULO 16—Desafío —responde
- Page 50 and 51: —No, tengo novio —replico, y to
- Page 52 and 53: CAPÍTULO 17Hardin me mira. Es una
- Page 54 and 55: entonces el agua impacta contra el
- Page 56 and 57: Me levanto y lo empujo para pasar,
- Page 58 and 59: —No voy a hacerte daño… Sólo
- Page 60 and 61: CAPÍTULO 19No tengo ni idea de qu
- Page 62 and 63: muro de piedra y enciendo el móvil
- Page 64 and 65: de que no había bebido alcohol?—
- Page 66 and 67: todo. Se vuelve hacia Hardin y dice
- Page 68 and 69: CAPÍTULO 21El desayuno con Noah y
- Page 70 and 71: teniéndolo largo, pero el nuevo co
- Page 72 and 73: Tiro del brazo de Landon.—Bien. B
- Page 74 and 75: —¿Te pones la alarma para asegur
- Page 76 and 77: haya visto todos los tipos de sujet
- Page 78 and 79: echo a reír y espero que al menos
- Page 80 and 81: más mínimo.—No es cierto que la
- Page 82 and 83: tocado de verdad.Sus palabras reavi
- Page 86 and 87: CAPÍTULO 24Intento estudiar al vol
- Page 88 and 89: Regreso a mi habitación y me encue
- Page 90 and 91: —¿Te importaría bajar el volume
- Page 92 and 93: CAPÍTULO 25Nos desviamos por una c
- Page 94 and 95: reír—. Quítate al menos los zap
- Page 96 and 97: Sacude su cabeza mojada y se lanza
- Page 98 and 99: sin cuidado. Lo único que sé es q
- Page 100 and 101: —¿Qué… ha sido… eso? —pre
- Page 102 and 103: CAPÍTULO 26La mano de Hardin sigue
- Page 104 and 105: cuarto, pero no tengo energías par
- Page 106 and 107: CAPÍTULO 27Para cuando Steph regre
- Page 108 and 109: Hardin y y o seguimos sin hablarnos
- Page 110 and 111: mensaje para anunciarme que ya ha l
- Page 112 and 113: CAPÍTULO 28—Supongo que no es ta
- Page 114 and 115: —Estás preciosa —afirma con un
- Page 116 and 117: CAPÍTULO 29Landon me envía un men
- Page 118 and 119: un poco sobre la mesa para tocarle
- Page 120 and 121: —¡Ay! —exclamo al clavarme una
- Page 122 and 123: —Por favor, no hagas eso.—¿A t
- Page 124 and 125: que hay a compartido contigo la exp
- Page 126 and 127: —Sí, pero mira dónde estás aho
- Page 128 and 129: CAPÍTULO 32Mis ojos se adaptan a l
- Page 130 and 131: piercing entre los dientes.—Nunca
- Page 132 and 133: CAPÍTULO 33Hardin fija su mirada a
decido pasarlo por alto.
—Bueno, lo mío con Steph… fue divertido. —Sonríe como si estuviera
recordando algo, y y o me trago la bilis que me sube por la garganta—. Y sí, me
acuesto con algunas chicas. Pero ¿por qué iba a importarte eso a ti, amiga?
No parece darle la menor importancia al asunto, y y o, en cambio, estoy
estupefacta. No debería afectarme que me cuente que se acuesta con otras
chicas, pero me afecta. No es mío. Noah lo es. Noah lo es. « Noah lo es» , me
recuerdo a mí misma.
—No me importa. Sólo quiero dejar claro que yo no voy a ser una de esas
chicas.
—Vay a…, ¿estás celosa, Theresa? —bromea, y y o le doy un empujón.
Jamás lo admitiré.
—En absoluto —replico—. Siento lástima por esas chicas.
Levanta las cejas de manera insinuante.
—Pues no deberías. Lo disfrutan, créeme.
—Vale, vale. Ya lo pillo. ¿Podemos cambiar de tema? —Suspiro y echo la
cabeza atrás para mirar al cielo. Necesito borrar la imagen de Hardin y su harén
de mi mente—. Entonces ¿vas a ser más simpático conmigo a partir de ahora?
—Claro. Y ¿tú vas a intentar no ser tan estirada y tener tanta mala leche todo
el tiempo?
Mientras observo las nubes, digo ensoñadoramente:
—Yo no tengo mala leche; es que tú eres ofensivo.
Lo miro y me echo a reír. Afortunadamente, él también lo hace. Esto es
mucho mejor que estar gritándonos el uno al otro. Sé que en realidad no hemos
solucionado el verdadero problema, que son los sentimientos que pueda o no
albergar hacia él, pero si consigo que deje de besarme podré volver a centrarme
en Noah y cerrar este horrible capítulo antes de que la cosa vay a a peor.
—Míranos, siendo amigos. —Su acento es tan mono cuando no está siendo
grosero…
Joder, e incluso cuando lo es, pero cuando su voz es relajada, su acento la
hace mucho más suave, como el terciopelo. La manera en que sus palabras se
deslizan por su lengua y a través de sus labios rosados… No debo pensar en sus
labios. Aparto los ojos de su rostro, me levanto y me sacudo la falda.
—Esa falda es terriblemente espantosa, Tess —dice entonces—. Si vamos a
ser amigos, vas a tener que dejar de ponértela.
Me siento dolida durante un instante, pero al mirarlo veo que está sonriendo.
Ésta debe de ser su manera de bromear; sigue siendo algo grosera, pero prefiero
esto a su malicia habitual.
La alarma de mi teléfono vibra.
—Tengo que irme a estudiar —le digo.
—¿Te pones la alarma para estudiar?