02.05.2023 Views

After - Anna Todd

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

estoy segura de que no estoy malinterpretando la situación.

Me ducho e intento calmarme los nervios y dejar de darle vueltas al asunto,

pero no funciona. Tengo una sensación rara en el estómago que me obliga a

buscar otra opción. Termino de ducharme y me seco el pelo, me visto y decido

qué hacer a continuación.

Me siento como la señorita Havisham en Grandes esperanzas, maquinando y

confabulando. Nunca me gustó ese personaje, pero de repente la entiendo. Ahora

veo que el amor te empuja a hacer lo que nunca harías, te puede volver obsesiva

e incluso un poco loca. Aunque, en realidad, mi plan no es una locura ni tampoco

es tan teatral como parece. Lo único que voy a hacer es buscar a Steph y

preguntarle si ella sabe por qué se pelearon Hardin y Zed y qué pasa con Jace.

Lo único que hace que parezca una locura es que, si Hardin se entera de que he

llamado a Zed y he ido a ver a Steph, me la va a liar parda.

Ahora que lo pienso, Hardin no me ha llevado con sus amigos desde que nos

vinimos a vivir juntos, y sospecho que es porque ninguno lo sabe todavía.

Para cuando salgo del apartamento no puedo pensar con claridad y olvido el

móvil sobre la encimera. Empieza a nevar en cuanto entro en la autopista, por

eso tardo más de media hora en llegar a la residencia. Está tal y como la

recordaba. Normal, si no hace siquiera una semana que la dejé, aunque parezca

que hace mucho más tiempo.

Avanzo por el pasillo a grandes zancadas e ignoro a la rubia de bote que le

gritó a Hardin por haberle derramado vodka en la puerta de su cuarto. Ésa fue la

primera vez que Hardin se quedó a dormir aquí conmigo, y parece que fue hace

mil años. El tiempo no tiene sentido desde que lo conocí. Cuando llamo a la

puerta de mi antigua habitación, no contesta nadie. Normal. Si Steph no está

nunca aquí, siempre está en casa de Tristan y Nate y no tengo ni idea de dónde

es. Y, aunque lo supiera, ¿me atrevería a ir allí?

Vuelvo al coche e intento trazar un nuevo plan de acción mientras doy vueltas

por el campus. Habría sido mucho más fácil si no me hubiera dejado el móvil en

casa. Justo cuando estoy a punto de rendirme y volver a buscarlo, paso junto a

Blind Bob’s, el bar de moteros al que fui con Steph. Veo el coche de Nate en el

parking. Aparco y respiro hondo antes de salir y, cuando lo hago, el aire helado

me quema los pulmones. La mujer de la entrada me sonríe y respiro aliviada al

ver el pelo rojo de Steph en la otra punta del bar.

Ojalá hubiera sabido lo que estaba por venir.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!