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After - Anna Todd

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podríamos hacernos una. Pero sólo una.

—Luego lo pensamos. —Sonrío, y parece aliviado.

—Ahora hablemos de lo sexi que estás con ese vestido. Me está volviendo

loco —dice en un tono más grave de lo habitual al tiempo que se acerca a mí.

Mi cuerpo entra en calor al instante; sus palabras siempre tienen este efecto

en mí.

—Tienes suerte de que no abriera los ojos esta mañana —prosigue—. Si los

hubiera abierto… —recorre con la punta de los dedos el escote del vestido—, no

te habría dejado salir de la habitación.

Con la otra mano sube el bajo del vestido y me acaricia el muslo.

—Hardin… —le advierto. Mi voz me traiciona y parece más un gemido que

otra cosa.

—¿Qué, nena?… ¿No quieres que haga esto? —Me levanta del suelo y me

sienta en la mesa.

—Es… —Con sus labios en el cuello no puedo pensar. Hundo los dedos en su

pelo y me da pequeños mordiscos—. No podemos… Podría entrar alguien… o…

algo. —Se me traba la lengua y no consigo decir nada que tenga sentido.

Lleva ambas manos a mis muslos y me separa las piernas.

—La puerta tiene un pestillo por algo… —replica—. Quiero hacértelo aquí,

sobre la mesa. O puede que contra la ventana.

Su boca continúa bajando hacia mi pecho. Su propuesta es como una

descarga eléctrica. Sus dedos rozan el encaje de mis bragas y noto cómo cambia

su respiración.

—Me estás matando —gruñe mirando entre mis piernas para ver el conjunto

de encaje blanco que me compré ay er.

No me puedo creer que esté consintiendo esto, en mi mesa, en mi despacho

nuevo, el segundo día de prácticas. La idea me excita y me aterra a partes

iguales.

—Cierra la… —empiezo a decir, pero me interrumpe el timbre del teléfono.

Me sobresalto y contesto como puedo—: ¿Diga? Aquí Tessa Young.

—Señorita Young…, Tessa —corrige rápidamente Kimberly —. El señor

Vance ha terminado su trabajo por hoy y va de camino a tu despacho —dice con

una pizca de picardía en la voz.

Debe de haberse dado cuenta de lo irresistible que puede ser Hardin. Me

ruborizo y le doy las gracias antes de bajarme de la mesa.

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