02.05.2023 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

educada, igual que él. ¿Por qué iba a flirtear con él?

Intento no subir la voz, no me conviene montar una escena.

—Y ¿por qué no? Era majo y rollo pijo… Llevaba traje y todo —dice

Hardin.

Me doy cuenta de que está más dolido que enfadado. Mi instinto me dice que

le diga cuatro cosas y lo mande a paseo, pero decido adoptar una estrategia

distinta, igual que cuando se puso a romper cosas en casa de su padre.

—¿Eso crees? ¿Que quiero a alguien como él, no como tú? —le pregunto con

un tono de voz suave.

Hardin abre unos ojos enormes, perplejo. Sé que esperaba que estallara, pero

este cambio en la dinámica lo frena y tiene que pensar lo que va a decir a

continuación.

—Sí… Bueno, no lo sé. —Sus ojos encuentran los míos.

—Pues, como de costumbre, te equivocas. —Sonrío.

Necesito hablar con él de esto más tarde, pero ahora mismo tengo más ganas

de hacerle saber que no tiene de qué preocuparse que de corregirlo.

—Lamento que hayas pensado que estaba flirteando con él. No es así. Yo no

te haría eso —le aseguro.

Su mirada se suaviza y le acaricio la mejilla. ¿Cómo puede una persona ser

tan fuerte y tan frágil a la vez?

—Vale… —dice.

Me echo a reír y sigo acariciándole la mejilla. Me encanta pillarlo con la

guardia baja.

—¿Para qué lo quiero a él teniéndote a ti?

Parpadea y, al final, sonríe. Me alivia estar aprendiendo a desactivar la

bomba con patas que es Hardin.

—Te quiero —me dice, y sus labios buscan los míos—. Perdona que hay a

saltado así.

—Acepto tus disculpas. ¿Qué te parece si te enseño mi despacho? —digo con

alegría.

—No te merezco —añade en voz baja, demasiado baja.

Decido hacer como que no lo he oído y mantengo mi actitud animosa.

—¿Qué opinas? —Sonrío de oreja a oreja.

Se echa a reír y presta mucha atención mientras le muestro cada detalle,

cada libro de la estantería y el marco vacío que hay en la mesa.

—Estaba pensando en poner una foto nuestra aquí —le digo.

No nos hemos hecho ninguna foto juntos, y no se me había ocurrido hasta que

coloqué el marco sobre la mesa. Hardin no parece de la clase de personas que

sonríen ante la cámara, ni siquiera ante la de un móvil.

—Las fotos no son lo mío —dice confirmando mis sospechas. Sin embargo,

cuando ve mi decepción, se esfuerza por añadir—: Quiero decir… que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!