02.05.2023 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO 78

Sólo he visto un condón en clase de educación sexual, e imponía bastante. Pero

ahora mismo sólo quiero arrancárselo a Hardin de las manos y ponérselo lo más

rápido que pueda. Menos mal que no puede leer mis pensamientos indecentes,

aunque él dice cosas mucho más guarras que las que yo he pensado nunca.

—¿Estás…? —dice con voz ronca.

—Si me lo preguntas otra vez, te mato.

Me sonríe y agita el preservativo que sostiene entre el índice y el pulgar.

—Iba a preguntarte si quieres ay udarme a ponérmelo o lo hago y o solo…

Me muerdo el labio.

—Ah. Me gustaría hacerlo yo, pero… vas a tener que enseñarme cómo se

hace.

Lo que aprendí sobre el preservativo en clase de educación sexual no me

preparó para lo que se siente en un momento como éste, y no quiero fastidiarla.

—Bien.

Se sienta en la cama y yo cruzo las piernas. Me da un beso rápido en la

frente. Rasga el envoltorio y alargo la mano, pero él suelta una carcajada y

menea la cabeza.

—Ahora verás. —Me coge la mano, saca el pequeño disco y usa nuestras

manos entrelazadas para colocarse el condón en la punta. El látex es viscoso y

resbaladizo—. Ahora hay que desenrollarlo —dice con las mejillas coloradas.

Nuestras manos deslizan el condón por su piel firme. Entorna los ojos y su

erección crece un poco más.

—No ha estado mal para una virgen y un borracho —me río.

Me levanta una ceja y sonríe. Me alegro de que podamos bromear y no sea

todo tan serio e intenso; eso hace que lo que va a suceder a continuación me

ponga menos nerviosa.

—No estoy borracho, nena. Me he tomado un par de copas pero me he

despejado discutiendo contigo, como siempre. —Me regala unos hoy uelos y me

acaricia el labio inferior con el pulgar.

Es un alivio saberlo. No me apetece en absoluto que se duerma a la mitad, o

que me vomite encima. Me río de pensarlo y lo miro otra vez. Tiene la mirada

despejada, no de borracho como hace una hora.

—Y ¿ahora qué? —pregunto sin poder contenerme.

Se ríe, me coge la mano y se la lleva al paquete.

—¿Me tienes ganas? —pregunta.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!