After - Anna Todd
enfermiza—. Y ¿te crees que él está enamorado de ti?—La quiero —la interrumpe Hardin.—¡Por supuesto! —Echa la cabeza atrás.—Mamá…—Te lo advierto, Theresa: si sigues viéndolo tendrás que cargar con lasconsecuencias. Me marcho, pero espero que me llames cuando se te hayanaclarado las ideas.Sale de mi habitación hecha una furia y me asomo por la puerta para verlaavanzar por el pasillo. El eco de sus tacones se oye en toda la residencia.—Lo siento —digo volviéndome hacia Hardin.—No tienes por qué disculparte. —Me coge la cara entre las manos—. Estoyorgulloso de que le hay as plantado cara.Me da un beso en la punta de la nariz. Miro alrededor y me pregunto cómohemos acabado así. Apoy o la cabeza en el pecho de Hardin y él me masajea losmúsculos tensos del cuello.—Es increíble. No puedo creer que se haya puesto así y que hay aamenazado con dejar de ay udarme a pagar la universidad. Ella no lo paga todo,tengo una beca parcial y varios préstamos de estudios. Sólo aporta el veinte porciento, y la may or parte de ese dinero es para costear la residencia. ¿Y si deja depagarlo? Tendré que buscar un empleo además de hacer las prácticas —sollozo.Su mano se traslada a mi cabeza y la atrae hacia sí para que pueda llorar ensu pecho.—Ya, y a… No pasa nada. Encontraremos una solución. Puedes venirte avivir conmigo —dice.Me echo a reír y me enjugo las lágrimas, pero él sigue hablando.—Lo digo en serio. O podríamos buscarnos un apartamento fuera delcampus. Tengo dinero.Alzo la vista para verlo bien.—No lo dirás en serio…—Muy en serio.—No podemos irnos a vivir juntos. —Me río mientras sorbo por la nariz.—¿Por qué no?—Porque sólo nos conocemos de hace dos meses y nos hemos pasado casitodo ese tiempo discutiendo —le recuerdo.—¿Y? Este fin de semana no hemos reñido ni una vez.Me sonríe y me río a carcajadas.—Estás loco. No voy a irme a vivir contigo —replico, y Hardin me abraza denuevo.—Piénsalo. Además, quiero dejar la fraternidad. No sé si lo has notado, perono encajo —dice, y él también se echa a reír.Es verdad. Su pequeño grupo de amigos y él son los únicos allí que no llevan
polos y pantalones de pinzas.—Sólo me uní a la fraternidad para cabrear a mi padre, pero no hafuncionado todo lo bien que esperaba.—Si no te gusta la fraternidad, puedes irte a vivir tú solo a un apartamento —digo.Ni de broma voy a irme a vivir con él tan pronto.—Sí, pero eso no sería tan divertido. —Sonríe y me mira levantando lascejas.—Seguiríamos divirtiéndonos.Su sonrisa picarona crece. Me coge el trasero con las dos manos y lo pellizca.—¡Hardin! —lo riño en broma.La puerta se abre entonces y el corazón se me sale por la boca. Recuerdo lafuria de mi madre y me aterra que vuelva a por la segunda ronda.Así que es un gran alivio cuando veo a Steph y a Tristan.—Parece que nos hemos perdido una buena. Tu madre acaba de sacarme eldedo en el aparcamiento —dice Steph, y no puedo evitar que me haga gracia.
- Page 280 and 281: El jueves transcurre con normalidad
- Page 282 and 283: —¿A qué se refiere?—Bueno, no
- Page 284 and 285: Karen como Dakota intentan disimula
- Page 286 and 287: CAPÍTULO 65Aparco junto al coche d
- Page 288 and 289: un segundo.Me voy a toda velocidad
- Page 290 and 291: vibra entonces en su bolsillo y se
- Page 292 and 293: entornando los ojos en la penumbra,
- Page 294 and 295: —¡No me digas lo que tengo que h
- Page 296 and 297: CAPÍTULO 67Karen y Ken están sent
- Page 298 and 299: —Joder, no te vay as —dice con
- Page 300 and 301: CAPÍTULO 68Dejamos de besarnos y m
- Page 302 and 303: Sus palabras me hacen cosas indecib
- Page 304 and 305: —Pero primero, voy a hacerte sent
- Page 306 and 307: bastante trabajo.Parece que no sabe
- Page 308 and 309: —Si espera hasta que volvamos, ta
- Page 310 and 311: No puedo evitar una risita nerviosa
- Page 312 and 313: —Te echaba de menos.Me derrito.
- Page 314 and 315: —¿Es muy raro que me guste lo pu
- Page 316 and 317: admiro cómo el agua salpica nuestr
- Page 318 and 319: —¡Hardin! —lo llama Ken cuando
- Page 320 and 321: La idea de ser lo que Hardin precis
- Page 322 and 323: Abajo, me despido de Ken y de Karer
- Page 324 and 325: sienta a su lado en un taburete. Me
- Page 326 and 327: —Lo sé… Pero vosotros habéis
- Page 328 and 329: CAPÍTULO 74Hardin sigue la direcci
- Page 332 and 333: CAPÍTULO 75Al final, Hardin se que
- Page 334 and 335: Cierro los ojos y noto la tensión
- Page 336 and 337: Me río nerviosa.—Le recordaré l
- Page 338 and 339: andar y es un alivio descubrir que
- Page 340 and 341: CAPÍTULO 77Me molesta muchísimo l
- Page 342 and 343: —No, eso no es verdad. Sólo es q
- Page 344 and 345: Me besa cuando gimoteo en protesta.
- Page 346 and 347: Asiento.—Yo también te tengo gan
- Page 348 and 349: Asiento y se acerca más a mí y ap
- Page 350 and 351: perdiendo. No obstante, sé que mi
- Page 352 and 353: que se casara con él sin decirle q
- Page 354 and 355: con Hardin, escogiendo las cortinas
- Page 356 and 357: Pensaba que… que te estabas arrep
- Page 358 and 359: educada, igual que él. ¿Por qué
- Page 360 and 361: CAPÍTULO 81Hardin se marcha despu
- Page 362 and 363: Decidimos ir al centro comercial a
- Page 364 and 365: —¿Qué te pasa? —Es obvio que
- Page 366 and 367: CAPÍTULO 82Cuando llegamos a la re
- Page 368 and 369: —No, nunca.—¿Por qué no?—No
- Page 370 and 371: Frunce el ceño pero se recupera r
- Page 372 and 373: CAPÍTULO 83Hardin ve a Jace al mis
- Page 374 and 375: chicas, entre ellas Steph, pero por
- Page 376 and 377: que nadie pueda protestar.—Vuelve
- Page 378 and 379: común y espeto:—Ya juego y o.—
polos y pantalones de pinzas.
—Sólo me uní a la fraternidad para cabrear a mi padre, pero no ha
funcionado todo lo bien que esperaba.
—Si no te gusta la fraternidad, puedes irte a vivir tú solo a un apartamento —
digo.
Ni de broma voy a irme a vivir con él tan pronto.
—Sí, pero eso no sería tan divertido. —Sonríe y me mira levantando las
cejas.
—Seguiríamos divirtiéndonos.
Su sonrisa picarona crece. Me coge el trasero con las dos manos y lo pellizca.
—¡Hardin! —lo riño en broma.
La puerta se abre entonces y el corazón se me sale por la boca. Recuerdo la
furia de mi madre y me aterra que vuelva a por la segunda ronda.
Así que es un gran alivio cuando veo a Steph y a Tristan.
—Parece que nos hemos perdido una buena. Tu madre acaba de sacarme el
dedo en el aparcamiento —dice Steph, y no puedo evitar que me haga gracia.