02.05.2023 Views

After - Anna Todd

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tierra y cientos de semillas de flores y verduras más tarde, se podría decir que la

cosa promete.

No me he dado ni cuenta de que el sol ha empezado a desaparecer tras el

horizonte. Llevo varias horas sin ver a Hardin. Espero que Ken y él sigan con

vida.

—Creo que por hoy ya hemos hecho bastante —dice Karen secándose el

sudor de la frente. Las dos vamos de tierra hasta las orejas.

—Sí. Será mejor que vay a a ver qué tal le va a Hardin —comento, y ella se

echa a reír.

—Significa mucho para nosotros, sobre todo para Ken, que Hardin venga más

por casa. Sé que te lo debemos a ti. ¿Habéis arreglado vuestras diferencias?

—Creo que sí… Más o menos. —Se me escapa una risa nerviosa—.

Seguimos siendo muy diferentes.

Si ella supiera…

Me dedica una sonrisa comprensiva.

—Bueno, a veces eso es justo lo que necesitamos. Y los retos son interesantes.

—Desde luego, es todo un reto.

Las dos nos echamos a reír y me da un abrazo.

—Jovencita, has hecho por nosotros más de lo que imaginas.

Noto que se me llenan los ojos de lágrimas y asiento.

—Espero que no le importe que me haya quedado a dormir tan a menudo.

Hardin me ha pedido que me quede aquí también esta noche.

—Por supuesto que no. Sois adultos y confío en que estéis tomando

precauciones.

« Joder.»

Sé que me estoy poniendo más roja que los bulbos que acabamos de plantar.

—Pues… es que no… Yo no… —tartamudeo.

¿Por qué le estoy contando esto a la futura madrastra de Hardin?

—Ah —dice ella igual de avergonzada—. Vayamos adentro.

La sigo hacia la casa. Nos quitamos los zapatos antes de entrar. En el salón,

veo a Hardin en el borde del sofá. Ken está sentado en un sillón. Los ojos de

Hardin no tardan en dar con los míos y su mirada se torna de alivio.

—Prepararé algo de cenar mientras te aseas —dice Karen.

Hardin se levanta y se acerca. Parece muy contento de no tener que seguir

en la misma habitación que su padre.

—Bajo enseguida —digo siguiendo a Hardin escaleras arriba.

» ¿Qué tal ha ido? —pregunto cuando entramos en su habitación.

En vez de responder, me coge de la coleta y me besa. Andamos hacia atrás y

nos pegamos a la puerta, su cuerpo contra el mío.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!