02.05.2023 Views

After - Anna Todd

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

A la mañana siguiente, la alarma de mi móvil suena a las seis y media y corro a

ponerme la ropa de ay er y a despertar a Hardin para que se vista. Es una

marmota. Voy atolondrada y sin tiempo para prepararme, pero llegamos a mi

cuarto en la residencia a las siete y cuarto. Tengo tiempo suficiente para

cambiarme de ropa, cepillarme el pelo y lavarme los dientes. Steph ni se mueve,

y le prohíbo a Hardin que la despierte regándola con agua fría. Me alegro de que

tampoco me diga ninguna burrada cuando me pongo una de mis faldas largas y

una blusa azul lisa.

—¿Lo ves? Son sólo las ocho. Todavía nos sobran veinte minutos antes de que

vayamos andando a la cafetería —comenta Hardin muy satisfecho.

—¿« Vay amos» ?

—Sí. ¿Te importa que vaya contigo? Si no, no pasa nada —dice mirando hacia

otra parte.

—Claro que puedes venir conmigo.

No sé qué ha cambiado entre Hardin y yo, pero no estoy acostumbrada a

esto. Será agradable no tener que evitarlo ni tener que preocuparme por

tropezarme con él.

« ¿Qué va a pensar Landon? ¿Se lo contaremos?»

—Y ¿qué vamos a hacer con esos veinte minutos? —sonrío.

—Se me ocurren varias cosas —replica. Sus labios dibujan una sonrisa y me

atrae hacia sí.

—Steph está durmiendo —le recuerdo mientras me lame debajo de la oreja.

—Lo sé. Sólo nos estamos besando —dice riéndose y arrimándome el

paquete.

Salimos antes de que Steph se despierte, y Hardin se ofrece a llevarme la

bolsa. Es un gesto tan bonito como inesperado.

—¿Y tus libros? —pregunto.

—No los traigo nunca. Siempre pido uno prestado en todas las clases, así no

tengo que cargar con ellos como tú —dice señalando mi bolsa.

Pongo los ojos en blanco y me río de él.

Cuando llegamos a la cafetería, Landon está apoy ado contra la pared de

ladrillo y parece muy sorprendido de vernos a Hardin y a mí juntos. Lo miro con

cara de « Luego te lo explico» y él me sonríe.

—Bueno, mejor me voy. Tengo que echarme la siesta en un par de clases —

dice Hardin, y asiento.

« Y ¿ahora qué hago? ¿Lo abrazo?»

Antes de que consiga decidirme, suelta mi bolsa y me coge de la cintura, me

estrecha contra su pecho y me besa. No me lo esperaba. Le devuelvo el beso y

me suelta.

—Hasta luego —dice con una sonrisa, y mira a Landon.

Esto no podría ser más incómodo. A Landon la mandíbula le llega al suelo, y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!