02.05.2023 Views

After - Anna Todd

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CAPÍTULO 6

Más tarde, una vez que mi melena está perfectamente rizada y cayendo sobre

mi espalda, me coloco dos horquillas, una a cada lado, para que el pelo no me

caiga sobre la cara.

—¿Quieres que te preste un poco de maquillaje? —pregunta Steph, y yo me

miro al espejo de nuevo.

Mis ojos siempre parecen demasiado grandes para mi cara, pero prefiero

llevar cuanto menos maquillaje mejor, y normalmente sólo me aplico algo de

rímel y brillo de labios.

—¿Me pinto un poco la ray a? —digo, poco convencida.

Con una sonrisa, Steph me pasa tres lápices: uno morado, uno negro y uno

marrón. Los hago rodar entre mis dedos y dudo entre el negro y el marrón.

—El morado quedaría genial con tu color de ojos —observa, y y o sonrío pero

niego con la cabeza—. Tienes unos ojos extraordinarios. ¿Nos los cambiamos? —

bromea.

Sin embargo, ella tiene unos preciosos ojos verdes, ¿por qué iba a querer

cambiármelos? Cojo el lápiz negro y me pinto una línea lo más fina posible

alrededor de los ojos. Steph sonríe con orgullo.

Entonces, su móvil empieza a vibrar y lo saca del bolso.

—Nate y a está aquí —dice.

Cojo mi bolso, me aliso el vestido y me pongo mis zapatillas Toms planas y

blancas. Ella las mira, pero no dice nada.

Nate nos espera delante del edificio, con la música heavy sonando a todo

volumen a través de las ventanas abiertas de su coche. No puedo evitar mirar a

todas partes para ver si alguien nos está observando. Agacho la cabeza y, cuando

levanto la vista, veo a Hardin sentado en el asiento delantero. Debía de estar

agachado cuando hemos salido. « En fin…»

—Señoritas —nos saluda Nate.

Hardin me mira mientras me meto en el coche detrás de Steph, y acabo

sentada justo detrás de él.

—Eres consciente de que vamos a una fiesta, no a misa, ¿verdad, Theresa? —

dice.

Miro el retrovisor derecho y veo una sonrisa burlona en su cara.

—No me llames Theresa, por favor. Prefiero Tessa —lo aviso.

Además, ¿cómo sabe mi nombre? El nombre de Theresa me recuerda a mi

padre, y preferiría no oírlo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!