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After - Anna Todd

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CAPÍTULO 47

Cruzo corriendo la puerta trasera y veo a Hardin caminando de un lado a otro en

el porche. No sé qué puedo hacer para ay udar, dada la situación, pero sé que

prefiero estar aquí fuera con él a enfrentarme a su familia en el comedor

después del numerito. Aun así, me siento culpable, y a que he aceptado la

invitación a pesar de que Hardin no quería. Si de pronto él comenzara a quedar

con mi madre, sé que no me haría mucha gracia.

« Ja, seguro que ella permitiría que eso ocurriera» , señala mi subconsciente.

Como si me hubiera leído el pensamiento, Hardin me mira enfadado. Cuando

me acerco a él, se aparta.

—Hardin…

—No, Tessa, para —dice tajante—. Ya sé que me vas a decir que tengo que

entrar y disculparme. Pero no voy a hacerlo ni de coña, ¡así que no gastes saliva!

¿Por qué no vuelves adentro, disfrutas de la cena y me dejas en paz de una vez?

Doy un paso hacia él, pero lo único que consigo decir es:

—No quiero volver adentro.

—¿Por qué no? Encajas de miedo con sus remilgadas y aburridas

personalidades.

« ¡Ay ! ¿Qué hago aquí otra vez?» Ah, sí, eso es: ser el saco de boxeo de

Hardin.

—¿Sabes qué? ¡Genial! Me voy. ¡No sé por qué no puedo dejar de intentarlo

contigo! —grito, pero espero que no me oigan dentro.

—Porque no eres capaz de captar la indirecta, supongo.

En cuanto las palabras salen de su boca, siento que se me forma un nudo en la

garganta.

—Ya me ha quedado bien clara —replico.

Permanezco mirando el patio de piedra e intento tragarme la punzada de

dolor de sus palabras, pero es imposible. Cuando levanto la vista para mirar a

Hardin, sus fríos ojos se encuentran con los míos.

—¿Ya está? ¿Ésa es tu respuesta? —Empieza a reírse y se revuelve el pelo

con las manos.

—No te mereces ni un minuto más de mi tiempo. ¡Ni siquiera te mereces que

te hable, ni que esa buena gente se moleste en organizar una cena para que tú la

fastidies! Eso es lo que haces: fastidiar cosas, ¡fastidiarlo todo! Y y a me he

hartado de ser una de esas cosas.

Las lágrimas me empapan la cara cuando Hardin se acerca a mí. Retrocedo,

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