After - Anna Todd

02.05.2023 Views

CAPÍTULO 38Steph entra en la habitación y me abraza inmediatamente. Es curioso cómo susfrágiles brazos pueden resultar tan reconfortantes.—Gracias por sacarlo de aquí —sollozo, y ella me abraza con más fuerza.Ahora estoy llorando con ganas, y no creo que vay a a parar en un buen rato.—Hardin es amigo mío, pero tú también lo eres, y no quiero que te haga daño—explica—. Lo siento mucho, todo esto es culpa mía. Sabía que debería haberledado mi llave a Nate, y no debería haber dejado que se acercara a ti todo eltiempo. A veces puede ser un auténtico gilipollas.—No, no es culpa tuy a en absoluto. Lo siento, no quería entrometerme envuestra amistad.—No seas tonta —dice.Cuando me aparto, veo que me mira con preocupación. Agradezco que estéaquí, más de lo que pueda imaginar. Me siento completamente sola: Noah se va atomar un tiempo para decidir si rompe conmigo o no, Hardin es un capullo, a mimadre le daría algo si le contara esto, y Landon se sentiría muy decepcionadoconmigo si supiera la verdad de mi situación con Hardin. No puedo contar connadie más que con esta chica tatuada con el pelo de fuego que jamás creí quellegaría a ser mi amiga. Pero me alegro mucho de que lo sea.—¿Quieres hablar de ello? —me pregunta.La verdad es que sí. Necesito desahogarme. Se lo cuento todo, desde laprimera vez que besé a Hardin, lo del día en el arroyo, el orgasmo que leprovoqué y cómo dijo mi nombre en sueños, hasta la manera en que ha acabadocon todo el respeto que pudiera sentir por él al obligarme a contarle lo nuestro aNoah. Su rostro pasa de la preocupación a la sorpresa y de la sorpresa a latristeza durante mi historia. Para cuando termino mi relato, tengo la blusaempapada de lágrimas y ella me sostiene la mano.—Vaya, no tenía ni idea de que habían pasado tantas cosas. Deberíashabérmelo contado después de la primera vez. Me imaginé que ocurría algo latarde que íbamos a ir al cine y apareció Hardin. Acababa de hablar con él porteléfono, y de repente se presentó aquí, así que supuse que había venido paraverte. Mira, Hardin es un buen tío, a veces. Quiero decir, en el fondo lo que lepasa es que no sabe cómo tratar a alguien como a ti, bueno…, como a lamay oría de las chicas les gusta que las traten. Si y o estuviera en tu lugar,intentaría arreglar las cosas con Noah, porque Hardin no es capaz de manteneruna relación seria con nadie —dice, y me aprieta la mano.

Sé que todo eso es verdad, y que tiene razón. Pero entonces ¿por qué meduele tanto?El lunes por la mañana, Landon está apoy ado contra la pared de ladrillo de lacafetería, esperándome. Lo saludo al verlo, pero entonces me doy cuenta de quetiene el ojo derecho morado. Cuando me acerco, veo que tiene otra magulladuraen la mejilla.—¡¿Qué te ha pasado en el ojo?! —exclamo corriendo hacia él.Entonces caigo en la cuenta, alarmada.—¡Landon! ¿Esto te lo ha hecho Hardin? —digo con voz temblorosa.—Sí… —admite, y me quedo horrorizada.—¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —Quiero matar a Hardin por hacerle daño aeste chico.—Salió hecho una furia de casa después de que te fueras, pero una hora mástarde volvió. Estaba muy borracho. Empezó a buscar más cosas que destrozar, demodo que lo detuve. Bueno, nos peleamos. En realidad no fue para tanto. Creoque los dos descargamos la rabia que sentimos. Él también se llevó lo suy o —alardea.No sé qué decir. Me sorprende la ligereza con la que Landon habla sobre supelea con Hardin.—¿Seguro que estás bien? ¿Puedo hacer algo? —le pregunto.Tengo la sensación de que esto es culpa mía. Hardin estaba enfadado por lonuestro. Pero ¿agredir a Landon?—No, de verdad, estoy bien. —Sonríe.Mientras nos dirigimos a clase, me cuenta que el padre de Hardin adelantó suvuelo y llegó a casa antes de que se mataran, y que su madre se echó a llorarcuando vio que Hardin había roto todos sus platos. Aunque no tenían ningún valorsentimental, le dolió que fuera capaz de hacer eso de todos modos.—Pero en otro orden de cosas, tengo buenas noticias: Dakota va a venir avisitarme la semana próxima. ¡Viene para la hoguera! —Sonríe.—¿La hoguera?—Sí, ¿no has visto los carteles por todo el campus? Es un acontecimientoanual, para empezar el Año Nuevo. Todo el mundo va. No suelo asistir a ese tipode eventos, pero y a que viene ella… Deberías decirle a Noah que vengatambién. Podríamos quedar los cuatro.Sonrío y asiento. Tal vez invitar a Noah sea una manera de demostrarle quetengo buenos amigos, como Landon. Sé que Hardin y Landon…, quiero decir,Noah y Landon se llevarían de maravilla, y tengo muchas ganas de conocer aDakota.Ahora que él ha mencionado lo de la hoguera, veo los carteles por todas

CAPÍTULO 38

Steph entra en la habitación y me abraza inmediatamente. Es curioso cómo sus

frágiles brazos pueden resultar tan reconfortantes.

—Gracias por sacarlo de aquí —sollozo, y ella me abraza con más fuerza.

Ahora estoy llorando con ganas, y no creo que vay a a parar en un buen rato.

—Hardin es amigo mío, pero tú también lo eres, y no quiero que te haga daño

—explica—. Lo siento mucho, todo esto es culpa mía. Sabía que debería haberle

dado mi llave a Nate, y no debería haber dejado que se acercara a ti todo el

tiempo. A veces puede ser un auténtico gilipollas.

—No, no es culpa tuy a en absoluto. Lo siento, no quería entrometerme en

vuestra amistad.

—No seas tonta —dice.

Cuando me aparto, veo que me mira con preocupación. Agradezco que esté

aquí, más de lo que pueda imaginar. Me siento completamente sola: Noah se va a

tomar un tiempo para decidir si rompe conmigo o no, Hardin es un capullo, a mi

madre le daría algo si le contara esto, y Landon se sentiría muy decepcionado

conmigo si supiera la verdad de mi situación con Hardin. No puedo contar con

nadie más que con esta chica tatuada con el pelo de fuego que jamás creí que

llegaría a ser mi amiga. Pero me alegro mucho de que lo sea.

—¿Quieres hablar de ello? —me pregunta.

La verdad es que sí. Necesito desahogarme. Se lo cuento todo, desde la

primera vez que besé a Hardin, lo del día en el arroyo, el orgasmo que le

provoqué y cómo dijo mi nombre en sueños, hasta la manera en que ha acabado

con todo el respeto que pudiera sentir por él al obligarme a contarle lo nuestro a

Noah. Su rostro pasa de la preocupación a la sorpresa y de la sorpresa a la

tristeza durante mi historia. Para cuando termino mi relato, tengo la blusa

empapada de lágrimas y ella me sostiene la mano.

—Vaya, no tenía ni idea de que habían pasado tantas cosas. Deberías

habérmelo contado después de la primera vez. Me imaginé que ocurría algo la

tarde que íbamos a ir al cine y apareció Hardin. Acababa de hablar con él por

teléfono, y de repente se presentó aquí, así que supuse que había venido para

verte. Mira, Hardin es un buen tío, a veces. Quiero decir, en el fondo lo que le

pasa es que no sabe cómo tratar a alguien como a ti, bueno…, como a la

may oría de las chicas les gusta que las traten. Si y o estuviera en tu lugar,

intentaría arreglar las cosas con Noah, porque Hardin no es capaz de mantener

una relación seria con nadie —dice, y me aprieta la mano.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!