02.05.2023 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO 37

Cuando vuelvo a mi cuarto, Hardin está sentado en mi cama como la persona

desagradable que es. Empiezo a imaginarme a mí misma cogiendo la lámpara y

estampándosela en la cabeza, pero no tengo energías para pelearme con él.

—No voy a disculparme —me dice cuando paso por delante de él en

dirección a la cama de Steph.

No pienso sentarme en mi cama mientras él esté en ella.

—Ya lo sé —respondo, y me tumbo.

No pienso ceder ante sus provocaciones y no espero que se disculpe. Ya lo

voy conociendo. Aunque, vistos los últimos acontecimientos, creo que no lo

conozco en absoluto. Anoche pensé que sólo era un chico enfadado porque su

padre lo había abandonado, y que se aferraba a ese dolor usando la única

emoción que conocía para mantener a la gente alejada. Pero esta mañana he

visto que en realidad es una persona horrible y detestable. Hardin no tiene un

ápice de bondad. Si en algún momento pensé que sí, fue sólo porque él me

engañó para que lo pensara.

—Tenía que saberlo —dice.

Me muerdo el labio para intentar contener las lágrimas. Permanezco callada

hasta que oigo que Hardin se levanta y se aproxima.

—Vete —le ruego, pero cuando levanto la vista, él está de pie frente a mí.

Cuando se sienta en la cama, me levanto.

—Tenía que saberlo —repite, y me hierve la sangre de rabia. Sé que sólo

quiere provocarme.

—¿Por qué, Hardin? ¿Por qué tenía que saberlo? ¿Qué tiene de positivo

hacerle daño? A ti no te afectaba lo más mínimo que él no lo supiera. Podrías

haber pasado el día tranquilamente sin decírselo. No tenías ningún derecho a

hacerle eso, ni a él ni a mí. —Siento que las lágrimas amenazan con aparecer de

nuevo, pero esta vez no puedo detenerlas.

—Yo querría saberlo si fuera él —dice en tono frío.

—Pero tú no eres él, y nunca lo serás. He sido una estúpida por pensar que

podrías llegar a ser algo parecido. Además, ¿desde cuándo te importa hacer lo

correcto?

—No te atrevas a compararme con él —salta.

Detesto cuando decide responder sólo a una de mis frases, y que tergiverse

mis palabras para provocarse a sí mismo. Se levanta y avanza hacia mí, pero y o

retrocedo hacia el otro lado de la cama.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!