02.05.2023 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

resulta bastante intimidante.

—Noah, lo siento muchísimo, de verdad. Fui a casa de Landon porque Hardin

estaba borracho y estaba destrozándolo todo, y supongo que no me di cuenta de

la hora que era. Cuando terminamos de recogerlo todo ya era muy tarde y se

me había acabado la batería —miento.

No me puedo creer que esté mintiéndole a la cara. Después de todas las

veces que ha estado ahí cuando lo he necesitado, aquí estoy y o ahora,

mintiéndole descaradamente. Sé que debería contárselo, pero no quiero hacerle

daño.

—Y ¿por qué no me has llamado desde otro teléfono? —dice en tono

agresivo, pero entonces hace una pausa—. Bueno, olvídalo. ¿Hardin estaba

destrozándolo todo? ¿Estás bien? ¿Por qué te quedaste allí si estaba siendo

agresivo?

Tengo la sensación de que me está haciendo mil preguntas a la vez, y

empiezo a agobiarme.

—No estaba siendo agresivo; sólo estaba borracho. Nunca me haría daño —

digo, y me tapo la boca, deseando desesperadamente poder tragarme esas

últimas palabras.

—¿Qué quieres decir con que « nunca te haría daño» ? ¡No lo conoces, Tessa!

—exclama, y se aproxima a mí.

—Quería decir que no me haría daño físicamente. Lo conozco lo suficiente

como para saber eso. Sólo estaba intentando ay udar a Landon, que también

estaba allí —contesto.

Pero lo cierto es que Hardin sí me haría daño. Emocionalmente ya lo ha

hecho, y estoy segura de que volvería a hacerlo. Sin embargo, aquí estoy,

defendiéndolo.

—Creía que ibas a dejar de relacionarte con esa clase de gente. Nos lo

prometiste a tu madre y a mí. Tessa, esas compañías no te hacen ningún bien.

Has empezado a beber y a pasarte toda la noche de fiesta, y anoche me dejaste

aquí tirado. No sé para qué me has hecho venir si luego te marchas así. —Se

sienta y apoy a la cabeza entre las manos.

—No son malas personas; tú no los conoces. ¿Desde cuándo eres tan

sentencioso? —le pregunto.

Debería estar suplicándole que me perdonara por lo mal que lo he tratado,

pero no puedo evitar sentirme irritada por cómo está hablando de mis amigos.

« Especialmente de Hardin» , puntualiza la voz de mi conciencia, y me dan

ganas de asesinarla.

—No soy sentencioso, pero tú nunca te habías relacionado con góticos antes.

—¿Qué? No son góticos, Noah, sólo son ellos mismos —respondo, y estoy tan

sorprendida ante mi tono rebelde como él.

—Me da igual. No me gusta que salgas con ellos. Te están cambiando. Ya no

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!