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After - Anna Todd

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—Hola, Tessa, ¿qué tal? —oigo que me saluda una voz masculina.

Me vuelvo y veo a un chico bastante pijo que viene en mi dirección.

—Bien, Logan, ¿y tú? —digo, y él asiente para indicarme que está bien

también.

—¿Te vas a pasar este fin de semana también? —pregunta.

Debe de ser miembro de la fraternidad; es evidente, es pijo y bastante guapo.

—No, este fin de semana, no. —Me río, y él lo hace también.

—Vaya, lo pasamos bien contigo. Bueno, si cambias de idea, y a sabes dónde

estamos. Tengo que irme, y a nos veremos. —Se despide quitándose un sombrero

invisible para hacer una reverencia y se marcha.

En clase, Landon y a está sentado y me agradece efusivamente que le hay a

llevado el café.

—Hoy estás distinta —dice mientras me siento.

—Me he maquillado —bromeo, y él sonríe.

No me pregunta por mi noche con Hardin, cosa que le agradezco. No sé qué

le diría.

Justo cuando el día empezaba a mejorar, y y o había dejado de pensar en él

durante un rato, llega la hora de literatura.

Hardin se sienta delante en su sitio de siempre. Para mi sorpresa, esta vez

lleva una camiseta blanca, y es tan fina que se transparentan sus tatuajes. Me

fascina lo atractivos que encuentro sus tatuajes y sus piercings cuando antes

nunca me habían gustado. Aparto rápidamente la mirada, me siento en mi sitio

habitual también, a su lado, y saco mis apuntes. No voy a renunciar a mi

privilegiada posición por un chico desagradable. No obstante, espero que Landon

no tarde en llegar para no sentirme tan sola con Hardin.

—¿Tess? —susurra Hardin cuando el aula empieza a llenarse.

« No. No le contestes. Haz como que no lo oy es» , me repito a mí misma.

—¿Tess? —dice, esta vez más alto.

—No me hables, Hardin —replico con los dientes apretados mientras evito

mirarlo para no volver a caer en su trampa.

—Venga y a —dice, y noto por el tono de su voz que la situación le hace una

gracia tremenda.

Mi tono es severo, pero me da igual.

—Lo digo en serio, Hardin. Déjame en paz.

—Vale, como quieras —dice con la misma aspereza, y suspiro.

Landon llega y siento un alivio tremendo. Al notar la tensión entre Hardin y

y o, me pregunta con su típico tono amable:

—¿Estás bien?

—Sí, estoy bien —miento, y comienza la clase.

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