Malvinas

1983/2023
40 AÑOS DE DEMOCRACIA
CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE
MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO
DELIBERANTE DE AVELLANEDA

Concejo Deliberante de AVELLANEDA
HUGO BARRUECO - PRESIDENTE
Curadora
Lucía Fariña
Gestora Cultural. Comisión fundadora de REIA
PATRICIA CLAVIJO,
Corrección de Texto
AILEN CANDIA
Diseño y Edición
La revista "Biblioteca Azucena Villaflor" no
comparte, necesariamente, la opinión de sus
colaboradores. Se autoriza la reproducción
total o parcial de los textos que contiene esta
revista, con excepción de las firmas invitadas,
siempre que se cite a la revista "Biblioteca
Azucena Villaflor" como fuente. Se prohíbe
reproducir, sin autorización por escrito de la
revista "Biblioteca Azucena Villaflor", cualquier
dibujo, gráfico, infografía, esquema o
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA
GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE
CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
En 2022 se cumplieron 40 años de la Guerra de Malvinas, y con motivo de ese
hecho la Subsecretaría de Cultura y Promoción de las Artes, en colaboración
con el Honorable Concejo Deliberante de Avellaneda, ha realizado durante
todo el año exposiciones sobre la temática Malvinas. Así fue que expusieron en
ese ciclo Néstor Favré Mossier, el grupo América en Colores: Analía Romero y
Nicolás Ramón Boschi, Graciela de la Fuente y Mariana Corral. Con diversas
técnicas y modos de interpretar y crear sus respectivas obras se abordó la
cuestión Malvinas desde distintas ópticas, con el fin de reafirmar nuestro
compromiso con las causas del pueblo y el derecho soberano sobre las Islas
Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos
circundantes.
Lucía Fariña
Curadora
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
Hablar de las Islas Malvinas es abrigar la esperanza de la justicia. Malvinas es
una herida que trasunta nuestros cuerpos y memoria. Malvinas no es el 2 de
abril, es siempre y cada día de nuestras vidas, es por ello que trabajamos junto
a las Asociaciones de combatientes y veteranos de nuestra ciudad, con la
férrea idea de “Malvinizar”. Para que nuestras Islas sean presente y futuro,
fundados en un pasado que nos ampara y compromete.
En 2022 desde la Reunión de Escritores Independientes de Avellaneda (REIA)
organizamos un certamen literario para dar más visibilidad aun, a nuestro
objetivo de llevar la causa Malvinas adelante. Desde la Subsecretaría de
Cultura los talleres de mandalas rindieron su homenaje a través de dedicados
dibujos que podrán ver en algunas fotos, y los talleres literarios hicieron
también su homenaje a través de la escritura.
Este año en el que celebramos el 40 Aniversario de Democracia Ininterrumpida
de nuestro país, y 20 años de REIA; seguiremos con el objetivo desde el lugar
de gestores culturales, coordinadores de talleres y trabajadores de la cultura;
reafirmando la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas.
Agradecemos a las autoridades del Honorable Concejo Deliberante la
oportunidad de haber podido realizar tanto los talleres como la muestra y la
premiación del certamen literario en instalaciones de la Biblioteca Azucena
Villaflor, Sala Padre Mugica. Destacamos también la posibilidad de realizar esta
publicación que llegará a tantas manos como sea posible, para reafirmar
nuestro compromiso de mantener la memoria activa y el reclamo permanente
de Soberanía Nacional sobre las Malvinas Argentinas.
Patricia Clavijo
Gestora Cultural. Comisión fundadora de REIA
La Reunión de Escritores Independientes de Avellaneda es una institución sin fines de
lucro que cumple 20 años en marzo. Presidida por Fernanda Trunzo, trabaja por la
promoción y difusión de escritores y la literatura avellanedense. Genera ciclos
poéticos, cafés, antologías cooperativas, certámenes y actividades que hacen de las
letra de nuestra ciudad, un espacio de encuentro.
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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MUESTRA: “25 2 DE ABRILES”,
Néstor Favré - Mossier nació en Buenos Aires, Argentina, en 1962. Es
pintor, fotógrafo, escultor y diseñador gráfico.
Inició su formación académica en las artes visuales en 1983.
Participó de talleres con consagrados artistas en Argentina, como
por ejemplo Humberto Schejvitz, Hugo Gez, Francisco “Chico” Da
Costa, Daniel Ponce, como así también en el extranjero. Sus viajes a
Italia, Holanda, Bélgica, España y Francia lo introdujeron en el
estudio del arte italiano y Flamenco.
Su historia personal y diversas disciplinas de las artes visuales
interactúan en sus producciones, las cuales han abordado temáticas
actuales y complejas como los Derechos de los/as Niños/as, la
Guerra de Malvinas, el Chagas, la Tripanosomiasis Africana y el Agua.
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Néstor Favré Mossier junto a autoridades inaugurando la muestra.
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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MUESTRA: “MALVINAS ES
PORQUE ESTÁ”,
América en Colores está conformado por Analía, Nicolás y su pequeña hija
Amárela, fruto del amor entre una mujer y un hombre, pero también fruto de
las pasiones que los une: el arte, la pintura y esa América profunda, que nos
habla y explica Rodolfo Kusch. (Argentina, 1922 -1979)
Esa América que tiene connotaciones de supersticiones populares, mitos, ritos
y misterios. A veces con un carácter telúrico, de asombro o casi mágico, donde
se reúnen características del mundo indígena latinoamericano, que, a pesar de
haber sufrido una “europeización”, sobreviven en dichas manifestaciones
populares.
Estas, sus pinturas y murales, nos acompañan y también nos introducen a
través de signos, figuras con colores saturados, vivos, evocando a elementos
mágicos y formas de reminiscencias en este mundo americano.
Podría atreverme a decir que se hicieron herederos de una estética que en el
arte se ha denominado Americanista: el payé de Leónidas Gambartes
(Argentina, 1909 - 1962) en sus texturas, materiales y esgrafiados. Los
bestiarios de Rufino Tamayo (México, 1899 - 1991) en su color. Los Pérez Celis
(Argentina, 1939- 2008), sus efectos y texturas visuales. Los Joaquín Torres
García (Uruguay, 1874 – 1949), su constructivismo y color.
Sabemos que su estética y sus representaciones no coinciden con las estéticas
y modos del Cipayaje que maneja o dirige la cultura y, en especial, el arte en
nuestra Argentina.
.
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Vecinxs visitando la muestra “América es porque está”
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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MUESTRA: “CAMINAR MALVINAS”,
“ E n m a r z o d e 2 0 1 6 , u n g r u p o d e a m i g x s c o n c r e t a m o s e l s u e ñ o d e
v i a j a r a l a s M a l v i n a s y a s í e x p e r i m e n t a r l a f u e r z a d e l o s r e l a t o s y
r e c u e r d o s d e n u e s t r a i n f a n c i a e n l a d i m e n s i ó n g e o g r á f i c a r e a l . E l
v i a j e n o s c o n e c t ó c o n a q u e l l a s r e p r e s e n t a c i o n e s q u e n o s l l e g a b a n d e
l a s i s l a s , p a r a a c t u a l i z a r l a s e n u n a s e r i e d e p e r c e p c i o n e s y
p e n s a m i e n t o s n u e v o s . ¿ C ó m o e x p l o r a r u n a t i e r r a t a n t a s v e c e s
n o m b r a d a d e s d e l a a u s e n c i a ? M a l v i n a s s e c o n f i g u r ó e n n u e s t r o
i m a g i n a r i o , e n t r e e l d o l o r y l a b r o n c a , e n l a a s i m i l a c i ó n d e u n a
i n j u s t i c i a q u e s e s i g u e p e r p e t r a n d o … L l e g a r h a s t a a h í n o s p e r m i t i ó
p a s a r d e a q u e l m a p a d i b u j a d o m i l v e c e s e n n u e s t r a s c a r p e t a s
e s c o l a r e s a l t e r r i t o r i o t a n g i b l e , p a r a l u e g o v o l v e r a p e n s a r e s e
m a p a y l a s p o s i b l e s r e p r e s e n t a c i o n e s d e l a e x p e r i e n c i a ” .
Mariana Corral nació en 1974. Argentina. Artista visual y montañista aficionada.
Trabaja como docente en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Sus
intereses abarcan la intervención de sitio específico, el video y las artes
electrónicas, mientras desarrolla proyectos junto a otres artistas en una
confluencia entre arte, política y territorio.
Integra el GAC -Grupo de Arte Callejero- desde 1997, con quien realizó varias
intervenciones urbanas y participó de muestras nacionales e internacionales. La
obra “Carteles” se encuentra emplazada de manera permanente en el Parque de la
Memoria. Recientemente, el GAC obtuvo el Premio Konex de Platino en la
categoría Colectivos Artísticos, Artes Visuales 2022.
Fue artista residente de Sur Polar – Arte en la Antártida durante enero de 2015, en
la Base Esperanza, Antártida Argentina. Desde entonces explora la idea de SUR
como significante geo-poético, llevando a cabo una serie de acciones con
dispositivos electrónicos y video. La primera de ellas, llamada Caminar Malvinas,
fue realizada en Puerto Argentino, Islas Malvinas, en marzo de 2016.
.
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Fragmento de la obra “Caminar Malvinas”
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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MUESTRA: “IMAGINARIOS
ABSTRACTOS”,
La serie Extraño equilibrio está compuesta por pinturas intervenidas con papeles y collages que realizó entre los años
1980 y 1990. Las mismas forman parte de un cuerpo de obra que se manifiesta dentro del lenguaje de la abstracción, que
de la Fuente desarrolla desde principios de los años setenta.
Sobre el carácter incisivo de la imagen, Gilles Deleuze sostiene que la figuración es la forma sensible de la sensación y
que esta actúa en el sistema nervioso y en la carne. Mientras que las imágenes y formas abstractas inciden
directamente en el cerebro, repercutiendo sobre los huesos.
Extraño equilibrio registra en sus trazos y en sus collages, su tiempo histórico. La violencia de la dictadura, el horror
de la guerra de Malvinas y el regreso a la democracia.
Graciela de la Fuente nació en Wilde, Avellaneda, en 1953. Realizó sus primeros estudios de
pintura con la artista Doris Mucillo. Participó del Taller del Sur. Estudió con Kenneth Kemble y
Emilio Renart. Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” y la Escuela Superior
de Bellas Artes “Ernesto De la Cárcova”. Licenciada en Artes Visuales con orientación Pintura,
UNA.
Actualmente, es integrante de la cátedra Minacori (UNA). 2014 Artista destacada de
Avellaneda. Proyecto Lucia Fariña (UNDAV)
Expone sus obras desde los años setenta, detallamos solo algunas de sus muestras: 2022 “Mi
vida en obras” Centro Cultural Mercado. “Archivo Lanza” Centro Cultural Mercado,
Avellaneda. 2021 “Más libros para más Memoria” Salón Dorado del Teatro Roma, Avellaneda.
2017 Homenaje a Docentes Desaparecidos, Suteba. Espacio para la Memoria, Avellaneda. 2016
“Duele el Sur” CMA, Avellaneda. Consulado Argentino en Nueva York, USA. 2015 Centro
Cultural Clemente Soto Vélez, Nueva York, USA. 2015 “Fractalazar” Biblioteca Azucena
Villaflor, Honorable Concejo Deliberante de Avellaneda. 2011 “Corazón Roto” obra en la
Comisaría de la Mujer. Avellaneda. 2008 “Fractalazar” Centro Cultural Borges. 1994
“Fractalazar” Palais de Glace. 1992 “Fractalazar” Alianza Francesa. 1992 “Fractalazar” Banco
Mayo. 1990 “Género femenino. Profesión Artista Plástica”. 1990 Graciela de la Fuente, fuente
de azar. Palais de Glace. 1988 “Simultáneo” Galería Lirolay. 1987 Pinturas Galería Lirolay. 1987
“Inventario Interno” Centro Cultural Recoleta. 1983 Galería Teatro General San Martín. 1981
Galería Parodi.
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La artista Graciela de Fuente junto a autoridades y vecinxs
que se hicieron presentes en la inauguración
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
OBRAS
LITERARIAS
GANADORAS
DEL CONCURSO
“LAS MALVINAS SON ARGENTINAS”
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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TOM y el viento
Autor: Fabián Alejandro Laxalt de Tortuguitas Provincia de Buenos Aires
El ruido del último mate de mi viejo, la cuchara golpeando contra los bordes de la taza del mate
cocido. El olor a la plancha caliente pasando por el cuello de la camisa blanca del colegio. Me até
los cordones, de contrabando puse dentro de la carpeta una revista de historietas que me
encantaba: “Mi novia y yo”. Hábito de lectura surgido en siestas en casa del abuelo. Tenía
cientos de esas dentro de su escritorio. Anudé la bufanda y encaré para el portón. Al llegar a la
esquina la saqué y la acomode dentro de la carpeta abrigando la revista. Primera hora de
matemáticas, segunda de física, recreo, dos horas libres de geografía. Esa palabra tomaba más
valor en esa época, era 2 de abril de 1982. Disfrutábamos sin tener la conciencia de lo que
pasaba lejos de casa. Una guerra, con soldados de apenas unos años más grandes que yo. Me
detuve a leer la revista. La historia de un escritor con una novia peleadora pero buena, y un
perro. El perro, un Pastor Alemán llamado TOM. Siempre me gustó. Años después leí una nota
sobre la Guerra de Malvinas: Un grupo de colimbas, entre diez o doce, la mayoría amigos de un
mismo pueblo. Se les apareció un perro de la calle, a los pocos días de comenzar la instrucción.
El perro cariñoso a más no poder. Lo llamaban con varios nombres, respondía a todos. Cuando
fueron a la guerra por decisión unánime lo llevaron escondido. Viajó en un camión, después en el
Hércules con uno de los pilotos de cómplice. Se hacía querer enseguida. Los asignaron a Sapper
Hill. Montaron dos cañones Sofma de 8.500 kg cada uno con un alcance de 20 km. Comenzaron
las prácticas y el bombardeo a las tropas enemigas, sobre todo de noche. Tiempo después, los
ingleses dijeron que los sorprendía la exactitud y cercanía de los disparos. Una noche decidieron
ponerle nombre definitivo al perro. Por votación unánime lo llamaron TOM. (Teatro Operaciones
Malvinas). Desarmaron unas latas de conservas y le fabricaron un casco atado con sogas de
unos sacos de arpillera. TOM era el alma del batallón. Escuchaba de lejos los silbidos de los
proyectiles ingleses y empezaba a ladrar estoico al viento. Los soldados se atrincheraban en los
pozos de zorros. Hasta que el último no estaba adentro, no dejaba de ladrar. La última noche de
la guerra, el ataque inglés comenzó más temprano. Todos fueron a guarecerse menos el cabo
Rodríguez, que había ido a buscar latas de conservas. TOM no paraba de ladrarle. Rodríguez
apareció por arriba de una roca, con las balas silbando sobre su cabeza. Entró en el pozo
resbalando por el barro. TOM no apareció. El aire adentro de la trinchera se cortaba por el aliento
áspero de los soldados. De a uno se fueron asomando. Ahí estaba TOM. Recostado. Mirando el
pozo, con el casco perforado por una esquirla. La rendición era inevitable. En el albor del
amanecer, en ese silencio doloroso, el último disparo de la guerra fue en honor a TOM.
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EL ASESINO
Autor: Pedro Luis Aragonés de Monte Grande Provincia de Buenos Aires
El patrullero detuvo el lamento fúnebre de su sirena en las mismísimas fauces malolientes de la
villa. Un tropel de perros famélicos hizo punta en la bienvenida con un amenazador coro de
ladridos y colmillos babeantes. En un santiamén, como si hubieran pisado un hormiguero, un
tumulto invasor de niños andrajosos rodeó el vehículo y lo convirtió en una curiosidad a la que se
le podían desinflar los neumáticos. O sobre cuya pintura negra se podían garabatear groseros
dibujos con el dedo mojado en saliva. El comisario y el sargento, enfundados en gruesos capotes
de paño azul, se encaminaron hacia el misérrimo sucucho del muerto. Eran dos torpes cigüeñas
empantanadas que avanzaban a los tirones, tratando de evitar las bostas de los animales y los
charcos de agua hedionda. Aquí y allá se mezclaban el trópico y el litoral a todo volumen.
Algunas voces gritaron que últimamente se había vuelto bebedor y pendenciero, pero el alboroto
se apagó en un silencio plomizo, como de otro mundo, cuando los uniformados fueron engullidos
por la penumbra de las cuatro míseras chapas de cartón alquitranado. Por la única y mezquina
ventana de postigos chirriantes penetraba, sin ganas, un sol afeminado, con muletas,
convaleciente aún a pesar de la época. El cuerpo pendía, tieso, de un cinturón amarrado a una
alfajía del techo, con los pies muy cerca del piso de tierra, casi tocando las patas del banquito
volcado. Tenía el puño izquierdo semicerrado rígidamente, como una enmohecida aldaba de
bronce, y pendulaba levemente al influjo de la fría ventolina que se colaba por las hendijas y a la
que la primavera en cierne no había conseguido quitarle el rigor del invierno.
-Suicidio - dijo el comisario.
- O crimen... - deslizó el sargento mientras hurgaba entre los pobres trastos de segunda mano,
debajo de la cama de plaza y media, y tras el ropero de terciado.
- El suicidio es evidente - aseguró el oficial, observando de arriba abajo el cadáver - Tiene los
brazos libres y no hay señales de violencia.
La viuda sin libreta, desde un rincón, sosteniendo en los brazos sendas criaturas que le
escarbaban, jadeantes, el magro pecho en procura de unas tetas que no tenían qué ofrecerles,
miraba el trajín de los hombres con un resignado fatalismo. Como si lo acontecido fuera algo que
tenía que ocurrir nomás, ineludible, como una granizada o un terremoto.
-Aquí hay una carta - anunció el sargento.
-Léala - fue la orden.
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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Desde el rústico papel de estraza, con una prosa que recordaba la Gloria de Lepanto únicamente en la
inutilidad de la mano izquierda, el ahorcado relataba las ilusiones de su adolescencia: ser aviador y esas
pavadas o hacer alguna vez el secundario. Luego revivía su incorporación al Tercero de Infantería y su
disposición a morir por la Patria cuando lo mandaron a defender unas islas, heladas y húmedas, perdidas
en la bruma del Atlántico Sur.
Describía el frío medular padecido con los borceguíes mojados y el hambre por unas provisiones que
nunca llegaban. Confesaba el miedo constante a unos guerreros nepaleses que los degollaban
sorpresivamente en las noches y la angustia de saber que cientos de soldaditos como él habían sido
tragados para siempre por las aguas turbulentas y gélidas; mandados a pique por un submarino atómico.
Volvía a sufrir el quemante y desgarrador penetrar de la esquirla que le cortó los tendones y le dejó los
dedos fruncidos como si se los hubiera cosido con un hilo invisible en el clásico truco de un payaso de
circo. Y, por fin, se avergonzaba con la rendición y el regreso; el desembarco en la Capital, a escondidas;
apartados, como si fueran leprosos, de los brazos solidarios que se estiraban desde detrás de los
alambrados.
Las palabras se quebraban, de a tramos, en el lamparón de una lágrima que desnudaba su impotencia, al
recordar los sistemáticos rechazos cuando tendía la mano tullida, que él consideraba su Cruz de Hierro,
pidiendo trabajo. La desmañada escritura se dulcificaba, en cambio, en el amor por su mujer y en la
tierna contemplación de los mellizos recién nacidos, dentro de la incubadora del hospital. Y la rabia
volvía y terminaba entrando en erupción, desde el ordinario papel de almacén, cuando resucitaba en sus
manos la maldita receta de los antibióticos que jamás alcanzaba a comprar, porque el escaso par de
pesos que lograba reunir se le dividía por dos cada día que pasaba, a medida que se duplicaban los
precios cada veinticuatro horas.
Y el estallido del volcán estremecía las letras en trazos furiosos cuando los cojones se le subieron a la
garganta y lanzó el primer ladrillazo contra la inmaculada vidriera del supermercado, en un saqueo
multitudinario en el que terminó siendo molido a palos por la policía y con un paquete roto de harina de
maíz que se le escurría entre los dedos como si hubiese atrapado un puñado de huidiza arena del
desierto...
El silencio que había quedado afuera se filtró dentro del rancho y se depositó sobre el muerto, sobre los
policías, sobre la viuda sin libreta y aun sobre los niños, que continuaron buscando la teta, pero ahora sin
el más leve quejido.
-Siga, sargento.
-Prácticamente, es todo, señor...
- ¿Prácticamente?
-Sí, señor. Agrega, nada más, que ayer se enteró de que el Gobierno manda dos barcos al Golfo Pérsico
a que colaboren con nuestros antiguos enemigos de las Islas...
El comisario se acercó a la ventana. La gente se había esfumado en evidente propósito de no tener trato
con la autoridad. El trópico y el litoral volvían a estar a todo volumen, pero parecían sonar más apagados,
como si se hubieran puesto nostálgicos. Un modesto sauce, cicatrizado ya tras la poda de otoño,
mostraba en sus muñones, quizá prestándole más atención al calendario que a la temperatura, unos
esperanzados brotes de vida nueva. El oficial se volvió y fijó la vista un largo rato en el cuerpo que
apenas se balanceaba y rotaba sobre sí mismo como una plomada de albañil. Luego miró a la mujer, que
se tragaba, forzando el garguero, unas lágrimas gordas y amargas.
Por fin, dijo: - Usted tenía razón, sargento. Fue un crimen.
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JUEGOS DE GUERRA
Autor: Héctor Omar Saldaña de Libertad, Merlo, Provincia de Buenos Aires.
Desplazados a lo largo del terreno barroso, los muchachos ejecutan ejercicios militares. La
maestra les ha hecho representar, en una gran maqueta, el combate de San Lorenzo. Entre los
recortes de cartón con que han levantado el Convento, y la yerba mate que se extiende haciendo
de verde césped, hasta las Barrancas del río que han pintado con acuarela, han dispuesto los
caballos y los Granaderos de plástico.
Los pibes remedan tácticas de entrenamiento y realizan maniobras de pinza frente a un enemigo
todavía imaginario.
La Señorita Angélica les ha contado que San Martín decidió dividir su caballería en dos alas que
deberían converger en tenaza sobre los realistas, apenas desembarcaran.
Allá, tras los acantilados, está el mar con su furia, y los soldados esperan apostados con sus
armas el arribo de la flota al puerto y de la infantería enemiga por el llano.
Los niños juegan con los caballos y los hacen avanzar con flechas rojas, como si fuera el mapa
de una batalla, sobre la plataforma de corcho.
En el vivac se reconfortan unos a otros, hablan, cuentas, chistes, esconden de alguna forma el
miedo. Les han entregado chocolates y están felices.
Los escolares saben que un ala, la comandada por el Capitán Bermúdez, se ha abierto
demasiado, y corren un poco la hilera de caballitos blancos, para respetar los hechos históricos
que les ha relatado la Señorita. La leve falla, el corrimiento, hará que la columna llegue más tarde
que la otra al encuentro de los españoles que ya han desembarcado, y que la restante columna,
la del Coronel, reciba el grueso del fuego, mientras los barcos se acercan a la costa para iniciar
el desembarco.
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Los muchachos preparan las piezas de artillería, sopesan posibilidades y distancias, de cara a
los rugidos del mar, pero los barcos empiezan primero el potente cañoneo. A uno de los niños
del grupo, Recabarren, se le ocurre que ya es tiempo de hacer caer el caballo de San Martín y
pone, debajo de la bestia, al que le faltaba la cabeza, un granadero representándolo. Cabral
corre a salvarle la vida, pero cae atravesado por una bayoneta enemiga, hecha con un
escarbadientes.
Bermúdez ya se ha sumado al ataque, y los niños retornan la hilera hacia el centro del combate,
donde el fuego enemigo es atroz y se produce el desbande de las posiciones de los infantes.
Los obuses responden hasta agotar las municiones y el llano ha quedado pleno de cadáveres y
de heridos. La batalla ha terminado.
El combate ha terminado.
El capitán Bermúdez ha perdido una pierna y los trasladan hasta el Convento, que servirá de
hospital, en una caja de fósforos que sirve de camilla. Todavía queda alguna resistencia, algunos
focos que se sublevan a la orden de rendición, y una ráfaga de metralla mutila al joven cabo
Domenach.
Los niños hacen con cinta, porque la maestra les ha enseñado que así pasó, un torniquete en el
muñón de la pierna del muñeco de Bermúdez que ha sido cortada con un cuchillito de sierra.
Pero apenas llegado al campamento, Domenach se lo quita, porque ya no quiere vivir una vida
con deshonor. La culpa roe el corazón del capitán Bermúdez, que se saca, en un descuido de
quienes lo asisten, el torniquete y se deja morir desangrado.
El cabo Domenach alcanza a pedir al soldado Recabarren, coterráneo y compañero de toda la
vida, que cuide de su madre, quien ha quedado sola desde que vinieron a Malvinas, y que done
aquella maqueta que hicieron juntos hace tiempo, sobre el combate de San Lorenzo, al colegio
donde estudiaron.
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La cinta de la vida no se rinde
Autor : Alejandro Raymond de Cruz del Eje Provincia de Córdoba
Nunca habían visto la nieve,
nunca habían visto, tampoco,
qué tan profunda puede clavarse la uña de la
crueldad.
Nunca habían visto la cara negra de la muerte,
explotar el silencio oscuro en bola de luz y
piedras,
perder la cordura a punta del frío,
sacudirse el miedo una y otra vez
como si estuvieran vestidos de hormigas
coloradas.
No poder distinguir en la noche eterna
al amigo del enemigo,
la verdad de la mentira,
el salto de la caída.
Nunca habían visto de lo que eran capaces,
ellos y los otros, ellos mismos y nosotros.
Tiene capas la piel, capas que se secan
y se desprenden como hojas,
el mar raspa la memoria,
el viento sacude las ideas,
un remolino nos deja ver en el pozo un horizonte
y en el cielo la amenaza despierta.
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
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Allá en el continente espera una madre,
una conversación que quedó interrumpida,
un saludo que no pudo concretarse
y quizás, también, una novia que mandó una
carta.
Hay motivos para regresar con vida desde la
vida misma;
primero hay que salir, pensar o no pensar
en esas que esperan,
en esa hija que ve en su casa la foto del padre
que no llega.
Hay un álbum de fotos en la noche,
un desfile de recuerdos que no encajan en el
fusil,
vidas diseccionadas por la decisión de un
General,
pedazos de un nombre que jamás volverán a
pegarse,
se llamaban Juan, Francisco, Esteban, Inés,
Marcelo;
eran de Corrientes, Santa Fé, Jujuy, Río Negro,
o algunas de las provincias que marcan nuestro
mapa,
se los llamó Héroes, excombatientes, veteranos,
niños, mártires,
pero esas son solo palabras para acercarse a la
inocencia.
En la cruz, en la planilla, en la casa, en el sueño
sobre la almohada,
quedó una vida desarmada.
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
/ Vol 12
FRÍO DE JUNIO
Autor: : Hugo Vargas de General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires
Este frío de junio es tan ajeno
en tus manos tibias
como el Sol,
salamandra que acaricia
en la distancia.
Desde aquí el tiempo es
arena mojada,
huella sin camino.
Las flores perfuman el aire
pretendiendo alcanzarte,
suaves y delicadas.
Las agujas tejen sueños en la memoria,
entrelazan el tejido del recuerdo
llamándote entre silencios.
Estoy sintiéndote,
callado, mudo,
repleto de palabras que no te dije,
de voces que se ahogan
y se pierden.
Volveré a verte en la esperanza
y en el sueño que no cesa,
incansable como este frío de junio
sin vos
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
“EL GRITO”
Autora : Rosaria Petrone de Avellaneda Provincia de Buenos Aires
/ Vol 12
Porque nunca
se contenta el alma humana
cuando alguien que está herido
se motiva
y acaso con su esfuerzo se rescata
alguna vez,
de entre las pausas de su vida.
A pesar de la sangre derramada,
el corazón lacerado justifica
la heroica madurez
que se hace clara
como el centro verde y genial
de una semilla.
Y crecen
como la espuma y se agitan,
los recuerdos,
al romper con las distancias,
en las voces cargadas de nostalgia
y en los ecos del horror
que más lastiman.
En el trozo de la Patria arrebata
se quedaron escritos los destinos
que en una suelta de páginas al aire
llenan los rincones más sufridos.
Un rezo
anudado en la garganta,
un suspiro apretado y reprimido
es el llanto que llega sin pensarlo
hasta que estalla,
y al fin se vuelve grito.
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CONMEMORACIÓN A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS EN EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE AVELLANEDA
Combatientes junto a autoridades de REIA
Combatientes y escritores
epigrafe
Premiados y participantes junto a veteranos
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20 AÑOS
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