Almacigo
Compilado de poemas inéditos de Gabriela Mistral editado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile
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192 Almácigo ❂ Po e m a s In é d i t o s d e Ga b r i e l a Mi s t ra l ❂ Oficios 193
Muj e r de pi c a p e d r e r o II
Pay s a n e pr o v e n z a l
Señor y dueño de la noche,
en casa tuya tienes duelo,
mira mi pena en el lecho.
Parece caña, parece rebanada,
parece guiñapo tu hombre cantero.
Hasta ayer no más él era
cabal como los luceros
y mis manos no sabían
hombre roto, rey deshecho.
Allá arriba en las canteras
todo quedó blanco y quieto
menos mi árbol de sangre
al que cortó su barreno
y en el valle de cascadas
donde todo duerme fresco
esta noche no se duerme
mi hombre calenturiento.
Los otros hablan como hombres
y él es niño de balbuceo.
Su brazo era del pico
del carro y el barreno
y era el brazo de abrazarme
y subirme los repechos.
Señor íntegro, que haces
al árbol y al hombre enteros,
devuélvemelo, retóñalo
como a la rama de abeto.
Mi salamandra partida,
mi hombre cortado y mostrenco,
vuelve a dejármelo entero
y ata sus huesos y tendones,
Dios callado y Dios secreto.
En invierno mi mano ociosa
va aplicando ceniza y sales buenas
a los troncos de duraznos:
penitencias para renuevos.
Y mientras vienen los abriles
que no dejan pasar los vientos
me caliento las tristes manos
en la testa del crisantemo.
En primavera van cortando
rosas de Francia mis aceros
tic tac – y caen a mi brazo
rosas de coso* y de consuelo.
Mi cabeza que ya envejece
se queda bajo del almendro
blanco rosado como la leche
que hubiera sido de mi seno.
En verano corta el melón
perfumado, liso y perfecto
mi cuchillo de Magallanes
que allá partía los corderos.
Y me duermo la siesta blanca
junto a la cría en tendedero
de los gusanos de seda
casi salidos de mi pecho.
En mi frente que arde
pongo la hoja de cuatro dedos
de la biznaga coquimbana
que cojo húmeda y entrego seca.
Al otoño en los olivares,
agazapado anda mi cuerpo
recogiendo aceitunas negras
en refajo color de fuego.
Y mascando las postrimeras,
de aceite eterno me sustento
y como el quechua feo y dulce
mi alma es de oro, con labios negros.
Me arrimo a pechos otoñales,
a mi Montaigne, al Fray Luis bueno
y en su olor de manzanas viejas
perdono vivos, perdono muertos.
Y morir me parece fácil
como inclinar el tonel lento
del suave aceite, y que se vaya
sin más rumor que el de mi aliento.
8 de Marzo, Paux
* Plaza de toros. Calle principal de algunas ciudades: paseábamos todas las tardes por el coso.
Americanismo: corral municipal donde se encierra el ganado que anda perdido o suelto.