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Emilio Jéquier, la construcción de un patrimonio

En el marco de las celebraciones de su 140° aniversario, el Museo Nacional de Bellas Artes, con el auspicio de LarrainVial y el patrocinio de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, se impulsó la edición del libro Emilio Jéquier: la construcción de un patrimonio, que rescata por primera vez la obra, la figura y el pensamiento del autor del edificio en el cual se emplaza este Museo, el Palacio de Bellas Artes, inaugurado en 1880.

En el marco de las celebraciones de su 140° aniversario, el Museo Nacional de Bellas Artes, con el auspicio de LarrainVial y el patrocinio de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, se impulsó la edición del libro Emilio Jéquier: la construcción de un patrimonio, que rescata por primera vez la obra, la figura y el pensamiento del autor del edificio en el cual se emplaza este Museo, el Palacio de Bellas Artes, inaugurado en 1880.

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encontró con una nación que apenas había terminado

un conflicto internacional prolongado y fue testigo de

la breve y cruenta guerra civil, que dejó como herencia

el aumento del gasto militar y naval, y las reformas

emprendidas en materia de Fuerzas Armadas.5 La

imagen de nación victoriosa y preparada para la guerra

se completó en 1900 con el establecimiento del servicio

militar obligatorio, de acuerdo con el modelo que los

prusianos habían desarrollado en Europa.

La victoria en la guerra de 1879 a 1884 produjo cambios

en todo orden de cosas para los chilenos, que vieron no

solo extendido su territorio sino también obtuvieron los

recursos del salitre, que dieron a los sucesivos gobiernos

chilenos un significativo flujo de financiamiento, a través

del impuesto de explotación del nitrato, de modo tal

que el auge calichero hizo posible que, a lo largo de los

años centrales del periodo parlamentario, se hiciesen

importantes inversiones en infraestructura, tanto en el

sector de transportes y circulación –con el apoyo a los

ferrocarriles y en la construcción de puertos–, como en la

creación de servicios urbanos y de vinculación territorial

en materia de comunicaciones, salubridad, seguridad y

educación. Ya en 1887 se había creado el Ministerio de

Industria y Obras Públicas que «asumió todos los asuntos

relativos al fomento de la riqueza publica, de la economía,

del comercio y de la industria» que hasta entonces

dependían del Ministerio del Interior.6 Se puso así en

evidencia la voluntad expansiva del Estado que impulsó

la construcción de más de mil kilómetros de ferrocarriles,

puentes y túneles, de edificios para instituciones estatales,

escuelas, hospitales, cárceles, aduanas y puertos, además

de la atención de situaciones inesperadas como la

reconstrucción de Valparaíso después del terremoto de

1906. También las artes se vieron favorecidas por el auge

del salitre y la riqueza que reportó al país. Se fortalecieron

las artes escénicas, con actividad teatral y musical

creciente. Esta alcanzó ya no solo a Santiago y Valparaíso,

with the reforms made to the armed forces.5 The image

of a victorious nation that was well prepared for war, was

achieved in 1900 with the establishment of compulsory

military service, in accordance with the Prussian model

developed in Europe.

The victorious outcome of the war from 1879 to

1884 produced changes in all order of things for

Chileans, who saw their territory not only extended

in a considerable way but also enriched by saltpetre

resources that gave the governments a significant cash

injection through the nitrate extraction tax, so, the

“calichero” heyday throughout the central years of the

so-called parliamentary period made possible important

investments in infrastructure in the sector of transport,

by supporting railroads and the construction of ports

as well as the creation of urban services and linking

territories on communications, health, security and

education. In 1887 the Ministry of Industry and Public

Works was created, it “assumed all matters relative

to the promotion of public wealth, of the economy,

commerce and industry” which till then had depended

on the Ministry of Internal Affairs.6 The expansive will

of the State was put in evidence by the construction of

more than a thousand kilometers of railroads, of bridges

and tunnels, of state institutions’ buildings, schools,

hospitals, jails, customs facilities and ports, in addition

to unexpected situations such as the reconstruction of

Valparaíso after the earthquake of 1906. The arts were

also favoured by the heyday of the saltpetre and the

wealth that it brought to the country. The performing arts

became stronger, with increasing theatrical and musical

activity, which not only reached Santiago and Valparaíso

but also Iquique, which gained importance in the

artists’ international circuit, for example Sara Bernhardt

performed there in 1886 and in 1889, Iquique witnessed

the construction of its Municipal Theatre, built in Oregon

Pine, where in the successive years figures as Leopoldo

5 Apenas terminada la guerra con Perú y Bolivia, se inició un plan de

contratación de oficiales alemanes en calidad de instructores para

dar formación moderna al Ejército de Chile, pues se veía en esta

institución una garantía para la deseada hegemonía regional. El

complemento obligado de esta decisión fue el fortalecimiento de

la Armada en tiempos del presidente Balmaceda, de manera que

Chile tenía, en la última década del siglo XIX, una flota significativa

y poderosa.

6 Correa, S., Figueroa, C., Jocelyn-Holt, A., Rolle, C. y Vicuña, M.

(2001). Documentos del siglo XX chileno, Sudamericana, p. 37.

5 Once the war with Peru and Bolivia ended, a plan to hire German

officers as instructors to modernize Chile’s Army was carried

out, since this institution was perceived as a guarantee for the

ambitious regional hegemony. The binding complement of this

decision was the Navy’s strengthening in times of president

Balmaceda, therefore, in the last decade of the 19 th century Chile

had a significant and powerful fleet.

6 Correa. S., Figueroa. C., Jocelyn Holt. A., Rolle. C. & Vicuña. M.

(2001). Documentos del siglo XX chileno, Santiago, Editorial

Sudamericana, p. 37

CHILE Y SU CULTURA EN EL PERIODO PARLAMENTARIO ∙ CHILE AND ITS CULTURE DURING THE PARLIAMENTARY SYSTEM

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