16.03.2023 Views

Emilio Jéquier, la construcción de un patrimonio

En el marco de las celebraciones de su 140° aniversario, el Museo Nacional de Bellas Artes, con el auspicio de LarrainVial y el patrocinio de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, se impulsó la edición del libro Emilio Jéquier: la construcción de un patrimonio, que rescata por primera vez la obra, la figura y el pensamiento del autor del edificio en el cual se emplaza este Museo, el Palacio de Bellas Artes, inaugurado en 1880.

En el marco de las celebraciones de su 140° aniversario, el Museo Nacional de Bellas Artes, con el auspicio de LarrainVial y el patrocinio de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, se impulsó la edición del libro Emilio Jéquier: la construcción de un patrimonio, que rescata por primera vez la obra, la figura y el pensamiento del autor del edificio en el cual se emplaza este Museo, el Palacio de Bellas Artes, inaugurado en 1880.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Félix Callet y Victor Baltard, el

primer pabellón de Les Halles

de París, después de 1848,

fotografía de Charles Marville,

1866. París, coll. part.

Félix Callet and Victor

Baltard, the first pavilion

of Les Halles de Paris, after

1848, photograph by Charles

Marville, 1866. Paris, coll. part.

El primero se relaciona con Les Halles de París, cuya

reconstrucción se inició en 1848 con un concurso ganado

por dos arquitectos galardonados con el Grand Prix de

Rome, representantes ejemplares del sistema de Beaux-

Arts: Félix Callet y Victor Baltard. Para la construcción

del primer pabellón, adoptaron el principio de una

estructura metálica envuelta en una fachada de piedra. El

dibujo del exterior, simple y refinado a la vez, demostraba

el entusiasmo de esta generación por los estudios

arqueológicos, que se manifestaron especialmente en los

grandes arcos «etruscos» ubicados en las entradas de las

cuatro esquinas. Ahora bien, esta unión de pragmatismo

técnico en el interior y elegancia neoclásica en los

alzados no se ajustaba a las convicciones del emperador.

Napoleón III había regresado de Londres marcado

por el recuerdo del Crystal Palace, del constructor de

invernaderos Joseph Paxton, quien deslumbró a Europa

en la Exposición Universal de 1851; además, se había

mostrado satisfecho por la ligereza del interior de la

Gare de l’Est. Las fachadas de piedra, por el contrario, le

parecían pesadas. Consiguió entonces que se cambiara el

estilo de los pabellones siguientes e incluso la demolición

de este edificio, derribado en 1866.

El segundo episodio corresponde a una obra menos

utilitaria, que fue una respuesta directa al Crystal Palace:

el Palacio de la Industria y Bellas Artes, construido

en 1853 en los Champs-Élysées para la Exposición

Universal de 1855. En este caso, la apuesta fue defender

simultáneamente la imagen del poderío industrial de

Francia y el refinamiento del «país del buen gusto»

leitmotiv de los discursos nacionalistas de la época.

El palacio tomó entonces la forma de una vasta

extensión de salas de vidrio y metal de treinta mil m2,

concebida por los ingenieros Alexis Barrault y Georges

Bridel, con una inmensa nave central acondicionada

luego como jardín de esculturas, todo revestido por

una envoltura ecléctica de Beaux-Arts dibujada por

el arquitecto Victor Viel. La celebración de la técnica

y la industria se plegaba así perfectamente al respeto

por las jerarquías. Las dos partes yuxtapuestas se

confiaron a especialistas diferentes. La fachada

principal contaba con dos niveles de ventanales en

arco: su composición, inspirada a la vez en el Palais des

Études de la École des Beaux-Arts –terminado quince

in 1848 after a competition won by two architects who

had been awarded the Grand Prix de Rome, exemplary

representatives of the Beaux-Arts system: Félix Callet

and Victor Baltard. For the construction of the

first pavilion they adopted the principle of a metal

structure wrapped in a stone façade. The exterior

design, both simple and refined, demonstrated

this generation’s enthusiasm for archaeological

studies, which manifested itself especially in the

large “Etruscan” arches located at the entrances to

the four corners. However, this union of technical

pragmatism in the interior and neoclassical elegance

in the elevations did not conform to the emperor’s

convictions. Napoleon III had returned from London

impressed by the memory of the Crystal Palace

designed by the conservatory builder Joseph Paxton,

who dazzled Europe at the 1851 Universal Exhibition.

Napoleon III had been satisfied with the lightness of

the interior of the Gare de l’Est, but the stone façades

seemed heavy to him. He then managed to change

the style of the following pavilions and even had this

building demolished in 1866.

The second episode corresponds to a less utilitarian

work which was a direct response to Crystal Palace:

the Palace of Industry and Fine Arts, built in 1853 on

the Champs-Élysées for the Universal Exhibition of

1855. In this case, the intention was to simultaneously

defend the image of France’s industrial might along

the refinement of the “country of good taste” – a

leitmotif of nationalist discourses of the time.

The palace then took the form of a vast extension

of glass and metal rooms that covered 30.000 m2

conceived by the engineers Alexis Barrault and

Georges Bridel with an enormous central hall later

transformed into a sculpture garden, all cladded in a

Beaux-Arts eclectic envelope drawn by the architect

Victor Viel. The celebration of technology and

industry was thus perfectly aligned to the respect for

hierarchies. The two juxtaposed parts were entrusted

to different specialists. The main façade had two levels

of arched windows, its composition, inspired at the

same time by the Palais des Études at the École des

Beaux-Arts (completed fifteen years earlier from the

project by Félix Duban) and by the Sainte-Geneviève

Jean-Philippe Garric

58

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!