DESDE MI VITRINA DE CRISTAL, de Jaime Cannobbio, TOMO 6

HISTORIA DE LA PRIMERA COMPAÑÍA DEL CUERPO DE BOMBEROS DE SANTIAGO
helados, cabritas, tortas y se entretienen con un número de payasos.
Cabe destacar la gran organización de esta competencia y el gran esfuerzo desplegado por los Oficiales.
Viernes 1 de Octubre
Comida Primerina
A las 20.00 hrs. comienzan a llegar numerosos voluntarios a la Comida Primerina con la cual damos la
bienvenida e inauguramos una nueva concesión en el casino a cargo de don Ricardo Lecaros.
Más de 40 voluntarios fueron llenando las diferentes dependencias del Cuartel para disfrutar de un excelente
cocktail y una estupenda cena.
Como es habitual en este tipo de comidas, se compartió la alegría, la camaradería, fomentó la amistad y se
estrecharon lazos entre viejos y jóvenes… y se siguieron estrechando lazos de amistad y compañerismo, que
es característico en nosotros… los Primerinos.
14 de Octubre
Competencia Primera de Chillán
Extractado de la Memoria - Cada vez que recuerdo mi ida a Chillán no sé si llorar o reírme, pero, como dicen
los huasos de mi zona, no deja de darme una gran risa pensar en lo que allá pasó.
Fuimos invitados a celebrar los 111 años de la Primera de Chillán, mediante una competencia que
participarían Primeras Compañías de diversas ciudades; una nutrida delegación Primerina encabezada por el
Director se hizo presente en la ciudad aquella. Nos recibieron el día sábado 10 con una comida preparada en
el infierno ya que muchos debimos tomar sales para sobrevivir. Por alojamiento, los más ancianos tuvieron la
casa de parientes, los más jóvenes el Liceo de Niñas de la ciudad, pero sin esas niñas que estaban de
vacaciones, y los más conspicuos se fueron a las Termas de Chillán a esquiar y dorarse al sol. No sé si poner
esto, pero lo pondré igual no más, y es que algunos fueron acompañados de sus esposas, pero claro como no
todo puede ser claro, hubo un caso de acompañamiento que parecía claro, aunque no lo estaba mucho y
simplemente quedó como un caso claro obscuro y no se habló más de él hasta ahora. En fin, en Chillán lo
pasamos estupendo, comimos, tomamos, bailaron los más jóvenes y también participamos en algo similar a
una competencia pero con la particularidad de medir sólo la fuerza bruta de los participantes, y para eso
nosotros no estamos ni ahí. Naturalmente que el resultado fue a la altura del jolgorio anterior al domingo de
la maratón que duró hasta largas horas de la madrugada.
Regresamos a Santiago felices y contentos con la copa del triunfo, pero nadie nos quitaba el recuerdo de
aquella competencia tan alegre y bullanguera. No sé por qué me da la impresión que nunca más volverán a
convidarnos en toda la Región.
TOMO 6 - 1987 A 2000 189