DESDE MI VITRINA DE CRISTAL, de Jaime Cannobbio, TOMO 6

HISTORIA DE LA PRIMERA COMPAÑÍA DEL CUERPO DE BOMBEROS DE SANTIAGO
demostró con creces en el curso de estos años difíciles, complicados y anormales dentro del
desenvolvimiento Institucional. Sin embargo, supo sortear todas las dificultades con seguridad e inteligencia,
destacándose en sus cometidos como uno de los más ejecutivos que han pasado por este cargo. Dejó muy en
alto el nombre de la Primera, a la cual jamás dejó de venir, pese a sus incontables compromisos.
Que estas breves palabras, lleven la honda intimidad de sus compañeros de número, al agradecerle su gestión
y confesarle que su Primera está contenta de haberlo nuevamente recuperado a sus filas, a las que seguirá
prestando su incondicional aporte.
Conclusiones
Señores, hemos pasado, quizás sin darnos cuenta, un año de problemas y sufrimientos, con los primeros
podemos haber sentido la orgullosa satisfacción de algunos logros, creo que con el dolor, nos hemos recogido
en angustias y desesperanzas, pienso que del equilibrio de ambos hemos continuado hacia adelante, pero
ninguno está contento con el resultado final.
Como balance del año notamos con pánico una pérdida de interés en los voluntarios, interés por servir y estar
en su Compañía, bien lo dijeron hace poco esos hombres de peso, como son nuestros compañeros
distinguidos, Manuel Cañas Vergara y Alejandro Artigas Mac Lean. Esto nunca había sucedido, esto jamás
debió suceder. Esa desidia, esa como inconciencia de algunos voluntarios nos arrastra al abismo, ¿Dónde han
quedado sus juramentos, sus promesas, sus ilusiones y espíritu de lucha, que tuvieron y mantuvieron un
tiempo después de su ingreso y otros hasta que llegaron a honorarios?
Se ha perdido la mística, el romanticismo, el sentido del deber que acompaña siempre al bombero de esta
casa. Fallan los activos y se deben tomar medidas punitivas que nos estremecen el alma. Fallamos los
honorarios y hacemos perder el incentivo de la juventud, el mal ejemplo es seguido o imitado. Se hace notar
como si se estuviera perdiendo la decencia Primerina y el interés por lo nuestro. Una indolencia mal sana nos
está carcomiendo hasta los mismos cimientos en que nos hemos afirmado siempre. Mis amigos, debemos
sacudirnos este letargo que nos consume. Debemos retornar a nuestras obligaciones, recuperar el
cumplimiento de nuestros deberes, debemos asistir a todos los actos que seamos citados: otros servicios,
llamados de Comandancia, incendios, formaciones, reuniones, etc.; juntarnos en el Cuartel y departir y gozar
de la amistad y la alegría sana del bombero. No podemos aceptar egoísmos, envidias y separaciones de
grupos flotando en el ambiente. Esto no puede ser, debemos volver a lo que siempre nos ha distinguido, al
respeto mutuo y con nuestros mayores, a darnos por entero a nuestra hermosa y voluntaria causa, a unirnos
alrededor del Uno, que es el fruto que nos pertenece a todos, debemos volver a nuestra raíz.
La Compañía es depositaria de una tradición grandiosa y nosotros somos los encargados de velar por ella,
venerarla, admirarla y continuarla. Desde el día de nuestro ingreso adquirimos este compromiso de honor y es
por eso que termino haciendo un ardiente llamado a la unión, al compañerismo, a la dedicación y a la
mantención y cuidado de nuestros ideales, que desde aquel 20 de Diciembre de 1863, han visto ondear
orgulloso ese sagrado símbolo de fuego, como es ese Uno de emociones, que se adentró en el fondo de
nuestras almas y corazones, para engrandecerlo, amarlo y admirarlo, tal como se quiere a la novia o a la
esposa de nuestros ensueños y fantasías, tal como se admira a los héroes de nuestra bendita historia patria, tal
como amamos a nuestros padres e hijos, que han sabido acompañarnos en esta infinita admiración por él
sentimos.
La Memoria de la Compañía es el verdadero evangelio de su verdad, donde ustedes han sido los apóstoles de
su historia durante este año y debéis responder por cada una de vuestras acciones y actitudes.
Creo que después de estas palabras ya se ha superado esta verdadera crisis. Y hemos tomado conciencia de
que ingresamos a esta casa en voluntaria actitud a la que respondemos con la mente fija en los triunfos para
los que estamos destinados y así unidos atravesaremos felices los caminos del servicio.
146 TOMO 6 - 1987 A 2000