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Tierra del Fuego, Retratos y Paisajes

La Corporación Patrimonio Cultural de Chile en conjunto con la empresa Larraín Vial presentan el libro “Tierra del fuego, retratos y paisajes”, un ensayo fotográfico que retrata a descendientes de los pueblos ancestrales que habitan actualmente Tierra del fuego, a través del lente del destacado fotógrafo Max Donoso.

La Corporación Patrimonio Cultural de Chile en conjunto con la empresa Larraín Vial presentan el libro “Tierra del fuego, retratos y paisajes”, un ensayo fotográfico que retrata a descendientes de los pueblos ancestrales que habitan actualmente Tierra del fuego, a través del lente del destacado fotógrafo Max Donoso.

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drama en una tierra también descrita como inerme e indefensa

ante la acción de personas que, sucesivamente y motivadas esencialmente

por intereses económicos, la ha expoliado.

Así, Tierra del Fuego, como consecuencia de su geografía e

historia, ofrece un amplio margen de posibilidades para ejemplificar

el quehacer de la humanidad: desde la conquista, la búsqueda

de la belleza y el espíritu de superación para enfrentar la naturaleza,

hasta la violencia despiadada y la depredación propia de

nuestra especie.

Hito geográfico mundial, por su condición de antípoda

y extremo, confín del mundo, Tierra del Fuego, junto con la

Patagonia y el estrecho de Magallanes, es un patrimonio histórico-geográfico

de Chile dotado de una identidad particular, tanto

por su realidad física como por las representaciones que de ella y

sus habitantes se han hecho desde el siglo XVI en adelante.

NATURALEZA E HISTORIA

Asociada a la exploración y a la aventura más allá de los límites

conocidos, a la naturaleza salvaje, pero también a lo histórico, lo

dramático y lo épico, incluso a lo maravilloso, fantástico y nunca

visto, el extremo sur de América desde comienzos del siglo XVI

representa para el mundo occidental una frontera, el finis terrae

del mundo, un lugar donde todo es inédito, una tierra incógnita.

El imaginario de esta zona del planeta encuentra sus orígenes en

Europa occidental, en la época de los descubrimientos, la que se

inicia con la navegación trasatlántica, continúa con los viajes de

circunnavegación y la exploración antártica y cada cierto tiempo

se nutre de la tragedia, del dolor y el sacrificio, los que a su vez

hacen posible los actos heroicos, de valor y de humanidad que

quedan en la historia asociados a la región, así como en la época

contemporánea lo están la violencia ejercida desde el siglo XIX

en adelante en contra de los selknam, lo que significó prácticamente

su exterminio, y más recientemente, las manifestaciones

culturales de los pueblos fueguinos que el respeto irrestricto de

la humanidad, la empatía con los perseguidos y, en definitiva, una

cada vez mayor conciencia de la dignidad inherente a todo ser

humano han contribuido a apreciar, recuperar y conservar como

patrimonio cultural.

Algunos de los elementos de su geografía como el Paso Drake,

el Cabo de Hornos, Tierra del Fuego, el océano Pacífico, el estrecho

interoceánico, incluso la Antártica, remiten en la Patagonia

a la aventura y a condiciones extremas para habitarla, las que se

expresan a través del viento, la lluvia, el frío, la nieve, el mar y las

olas, naturaleza que la mayor parte del tiempo se hace presente

de manera implacable, tormentosa y, por eso mismo, sublime

tanto por la belleza conmovedora que ofrece como por su potencial

trágico. Aun hoy algunos nombres como Magallanes, Drake,

Cook y Darwin permiten asociaciones geográfico-históricas

que hacen posible valorar la región, otorgarle sentido a lugares

y sitios que evocan hitos de la humanidad; en esta zona la toponimia

alude a sucesos y momentos que han sido representados

como hazañas de todos los tiempos, fueran de un imperio, un

Estado o un hombre. Palabras, y entre ellas los nombres otorgados

a los pueblos originarios de la zona como los patagones, que

excitan la imaginación, que evocan el drama o que aluden a un

patrimonio cultural que se resiste a desaparecer a pesar de la

violencia y del despojo de que ha sido objeto.

Así, desde su ingreso en la historia occidental, la Patagonia

en el extremo sur de América ha sido considerada un espacio,

una geografía concreta y real, aunque siempre por terminar de

conocer, a partir de la cual se proyectan representaciones fantásticas,

míticas, épicas, incluso dramáticas, y que tienen en la

historia, en este lugar alejado de todo y de difícil acceso, uno de

sus principales fundamentos, pues ha sido el escenario de numerosos

hechos que han alcanzado repercusión mundial. Esto, unido

a las representaciones e imágenes de los lugares en que han ocurrido,

la dotan de una identidad histórico-geográfica imposible

de obviar, enriquecida además por la promesa de lo fantástico, la

posibilidad del encuentro con algo que nunca se deja capturar, lo

que renueva las expectativas sobre la región cuyo paisaje es parte

de la historia y no solo de la naturaleza.

PATAGONIA ÉPICA

Fue el 1 de noviembre de 1520, como escribe Antonio Pigafetta

en su relación, que las naves de Fernando de Magallanes, en su

derrota hacia el Polo Antártico, ingresaron en el estrecho que

hoy lleva el nombre del portugués. Un nombre que contrasta

de manera elocuente con la toponimia asignada a muchos

sitios de la región, cuyas duras condiciones quedaron de este

modo representadas para la eternidad y aún hoy estremecen:

Puerto de Hambre, isla Desolación, golfo de Penas, seno Última

Esperanza, bahía Salvación, cabo Deseado, puerto Misericordia,

todos nombres que grafican las dificultades que las condiciones

geográficas y climáticas impusieron a los europeos, así como

la impresión y conmoción emocional que causaron en ellos, e

incluso en nosotros hoy como efecto del peso de las historias

asociadas a estos navegantes.

Como una forma de alivianar las penalidades e infundirse

ánimo, además del calendario cristiano que los condicionó, puede

interpretarse también la toponimia religiosa con que bautizaron

otros sitios, como San Julián, Santa Cruz y Todos los Santos.

Incluso, las características extremas de la región, así como los

riesgos para la navegación en el cruce del Cabo de Hornos y la

derrota por los canales y la Mar del Sur que impidieron la colonización

de un territorio considerado de escasos recursos, a modo

de placebo dieron lugar a la mítica ciudad de los Césares como

una forma de atraer colonos a la Patagonia.

Asimismo, de gran trascendencia ha sido un nombre que, a

su vez, evoca una de las primeras leyendas que causaron gran

impacto en el mundo europeo y que surgió con la llegada de las

naves españolas: «Un día, de pronto, descubrimos un hombre de

gigantesca estatura, el cual sobre la ribera del puerto (San Julián),

bailaba, cantaba y vertía polvo sobre su cabeza. Era tan alto él que

no le pasábamos de la cintura». Se había creado así el mito de la

existencia de una tribu de gigantes.

Sin embargo, aunque el carácter de aventura, épica y drama

sea tal vez el principal patrimonio legado por la empresa europea,

no debemos olvidar otra de sus cualidades: ser la primera

Mujer aónikenk con su hija, 1884. En

Theodor Ohlsen, Durch Süd-Amerika,

Hamburg, Louis Bock & Sohn, 1894.

Colección: Biblioteca Nacional de Chile

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Diego Gutiérrez, Americae sive

quartae orbis partis nova et exactissima

descriptio, [Amberes], 1562.

Colección: Biblioteca Congreso USA

que completó la circunnavegación del globo terráqueo, una

hazaña que fue posible gracias al carácter de su líder. Alcanzar en

1520 las inmediaciones de lo que Pigafetta llama Polo Antártico,

superar todos los desafíos impuestos por la naturaleza y dominar

los excesos producidos por la ansiedad de encontrar un paso

interoceánico luego de sucesivas frustraciones, reflejan la convicción

de los europeos, quienes, a pesar de su gran degaste y

ante el hallazgo de la entrada oriental del estrecho –para ellos

un verdadero milagro– lo nombraron Cabo de las mil Vírgenes,

reflejando una vez más la disposición anímica de los protagonistas

de la aventura.

Además de transformarse en un antecedente fundamental

de la llamada globalización, otro hito histórico-geográfico de un

fenómeno plenamente vigente y estimulante, Magallanes organizó,

encabezó y persistió en una comisión que debió enfrentar

obstáculos que parecían insuperables, transformándose en un

modelo universal; un ejemplo para mostrar virtudes superiores

gracias a las cuales se conoció el mundo como totalidad y se

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