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EL ARTE DE HACER PREGUNTAS

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resolverlo. La persona reactiva está involucrada emocionalmente en el

problema y ella misma se transforma en el problema. El ego no le permite

tener una visión distinta de la situación. Cuando tú crees que el problema está

fuera de ti, precisamente esa creencia es la que te está creando el problema: si

el problema está en manos del entrevistado o de la persona con la que estás

negociando, le estás dando todo el peso de la responsabilidad a la otra

persona y tú te quedas en el asiento del acompañante esperando que la otra

persona haga algo distinto para que las cosas mejoren y tomen su curso.

Cuando las emociones se disparan, las cosas pueden salir de la peor

manera posible que te imagines, aunque tú creas que estás haciendo lo

correcto.

Separa el problema de la persona

En una entrevista debes aprender a separar el problema de la persona. Ver las

cosas con objetividad te permitirá separar las emociones del tema en cuestión.

Pon el problema en el centro de la mesa e intenta resolverlo. En nuestros

cursos de entrenamiento, cuando enseñamos a los participantes (ya sean

ejecutivos, negociadores o políticos) el manejo de las emociones en sus

entrevistas, les pedimos que para ese día traigan un abrigo. El propósito es

enmarcar en la mente del participante las emociones, para lo cual les pedimos

que se quiten sus abrigos antes de comenzar una ronda de negociaciones.

El abrigo representa metafóricamente las emociones que necesitan quitarse

para poder concentrarse en el problema a resolver. Esa imagen les queda

registrada para siempre. En el futuro, cuando tengan una entrevista de

negocios, recordarán la imagen del abrigo y controlarán su mente. El objetivo

de este ejercicio es dominar nuestro “animal” interno. Debes poner el

problema en el centro de la mesa y no tomarlo de manera personal. Ve la

entrevista objetivamente: ¡Si fueras torero, no te podrías enojar con el toro o

terminarías muerto de una cornada! En las entrevistas ocurre exactamente lo

mismo y pierdes la negociación.

CONSEJOS

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