De sapos a príncipes
programación neurolinguística
programación neurolinguística
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Estuvo muchos meses en esa jaula, con esos barrotes que restringían su conducta.
Eventualmente se construyó alrededor de su jaula un ambiente natural donde el oso
estaría a sus anchas. Cuando finalmente se completó se retiró la jaula en torno al oso,
adivinen qué ocurrió…
Y adivinen cuántos de esos alumnos en la universidad aún están recorriendo el
laberinto, todavía están tratando de encontrar el billete de cinco dólares. Se meten en
las noches, se dan vueltas en el laberinto y ven si es que esta vez pudiera estar.
Durante tres días los hemos estado inundando con información, saturando sus
recursos conscientes. Y me gustaría ofrecerles un par de aliados a este proceso que
son personas que hemos descubierto son muy beneficiosas. ¿Han leído a Carlos
Castaneda? Es una brillante personalidad múltiple, muy especial, con un amigo indio.
Hay una sección en el libro 2 ó 3 donde don Juan le da ciertos consejos a Carlos.
Nosotros no les daríamos este consejo a ustedes, pero lo vamos a repetir igual, por lo
que valga.
Verán; lo que Juan quiso hacer con Carlos —que desde luego nosotros no
queremos hacer con ustedes— fue encontrar algún modo de motivarlo para que fuera
congruente y expresivo en su conducta siempre, tan creativo como fuera posible.
Quería movilizar sus recursos de modo que cada acto que realizara Carlos fuera una
representación plena de todo el potencial a su disposición, todo el poder personal que
tenía a su disposición en un determinado momento en el tiempo.
Específicamente lo que Juan le dijo a Carlos fue: «Si alguna vez te encuentras
titubeando o si en un momento dado te encuentras dejando cosas para mañana, sobre
todo el ensayar una nueva conducta que podrías poner en práctica hoy o hacer algo
que antes no habías hecho, entonces lo único que deberás hacer es mirar sobre tu
hombro izquierdo y ahí habrá una sombra furtiva. Esa sombra representa tu muerte y
en cualquier momento puede adelantarse, en cualquier momento puede poner su
mano sobre tu hombro y llevarte consigo. De modo que el acto en este momento
comprometido puede ser tu último acto y por lo tanto es plenamente representativo de
ti como el último acto tuyo en este planeta».
Una de las maneras de usar esto constructivamente es entendiendo que el vacilar
es indulgente.
Cuando se titubea están actuando como si fueran inmortales. Y sepan ustedes
señoras y señores que no lo son.
Ni siquiera saben el lugar ni la hora de su muerte.
De modo que una de las cosas que pueden hacer… para recordarse a sí mismos
que no preocuparse de vacilar, es actual no profesionalmente… es mirar súbitamente
por sobre su hombro izquierdo y recordar que la muerte está ahí y hacer que la
muerte sea su consejero. Ella siempre podrá decirles algo representativo acerca de su
potencial pleno como persona. Menos que esto no pueden hacer.
www.lectulandia.com - Página 185