De sapos a príncipes
programación neurolinguística
programación neurolinguística
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
necesita hacer en su conducta».
La respuesta que obtuve fue «su homosexualidad».
«¿Qué cambio necesita hacer?».
«Necesita cambiarlo porque está basado en un error».
«¿Qué error?».
La explicación que obtuve de su mente inconsciente fue la siguiente: La primera
vez que en su vida había tenido que defenderse físicamente ante la violencia fue a los
cinco años, en el hospital donde estuvo internado por una operación de amigdalitis.
Alguien le puso la máscara de éter en la cara y él trató de luchar al ir cayendo en
anestesia. El estar anestesiado se ancló a la sensación de ira. Luego de eso, cada vez
que se sentía irritado, enojado o asustado y empezaba a luchar y dar golpes, su cuerpo
se relajaba como anestesiado. Como resultado de eso, su mente consciente decidió
que era homosexual. Había vivido como homosexual unos veinticinco años.
Sus recursos inconscientes decían: «No debes dejar que tu mente inconsciente [7]
sepa acerca de este error, porque conocerlo va a destruirlo». Estuve de acuerdo con
eso. No había ninguna razón por la cual tenía que saber que durante veinticinco años
había estado equivocado en sus relaciones. Lo importante es que iba a hacer un
cambio, porque quería casarse, pero no podía casarse porque sabía que era
homosexual. Su mente inconsciente no le permitía de ninguna manera hacerse
consciente del hecho que había cometido un error, porque hubiera convertido su vida
entera en un error y esta comprensión lo hubiera destruido totalmente. Yo quise que
tuviera la ilusión de que en cierta medida había pasado esa etapa, había crecido hacia
una nueva conducta.
De modo que yo hice arreglo con su mente inconsciente para que brotara como
una persona heterosexual e hiciera los cambios como el resultado de una experiencia
espiritual. Su mente inconsciente estuvo de acuerdo que ese era el mejor modo de
hacerlo. El cambió sin ninguna representación consciente, bien sea de la sesión
hipnótica o de donde provinieran los cambios. El cree que el cambio vino del
resultado de una experiencia con droga. Fumaba marihuana y había tenido una
experiencia cósmica. Supuso que se trataba de la calidad de la yerba y no de la
sugestión posthipnótica. Eso bastó para que hiciera los cambios que quería.
Hay muchas partes de las personas que hacen el mismo tipo de cosa. Una parte no
quiere que la mente consciente sepa lo que está ocurriendo porque cree que ésta no
será capaz de manejar la información y puede que tenga razón como puede que no la
tenga. A veces he trabajado con gente y he hecho un trato con una parte de ellas para
permitir que la mente consciente lentamente se dé cuenta de algo, pero de a poco,
para descubrir si la mente consciente puede o no soportarlo. Y por lo general la parte
descubre que la mente consciente de hecho podía aceptar tal información. En otras
oportunidades he obtenido un no muy enfático: «No, de ninguna manera. No quiero
www.lectulandia.com - Página 147