De sapos a príncipes

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06.02.2023 Views

encima, pero no podía mantenerlos alejados. Mediante el reencuadre descubrimosque no había ninguna parte de ella que tuviera una objeción a que perdiera peso. Sinembargo, la parte que la hacía comer demasiado lo hacía para proteger sumatrimonio. ¿Pueden hacer la conexión? Si no pueden les voy a explicar un pocomás. En la opinión de esta parte si ella perdía peso y llegara a pesar lo que queríapesar, se pondría físicamente atractiva ante los ojos de otros hombres y al serfísicamente atractiva a otros hombres éstos se iban a acercar y hacerle proposicionesdeshonestas. En la opinión de esta parte ella no tenía suficientes recursos como paratomar buenas decisiones en respuesta a estas proposiciones. Le costaba decir que no.Ninguna parte de ella quería estar gorda. Sin embargo había una parte que usaba sugordura para institucionalizar la alternativa de no tener que enfrentar una situaciónque ella creía no poder enfrentar efectivamente y que podría, eventualmente, conduciral término de su matrimonio. A esto se le conoce como «ganancia secundaria».Lo crucial en el reencuadre es hacer la distinción entre la intención de la conducta—en este caso proteger su matrimonio— y la conducta, en este caso el comerdemasiado. Hecho esto uno podrá encontrar conductas nuevas más aceptables quesatisfagan la misma intención.Una cosa que la gente pocas veces entiende es que los síntomas realmentefuncionan, o sea, que a medida que su estar gorda funcionaba para algo lograba laintención esa parte que, responsable de su gordura, iba a mantenerla gorda. Al tenermejores modos de proteger su matrimonio, entonces esa parte le permitiría bajar depeso. Lo que de hecho hizo sin un régimen estricto.Ahora demostrémoslo. ¿Quién quiere cambiar algo?, secretamente…Muy bien Dick, queremos que mantengas el contenido secreto, permitiendo quelos demás puedan observar el proceso por el que vamos a pasar. Dick está haciendoalgo sobre lo cual no tiene ninguna opción, una especie de conducta compulsiva quequiere cambiar por alguna otra cosa o bien hay algo que le gustaría poder hacer, perono puede. Son dos modos verbales de codificar el mundo de la posibilidad.Dick: Es la primera.Muy bien, si están de acuerdo le vamos a dar el código X a la conducta que tieneen este momento, que le gustaría cambiar por otra más adecuada y supongo que X, ensu juicio consciente no es una buena representación como un organismo total adulto.Acabamos de identificar la conducta, aquella que la persona desea cambiar. Ese es elpaso número uno.El paso siguiente es establecer un canal de comunicación con la parte de Dickresponsable de esta conducta X que él quiere cambiar.En este contexto está incluida una noción que voy a decir directamente y quetambién quiero indicársela a todos ustedes. Dick, yo respeto esa parte tuya queactualmente es responsable de tu conducta X. Llegaste acá y estás sentado aquí ywww.lectulandia.com - Página 134

tienes éxito haciendo una serie de cosas que haces en tu vida. Estoy convencido deque aquella parte tuya que gobierna esta conducta X a pesar de que conscientementeno te gusta está tratando de hacer algo positivo para ti. Yo no voy a producir ningúncambio hasta que aquella parte tuya que es responsable de X esté satisfecha con quelos cambios resultantes serían más adecuados para ella, al igual que para todo tuorganismo.Esto tiene sentido únicamente si uno posee un sistema de creencias que dice algoasí: «Mira, si él tuviera un control consciente sobre esta conducta ya lo hubieracambiado». Así que una parte de él que no es consciente está haciendo andar estaconducta.Y les puedo garantizar que noventa y nueve veces de cien cuando una personaquiere cambiar algo y viene donde ustedes, va a haber una disociación, un conflictoentre sus deseos conscientes y algún conjunto de programas inconscientes. Loinconsciente es mucho más poderoso y sabe mucho más acerca de sus necesidadesque la mente consciente y mucho más de lo que yo pudiera saber desde afuera. Yoinmediatamente me hago aliado del inconsciente y esto es lo que acabo de hacer. Enforma verbal y explícita le dicen: «Mira, no le estoy hablando a tu mente consciente.Le estoy hablando a la parte tuya responsable de esta conducta. Es la que maneja elshow. Yo voy a hacer las veces de consultor nada más».Ahora bien, ¿cómo establecen una comunicación con esa parte? Si tuvieran que iral edificio federal en San Francisco para un trámite, estarían abocados a una tareamuy compleja, porque de cuatrocientos cincuenta burócratas que hay en ese edificio,sólo uno tiene el timbre adecuado y puede completar el trámite. Si la estrategia es irparando de puerta en puerta, preguntándole al guardia quién es la persona que tieneque firmar el papel y luego seguir así, de oficina en oficina, buscando la personaautorizada, van a perder mucho tiempo. Sería una estrategia inadecuada paraconseguir lo que quieren en ese marco burocrático. En todo caso es una buenametáfora para el tipo de cosas que hacen muchos terapeutas.Los terapeutas han sido entrenados para prestarle mucha atención a las solicitudesconscientes de sus clientes y típicamente la mente consciente es la que menos sabeacerca de lo que está ocurriendo en su conducta. El hecho de que una persona venga ami oficina y me diga: «Mire, estoy “X” ando y no quiero seguir haciendo eso.Ayúdeme a cambiar», constituye una afirmación en el sentido de que ya ha tratadocon todos sus recursos de hacer el cambio y que no puede hacerlo conscientemente yque ha fracasado rotundamente. Es tan absurdo como comenzar a partir del guardia yseguir caminando y preguntando en cada una de las oficinas. Yo quiero irme directo ala oficina donde está la persona que me puede firmar el papel que me interesa. Quieroirme directamente a la parte de Dick que está controlando su conducta en un nivelinconsciente en este contexto.www.lectulandia.com - Página 135

tienes éxito haciendo una serie de cosas que haces en tu vida. Estoy convencido de

que aquella parte tuya que gobierna esta conducta X a pesar de que conscientemente

no te gusta está tratando de hacer algo positivo para ti. Yo no voy a producir ningún

cambio hasta que aquella parte tuya que es responsable de X esté satisfecha con que

los cambios resultantes serían más adecuados para ella, al igual que para todo tu

organismo.

Esto tiene sentido únicamente si uno posee un sistema de creencias que dice algo

así: «Mira, si él tuviera un control consciente sobre esta conducta ya lo hubiera

cambiado». Así que una parte de él que no es consciente está haciendo andar esta

conducta.

Y les puedo garantizar que noventa y nueve veces de cien cuando una persona

quiere cambiar algo y viene donde ustedes, va a haber una disociación, un conflicto

entre sus deseos conscientes y algún conjunto de programas inconscientes. Lo

inconsciente es mucho más poderoso y sabe mucho más acerca de sus necesidades

que la mente consciente y mucho más de lo que yo pudiera saber desde afuera. Yo

inmediatamente me hago aliado del inconsciente y esto es lo que acabo de hacer. En

forma verbal y explícita le dicen: «Mira, no le estoy hablando a tu mente consciente.

Le estoy hablando a la parte tuya responsable de esta conducta. Es la que maneja el

show. Yo voy a hacer las veces de consultor nada más».

Ahora bien, ¿cómo establecen una comunicación con esa parte? Si tuvieran que ir

al edificio federal en San Francisco para un trámite, estarían abocados a una tarea

muy compleja, porque de cuatrocientos cincuenta burócratas que hay en ese edificio,

sólo uno tiene el timbre adecuado y puede completar el trámite. Si la estrategia es ir

parando de puerta en puerta, preguntándole al guardia quién es la persona que tiene

que firmar el papel y luego seguir así, de oficina en oficina, buscando la persona

autorizada, van a perder mucho tiempo. Sería una estrategia inadecuada para

conseguir lo que quieren en ese marco burocrático. En todo caso es una buena

metáfora para el tipo de cosas que hacen muchos terapeutas.

Los terapeutas han sido entrenados para prestarle mucha atención a las solicitudes

conscientes de sus clientes y típicamente la mente consciente es la que menos sabe

acerca de lo que está ocurriendo en su conducta. El hecho de que una persona venga a

mi oficina y me diga: «Mire, estoy “X” ando y no quiero seguir haciendo eso.

Ayúdeme a cambiar», constituye una afirmación en el sentido de que ya ha tratado

con todos sus recursos de hacer el cambio y que no puede hacerlo conscientemente y

que ha fracasado rotundamente. Es tan absurdo como comenzar a partir del guardia y

seguir caminando y preguntando en cada una de las oficinas. Yo quiero irme directo a

la oficina donde está la persona que me puede firmar el papel que me interesa. Quiero

irme directamente a la parte de Dick que está controlando su conducta en un nivel

inconsciente en este contexto.

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