De sapos a príncipes
programación neurolinguística
programación neurolinguística
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
en la vieja experiencia y hubiera sido muy difícil sacarla nuevamente. Al hacerlo en
dos pasos, si empieza a colapsarse primero se va a colapsar al primer paso y entonces
es más fácil sacarla de ahí. Podrán darse cuenta si está arriba o atrás o acá, por los
cambios de postura y cambios de color de la piel, respiración, etc. Sabiendo eso, si la
veo colapsarse de 2 a 1 la toco acá o le digo: «Ahora permítele a ella sentir esas
viejas sensaciones de allá. Tú la observas desde acá arriba». Esos son modos de
asegurarse de que sencillamente no revivencia las malas sensaciones.
Mujer: Tú le pediste a Tammy que tomara las sensaciones y encontrara una
imagen de sí misma a una edad más temprana. ¿Y qué ocurre si no puede encontrar
una imagen?
Esa es una afirmación acerca del terapeuta, no del cliente. Debiera ser tomado
como un comentario acerca de lo que está haciendo el terapeuta, indicando que el
terapeuta debiera cambiar su conducta y hacerlo en forma distinta.
Te voy a contestar la pregunta de esta forma. Yo no creo que Tammy realmente
haya pasado por la experiencia en que se vio. Puede que sí, puede que no. No lo sé y
además es irrelevante. En una oportunidad tuvimos la visita de un terapeuta muy
conocido justo en el momento en que nos llegaba una paciente suicida de siquiatría.
El siquiatra había renunciado y nos dijo: «¿Podrían por favor tomar a esta mujer? A
mí no me quedan alternativas». Dado que este famoso terapeuta estaba con nosotros
pensamos que sería una oportunidad sin precedentes para demostrarle alguno de los
usos de la hipnosis que Erickson nos había enseñado, ya que para ese terapeuta y en
ese punto de su evolución, la hipnosis era una palabra fea. Pensaba que «era
manipulativo» y le dijimos: «De muchas maneras la hipnosis ericksoniana es mucho
menos manipulativa que cualquier insight o cualquier terapia de mente consciente
que jamás hemos encontrado. Vamos a demostrar con esta mujer».
De modo que empezamos a trabajar con esta mujer. El terapeuta visitante estaba
mirando y escuchando. Más o menos a los diez minutos de la sesión tuvo una
revelación. Fue obvio. Le dije: «¿Tiene alguna idea que quiera que nosotros
hagamos?».
Jamas habíamos tenido la oportunidad de observar a este terapeuta en acción.
Entonces se hizo cargo del asunto y comenzó a decir palabras como: «sangre…
escala… niñez… hermano menor… madre grita… llanto…». Fue desarrollando esta
increíble fantasía que luego le «vendió» a la mujer. En un primer momento decía:
«¡Chitas!, no recuerdo nada así». Finalmente llegó a decir: «Ah, eso es. Yo lo hice, yo
debí haberlo hecho». En una manera muy similar a una construcción familiar, de las
que hace Virginia Satir. Esta mujer pudo hacer todas estas conexiones internas y junto
a su terapeuta revisaron toda esta experiencia pasada y la mujer cambió
dramáticamente. Su conducta cambió dramáticamente y además permaneció
cambiada. Ella era una cliente nuestra.
www.lectulandia.com - Página 117