20.01.2023 Views

La pregunta y la respuesta - Patrick Ness

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

mayoría de la gente accedió a que «entregara la ciudad en bandeja

de plata».

—Y entonces los sanatorios —continúa, con una rabia verdadera

emergiendo de su voz— se convirtieron de pronto en cárceles para

las personas que viven en ellos.

—Entonces, ¿usted es médico? —pregunto, pero lo único que noto

es mi propio pecho plegándose sobre sí mismo, hundiéndose como

si estuviera bajo un peso enorme, hundiéndose porque hemos

fracasado, hundiéndose porque llegar antes que el ejército no ha

servido de nada.

Su boca dibuja una pequeña sonrisa, una sonrisa secreta, como si

se me hubiera escapado algo. Pero no es una sonrisa cruel, y

descubro que tengo menos miedo de ella, de lo que pueda significar

esta habitación, menos miedo de lo que me pueda pasar a mí, y más

miedo por él.

—No, mi niña —dice, agachando la cabeza—. Como ya debes

saber, en el Nuevo Mundo no hay mujeres médicos. Soy una

sanadora.

—¿Qué diferencia hay?

Vuelve a pasarse los dedos por la frente.

—¿Qué diferencia hay, preguntas? —Deja caer las manos sobre el

regazo y las observa—. Aunque estemos encerradas, siguen

llegando rumores. Rumores de que están separando a los hombres y

a las mujeres en toda la ciudad, rumores de que el ejército llegará

tal vez hoy mismo, rumores de la matanza que se acerca por las

colinas para derrotarnos, por mucho que nos hayamos rendido ya.

Ahora me mira sin pestañear.

—Y luego estás tú.

Desvío la mirada.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!